La universidad se alzaba imponente ante Taehyung, un edificio de vidrio y acero que reflejaba el sol matutino con una brillantez casi cegadora.

Era todo lo que había soñado: moderna, elegante, y llena de oportunidades. Pero mientras cruzaba el umbral de las puertas principales de aquel edificio, el nerviosismo se apoderó de él a una intensidad inesperada.

Los pasillos estaban llenos de estudiantes, el bullicio de conversaciones y risas resonaban en el aire.

Taehyung se esforzó por mantener una expresión tranquila y serena, pero no podía ignorar el creciente malestar que sintió instalarse en su pecho.

Los alfas, con su presencia dominante, eran inconfundibles entre la multitud de estudiantes. Sus cuerpos imponentes, su postura confiada, y el aura de seguridad que irradiaban hacían que Taehyung se sintiera pequeño e insignificante en ese lugar.

Cada vez que un alfa pasaba cerca de él, el peligris sentía una presión casi palpable en el aire, un recordatorio de su propia diferencia y su lugar en la sociedad.

Los alfas se movían en grupos, la energía intensa que desprendían contrastando con la calma que él intentaba proyectar. Intentaba no llamar demasiado la atención, pero su visible ansiedad parecía atraer las miradas de aquellos más curiosos ante un rostro nuevo en el campus.

A medida que se adentraba más en los pasillos, Taehyung notó cómo algunos alfas se detenían a observarlo detenidamente sin ningún tipo de disimulo.

Sus miradas eran de curiosidad y, en algunos casos, de evaluación, o bueno, eso quería creer él. Sentía un leve calor en el rostro, una mezcla entre vergüenza e incomodidad. Era como si su presencia misma en ese lugar exclusivo y prohibida fuera una anomalía que llamaba la atención de manera no deseada.

Una vez en los jardines del campus, el bullicio en el lugar iba disminuyendo conforme avanzaba, y Taehyung buscó refugio en un rincón tranquilo del jardín, esperando pasar desapercibido entre las sombras de los árboles.

En ese momento, el peso de la decisión que había tomado parecía abrumador y aterradora. Los alfas que se movían alrededor suyo eran como recordatorios de la realidad en su vida que intentaba evitar, en un entorno diseñado para aquellos más dominantes, Taehyung se sentía desubicado y vulnerable.

Intentando calmarse, el peligris tomó una respiración profunda y se enfocó en su objetivo principal. Sabía que debía enfrentarse a sus miedos y navegar por este nuevo mundo con astucia. Con una determinación creciente, se dirigió hacia la oficina de orientaciones de la universidad, listo para enfrentarse a lo que el destino le tenía preparado, aunque el sentimiento de desasosiego nunca lo abandonó completamente.

Taehyung se dirigió a la oficina con pasos apresurados, tratando de dejar atrás la incomodidad que sentía al navegar por el campus.

A medida que más avanzaba por el edificio principal nuevamente, su mente estaba enfocada en memorizar el camino, sin prestar demasiada atención a los alrededores. Sin embargo, su concentración se vio interrumpida de manera abrupta al girar en uno de los pasillos.

En su prisa, Taehyung impactó de frente con un alfa de cabello tan negro como la noche. El impacto no fue demasiado fuerte, pero la sorpresa por el choque fueron evidentes en ambos. Taehyung tropezó, casi perdiendo el equilibrio, pero el alfa rápidamente lo mantuvo firme al sostenerlo por la cintura, observándolo con una mezcla de sorpresa y curiosidad.

—Oh, yo lo siento mucho —tartamudeó Taehyung, su rostro enrojeciendo al instante mientras que el desconocido alejaba las manos de él—. No me di cuenta…

El alfa, de mirada penetrante y postura más que confiada, lo miró con un leve interés—. Tranquilo. No pasa nada —dijo con una pequeña sonrisa amable instalándose en su rostro—. ¿Estás bien?

Taehyung asintió rápidamente, su ansiedad siendo casi palpable

—Sí, sí, estoy bien. Gracias.

El alfa, aún intrigado en el chico, lo observó un poco más de cerca, como si tratara de averiguar si lo conocía—. ¿Eres nuevo aquí? No te había visto antes.

Taehyung asintió de nuevo, esta vez con un poco más de calma—. Sí, acabo de llegar hoy.

El alfa, frunciendo el ceño ligeramente, hizo una pregunta que provocó que el corazón de Taehyung latiera con más fuerza.

—¿Eres beta, cierto? No percibo un olor en ti… así que dedujo que lo eres.

Taehyung sintió un nudo en el estómago. Sabía que debía mantener su olor a raya por lo que utilizaba neutralizadores, un detalle crucial para mantener su secreto. Con un gran esfuerzo por no dejar traslucir su nerviosismo, respondió:

—S-Sí, soy beta.

El alfa lo miró por un momento más, evaluando su respuesta.

La preocupación inicial en Taehyung se disipó cuando el contrario sonrió—. Bueno, en ese caso, es un placer conocerte. Yo soy Jimin. Park Jimin —se presentó amablemente.

Taehyung, ahora aliviado y agradecido de que Jimin no hubiera profundizado en el tema, trató de relajarse.

—Mucho gusto, Jimin. Soy Kim Taehyung.

Jimin extendió la mano en señal de amistad, y Taehyung la aceptó con un apretón firme pero tembloroso—. Si llegas a necesitar ayuda con algo o si te pierdes, no dudes en pedírmelo—dijo—. La universidad puede ser un poco abrumadora y caótica al principio.

Taehyung sonrió completamente agradecido, sintiendo una ligera ola de alivio al notar la amabilidad genuina de Jimin.

—Muchas gracias, Jimin, lo tendré en cuenta.

Con una última mirada amistosa, Jimin se despidió de él diciendo que estaba un poco apresurado y continuó con su camino.

El omega, sintiendo el peso del encuentro, respiró profundamente y reanudó también su trayecto hacia la oficina de orientaciones. Aunque el encuentro había sido inesperado, había logrado evitar levantar sospechas.

Sin embargo, el rostro de Jimin permanecía plasmada en su mente, y Taehyung no podía evitar preguntarse si este encuentro con aquel alfa sería un simple incidente o el inicio de algo más complicado en su nueva vida en aquella universidad.

El peligris llegó a la oficina de orientación con una mezcla de nervios y expectación. El despacho era un espacio moderno, con paredes de un suave tono gris claro y grandes ventanales que dejaban pasar la luz natural del exterior, creando un ambiente cálido y acogedor. A un lado, había una recepción con un escritorio blanco y una computadora, detrás del cual una mujer beta de cabello castaño y ojos amables revisaba unos documentos.

Al entrar, Taehyung se acercó al mostrador con una sonrisa nerviosa

—Uhm... Hola —saludó, tratando de sonar lo más tranquilo posible—. Vine a registrarme y obtener información sobre mi horario y los detalles del campus.

La recepcionista levantó la vista de los documentos, con una sonrisa profesional.

—¡Hola! —exclamó—. Claro, déjame ver tu información —introdujo datos en la computadora, y Taehyung observó paciente mientras ella revisaba su expediente y datos personales.

—Parece que ya estás inscrito —comentó la recepcionista—. Voy a imprimir tu horario y darte un mapa del campus. También te proporcionaré una guía con toda la información que necesitas para empezar.

Mientras ella trabajaba en los documentos, Taehyung echó un vistazo al entorno. El área de la oficina estaba decorada con carteles informativos sobre actividades estudiantiles, consejos para adaptarse a la vida universitaria y anuncios de eventos próximos. También había una mesa con folletos sobre clubes y organizaciones, lo cual podría ser un buen punto de partida para comenzar a integrarse.

La recepcionista le entregó un paquete con el horario, el mapa y la guía.

—Aquí tienes todo lo necesario para tu primer día. La guía tiene información detallada sobre cada edificio y los servicios disponibles en el campus.

Taehyung tomó el paquete con gratitud—. Muchas gracias. ¿Hay algo más que deba saber antes de empezar?

—Solo recuerda asistir a la orientación para nuevos estudiantes que se realizará mañana. Es una excelente oportunidad para familiarizarte con el campus y conocer a otros estudiantes —respondió ella—. También, si necesitas ayuda en cualquier momento, no dudes en volver a la oficina. Te ayudaremos con gusto.

Con una última sonrisa, Taehyung se despidió de la recepcionista y se dirigió hacia la salida.

Nuevamente en el pasillo, desplegó el mapa del campus sobre una de las bancas y lo estudió con detenimiento. Intentaba familiarizarse con los edificios principales y localizar el aula de su primera clase, que estaba marcada con una etiqueta destacada en su horario.

Mientras se sumergía en el mapa, el bullicio de los pasillos continuaba a su alrededor, y la sensación de ser un recién llegado seguía más que presente.

Taehyung tomó una respiración profunda, concentrándose en su planificación y tratando de absorber toda la información nueva. Con el paquete de documentos en la mano y el mapa enrollado bajo el brazo, se dirigió a la salida de la oficina de orientación con la intención de explorar el campus y empezar a adaptarse a su nueva vida.

Quería familiarizarse con cada rincón antes de que empezara el ajetreo académico, todavía tenía un poco de tiempo. El campus se extendía ante él como un laberinto de edificios modernos de las diferentes facultades y áreas verdes, cada una prometiendo nuevas oportunidades y desafíos.

Primero, Taehyung visitó los principales edificios académicos. El bloque de arquitectura, en particular, le llamó bastante la atención. Era una estructura imponente de vidrio y acero, con un diseño innovador que reflejaba la creatividad y precisión que esperaba aprender en esa carrera. Al caminar por los pasillos del edificio, se encontró con salas de diseño y talleres de modelado, cada uno lleno de equipos y materiales que parecían prometer un futuro emocionante en la arquitectura.

Luego, se dirigió al área de servicios estudiantiles y al centro de recursos, donde encontró espacios dedicados a tutorías, asesoramiento académico y apoyo para estudiantes.

Era evidente que la universidad había invertido mucho en proporcionar los recursos necesarios para el éxito de sus alumnos.

Después de un largo momento explorando, Taehyung sintió que ya había tenido suficiente de las primeras impresiones. Revisó la hora en su móvil y se dirigió hacia el aula de su primera clase del día: Introducción a la Arquitectura.

La clase se impartía en un auditorio de gran tamaño, diseñado para acomodar a todos los nuevos estudiantes de dicha carrera.

Al llegar al aula, Taehyung se detuvo en la entrada y observó todo el lugar. Había muchas sillas alineadas en gradas ascendentes, con un podio al frente donde se encontraba una pantalla grande.

Los estudiantes comenzaban a llenar los asientos, y el murmullo de las conversaciones llenaba el aire.

Taehyung encontró un asiento en una esquina, lejos del centro de atención pero lo suficientemente visible para el profesor. Mientras se acomodaba, sintió una mezcla de nerviosismo y emoción.

Era consciente de que su decisión de estudiar arquitectura en un entorno dominado por alfas y betas podría ser complicada. Esta carrera, junto con otras como ingeniería y algunas ramas de medicina, estaba reservada principalmente para los alfas y betas debido a las demandas físicas y mentales que se asumían que implicaban. Por eso, era crucial que fingiera ser un beta en todo momento.

Al entrar el profesor, un hombre de mediana edad con una actitud profesional y entusiasta, el aula se silenció. El profesor comenzó a hablar sobre el curso, los proyectos futuros y los requisitos. Taehyung escuchaba atentamente, tratando de absorber cada detalle mientras seguía las instrucciones de la clase.

A medida que el profesor daba una breve introducción sobre los principios básicos de la arquitectura, Taehyung se comenzó a sentir más a gusto.

La pasión y el conocimiento del profesor eran contagiosos, y Taehyung comenzó a visualizar su propio futuro en esa carrera, rodeado de alfas y betas, pero decidido a sobresalir a pesar de las dificultades y de que, era un omega.

El primer día de clase pasó rápidamente. Al final de la lección, Taehyung se levantó, recogió sus cosas y salió del aula, sintiéndose más en control de la situación. Sabía que aún quedaba mucho por aprender y adaptarse, pero al menos había dado el primer paso hacia su independencia y hacia el logro de sus sueños.

La universidad estaba llena de desafíos, sí, pero también de oportunidades. Y Taehyung estaba decidido a aprovechar cada una de ellas de la mejor manera posible.

[...]

En la cafetería de la universidad, Jungkook estaba sentado en una mesa grande con sus amigos más cercanos. El bullicio del lugar formaba un trasfondo animado mientras ellos discutían y reían. La luz natural que entraba por los ventanales iluminaba el grupo, creando una atmósfera vibrante y llena de energía.

Jungkook, el alfa popular del grupo y de todo el campus, estaba en el centro de la conversación. A su lado, Yoongi, un alfa con una actitud relajada y una mirada penetrante, escuchaba atentamente. Hoseok, un beta de sonrisa contagiosa y personalidad alegre, intervino con entusiasmo, mientras que Namjoon y Jimin, ambos alfas, discutían entre ellos sobre algo que desconocía. Por otro lado, Jin, el beta más tranquilo y responsable del grupo al ser el mayor, observaba con un aire de curiosidad y desinterés, aunque no estaba completamente apartado de la conversación.

—Deberíamos hacer una fiesta en casa de alguien para celebrar el inicio del año —propuso Jungkook, tomando un sorbo de su refresco mientras lanzaba la idea—. Una forma de relajarnos y comenzar el semestre con buen pie.

Yoongi asintió de acuerdo.

—Buena idea. Es una forma perfecta de relajarnos antes de que todo se ponga realmente pesado.

Hoseok, con su energía característica de siempre, intervino con gran entusiasmo—. ¡Sí! Podemos hacer una gran fiesta, con música alocada, piscina y mucha comida. ¡Sería genial!

—Solo asegúrense de que sea en un lugar donde no molestemos a nadie. La última vez tuvimos algunas quejas —Namjoon agregó, siendo un poco más práctico.

Jimin, quien acababa de regresar de pedir su comida, se unió a la conversación con una gran sonrisa—. De acuerdo. Pero, ¿dónde la haremos? ¿Alguien tiene una casa disponible?

—Podemos hacerlo en mi casa —dijo nuevamente Jungkook—. Mis padres posiblemente no estarán en casa el fin de semana pero eso aún no es seguro —hizo saber, dándole nuevamente un trago a su refresco.

Jin, el último en hablar, miró a sus amigos con una ligera sonrisa—. Si no encontramos un lugar adecuado estos días, siempre podemos buscar un espacio en el campus. Hay algunos lugares que podríamos reservar sin problema.

En medio de la animada conversación sobre la fiesta que estaban pensando organizar, Jungkook se distrajo al ver a un nuevo estudiante entrar a la cafetería.

El chico parecía desorientado, avanzando con pasos cautelosos y una expresión de timidez que era más que evidente. Sin prestar demasiada atención a lo que decían sus amigos, Jungkook observó cómo el nuevo estudiante se dirigía al mostrador para pedir algo de comer.

El chico tenía el cabello gris, ligeramente ondulado, que caía despreocupadamente sobre su frente. Los rayos del sol que entraban por los ventanales de la cafetería realzaban su apariencia, dándole un aire etéreo y casi irreal.

Su forma de moverse, su postura y la forma en que se sentó solo en una de las mesas vacías capturaron la atención de Jungkook más de lo que debería.

Jungkook, con una mirada de curiosidad marcada, notó que el chico no parecía tener una presencia particularmente dominante, lo que le hizo intuir que era un beta. Su contextura física era delgada y suave, en contraste con la robustez típica de los alfas. Esta observación solo aumentó su interés por el chico.

—¿Lo ven? —preguntó Jungkook, rompiendo el flujo de la conversación con sus amigos—. Ese chico que acaba de entrar… ¿alguien sabe quién es?

Jimin, que estaba sentado cerca suyo, levantó la vista y siguió la dirección de la mirada de Jungkook.

—Ah, sí, lo conozco. Su nombre es Taehyung. Me crucé con él esta mañana en el pasillo.

—¿Te cruzaste con él? —Jin inquirió con las cejas alzadas.

Jimin asintió con la cabeza.

—Sí, chocamos de frente —dijo, una sonrisa instalándose en su rostro. El grupo se quedó en silencio por un momento mientras Jimin continuaba hablando—. Es su primer día aquí. Parece que no se ha integrado mucho todavía.

Jungkook asintió levemente, observando como Taehyung se acomodaba en su mesa con una bandeja de comida frente a él.

—Me pregunto por qué se ve tan… fuera de lugar. Muchas personas lo están mirando de reojo. Es como si llamara la atención sin siquiera intentarlo.

—Puede ser porque es nuevo —sugirió Hoseok—. Los nuevos siempre llaman la atención, especialmente si no encajan con el resto —se encogió de hombros.

Namjoon, con un tono contemplativo, agregó: —Mhh, podría ser.

El grupo empezó a discutir sobre la situación, considerando si deberían invitar a Taehyung a la fiesta. Yoongi comentó entonces: —Sería una buena oportunidad para que se integre y conozca a más personas. Aunque, no sé si se sentiría cómodo en una fiesta como las que solemos hacer.

Jimin, recordando la breve interacción con Taehyung momentos otras, agregó: —No parece ser alguien que se dejaría llevar fácilmente por la presión. Pero quizás una invitación amigable no le haría daño.

La conversación se tornó entonces en un debate sobre si sería apropiado invitar a Taehyung a la fiesta.

Algunos argumentaban que era una forma de hacerle sentir bienvenido y que podría ser interesante conocerlo mejor. Otros estaban preocupados de que pudiera sentirse incómodo entre ellos.

Finalmente, decidieron que lo mejor sería invitarlo y dejar que Taehyung decidiera si quería unirse.

—Vamos a hacerlo —dijo Jungkook con una sonrisa ladina—. Podemos acercarnos y darle la invitación. Si decide venir, genial. Si no, al menos le habremos dado una oportunidad.

Con una decisión ya tomada, el grupo volvió a concentrarse únicamente en los detalles a organizar de la próxima fiesta, mientras que Jungkook le echaba alguna que otra mirada disimulada de vez en cuando al chico de cabellos gris que permanecía solo en su mesa.

Su curiosidad hacia el chico persistía, y estaba decidido a averiguar más sobre el nuevo estudiante y su lugar en la universidad.

aquí  el  primer  capítulo de esta
historia,  estoy muy emocionada
por  ver  qué  rumbo tomará, es-
pero  les  guste. ♡