१ Capítulo 01

No duden en avisarme si algún capítulo tiene faltas de ortografía o nombres mal ♥︎






The chubby and the popular 


Estaba fresco. El aire que entró por la ventana semi-abierta hace que las cortinas se sincronizara al suave viento, yendo a la enorme cama de aquella habitación. Entre las frazadas de negro y blanco de la cama, había dos diminutas y rellenas manitos que sobresalían de estas, buscando algún refugió de calor al estremecimiento del frío.

── ¿umh?

Sacando su cabecita, algunos mechones de sus rosados cabellos cubrían esos grandes orbes somnoliento. Jimin abrió sus esponjosos belfos, soltando un bostezo y abrió un ojo, frunce su ceño refunfuñando al ver que olvidó, nuevamente cerrar la ventana de su habitación donde el viento le daba la bienvenida. Suspiró.

Seguiría durmiendo, sino fuese por la alarma que sonó a penas volvió a acomodarse para dormir un rato más. Chilló, enojado. Estiro su mano a la mesita de noche que tenía, apagó dicho reloj; recordándole que pronto debía asistir a clases. Y con la pesadez del mundo, Park Jimin finalmente se dignó a levantarse.

Un adolescente omega, dormilón y a la vez, responsable chico de dieciséis años. Bostezo en su recorrido al baño, estirándose para sonar algunos huesos adormecidos, pasado 20 minutos, no más ni menos.

"tock. tock" el golpeteó en la puerta llamó su atención. Jimin permitió el pase con un «adelante» dejando que la persona externa ingresará. Lo supo al escuchar la puerta ser abierta y cerrada. A través del espejo de su tocador de maquillaje, pudo visualizar a su papá con su desayuno en manos detrás de él. Alzó sus comisuras, sonriendo.

── Papá.

── Buenos días, cachorro.

Park SeeGhyu contempló la belleza de su hijo menor, viéndolo hechizado en la comida. Dejó que el pelirosita tomará asiento frente a su tocador, y mientras Jimin desayunó. SeeGhyu prefirió peinar las hebras desparramadas del pequeño, dejando suaves caricias en esos cachecitos abultados. Sé sentía un papá alfa tan orgulloso de sus dos cachorros.

── Es mejor ser puntual, tendrás que apurarte un poco. ──guio su mirada a las hebillas de diminutas flores y corazones, escogió una de ambas. Colocándola en más hebras rosadas── Tu hermano y yo iremos a dejarte. En la salida YoogHyun irá a buscarte.

── Edba diem ──respondió el omega con la boca llena de comida── Hyung siempre golpea a los alfas que me miran mal, papá. El director puede-

── No importa el director. Papá siempre se encargará de defenderte, cachorro.

Fuera de la mansión Park, muchos veían al alfa Park SeeGhyu con temor. Pues la mejor decisión de todo mundo sería jamás entrometerse con sus bebés (como él los decía), a parte que, mostraba una faceta diferente que sus cachorros no veían. Era frío, cruel y estricto con lo laboral y responsabilidad que surgían día a día. Puede ser un hombre con casi 42 años que gustaba intimidar a la gente con una mirada, con sus orbes verdes y altura. No obstante, eso igualmente no impedía que muchas omegas se interesarán en el tipo.

El alfa Park era la definición de un dios griego, es alto 1,95 (cm), intenso cabello negro, un esculpido cuerpo musculoso que marcan en sus prendas de vestir y facciones etéreas en su esplendor. Es imposible no quedar hechizado con su belleza. Siendo sus pequeños cachorros dignos de obtener tal facciones preciosas y únicas en la pequeña familia Park.

El hermano mayor, Park YoogHyun es un joven de 26 años, estudiando diferentes carreras para saber cuál es su vocación. A parte de su vida privada, es un alfa bastante celoso con su padre y único hermanito, la terquedad es el último nombre de los Park. La hermosura de este alfa es inigualable: sus grises orbes, labios rosados y suaves, cejas perfiladas y gruesas, cabellos azulado intenso, de su brazo izquierdo unos visibles tatuajes yacen ahí sin permiso de su padre (que le dará un infarto al enterarse), no es de ejercitarse mucho pero los músculos de por sí, ya adornan su esbelta figura y gusta de vestirse como un chico malo (literalmente lo es )

── Papá.

── ¿uhm?

── ¿YoogHyun estará en problemas...? ──al querer finalizar la pregunta, dicho alfa mencionado ingresaba a la habitación completamente vestido, desparramando sus cabellos y ganándose las miradas del alfa y omega. Jimin examinó la mirada que su papá le dirigía a su hermano, una de "estarás castigado cuando esté bebé vaya a sus clases", aguanto su risita a la tenebrosa mirada que tenía su hermano── Hyung, ¿a qué viene?

── Quería a hablar con papá. ──se dirigió al mayor quien mantenía una expresión relajada. YoogHyun carraspeó── Papá, yo... umh, ¿sabes que te quiero mucho, muchito y eres el mejor papá del mund-

── Termina de alistarte, cachorro ──interrumpió el alfa, dando una última caricia a las mejillas de su niño y lanzó una mirada fulminante a su hijo mayor, aviso── Hablaré un momento con tu hermano.

Jimin con su bálsamo labial miró a través del espejo como ambos alfas se iban de su habitación. Suspiró, escuchando como su papá regañaba a YoogHyun por incompetente, por ser un rebelde y preocuparlo. Su hermano mayor a veces gustaba de sacarle las casillas a su padre, aunque esa efímera alegría desvanecía a los castigos laborales de Park SeeGhyu.

El pelirosita terminó con su ligero maquillaje en el rostro, no era necesario ocupar mucho, pues tener el privilegio de ser un omega con las facciones Park ya de por sí, es una bendición. Sé encaminó hasta el armario, sacando de allí, las bolsas de diferentes outfits que su padre veía en revistas de modas, todas muy excepcionales y únicas, recientes para él.

«Son los nuevos lanzamientos de moda, cachorro. Puedes quedártelas, te irán muy bien, serás mucho más bonito» tener un padre que lucha por las sinceras sonrisas de sus pequeños, ¿ya ganó todo? Jimin cree que sí.

── ¿Rosa o negro?

En realidad, gustaba de organizar lo que usaba diariamente. Jimin no usa prendas ajustadas, no usaba algún crop-top, no le gusta mostrar como es realmente su anatomía. Le avergüenza de solo pensar... menea su cabecita, buscando alejar esos pensamientos negativos. Traga saliva cuando es inevitable no aceptar la realidad. Su realidad. Todo omega alrededor suyo es atractivo, es sensual y personalidad encantadora a simple vista.

... Jimin no tiene lo que todo omega debe tener.

── Que sea lo que el destino quiera. ──musito.

Escoge al azar una bolsa «fashion king» deslumbra en ella, lo abre y sus comisuras se vuelven "o". Con su boquita abierta, saca de allí un camisa de tela bastante suave y pulcra que combina con reloj de muñeca que saca del interior, es bonito piensa. Seguidamente, saca un pantalón de finas telas tiro alto de color negro, puede apresar en ella los rollitos que el pelirrosita se esmera en ocultar de sus caderas rellenas y, por último, ahí yacen unos zapatos negros con broches a los costados en forma de corazón, y eso hace juego con el hermoso pantalón.

«Me veré bonito» es lo primero que cruza por su mente, muerde sus belfos al retener su alegría y antes de proseguir en cambiarse, pone música aleatoria: momonland es lo que resuena en esa mañana.

Al terminar de alistarse, agarra una colonia y se echa un par de gotitas, tenía un olor similar al suyo: yogur de fresas frescas. Sé mira una vez más al espejo, lo que usó realmente le gustó. Ahora, tenía que buscar su mochila y podía irse a clases, el problema es... ¿dónde lo dejó?

── Lo última vez vi esa mochila fue... ──alardeó, pensativo. Gruñó, pataleó al ser muy despistado y olvidadizo con sus cosas, puede ser organizado y a la vez tan despistado que es imposible no creer con soló ver su habitación ordenada de tamaño y color.

Miró a su alrededor, no hay hallazgo en su búsqueda. Sé frustró. Jimin tenía ciertos cambios bipolares, en conclusión, puede estar riéndose, chillando de alegría y haciendo tonterías. Sin embargo, en un efímero segundo ya puede estar gruñendo a todo aquel que se acercará, lanzando fuego con soló dirigir una mirada y, por muy dramático que sea, su papá y hermano ya andaban buscando al causante de aquellos cambios en el pelirrosita.

Respiró hondo, iba a llorar, lo iba a hacer. Esa mañana se estaba arruinando por esa estúpida mochila, buscó más tiempo de lo esperado, sin rendirse y secar sus orbes llorosos. No espero hallar lo que buscaba cuando alzó la mirada, arriba de su alto armario estaba la mochila. «¿cómo lo sacó de allí ahora?» pensativo, hizo lo que creyó correcto; hacer puntitas y estirar su brazo, sus rellenitos dedos rozaban las tiras de la mochila.

Hoy no usaba sus botas militares que lo hacían verse alto, sino unos zapatos de vestir muy bonitos y relucientes.

Al ser omega, la altura no sobrepasaba los 1,65 (cm). Jimin era un poco más bajito, el más pequeño de su salón al medir 1,55 (cm). Además de ser reconocido por sus rosados cabellos, también con el complejo de ser un obeso omega, es criticado por lo imperfecto que él es según la sociedad.

── Llegaré tarde...

Finalmente un brazo ajeno alcanza su mochila, dándosela con rapidez. Volteándose, Jimin abraza efusivamente a su hermano.

── YoogHyun siempre apareces en el momento indicado, gracias.

── Siempre aparezco en el mejor momento ──afirmó. Beso la frente de su hermanito, soltando una risa al pellizcón cerca de sus costillas── No pellizques. Papá nos está esperando. Llegarás unos minutos tarde si no nos vamos ahora, sabes que si hay problemas no dudes en llamarnos.

── Sabes que lo haré.

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El recorrido inició. El pelirosita miraba algún punto inexistente, los auriculares puestos en sus oídos y a volumen máximo, su corazón latía sin ritmo y los suspiros que salían de sus belfos eran incontables, el causante de ese revoltijo de emociones en todo su pecho tenía pronombre: AGUST_D_MUSIC.

El barítono y ronca voz lo estremecía; esa dualidad de ser suave en el momento justo de la canción. seesaw . Esta sonando en sus oídos. Se siente como un susurro cerca y Jimin siente como la sangre va subiendo a su rostro, dándole un tono rojizo en sus mejillas.

Puede verse bobo, no obstante, no era impedimento de que realmente cayó enamorado por un desconocido con la voz más preciosa, una maravilla audiovisual. Esfumó todo aquello porque era como otros cuarenta millones de seguidores en esa cuenta de YouTube, el hombre misterio que subía cada cierto tiempo una espléndida música a su canal.

El de hebras rositas quería considerarse fan n°1. Algo imposible, ya qué aproximadamente casi tres años había encontrado esa cuenta por una sugerencia de YouTube. Si le preguntarán cuál es su canción favorita, no sabría cuál escoger, toda canción está profundamente guardado en su corazoncito dulce.

Daría lo que fuese por conocer al desconocido, alguien que nunca mostró su rostro.

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El infierno empezó al cruzar las puertas de la institución, Jimin supo que ya no tendría remedio volver casa si no quería perder el aprendizaje con los profesores. No tiene escapatoria cuando camina.

── Mira quién viene, el obeso llegó... ──hay murmullos a sus espaldas. Traga saliva.

── ¿Alguien más siente un temblor? Oh... Solamente era Park ──hay risas que resuenan en todo el pasillo, donde Jimin se adelanta en caminar.

── ¡Hey, Park! ¿Y esa ropas? Aunque quieras vestirse bien, no olvides que jamás dejaras de ser obeso ──hay algunos papeles son tirados a su dirección. Jimin aprieta las tiras de su mochila, mira el suelo cuando todo comentario destructivo llenan su mente.

Niega cada comentario que le han dicho, suspira y solamente se alza de hombros para caminar hasta su casillero. Del bolsillo de su pantalón, saca una barrita de chocolate y lo muerde. Todo era una rutina, no hay nadie que quiera defender más que su padre y hermano, eso le hace pensar que nadie quiere ser su amigo y eso llega a entristecerle. No hubo momentos en que no estuviera solo. Las hirientes palabras a su físico, hacerle sentir miserable. Cuando quiere darse por vencido, la voz suave de su padre lo envuelve.

"Si alguien te molesta, ignorarlo amor. Recuerda, siempre va haber gente que querrán destruir a otros, ¿sabes por qué? Porque tal vez, él o ella, nunca tuvo una buena vida, un buen recuerdo, un lindo momento... y te ven a ti. Todo radiante a pesar de los murmullos, todo tierno y hermoso que ignora a las sombras"

Su padre era alguien tan gentil, tan dulce y sincero con él, Jimin lo creía irreal. Jeon SeeGhyu era el padre que muchos quisiera tener. El pelirrosita era consciente que estaba fuera de los estándares de ser un omega perfecto, no es delgado, no es sumiso, no es un muñeco de porcelana para un alfa, oh, bueno, eso le decían.

Jimin tenía un rellenito cuerpo, muslos realmente enloquecedor (donde él pensó que tal vez los Alfas gustaban de morder... investigación en Google) tenía unos kilitos de más que sacaban una casi visible pancita, sus labios rosas rellenitos como pastel, ojos hermosos que podían ser apreciados bajo los cabellitos rosados que cubrían un poco y sus cachetitos un poco abultados, sus caderas eran rellenas y al usar algún jeans le sobresalía unos rollitos que odiaba mucho.

En ciertas ocasiones, su vestimenta no hacían visible sus curvas y cuerpo, era cubierto por holgadas ropas lo cual, lo ponía cómodo. Ese día fue una excepción. Y nunca olvidaba en decorar sus hebras con trabillas de pollitos y corazones. Le gustaba.

Llegó a su casillero, no tenía todas sus cosas allí, pero hoy debía sacar un libro para la materia en historia que odiaba. Sin pensar mucho, sintió a su lado Omega gruñir en invasión a su territorio. Miró de soslayo a su costado, sorprendiéndose al ver dos jugadores del equipo de fútbol acercarse a él.

Los conoció en plena vista. Esos populares alfas venían a su dirección, esos tipos que lo habían defendido meses atrás. Aún era curioso saber la razón de su ayuda, Jimin no hablaba muchos con ellos, solo hubo un "gracias" por el día que esos alfas con su grupo lo defendieron a unos tarros de pinturas por unos imbéciles.

──Hola, Jimin-Ssi ──el primero en saludar fue un pelirrojo de sonrisa de corazón. Lo examinó. Jung HoSeok, un alfa estudiante de último año, amante del deporte y un romántico carismático de primera, uno de los alfas más atractivos del campus. El pelirrojo arrastra sus dedos por sus cabellos rojos, brindó una sonrisa tranquilizadora al pelirrosita nervioso.

El enanito omega alzó la mirada y por inercia, retrocedió unos pasos al sentirse invadido, causando que su cuerpo chocará con los casilleros detrás suyo.

── Estamos aquí en paz. ──afirmó, el alfa── Nosotros, bueno, queríamos saber, umh, si tu...

── El líder de nuestro grupo quiere verte ──intervino el moreno alfa, ganándose la mirada indescriptible del bajito encima y una fulminante por parte de su amigo. Kim Taehyung, un alfa (y estudiante de último año) cruzo sus morenos brazos por su pecho, él era directo y sin titubeó alguno, un guapo y frívolo tipo. Suspiró y carraspeó── Perdón, me corrijo; nosotros queríamos saber si quieres almorzar con todos nosotros después de las primeras clases, ¿Qué dices?

Hubo un silencio.

──... ¿quiénes son t-todos? ──bisbiseó Jimin.

── Mis compañeros de entrenamiento ──dijo HoSeok esta vez, acercándose un poco── Nos haría feliz que estés allí.

Un suave tono rosa se adueñó de esos pómulos, Jimin se abrazo a su libro y con la mirada baja, respondió.

── Oh, uhm, lo pensaré.

Eso bastó para alegrar a los alfas, el pelirrosita no visualizó eso.

── Te estaremos esperando en la cafetería. ──aclaró el pelirrojo── Discúlpame, mi nombre es Jung HoSeok y, él es...

── Kim Taehyung, sabes de mí. Fui uno de los que golpeó a esos imbéciles la semana pasada ──dijo tranquilo──... Por cierto, no te volvieron a molestar, ¿verdad?

El Omega lo pensó un montón, y negó con una mueca.

── No, ya no, solo... otros que les gusta insultar y molestar.

──umh ¿sabes cómo se llaman? O ¿Los conoces? ──preguntó HoSeok.

──Son... MinGyu y YuGyeom ──murmuró── Los de tercer año.

──Ellos... ¿llegaron a lastimarte? ──el melifluo tono de voz hizo que el menor sintiera una floreciente confianza.

Kim mantuvo una expresión relajada, así se veía, pero por dentro; su sangre hervía en inmensa furia cuando el pelirrosita asintió lentamente. Sé negó a gruñir. Ahora, tendría que ir con esa información a sus demás colegas para cierto castigo a esos estúpidos alfas que no saldrían con la suyas.

──Muchas veces... casi llegaron a golpearme ──confesó en voz baja. HoSeok y Tae  compartieron una mirada en silencio, volviendo al omega──...Les gusta romper mis cosas y viven insultándome.

Al finalizar la oración, el timbre sonó. Jimin se sentía bastante pequeñito al tener dos alfas viéndolo con atención, no haciéndole caso al timbre de inicio a clases.

── Tengo que irme. Tal vez... almuerce con ustedes. ¡N-nos vemos!

Los alfas miraron la lejanía del pelirrosita, en su caminar ningún estudiante se vio en necesidad de molestar al bajito chico, porque HoSeok y Taehyung no temían en interferir para proteger al omega, no importará cuántas veces sea, ellos estarían ahí para amenazar dicho inepto que buscará fastidiar a Park Jimin. Cuando no hubo rastro del menor, voltearon a otra dirección, caminando entre un tenso ambiente.

── Esto no le agradará al capitán. ──farfulló HoSeok.

── Lo sé.

A varios metros donde se dirigían Kim y Jung habitaba un Alfa apoyado en los casilleros, esperando nuevas noticias. De hebras azabaches y onduladas, a tez palida y suave, alto (aproximadamente 1,97. cm), esculpido cuerpo fornido y visibles músculos a vista como esas venas marcándose en sus brazos y manos. El rostro fruncido y  labios a una mueca, Min Yoongi es elogiado como un dios griego, el perfil del alfa es un atractivo que hechizaría a cualquier ser que caminará a su lado. Esos orbes zafiros, cejas delgadas pero perfiladas, de mandíbula marcada, y los lunares que se adueñan de su cuerpo.

──Son MinGyu y YuGyeom. ──espetó, Tae al ponerse a su lado── Fueron ellos lo que causaron visibles moretones en los brazos.

Tiempo atrás se recorrió unos rumores de que el obeso omega tenía en sus bracitos unos moretones que algunos lograron ver. Eso llegó con rapidez a los oídos del equipo de fútbol, de inmediato ellos se pusieron en modo detective hasta el día de hoy, donde finalmente lograron hallar pistas y fue el pelirrosita que, sin darse cuenta, afirmó algo que ellos necesitaban saber.

El capitán Min Yoongi, no descansó hasta hallar a esos ingratos idiotas que debían pagar por meterse con alguien que no debían. Nadie debe meterse ni molestar al pelirrosita si el alfa está cerca.

Todo el mariscal de fútbol se habían vuelto en secreto guardaespaldas del Omega Park, sabían de sobra que bajito chico podía ser un diablo mismo cuando hacían algo a sus espaldas. Aunque la conversación nunca existió, todo el equipo quería acercarse al de hebras rositas. Y explicar el enamoramiento del capitán Min al hermoso Omega, tardarían años. El alfa no disimulaba el recíproco enamoramiento hacia al pelirrosita.

Yoongi no tiene filtro a los suspiros que suelta si miraba de soslayo al omega, Jimin jamás se daba cuenta de que por detrás traía loco al caliente, popular y millonario alfa Min del que todo mundo sigue. Sino fuera por lo evidente que el futbolista era por su flechazo, los demás compañeros estarían en la fila de los pretendientes del gordito Park.

── Entonces, hay trabajo que hacer. ──admitió, Min.

── ¿Faltaremos a clases?

── Es muy obvia la respuesta, HoSeok ──respondió, Taehyung.

A unos cuantos metros estaban aquellos alfas que tanto buscaban. Oh, sí supieran lo que iba a suceder...

── Oí por ahí que es bueno iniciar el día con entrenamiento, ¿umh? ──alzó sus comisuras a una sonrisa que significaba nada bueno de ella. Dentro de Yoongi, hay un alfa que no dejaba de gruñir enfurecido a los miles de pensamientos que anhelaba hacer con los idiotas. El aura del alfa de volvió pesado que estremeció a los otros dos amigos── Ve y llama a los demás, HoSeok.

──Bien. Los veo allí entonces.

HoSeok al irse. El alfa Min y el alfa Kim con la expresión relajada en sus delicadas facciones, fueron detrás de esa diversión en aquella mañana. No importa perder clases si se trataba de cierto omega.

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