El timbre suena, es la voz del pasado,

Los problemas que he vivido,

las adversidades que he superado,

el llanto y la sonrisa en el olvido,

una imagen de una niña regordeta,

y una sonrisa coqueta.

Los sueños de ese entonces,

son metas del ahora,

ella sonríe aspirando llegar a la luna,

ella suspira imaginando el espacio,

se asombra observando las estrellas.

El timbre suena, es la voz del presente,

los problemas que vivo,

las lágrimas que derramo,

mi mirada en un espejo oxidado,

una chica que toma su piel entre sus manos,

que vive por un número ansiado,

Y un cuerpo entre miles estereotipados.

Las aspiraciones del ahora,

una vida por vivir,

el reloj cuenta las horas.

Ella solloza por su cuerpo,

y captura el momento,

en tristes fotografías de sus huesos.

El timbre suena, es la voz del futuro,

los problemas que no llegarán,

las sonrisas que se perderán,

metas y sueños,

en una imagen a blanco y negro.

La oscuridad toca mi puerta,

la enfermedad reclama mi cuerpo,

ignoro los gritos del resto,

perfección en mi mente,

engaño en mis ojos,

la confianza se pierde en un recuerdo.

Miradas preocupadas,

susurro escondidos,

alertas que no escucho,

boca cerrada sin arrepentimientos.

Giro en una esquina,

encuentro la muerte,

descanso de mi sufrimiento,

me pierdo por el momento.