Hierba mala nunca muere

-Seguro te fracturaste por andar en el celular con esas ondas radioactivas que tiene.

Decía la abuelita de Nino pensando en la receta de la salsa extra picante que le invitaría (obligaría a comer) al chico llegando a casa, mientras que el mismo caminaba como si fuese a la horca, con el sonido de sus muletas de fondo.

Ya se había despedido de su pierna, ahora le tocaría despedirse de su estomago.

Mientras en el oscuro parque, un apenado par temblaba de tan sonrojado que estaba frente a la abuela que en este caso era de la ojiazul.

-No es lo que parece abuela, esto es una comica confusión, estas cosas no las ocuparemos aún, quiero decir que no ahora, no dije que nunca, pero tampoco que deseamos usarlos, quiero decir...

Decía la azabache totalmente nerviosa mientras sostenía en sus manos el paquete de 500 condones que Nathalie les había dado con fines educativos y de protección, antes de ser interrumpida por la canosa señora.

-Marinette. Conmigo no tienen que mentir. Entiendo que no quieran ir al carrusel, pero tampoco me imagine que querían ir a un mot...

-¿Abuela, vamos al carrusel?

Interrumpió Marinette sonrojada hasta las orejas, mientras que Gina veía meticulosamente a la pareja de su nieta entrecerrando los ojos.

-¿No tiene problemas hereditarios, Marinette? Mis bisnietos tienen que salir sanos.

-No que yo sep...

-¿NOS VAMOS AL CARRUSEL?

Interrumpió la azabache por segunda ocasión tan sonrojada que ya no sentía su rostro.

Adrien miraba la escena apenado a la vez que miraba por donde había caminado el moreno.

Eso no se iba a quedar así.
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Era temprano en la mañana y un fresco moreno caminaba con sus muletas en dirección a su salón.

Con amor miró a Alya y sin pensarlo le plantó un beso, haciendo que lo demás miraran atónitos aquello.

Algunos estaban sorprendidos de que Alya no mordiera, y algunos otros jamás habían visto que se dieran afecto en público.

Para este par todo era distinto. Nino estaba feliz de no estar en el hospital, y todo se lo debía a su amada novia.

Durante la noche, Alya se escabulló en la casa del chico de muletas solo para llevarle un antiácido que lo salvó de un terrible dolor estomacal, producto del infierno que su abuela llamaba salsa.

Por otro lado, una cansada azabache que iba llegando, se acercó a su amiga Alya y la saludó con gusto.

Lo de sus novios era un asunto aparte, ellas aún eran buenas amigas.

Sin pensarlo se la llevó a un lugar aparte para platicar y Nino se sintió desprotegido y asechado.

A lo lejos miró a unos ojos verdes mirarlo fijamente debajo de una banca y habló.

-¿Cómo te fué en el carrusel con Marinetta?

Preguntó burlesco Nino disimulando su miedo, haciendo al Agreste salir de su escondite.

-Bastante bien en realidad, y ¿A ti como te fué con tu salsa picante?

Preguntó mintiendo de la terrible noche que pasaron al la abuelita de Marinette creerlos unos hormonales.

-Estaba deliciosa.

Mintió recordando su agonía antes de tomar el medicamento.

Una sonrisa espelusnante se formó en el rostro del rubio, haciendo a Nino temblar.

-¿Debería de empezar a rezar?

-Deberías comenzar a rezar.

Dijo antes de mostrarle el visto del chat que tenía con el papá de Alya, donde lo que estaba marcado en azul era la foto de el en muletas besando a su querubin, Alya.

Con terror giró su rostro hacia la entrada de la escuela y se encontró con su suegro, esperando paciente la hora de salida para "charlar con el".

-Me platicas que se siente ser comido por una pantera ¿Si?

Le dijo burlón el ojiverde antes de irse de ahí.
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Una animada pareja terminaban sus tareas juntos en la casa del rubio.

El celular de Adrien sonó y vieron que era una llamada del hospital.

-Hierba mala nunca muere. Sobreviví. Sigo vivo.

Se escuchó al otro lado de la linea un chico.

-¿Nino?

Habló Adrien y el chico asintió.

-El mismo mi no tan querido Idiota. Llamo para avisar que mi venganza sera tres veces mayor que esto, que haber llamado a Gina fué solamente un aviso de lo malvado que seré y que se supone que esta llamada debí usarla para llamar a mi madre y la usé para llamarte a ti...

E importandole un comino, Adrien colgó la llamada despreocupado mientras cerraba el libro de su novia para ir camino al carrusel.

-¿Quién llamó?

Preguntó antes de brincar encima de el, para irse en su espalda, antes de darle un beso en el pelo.

-Un Idiota.

Contestó, giró un poco su cabeza y con un poco de dificultad le besó en los labios.

Al fin y al cabo si les gustó ir al carrusel.

Continuara...

Ir al carrusel es bonito.

Lo malo esque no fuí en la espalda de ningún Adrien :(

JAJAJAJAJAJA
Ojalá y les haya gustado y que lo hayan disfrutado.

Por cierto, un antiácido es un medicamento que pueden tomar facilmente si su estomago esta irritado, en el caso de Nino al comer mucho picante.

En fin, disfruten.

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