×4×

La noche fue mucho menos compleja de lo que se esperaba, su mente estaba llena de ideas que revoloteaban de un lado al otro sin algún hilo en específico. Pensaba en la cantidad de platillos que podría llevarle a Bambam, los postres que le pediría a su padre que le preparara y los horarios en los que podrían coincidir. Haría de Bambam su gran amigo y entonces así, ya no tendría que preocuparse por nadie más, él lo cuidaría, velaría por él y de ser posible haría que sus padres lo adoptaran.

Por la mañana, tomó una de las cestas de picnic que solían usar cuando salían al campo, revisando el refrigerador y la alacena encontró varias cosas que podrían desayunar juntos. Galletas, yogurt, sándwiches, queso, un poco de dulce de frutillas, tostadas, un termo con chocolate caliente, frutas frescas y algunos envases con tartas de las que el omega preparaba para ellos. Bien, con todo eso estaba seguro de que tendrían un buen desayuno y le quedaría algo para luego.

–¿Bebé? Es tan raro verte despierto a esta hora... – SeokJin entro q la cocina restregando sus ojos somnolientos

–Buen dia, papá – Yugyeom estaba demasiado ocupado intentando meter todo en la cesta sin que nada quedara afuera – Estaba preparando algunas cosas.

El omega se acerco por detrás, intentando ver qué es lo que tenia tan entretenido a su hijo y al ver toda esa comida creyó haber descubierto sus intenciones. Con una sonrisa complice terminó por ayudarle.

–Así que despertaste temprano para llevarle esto a Kookie ¿Eh? Me hubieras avisado y te ayudaba, cariño... –Yugyeom se tensó al escuchar su nombre, pero continuó en silencio con su labor –Entiendo que son épocas de exámenes y tu chico debe estar estresado. Es tan lindo de tu parte, cariño –

–No voy a ver a Jungkook, papá –La frialdad escapaba entre sus palabras

–Oh – Articuló sorprendido – ¿Hay algún evento en el instituto del que no me haya enterado? –

–Nop – Negó – Nada –

–No estoy entendiendo ¿A dónde se supone que vas con tanta comida y a estas horas? – Detuvo sus movimientos cuando guardaron todo en orden.

–Yo, no voy a mentirte, conocí a alguien y quiero cuidar de él. Así que le llevaré esto ahora mismo – Colgando su mochila, sujetó la cesta y dejó un beso en la frente del mayor – Te veré más tarde. Te quiero. –

SeokJin se abrazó a sí mismo, nada tenía sentido a las seis de la mañana. No se supone que un alfa a punto de presentarse estuviera 'Cuidando' de alguien que no fuera su pareja. Quizás él era un poco chapado a la antigua, pero no le daba buena espina todo aquello. Yugyeom tenía el aroma más acentuado sobre su piel y eso solo significaba que su primer celo estaba cerca. No quería sentirse un mal padre, pero hasta ahora notaba que sabía muy poco de la realidad de su hijo adolescente. Había temido que este día llegara, pero confiaba en Jungkook y en su preparación y tantas charlas para cuidar del alfa.

Respiró profundamente, era necesario incluir a Namjoon en este asunto, no quería pasarlo solo.

Yugyeom evadió la charla con Jin pero eso no significaba que pudiera esquivar por mucho tiempo el interrogatorio que le presentaría tarde o temprano, por ahora solo quería llegar hasta Bambam antes de que saliera de su hogar. Hacía frio y todavía la luz del día no iluminaba del todo, al abrir la puerta, su mandíbula cayó al ver a Jungkook a punto de tocar el timbre. Se congeló en el lugar. No había pensado en él en toda la noche y ahora chocaba de bruces con el omega.

–Gyeomie – Sonrió el mayor con el saludo entre sus labios.

Yugyeom apretó los dientes con indignación ¿Cómo se atrevía a presentarse allí después de lo de anoche?

–Jungkook –Espetó saliendo y cerrando la puerta detrás de él, ignorandolo glacialmente.

–Ah ¿Estas por salir? Es temprano aun y venía a... – Una mano despeino sus cabellos con nerviosismo – Bueno, yo pensé que tendría que despertarte ¿Sabes? No eres muy madrugador que digamos –

El alfa tenía la boca cubierta con una bufanda pero sus ojos estaban a la vista, oscuros y fríos.

–Tengo cosas por hacer, si me disculpas... puedes pasar a saludar a papá si quieres –

Jungkook quedó petrificado por aquel trato tan distante, sabía que Yugyeom tardaba en olvidar, solía guardar algo de resentimiento cuando peleaban y eso le costaba algunas cosquillas y mimos, pero esto era otro nivel de enojo.

Cuando el menor pasó junto a él, Jungkook percibió el aumento en la potencia de su esencia. Allí estaba, más fuerte y él sabía lo que eso significaba. Casi sin pensarlo, lo sujetó del brazo deteniendo su paso al andar, intentó disimular la profunda respiración que escapó de sus pulmones pero fue lo bastante pronunciada como para obviarla.

– ¿Necesitas algo más, Kook? Me están esperando –

– ¿Quién? –

–No es de tu incumbencia – Diciendo esto, tiró de su codo para zafarse y salió disparado del lugar. Fingir que la cercanía del omega no le afectaba era difícil, pero él era un Kim. Los Kim eran fuertes e independientes, no se doblegaban con nada. Y mucho menos con un omega desconsiderado e infiel.

Caminó tan aprisa que pronto estaba varias cuadras lejos de su hogar, sólo esperaba recordar cómo llegar hasta el barrio de Bambam. Con este nuevo pensamiento, se permitió desplazar a Jungkook de su cabeza y enfocarse en su nuevo amigo.

Jungkook quedó de pie sin saber qué hacer, había sido tan idiota de no pensar en las consecuencias de sus actos.

–Pasa, Kookie. Creo que debemos charlar un poco – SeokJin abrió la puerta justo cuando el omega estaba en su debate interior por no saber cómo reaccionar. Simplemente asintió a la propuesta y lo siguió hasta el interior de la casa, no sin antes darle una última mirada al alfa que se alejaba a paso rápido.

×

Yugyeom llegó a los barrios bajos, esos que estaban totalmente marginados y olvidados por el resto de los mortales. Durante el día, la zona parecía mucho más limitada y carenciada que por las noches, había niños jugando descalzos, con los pies sucios y la ropa hecha harapos. Las casas eran totalmente precarias y los animales se paseaban entre los montones de basura acumulados en las esquinas. Cerró los ojos, no quería pensar en las necesidades que pasaba la gente de allí. Caminó exactamente por tres manzanas hasta llegar a la casa de Bambam. Aun cuando el sol recién calentaba la tierra ya había gente movilizándose de un lado a otro.

Solo necesitó llamar una vez a la puerta para que la cabellera castaña de una mujer se asomara, ella lucía sencilla, cansada y sudorosa.

– ¿Estás perdido? – ella preguntó

–Ve- vengo por Bambam ¿Podría verlo? –

–Oh ¿Eres su amigo? – Yugyeom asintió a la pregunta – Salió hace un poco hacia el centro, quizás lo alcances por el parque –

No quiso preguntar nada más, no quería incomodar a la señora que ya se había encargado de examinar su vestimenta y el porte que seguramente le había confirmado que no pertenecía a esos lares. Despidiéndose con respeto se encaminó hasta el parque donde afortunadamente lo encontró hablando afanadamente con un hombre.

– ¡Bambam! – Gritó agitando su brazo para capturar su atención, corriendo hacia él lo vió sonreir –

–Eh ¿Hola? ¿Qué haces aquí? – Parecía confundido

–Bueno ¿Recuerdas que dije que desayunaríamos juntos? –

–Ah, bueno. Creo que lo olvidé – Se excusó mientras quitaba cabello de su rostro, ya lo tenía muy largo, tendría que decirle a su tía que lo cortara en algún momento – No tengo tiempo ahora, Yulastrom, mejor lo dejamos para luego ¿Si? –

–Es Yugyeom –

–Si, como sea. Tengo que irme. Ya sabes que dicen, una hora perdida es un centavo menos –

–Pero preparé toda una comida para compartir contigo – Se lamentó levantando el cesto a la vista del otro

Bambam lo pensó un momento, su estómago estaba vacío, sólo con el trozo de pan y leche cocida que su tía había recalentado para él. No le vendría mal consumir algo más consistente.

–Está bien ¿Qué tienes ahí? – Quiso fingir desinterés pero el gruñido de su estómago lo delató.

El alfa rió y dispuso a bajar el cesto sobre el césped; cuando comenzó a sacar los alimentos pudo notar su sonrisa y el brillo de sus ojos.

– ¿Asaltaste un supermercado? – La sorpresa de su rostro era invaluable, sintió la calidez en su interior – ¡Mira esto! – Exclamo alzando el vaso de yogurt con cereales

–Bueno, quise preparar algo que podamos consumir antes de ir a clases –

– ¿Quieres decir que todo esto es solo para nosotros? Creo que mi estómago reventará, pero vale la pena intentarlo ¿Verdad? – Rió emocionado mientras tomaba una cucharilla y le daba el primer bocado. Un gemido de placer salió de sus labios mientras lo saboreaba y sus ojos se cerraron por el placer del sabor viscoso y dulce del yogurt.

–Ponle los cereales, así – El alfa tomó el recipiente y vertió el contenido para luego pedirle que lo mezclara

–¡Woah, Yunyalom! Eres todo un chef –

–Es Yugyeom – Rió, pero algo le decía que tendría que desistir de la corrección – No creo que preparar yogurt y cereales sea algo demasiado gourmet pero sé que soy un genio en todo lo que intento – Se encogió de hombros y sirvió un poco de chocolate en una taza

–Ajam, como sea ¿Eso es chocolate con leche? –

– ¿Quieres? – Dijo ofreciendo un poco

–¡Para luego es tarde! – Exclamó y dos cuchadas después ya había vaciado el pote para sujetar la taza que se le ofrecía.

Simplemente al verlo saborear y disfrutar la comida, Yugyeom se sentía complacido. ¡Como desearía ser suficiente para Jungkook como ahora lo estaba siendo para Bambam! Por fin se sentía útil en algo. Por un momento se distrajo admirando la pasión con la que el chico arrasaba con todo. Era tan satisfactorio, de pronto tuvo la curiosidad de saber qué lugar ocupaba en la jerarquía. ¿Sería un alfa? Podría apostar a que tenía el perfil de un omega. ¿Sería muy descortés preguntárselo? Tal vez si se asomaba un poco y lo olfateaba podría descubrirlo.

–Estas callado – Dijo el menor mientras daba un mordida a una galleta

–Lo siento, yo... – Detuvo sus palabras para sonreír al notar que tenía dulce en la punta de la nariz – Se acercó hasta él y quitó el excedente con el pulgar y luego lo chupó – Tenias una mancha –

Bambam observó la cercanía entre ellos y no pudo evitar sonrojarse ante el gesto, eso había sido muy vergonzoso. Podría haber tenido un moco allí y no se habría dado cuenta. Además de que tener a alguien que se preocupara por él de esa manera era extraño.

–Bueenoo... –Se puso de pie, no sin antes tomar algunas galletas y meterlas en el bolsillo de su pantalón para el camino, no creía que al chico le importara si se llevaba algunas, después de todo tenia un banquete allí – creo que será mejor si me voy Yulalom, te agradezco por la comida pero... ese trabajo no se encontrará solo – Colocó la vieja mochila que llevaba sobre su hombro

– ¿Sigues buscando trabajo? –

–Sip –

– ¿Y qué sabes hacer? –

–De todo – Aseguró – puedo ser muy versátil si me lo propongo, siempre que haya dinero a cambio puedo hacer lo que sea – Su pecho se infló orgulloso

–Eso suena muy bien – Yugyeom lo observó untar queso en una tostada para luego pararse y empezar a marcharse – ¡Oye! – Lo detuvo – Creo que podría hacer algo por ti – El alfa sonrió una vez más, esto podría funcionar

– ¿Ayudarme? ¿Eres una especie de héroe? Primero me alimentas y aun así quieres seguir ayudándome –

– ¿Héroe? «Yugyeom el héroe» – Lo pensó – Eso suena muy bien, pero un héroe protege a todo el mundo, yo solo lo haré contigo –

–Oh, eso es bueno... y dime ¿Cómo me ayudarás? –

–Sé donde puedes conseguir trabajo. Vamos – Recogiendo todo lo usado y tirando lo correspondiente al bote de basura se apresuró a tomar la pequeña y huesuda mano entre las suyas para encaminarlo al único lugar donde Bambam estaría cómodo, seguro y recibir un pago a cambio.

Bambam sintió la calidez de la mano que lo llevaba lejos del parque, dio vuelta su palma para que quedara sobre la otra y así poder entrelazar sus dedos. Sonrió, porque después de tantos años de valerse por sí mismo y creer que tenía que cuidarse por su cuenta, llegaba alguien que quería protegerlo sin cuestionar ni pedirle nada a cambio.

Jungkook, del otro lado de la fuente, por primera vez tenía ese dolor en el pecho. Un dolor que le auguraba que estaba perdiendo algo importante. No, no lo estaba perdiendo. Lo había desechado completamente, con cada acto, cada acción. No sabía todo lo que significaba Yugyeom en su vida hasta que lo vió marcharse de la mano de alguien más, hasta que lo vio cuidar de otra persona y sonreírle como solía hacerlo con él. De pronto, la leve sensación se le hizo extrañamente familiar. No, no era la primera vez que pasaba. No era la primera vez que lo perdía, pero extrañamente, verlo marcharse con otra persona, lejos de él y de su cariño, dolía muchísimo más ahora.

–¿Hola, Tae? – Habló a través de la linea – ¿Estas en casa ahora? ¿Y Hoseok está ahí? – Escuchó atentamente al mayor de sus hermanos – Bien, iré a verte ¿Bien? Necesito un... Consejo.

××

2/4

Lamento la demora. Mañana tendré el siguiente 😊💕

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