La fama y escándalo de un Doncel NO afeminado
CAPÍTULO ANTERIOR:
No sé porqué ese recuerdo me llegó justo en este momento, vi como Ino y Sasuke se alejaban, yo me di la vuelta observando el cielo, hoy se me antojaba caminar, me tape la boca con el suéter y emprendí mi camino... Hoy era un día frío de muchas maneras, y la molestia en mi pecho no lo hacía más fácil.
CAPITULO DE HOY:
Solo estaba a tres cuadras de su apartamento cuando observo una pareja en la otra acera mirando en su dirección, pero exactamente no a él, miraban a un callejón a unos cuantos pasos de él, se quitó los audífonos empezando a oír los sonidos que llamaba la atención de todos las personas, pero nadie se acercaba ayudar, al llegar vio un pequeño chico pelirrojo con muchos morados en la cara, sin camisa y con los pantalones a medio bajar, era claro lo que pasaba, intentaban violar a ese chico.
Recordé el miedo que sentí cuando el viejo pervertido intentó abusar de mí, entre al callejón subiéndose las mangas del suéter, y observe al hombre que tenía aprisionado el cuerpo del más chico, una de sus manos la tenía a las del chico aprisionadas, la otra en su pantalón y sus piernas entre las de él separándolas.
Lo tomé de la camisa llamando la atención de ambos y con un movimiento rápido lo tiré al suelo, después de lo sucedido hace ya 5 meses, junto a Shikamaru, Shino y Lee voy a clases de defensa personal. Tomo al chico y le entrego mi chaqueta, lo veo temblar y mi ira aumenta, noqueo al sujeto y me llevó al más joven conmigo.
Lo llevo a mi casa, en todo el camino me pregunta muchas cosas, pero yo no le respondo nada, entro en mi departamento, lo llevo al baño y le hago entrar - Voy por ropa para que te cambies, mientras tanto ve a bañarte, después te prestaré mi teléfono para que llames a tu familia - termine por decir y cerré la puerta, entre en mi cuarto y me siento en la cama.
Hoy sin dudas fue o es un largo día.
Me tapo la cara, en un simple día, me pelee con Sasuke, a mi mama se le bajó la tensión, no coqueteo con Sasuke y salve a un chico de ser violado, si definitivamente son muchas cosas... En estos meses han pasado muchas cosas, me pregunto cómo terminaré el año.
El timbre de la casa suena y camino a la puerta, en la entrada está mi hermanito menor Deidara, en el hospital no lo detalle bien, pero ahora si puedo verlo con claridad, ya no se parece al pequeño niño que vi antes de irme de casa, tiene el cabello largo atado en una cola alta, trae consigo unos lentes y las orejas horadadas, lleva puesto un suéter blanco con un beso en el medio y un triángulo, en verdad no entiendo la moda de los chicos jóvenes, suspiro, sueño a un anciano...
Lo dejé pasar y nos sentamos en la sala, se quitó el suéter y se quedó en camiseta.
- Mamá está muy feliz de que la visites... ella espera que vuelvas a la casa o que al menos la visites más - Deidara juega con el borde de la camisa, no me mira a los ojos.
- Si, tenía pensado visitarla más seguido
- ¿Es mi culpa el que no quieras regresar?...
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Todos los estudiantes salían de la institución una vez confirmaban si serán aceptados o no en la universidad del pueblo, Naruto con 17 años había hecho la prueba no solo en la universidad del pueblo donde Vivían, también la realizó en la universidad de Tokio, su hermana que se había enamorado de un chico, se mudó con él a Tokio la primavera pasada, por las cartas que su hermana le mandaba, Naruto soñaba con ir, pero su corazón también le pedía quedarse con su familia, así que mudarse a Tokio no era una opción.
Al llegar a su casa encontró mucha de su ropa en el piso, mucho de sus videojuegos, cartas, zapatos, todo lo que su madre le prohibía, pero desde hace unos meses ella intentaba aceptar que su hijo no era como los demás.
En la casa apenas notaron su presencia los gritos no se hicieron de rogar.
- Dime ¿Desde cuándo? - Pregunto primero calmada, pero él no sabía de qué iba - ¡Joder! ¡¿Desde cuándo andas por la calle abriéndole las piernas a cualquiera?!
Y esa fue la gota que derramó el vaso.
- ¿Qué desde cuándo soy una puta? ¿Eso es lo que crees de mí? - pregunto muy calmado, para preocupación de su padre que veía la escena desde lejos, pues le tenía miedo a su mujer en ese estado.
- Sabes la humillación que sentí cuando escuche a otras madres, que alegaban haber escuchado a sus hijos hablar de cómo te acostaste con la mitad de tu preparatoria.
- ¿Humillación? ¿Tu?... -Me reí - ¿Y alguna vez te has puesto a pensar en mí? ¿En cómo me he sentido todo este tiempo? ¡Y no solo por los demás, también por ti!
- Te he dado demasiada libertad, esto es mi culpa, a partir de mañana serás como cualquier doncel normal y vestirás lo que yo compre...
- ¡No!
- ¿No? Mi casa mis reglas
- Bien, de todos modos fui aceptado en la universidad de Tokio, me iré con Ino
- Si pones un pie fuera ni siquiera pienses en que te ayudaremos económicamente, así que adiós universidad. - Sonrió como si hubiera ganado
- Pues bien, entonces yo mismo me pagaré todo.
Ese mismo día recogió sus cosas y con el poco dinero que tenía Naruto se fue de su casa...
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- Disculpe ¿la ropa? - escuche que me llamaban desde el baño, me había olvidado del chico y de la ropa, me pare y Deidara también.
- Veo que tienes compañía, es mejor que me vaya... vine a decirte que voy a trabajar con Ino y su novio, así que me quedaré un tiempo aquí por un tiempo.
Soltó esa bomba y se fue, no pude procesar la información, lo único que sí tenía claro es que a partir de ese día, volver a casa sería muy incómodo, la florería habría a las 9am y cerraba a 12pm, así que yo saldré primero que él y lo más seguro es que llegue después, si las cosas van así no tendremos que encontrarnos prácticamente nada.
Busque la ropa del chico y se la entregue, al salir del baño noté como mi ropa le quedaba muy grande, él sin duda era la personificación de cómo debería ser un doncel, como lo que leí en el libro: apariencia delicada y generalmente femenina. Caderas anchas, cintura de avispa, piernas delgadas, espalda estrecha, manos delicadas, piel sin imperfecciones... su pelo rojo resaltaba con su piel, pero lo que más llamaba mi atención era el tatuaje en su frente, se notaba que era reciente.
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Hoy conocería a todo el equipo de la producción, estaba emocionado, un poco cansado, pero emocionado, el Sr. Sasuke me presentó a todos pero faltaba una persona, el guionista de la película, que si no mal entendí, era el mismo autor que del libro, un chico prodigio.
Cuando Sasuke me llama para presentarlo no lo podía creer, y él tampoco al ver su reacción, me mando una sonrisa deslumbrante al saludarme, y nos presentamos.
Sabaku No Gaara, prodigio de la escritura de 16 años, se mudó a Tokio junto a sus padres y sus dos hermanos mayores hace 10 años, un chico serio y sombrío por lo que dicen los demás, pero conmigo siempre sonreía y se mostraba muy alegre.
A la hora de la salida escuche la voz de Gaara llamándome.
- Que casualidad volverte a ver, diría que es algo del destino
- No creo en el destino, más bien todos tenemos en nuestras manos el control para cambiar algo que no nos gusta.
- Eso suena bastante a ti... Naruto gracias por lo del otro día, y disculpa si fui una molestia
- No te preocupes...
Doble mierda, Gaara el prodigio, el chico que es prácticamente mi superior, el chico que salve de casi ser violado me está besando... mierda por mil.
Otra vez en cámara lenta, el beso, un par de flash a mí alrededor y muchos reporteros preguntándome por el beso...
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