O22; recuerdo de miedo
Taehyung y Jungkook caminaban por el campus tomados de las manos, sus dedos entrelazados con naturalidad.
Hablaban animadamente, con una soltura que reflejaba la confianza que había crecido entre ellos en poco tiempo. Los estudiantes que pasaban junto a ellos no podían evitar murmurar, sorprendidos por la escena. Sin embargo, tanto Taehyung como Jungkook los ignoraban, ajenos a las miradas que seguían cada uno de sus pasos.
—Mis padres quieren conocerte —dijo Jungkook de repente, rompiendo la armonía del momento con una declaración que hizo a Taehyung detenerse un segundo.
Taehyung lo miró, con una expresión entre asombrada y tímida, mientras sentía cómo el calor subía a sus mejillas.
—¿Tus padres? —repitió, casi en un susurro.
Jungkook se apresuró a aclarar, riendo suavemente al notar la expresión de su pareja.
—No tiene que ser ahora —añadió con un tono relajado, apretando suavemente la mano de Taehyung—. Solo... bueno, se enteraron de que me escapé de la fiesta con un omega, y tuve que decirles que se trataba de mi novio.
Taehyung parpadeó, su rostro completamente rojo. Alzó la mirada tímidamente para encontrarse con los ojos de Jungkook, que parecían divertidos ante su reacción.
—¿Les dijiste que soy tu novio? —preguntó Taehyung, aún asimilando la información.
Jungkook sonrió con confianza, aunque había algo en su mirada que denotaba una ligera preocupación.
—Claro, no iba a mentirles —dijo con suavidad—. Pero, como te dije, no tenemos que hacer esto ahora. Podemos esperar. No quiero apresurar nada.
Taehyung asintió lentamente, sintiendo el alivio mezclado con los nervios. Sin embargo, al notar el apretón de Jungkook en sus manos, una extraña calma lo invadió.
—Está bien, no me molesta —dijo, aunque su voz aún llevaba un tono nervioso. Después, Jungkook lo miró con una pregunta que se formaba lentamente en sus labios.
—¿Tus padres no te regañaron? —preguntó con una seriedad que contrastaba con su tono juguetón anterior.
El cambio de humor fue inmediato. La tensión se acumuló en Jungkook, imaginando a la familia de Taehyung reaccionando de manera estricta. El solo pensamiento de su omega siendo regañado lo incomodaba.
Taehyung negó con la cabeza rápidamente, notando la preocupación en su pareja.
—No me regañaron —dijo, esbozando una pequeña sonrisa para tranquilizarlo—. Estaban más bien sorprendidos porque les dije que el grandísimo Jeon Jungkook es mi novio —añadió con las mejillas ardiendo, casi murmurando el nombre completo.
Jungkook sonrió ampliamente, su expresión relajándose de inmediato. Apretó nuevamente la mano de Taehyung, disfrutando de la calidez que se transmitía a través de su contacto.
—No les dije más después de eso —continuó Taehyung—. Pero esta mañana, Seunghyun insistió en hablar conmigo sobre lo que había pasado.
—¿Seunghyun? —cuestionó Jungkook, levantando una ceja.
—Mi hermano mayor —respondió Taehyung, encogiéndose de hombros—. Siempre ha sido el más sobreprotector de todos. Junto con Sungjae, uno de mis padres.
Jungkook lo observó en silencio durante unos segundos, asimilando lo que acababa de escuchar. Luego, con una expresión seria pero amable, le propuso algo.
—Si quieres, puedo ir a hablar con ellos. —El tono de su voz era firme, como si quisiera demostrar que estaba listo para cualquier cosa por Taehyung.
Taehyung soltó una pequeña carcajada, que resonó con dulzura en el aire.
—No hace falta, no por ahora —respondió, sacudiendo la cabeza—. Mis padres y mis hermanos solo están siendo sobreprotectores, como siempre. Ya se les pasará.
Jungkook frunció ligeramente el ceño, como si no estuviera del todo convencido.
—Debe ser difícil para ti tener una familia tan protectora —comentó, con genuina curiosidad en su voz.
Taehyung suspiró, pensativo por un momento, antes de responder con sinceridad.
—A veces lo es... pero ya estoy acostumbrado, de alguna manera. Es su manera de preocuparse por mí, aunque no siempre me guste.
Jungkook asintió lentamente, admirando la fortaleza en las palabras de Taehyung. Sin decir nada más, dejó que sus manos unidas se balancearan suavemente mientras seguían caminando por el sendero de piedras del campus, ignorando nuevamente las miradas curiosas de quienes pasaban a su alrededor.
Ambos sonrieron, sintiendo la tranquilidad de estar juntos, sin importar lo que el resto del mundo pensara.
Jungkook acompañó a Taehyung hasta la puerta del salón de clases, sin soltarle la mano hasta el último momento. Ambos se miraron, con sonrisas cómplices, como si fueran los únicos en el campus.
—Suerte con tu clase —dijo Jungkook, inclinándose ligeramente para plantar un beso suave en la frente de Taehyung.
—Igual tú —respondió Taehyung, con una sonrisa tímida.
Ambos se despidieron, y Taehyung se quedó observando cómo Jungkook se alejaba hacia su propio salón.
Cuando finalmente lo perdió de vista, suspiró y entró al aula, buscando un lugar tranquilo para sentarse. No pasó mucho tiempo antes de que la profesora, una beta con mirada concentrada y aspecto organizado, llegara al salón e iniciara la clase de inmediato.
Las dos horas pasaron lentamente, pero Taehyung no estaba realmente distraído.
A pesar de la aparente calma, no podía evitar que sus pensamientos volvieran a Jungkook cada pocos minutos, repasando los pequeños detalles del tiempo que habían compartido esa mañana.
Cuando la clase terminó, recogió sus cosas con calma, asegurándose de tener todo antes de colgarse la mochila sobre los hombros.
Al salir del aula, una sonrisa se dibujó automáticamente en su rostro al encontrarse con la escena familiar: Jungkook, apoyado contra la pared, brazos cruzados, con una expresión seria y distante, observando a los estudiantes que pasaban por el pasillo.
Pero tan pronto como sus ojos se encontraron, la seriedad en el rostro de Jungkook se desvaneció. Sus labios se curvaron en una sonrisa amplia y cálida, y sus ojos brillaron de una manera que hizo que el corazón de Taehyung latiera un poco más rápido.
—¿Cómo te fue? —preguntó Jungkook mientras se acercaba.
—Bien —respondió Taehyung, apenas audible, sonrojándose.
Sin previo aviso, Jungkook se inclinó y le dio un beso corto en los labios, tan natural como si fuera algo que habían hecho toda la vida. Luego, tomó la mochila de Taehyung y se la colgó en su hombro, en el lado opuesto de donde ya tenía su propia mochila.
—No tienes que hacer eso —protestó Taehyung con un tono suave, aunque el sonrojo en su rostro delataba que en realidad no le molestaba en absoluto.
—Quiero hacerlo —replicó Jungkook, encogiéndose de hombros mientras le ofrecía su mano para que caminaran juntos—. Ahora, cuéntame, ¿qué tal fue tu clase?
Taehyung entrelazó sus dedos con los de Jungkook y comenzaron a caminar por el pasillo, dirigiéndose al comedor. Se sentía cómodo a su lado, aunque no podía evitar que su corazón siguiera acelerado con cada pequeño gesto.
—Estuvo bien —respondió—. La profesora nos dejó una tarea, pero no es nada complicado. Será fácil de terminar.
Jungkook asintió, satisfecho con la respuesta. Luego, como si recordara algo de repente, Taehyung miró al pelinegro con curiosidad.
—¿Y tú? ¿Qué tal fue tu presentación? —preguntó Taehyung, recordando que Jungkook tenía que presentar un proyecto importante ese día—. El de las páginas web y… bueno, esas cosas que no entiendo —añadió con una pequeña risa.
Jungkook sonrió ampliamente, visiblemente emocionado de hablar del tema.
—Me fue genial —dijo, con un brillo especial en los ojos—. Mi proyecto consistía en crear una plataforma interactiva para una empresa. Básicamente, tuve que diseñar todo desde cero, la interfaz, la base de datos... ¿sabes? Toda la parte técnica. Y a los profesores les encantó. Dijeron que la usabilidad estaba muy bien lograda, y creo que eso me va a ayudar mucho para conseguir prácticas más adelante.
Taehyung lo observaba con admiración mientras hablaba. No entendía todos los términos, pero podía sentir la pasión y el orgullo en cada palabra de Jungkook. Ese brillo en sus ojos, la manera en que gesticulaba ligeramente con las manos mientras explicaba lo que había hecho, hacía que Taehyung se sintiera más conectado con él.
—Suena increíble —dijo sinceramente—. Siempre me sorprende lo bien que te va con esas cosas. Es como si hablaras un idioma diferente cuando hablas de informática.
Jungkook rió suavemente, negando con la cabeza.
—No es para tanto, en realidad —dijo modestamente—. Solo es cuestión de práctica. A ti también te va genial con la arquitectura. Yo no podría ni hacer un croquis decente.
Taehyung rió, sacudiendo la cabeza.
—Es un trato justo entonces —bromeó—. Tú te ocupas de lo digital, y yo de los planos.
Ambos rieron mientras caminaban por el campus, acercándose al comedor. Sus manos seguían entrelazadas, y Taehyung comenzaba a acostumbrarse a ese pequeño pero constante cosquilleo en su estómago cada vez que Jungkook hacía algo que lo hacía sonrojar.
—Bueno, si sigues sonrojándote así —dijo Jungkook, con una sonrisa traviesa—, voy a tener que seguir haciendo cosas para que lo hagas.
—¡No lo hagas! —respondió Taehyung, riendo y dándole un suave empujón con el hombro, aunque el calor en su rostro delataba que no podría evitarlo.
Al llegar al comedor, vieron a sus amigos ya sentados en una mesa, esperándolos.
Jungkook apretó la mano de Taehyung una vez más antes de soltarla, listo para disfrutar del almuerzo en compañía, mientras Taehyung no podía evitar pensar en cómo ese día, como tantos otros, estaba lleno de pequeños momentos que lo hacían sentir cada vez más cerca de Jungkook.
Cuando llegaron a la mesa, no pasaron ni dos segundos antes de que Hoseok exclamara a los cuatro vientos.
—¡Miren nada más, nuestros tórtolos favoritos! —dijo, señalando exageradamente sus manos entrelazadas.
Todos en la mesa se volvieron hacia ellos de inmediato, sonriendo o lanzando pequeñas miradas cómplices.
Taehyung sintió el calor en su rostro subir de golpe. Ser el centro de atención nunca había sido algo que disfrutara, y menos en un grupo tan ruidoso y energético como el de ellos.
—¿Entonces ya están saliendo o qué? —preguntó Hoseok, con los ojos brillando de curiosidad mientras se inclinaba hacia ellos, esperando ansioso la respuesta.
Taehyung, en ese momento, quería que la tierra se abriera y lo tragara. Evitó mirar a los demás, luchando contra el impulso de esconderse detrás de Jungkook. Sin embargo, antes de que pudiera siquiera pensar en una respuesta, Jungkook fue el que tomó la iniciativa.
—Sí, ya somos novios —anunció con naturalidad, con una sonrisa confiada, mientras miraba a sus amigos.
La mesa estalló en aplausos y vítores, y todos se inclinaron hacia ellos con grandes sonrisas.
—¡Eso sí que es una buena noticia! —añadió Jimin, riendo mientras aplaudía con entusiasmo.
Yoongi y Jin que solían ser los más tranquilos del grupo, también esbozaron una sonrisa pequeña pero sincera. Hoseok, como era de esperar, empezó a aplaudir más fuerte que todos, provocando las carcajadas del resto.
Taehyung, aunque seguía un poco incómodo, no pudo evitar sentirse más relajado con la reacción de sus amigos.
Sin embargo, había algo que ellos no sabían.
Jungkook había contado que eran novios, pero nadie más sabía que él no era un beta, sino que en realidad era un omega. Pero ese secreto no era algo que le correspondiera a Jungkook contar, y Taehyung agradeció que lo respetara.
Mientras las risas y los comentarios continuaban, Jungkook le lanzó una mirada suave a Taehyung y se inclinó un poco hacia él.
—¿Te traigo algo de comer? —le preguntó, manteniendo su voz baja para que fuera solo entre ellos.
Taehyung, todavía un poco cohibido, asintió tímidamente.
—Podrías… ¿me traerías un sándwich? —pidió con voz suave.
Jungkook sonrió y le dio un pequeño beso en la frente antes de levantarse.
—Perfecto. Ya vuelvo —dijo, antes de irse con Jin y Yoongi a la fila de la cafetería.
En cuanto Jungkook desapareció, Hoseok se inclinó hacia Taehyung con una expresión traviesa y los ojos brillando de emoción.
—¡Cuéntamelo todo! —dijo, casi sin darle tiempo a respirar—. ¿Cómo pasó? ¿Cuándo? ¿Quién dio el primer paso? ¿Te pusiste nervioso? ¡Quiero todos los detalles!
Taehyung tragó saliva y se sonrojó aún más. Sabía que Hoseok podía ser entusiasta, pero esto era otro nivel.
—Eh... bueno, fue algo natural... creo —empezó a decir, con timidez—. Jungkook fue quien... —Taehyung dudó, sintiendo las miradas intensas de los demás sobre él, especialmente la de Hoseok, que parecía un niño emocionado el día de Navidad—. Fue él quien lo propuso...
—¡Sabía que sería él! —exclamó Hoseok, interrumpiéndolo y riendo mientras le daba un suave golpe en el hombro—. ¿Y tú? ¿Cómo te sentiste? Vamos, no seas tímido.
Taehyung, un poco cohibido, intentó seguir respondiendo con la mayor calma posible, pero cada vez que decía algo, Hoseok soltaba una risa o hacía un comentario divertido que lo hacía sentir aún más expuesto.
Sin embargo, el ambiente seguía siendo amigable, y poco a poco fue soltándose, aunque todavía notaba la intensidad de ser el centro de atención.
En medio de las carcajadas y las bromas, Taehyung sintió un escalofrío que recorrió su cuerpo. Algo lo hizo apartar la vista del grupo y, cuando miró alrededor del comedor, su mirada se topó con unos ojos oscuros que lo observaban desde una mesa lejana.
El alfa que lo miraba lo hacía con una intensidad que hizo que su piel se erizara al instante. No era una mirada curiosa o amable; al contrario, había algo en ella que lo hizo sentir muy incómodo, casi asustado. Era como si lo estuviera estudiando, como si conociera algo sobre él que Taehyung no sabría decir qué.
Los ojos del alfa eran tan penetrantes que, por un segundo, Taehyung no pudo moverse. Entonces, el alfa sonrió de manera ladina, una sonrisa que no tenía nada de amable.
Era burlona, casi maliciosa.
De repente, todo encajó en la mente de Taehyung. Recordó a ese alfa. Lo había visto antes, en la fiesta en casa de Jungkook. Era el mismo que había intentado sobrepasarse con él, el que lo había asustado antes de que Jungkook interviniera.
El miedo lo invadió de golpe, y su cuerpo se tensó al reconocerlo.
Mientras Hoseok y los demás seguían riendo y hablando, Taehyung no podía apartar la vista del alfa, que seguía observándolo con esa sonrisa inquietante.
Sentía que su respiración se aceleraba con forme los segundos pasaban y su mente comenzaba a correr, tratando de pensar qué hacer en ese momento. No podía dejar que el alfa lo viera asustado, pero su cuerpo no cooperaba.
—¿Taehyung? —la voz de Namjoon lo sacó de su trance.
Parpadeó rápidamente y se volvió hacia el de hoyuelos, forzando una sonrisa para ocultar su incomodidad.
—Sí, perdón, me distraje un poco —respondió, tratando de sonar tranquilo.
—¿Seguro que está todo bien? Pareces agitado —preguntó Jimin esta vez, mirándolo con preocupación.
—Sí, sí... todo bien —mintió, pero en su interior, el miedo seguía latente.
No podía dejar de pensar en lo que podría suceder ahora que volvía a encontrarse con ese alfa.
en la noche subo otro cap 👋
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