-En una de las mesas había... Había... F-fragmentos de gemas... No... No, no, no, no, no... No debí haber entrado aquí...

Corrí hacia la puerta intentando que las raíces se hicieran a un lado, pero mis poderes no funcionan cuando estoy nerviosa o asustada, y vaya que lo estaba.

Mi respiración estaba acelerada, al igual que los latidos de mi corazón. ¡Tengo que salir de aquí!. Comencé a envestir la puerta intentando abrirla, pero era inútil.

Todo a mí alrededor comenzó a dar vueltas, corrientes de aire recorrían el lugar y giraban a mi alrededor.

Los recuerdos de esa época bombardearon mi mente en un instante. Los científicos, los medicamentos, las inyecciones, todo... Todo.

Las visiones se materializan, v-veo a los científicos acercarse a mí con las inyecciones en sus manos -¡No, aléjense!- grité. Comencé a retroceder hasta que una de las paredes me detuvo -¡Déjenme, por favor!- supliqué. Me senté en el suelo, recogí mis piernas y me apoyé en mis rodillas mientras sostenía mi cabeza con mis manos -¡Yo no soy un monstruo! ¡No quise lastimarlos, no fué mi intención! Por favor... Créanme... ¡No fué mi culpa!- senti como las lágrimas bajaban por mis mejillas como si de mis ojos estuviera saliendo un inmenso río. No debí haber entrado aquí.

Narra Máx

-¿Donde está Amatista? No la veo por ningún lado y dentro de poco debemos irnos, ¿En donde rayos se metió?.

Caminé por todos lados buscándola, pero no tuve éxito, hasta que llegué al viejo laboratorio. Pude ver que unas raíces bloqueaban la puerta, intenté empujarla pero en cuanto la toqué me quemó la mano. No fué nada grave, pero ¿Porque una puerta estaría tan caliente?.

Escuché gritos. No tenían sentido ya que quien los producía no gritaba palabras, si no balbuceos. Logré identificar los gritos, eran de Amatista, ¿Que le sucede? ¿Por que grita así?

Tacklee la puerta en un intento fallido de abrirla, sin mencionar que ahora tengo una quemadura en mi hombro izquierdo. Fuí por ayuda. Algunos oficiales atendieron mi llamado, e intentaban todo lo posible por abrir la puerta ya que los gritos no paraban y cada vez se hacían más fuertes.

Finalmente destruyeron la puerta.

Entré inmediatamente, y logré ver a Amatista en una esquina, increíblemente alterada. Entre más me acercaba a ella, la temperatura aumentaba cada vez más.

Por fín llegué hasta ella.

Grandes gotas de sudor recorrían mi frente y cuello, era una temperatura increíblemente alta. Tanto, que un mueble de puro metal que se encontraba a su lado se derritió por completo. Agradezco que mi ADN esté modificado para este tipo de situaciones, pero después hablaré de eso.

Intenté tocarle el hombro, pero a solo centímetros de hacerlo, un aura de fuego violeta rodeo mi mano. La quité de inmediato. Amatista estaba rodeada por un aura de fuego violeta, con la mirada totalmente perdida y balbuceando cosas.

Intenté hacerla reaccionar, pero fué inútil.

No sabía que hacer, el fuego estaba comenzando a rodearme también, pero... Ví que ella temblaba... ¿Como puede temblar si está rodeada de fuego? En cuanto el fuego me rodeo por completo lo entendí. Por fuera del aura, era prácticamente un infierno, pero dentro del aura... Era increíblemente frío.

El frío no me afectaba tanto, pero a Amatista si.

No se me ocurría nada para hacerla reaccionar, pero que un impulso, me senté a su lado y la abracé.

El frío se fué, y el infierno se desató.

Sentía como mi piel se quemaba poco a poco, era una tortura, pero no la solté. Fueron como 15 segundos de sufrimiento hasta que ella por fín reaccionó. La temperatura volvió a la normalidad casi al instante. La solté y caí al suelo por el insoportable dolor en un costado de mi cuerpo. Mi pelaje fué rostizado y reducido a cenizas, mi entras que mi carne ardía como el infierno.

Amatiata: ¡Máx! Oh Dios mío, ¿¡Que fué lo que te hice!?

Máx: T-tranquila... N-no es n-nada... Ag...

Amatista: ¿¡Serás idiota!? ¡Claro que es algo! ¡Casi te convierto en tigre a la parrilla!

Máx: M-muy... Graciosa...

Amatista: ¡No fué un chiste! T-tengo que ayudarte... Pero mis poderes no funcionan si estoy alterada...

Máx: Ent-tonces... C-calmate...

Amatista: ¿¡Como quieres que lo haga si estás medio rostizado!?

Charoite: ¿¡Que está sucediendo!?

Amatista: ¡Agente Charoite, ayudelo!

Charoite: ¡Traigan a los enfermeros!

Narra Amatista

-Ví como los enfermeros se llevaron a Máx con delicadeza. Dios, ¿Como pude hacerle eso? N-no fué mi intención, yo no quería lastimarlo... Jamás lo querría...

Pasaron las horas y finalmente pude entrar a la habitación en donde estaba Máx. Estaba con la mirada baja y tenía todo su torzo vendado, al igual que sus brazos y el lado izquierdo del rostro. ¿Como pude hacerle eso?

Amatista: Oh por Dios...

Máx: ¿Amatista?

Amatista: L-lo lamento mucho... N-no fué mi intención hacerte daño... (comienza a llorar)

Máx: No, no, no, no llores, no fué para tanto.

Amatista: ¿No fue para tanto? (sollozo) ¿¡No fué para tanto!? ¡Casí te rostizo vivo! ¡Tienes la mitad de tu cuerpo vendado por mi culpa! ¡Puedes quedar ciego de un ojo, y todo por mi culpa!

Máx: Amatista...

Amatista: ¡Todos los que estan a mi alrededor correr el riesgo de ser heridos! (sollozo) ¡Siempre termino lastimando a otros, principalmente a los que me importan! (sollozo) ¡Soy un verdadero monstruo! (sollozo) ¡Por años intentaron buscar una cura para mi enfermedad, pero no la hay! (sollozo) ¡Nadie puede sanarme!

Máx: ¿E-enfermedad?... ¿A que te refieres?

Amatista: Y-yo...

Máx: ¿Amatista? (llega Besnik)

Besnik: Wow, Máx, ¿Que te pasó?

Máx: Amatista... ¿De que enfermedad estás hablando?

Besnik: ¿Le dijiste?

Máx: ¿Decirme qué?

Amatista: Máx... Es hora de que sepas la razón del porque realizo este viaje...

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Fin Del Capítulo
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