— ¡Maggie!

La susodicho volteo con una leve sonrisa, abrazando a su gran amigo mientras saludaba como siempre. Deuz la miró con una ligera sonrisa un tanto nerviosa, como si quiera decirle algo. La de cabellos rosas levanto una ceja interrogante.

— Deuz, hola ¿uhm...?

— Necesito decirte algo —. Una expresión extrañada se revelo en el rostro de la chica, anteriormente lo había visto muy nervioso. ¿Qué querrá decirle?

— ¿Sí? —. Deuz se puso un tanto nervioso, comenzando a balbucear incoherencias, buscando las palabras indicadas para poder explicarse. El deseo de saber qué dirá creció en la mirada de Maggie.

— Y-yo, no lo quiero aceptar, es difícil, pero si me gustaría aceptarlo

— ¿No lo quieres aceptar, pero a la vez sí? Suenas muy raro... ¿el qué? ¿qué pasa? ¿todo está bien? —. Las preguntas eran de evidente preocupación, a la chica le importaba mucho su mejor amigo, a pesar de que le gustaba en secreto, seguía siendo su amigo.

— No es algo malo, tranquila Maggie, precisamente es un bello sentimiento, que me da miedo, pero a la vez me complace —. Aquella confesión empezó a provocar nervios en la contraria, su corazón empezó a latir de forma intensa, su mente se estaba emocionando. ¿Acaso esto es...?

— ¿C-cuál sentimiento es?

Le tomó unos segundos al moreno tener que decirlo, miró un poco apenado a su amiga.

Amor —.

Las mejillas de la contraria se encendieron por automático al escucha al chico decir eso. Pero, de alguna forma no quería ilusionarse tan pronto, no era bueno y sabía que no le iba a ir bien si lo hacía.

— ¿Estás enamorado de alguien? ¿Cómo se llama?

El moreno respiro un tanto agitado, con las mejillas un tanto sonrojadas. Maggie jamás lo había visto de esa forma y podría admitir que le gustaba verle así.

— No lo sé, mientras más trato de ignorar, más termina gustándome, ella es... —. El corazón y todos los sentidos de Maggie estaban que explotaban.

— Meg