Epilogo
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For You
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Su respiración se mantenía desnivelada, su corazón acelerado y asustado, su garganta dolía, sus ojos estaban inundados en lágrimas, sus manos temblaban, indudablemente sudaba frío, una fuerte opresión en su pecho emergía haciendo presión.
—Todo... todo fue.. un sueño... —jadeo en un intento inútil por respirar profundo para llevar ambas manos a su rostro, limpiando sus lágrimas, todo habia sido una horrenda pesadilla, ¿verdad?— Hyung's... —se destapo de las sábanas de su cama para correr y atravesar aquella puerta en busca de su hermano.
Bajó las escaleras para apresurarse e ir casi tropezandose con sus propios pies hasta la habitación de su hermano, abrió su puerta sin dudarlo, encontrandose con él bajó las sábanas durmiendo, lágrimas volvian aparecer en sus mejillas, sin pensarlo dos veces se avalanzo encima suyo recibiendo un quejido de su parte.
—Mierda. —maldijo somnoliento— Jungkook, ¿qué carajo te pasa?
— ¡Hyung! —lo abrazó con fuerza mientras aún sollozaba.
—Son las cinco y veinte de la madrugada, ¿qué diablos haces? —bostezo— maldición... deja dormir... —sin más volvió a cerrar sus ojos nuevamente para seguir durmiendo, el pequeño sonrió feliz entre lágrimas, este era su hyung, todo realmente fue un sueño.
—Hyung... encontrarás a una linda chica, más dulce de lo que piensas, mucho más que cualquier otra, ella te amará, será el amor de tu vida, y créeme no es Eunha. —sobo su nariz para salir de su habitación encontrándose con su madre preparando el desayuno.
—¿Omma? —preguntó en un susurro, ella volteó para dedicarle una dulce sonrisa, se la veia sana, fuerte— ¡Omma! —corrió abrazarla— perdóname, perdón...
—Ya, hijo ¿qué tienes? —rodeo su cabeza para abrazarlo con amor, mientras él se disculpaba entre sollozos— ya esta mi vida... Calma.
—Omma... ¿qué fecha es... hoy?
—¿Qué? pues, es junio veinte...
—Las vacaciones de invierno.
—Si —sonrió— y recuerda aquella pequeña fiesta por las vacaciones. —acariciaba su cabello negro con amor.
La fecha en la que su desdicha ocurrió, la pelea con Eunbi, los insultos y la ruptura debido a su “infidelidad” con Jimin, el día que ella llamó a sus padres para que la recojan y cruzando el puente, un accidente ocurrió cayendo el auto al agua, llevándose las dos vidas, siendo su madre la única sobreviviente, la cual luego del luto termina suicidándose por el mismo dolor...
—Mhm, que buen olor omma —sonrio Jin acercandose aún en su pijama rosado.
—Hijo, hoy comeremos... —sin más este rompió su abrazó para salir apresurado hasta la entrada de la puerta, para calzarse sus zapatillas y abrirla corriendo sin mirar atrás, ni siquiera importó el preocupado gritó de su madre quien se miró sin poder entender con su hijo mayor.
Jungkook corrió con prisa, su corazón se oprimía, dolía demasiado, no podia ser verdad, ella tendría que estar ahí, ¿No es cierto?
—¡Ahhg! —ambos jovenes que chocaron cayeron al suelo— ¿Jungkook? —el castaño lo miro preocupado— yo no...
—¡Jimin! —gritó feliz asustando al mayor, se puso en pie rápidamente— Estoy feliz de verte hyung. —sonrio, el mayor se levantó del suelo duditativo.
—Yo queria hablar del beso que viste en la foto, no es lo que...
Sonrió para negar— Olvida eso, debo irme, adiós hyung. —lo palmeo para abrazarlo y poder avanzar, este quedo paralizado, ¿realmente debia olvidarlo así de fácil?— ¡Hyung! —gritó a lo lejos, el mayor volteó a verlo— ¡Estoy feliz de verte, y no, no te perdonó, hazlo tú mismo! —sonrio— ¡ve por quien amas de verdad! —sin más volteó para aprovechar aquel semáforo y alejarse.
Encontrandose a Hobi mienttas hacia sus caminatas rutinarias por el vecindario, él vivía a unas cuadras de la casa de su pequeña galaxia, sonriendo gritó con fuerzas.
—¡Hyung! —antes de que este pudiera reaccionar ya estaba siendo abrazado con desdén.
—Jungkookie... —sonrio divertido— ¿qué es esto?
—Gracias —sollozo— eres un buen amigo, y un gran primo, ¡eres mí hermano! —se alejó de él para seguir corriendo con fuerzas.
—¿Qué le pasa hoy? —negó riendo para colocar sus auriculares nuevamente.
Al faltar sólo unas dos cuadras, al estar solo por dos cuadras más cerca de su pequeña, empezó a sentirse mas ansioso, su corazón se acelero de tan sólo pensar que la vería, como si aquellos cinco años que soñó hubiesen sido tan reales... como si hubiera sido su destino, como si la vida misma le brindase un vistazo de su desastroso futuro para confiarle una segunda oportunidad.
Al llegar, pudo distinguirla en su pateo trasero, su pelo largo y oscuro cayendo libremente por sus hombros, su hermosa piel blanca al interperie con el aire frío de la mañana, su teléfono en mano... sin poder contener su emoción corrió acortando los pocos pasos que los separaban para arrebatar su celular, esta volteó asustada a verlo.
—Jungkook... —oir su nombre siendo pronunciado por sus lindos labios, no podía ser la sensación más perfecta para el menor— ¿qué haces aqui? —oir su dulce voz, es lo que necesitaba— vete no quie...
—No lo haré. —apenas logró pronunciar correctamente debido a que se encontraba agitado y conmocionado.
—¿Qué quieres? Gritarme lo perra que soy, ¿lo mal novia? —su voz se quebraba, sus ojos titilaban, realmente estaba dolida por los comentarios de sus compañeros y más porque él no respondió ninguna de sus llamadas, ni siquiera sus mensajes— Pues ya lo hicis...
Sin contenerse se inclinó apoderandose de sus regordetas mejillas para besarla con aquel nudo en su garganta, con su pecho acelerado a mil por hora, saboreando aquellos labios que tanto deseaba, que tanto amaba.
—Perdón —sollozo encima de ellos.
—Jung... —recuperaba el aliento, debido a sus lágrimas.
—Perdóname —aun apoderado de sus mejillas llenas de lágrimas como las suyas, acariciandolas con sus pulgares, contemplando cada hermosa faccion de su hermoso y delicado rostro.
—¿Por qué lloras? —fruncio el ceño preocupada por él— Tú...
—¡Por que soy un IDIOTA!
—¿Por qué gritas?
—¡TE AMO! —exclamo eufórico rodeado por cada lágrima, cada doloroso recuerdo de toda una vida paralela destrozada.
—Oppa... —ella alzó sus manos para limpiar sus lágrimas— sabes que yo no...
—Te hice llorar, tienes los ojos tan hinchados... —sollozo lastimosamente.
Negó— E-esta bien, tú...
—Perdón, perdóname Eunbi...
Asintió— Te amo Jungkook.
—Te amo tanto Eunbi, más de lo que crees...
Nuevamente otro beso necesitado apareció juntó a un desesperado abrazó.
—Mi galaxia... —se aferraba aquella pequeña figura que tanto amaba.
(.....)
En aquella fiesta nocturna, el grupo de amigos se rencontro.
Sojung corrió abrazar a su mejor amiga, estuvo demasíado preocupada por aquella llamada que fue interrumpida, pero feliz al oir aquella declaración, amaba a su amiga y odiaba verla triste.
Yuna se encontraba de pie con una lata de alchol en sus manos, estaba feliz por la reconciliacion de su amiga, feliz por ambos, pero su corazón atravesaba una dura lucha, debia irse, lo tenía planeado, seria su última noche junto a sus amigos.
Jungkook reía junto a su mejor amigo Taehyung, cuando vió aquellos tres personajes inseparables, sonrió para acercarse a ellos.
—Jungkookie —sonrio Jin, Sojung y Nam voltearon a verlo felices, él abrazó al mayor.
—Hyung...
—¿Mhm? —preguntó Nam siguiendo su conversación.
—Hyung, esa chica no deja de verte. —Namjoon volteo encontrandose a una hermosa castaña de pie obserbandolo disimuladamente, ella se sonrojó al tener contacto con sus ojos, este sonrió para acercarse a ella.
—Ye Jin es tu destino. —susurro mientras ambos mayores reían de su amigo al verlo asi de embobado, el menor sonrió para voltear— ¿para cuándo será oficial? —ambos corrieron la mirada apenados— ¡Hyung ya besala! —rió al verlos sonrojarse, para acercarse a su hyung y susurrarle al oído— te la robaran, cuídate de un tal Eunwo. —sonrió para alejarse en busca de su Eunha.
Jin avergonzado volteó a ver a Sowon quien estaba nerviosa con su vista esquiva dandole un sorbo a su vaso, este se armó de valor.
—Sojung.
—¿Si?
—Yo... tú... —apretó sus puños con fuerza— antes de conocerte, yo nunca supe lo que era mirar a alguien y sonreír sin motivo aparente.
—Seok Jin... —él cerró sus ojos avergonzado.
—Me gustas, quisieras... ¿ser mi yeojachingu? —y sin más, un beso dulce y cálido se hizo sentir sobre sus labios, un sabor dulce y adictivo, realmente encantador.
(.......)
→Tres años despues←
—Es increíble que estemos en el penultimo año —negaba Tae embobado, Jungkook y Eunha reían tomados de la mano, ella acomodaba su cabeza en el brazo de su amado novio quien la besaba olfateando su hermoso aroma.
—¿Te quejas? —rió Hoseok— Nosotros ya estamos en el último, ¿qué piensas tu Jiminie? —el mencionado no respondió, se encontraba en otra parte realmente, su mejor amigo se le abalanzó para traerlo de vuelta.
—Quien diria que Sowonie unnie y Jinnie oppa se abririan un pequeño restaurante juntos. —sonrio Bunny, y Jungkook carajeo.
—Pensar que esos tortolos tienen planes de compromiso. —sonreia su novio.
—¡Ya me imagino como su dama de honor! —reia— Tae Tae, ¿cómo esta oppa? —indago llamando la atención del mismo.
—Mi hyung empezó a trabajar como productor de esa pequeña empresa...
—¿Big Hit?
Asintió— Y ya está de novio oficialmente con nonna.
—Ailee unnie es muy linda. —sonrio Eunha.
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—Chicos, les informó que se transfirieron tres estudiantes nuevas, presentense.
—Hola, soy Jung Ye Rin, su vitamina humana, ¡espero llevarnos bien con todos! —sonrió para reverenciar, Jungkook rió inevitablemente y es que su presentación era exactamente la misma, este volteó a ver a su mejor amigo quien ya se encontró flechado por ella, sonrió para negar.
—Soy Hwang Eun Bi. —comento con seriedad.
—Woah tiene mi nombre~. —sonrio Eunha, Jungkook la observó con atención, exactamente igual, lo único diferente ahora era su cabello, de un color completamente negro que contrastaba a la perfección con sus rasgos y tono de piel.
Era hermosa, tal y como la recordaba.
—Pueden llamarme Sinb. —reverenció.
—Y a la última la conocen bien, pasa por favor. —sonrio la profesora, todos voltearon a ver aquella estudiante de pelo corto y negro, bonita como siempre, imposible evitar la sonrisa de aquellos tres amigos.
—¡Yuna! —gritó Tae emocionado acaparando la atención de todos los demás, y una reprendida de su mayor, ocasionando risas en todo el salón.
••••••
—¡Jimin! —ambos chicos voltearon.
—¿Qué pasa Jungkook? —preguntó el mencionado, este sonrió.
Jimin se encontraba corriendo hacia el jardin del instituto, su corazón aceleraba a todo ritmo, no podía creerlo, ella habia regresado.
La buscó por cada rincón con su mirada, hasta que por fin la encontró, sentada en una mesa hablando con Eunha y dos chicas más, sus pies se acercaron casi tambaleando hasta aquel grupo de amigas.
Eunha volteó a verlo, ocasionando que las otras dos tambien voltearan, Yuna abrió sus ojos alterada, su corazón aún seguía latiendo con fuerza de tan sólo mirarle.
—¿Quién eres tu? ¡hola! soy tu vitamina humana, dime...
—Rinnie cállate. —Sinb tomó su mano entendiendo la mirada de ambos, para ponerse en pie y alejarse de ahí, Eunha sonrió al verlas para correr tras ellas, dejándo a ambos completamente solos.
—Jimin... —sonrio levemente, él guardó silencio, no es que no supiera que decir, sólo, no sabia por donde empezar, Yuna se estaba poniendo nerviosa por aquella fija mirada— yo... —siendo irrumpida por un abrazo repentino— ¿Jimin?
—¿Has estado bien? —indagó en un susurro desgarrador, ella lo entendió y asintió para dejarse abrazar.
—¿Vos?
Negó— Te necesite mucho... te pensé mucho... —los ojos de ella se iluminaron— ¿Sabes? tú siempre sonreías... pero yo, yo sólo sonreía cuando estaba contigo.
—Jimin...
—En estos tres años lo entendí... la vida no se juzga por el tiempo... sinó por lo momentos especiales que vivimos y con quienes los compartimos.
—Oppa...
—Me gustas... me gustas mucho... —las lágrimas de Yuna se hicieron sentir, sus sollozos de igual modo— ¿puedo ser el hombre de tu vida? por favor... —suplicó, ella levantó lentamente sus brazos para corresponder aquel abrazo— Yuna... —asintió en respuesta— Yuna —sonrio entre lágrimas para separarse de ella delicadamente y ver sus hermosos ojos llenos de lágrimas, se apoderó de sus mejillas— prometo siempre... esforzarme por estar a tu altura de tu amor y de tu corazón. —limpió sus lágrimas para acercarse y depositar un dulce beso en sus labios.
••••••
—Tan lindos. —sonreía conmocionada al verlos.
—Se nota que se quieren. —comentó con una sonrisa Sinb, Eunha asintió con lágrimas en sus ojos.
—¡Tan lindos! —Yerin en aquel momento pegó un salto levantando sus brazos, ocasionando un golpe en la mejilla de alguien que estaba acercandose a ellas— ¡lo siento mucho! —se disculpó al ver aquel chico alto con un quejido de dolor.
—¿Tae estás bien? —Jungkook se preocupo al ver a su amigo, este asintió para ver quien lo habia golpeado, quedando paralizado, sus amigos se miraron entre si, ambos quedaron en silencio viendose por un rato, un notable sonrojó aparecía en las mejillas de ellos, ocasionando risas en los demas.
—So-soy Tae...
—Ye-Yerin... seamos amigos~. —le sonrio.
—Claro... Me gustaria.—de igual modo él.
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Primer día de clases en el conservatorio, Yoongi suspiró pesadamente, Jin lo ayudó demasiado, prácticamente se convirtió en su padre, él conocia el potencial de su pequeño hermano y no permitiría que lo desperdicie, lo obligó a estudiar música. Su propio arte.
Claro que Yoongi no abusaria del amor de su hermano, por eso decidió tomar trabajos de medio tiempo, uno de ellos fue en una cafeteria cercana al instituto de su pequeño hermano, ahí conoció a una joven dulce y de sonrisa encantadora, la cual le parecía conocida, descubriendo poco después que era compañera suya del conservatorio, compartian ciertas clases.
—Buen dia~. —siempre sonreía para saludar a cada uno de sus compañeros en el mismo, inclusive en el trabajo, con cada cliente, con su timbre inconfundiblemente dulce.
—Hyung... encontrarás a una linda chica, más dulce de lo que piensas, mucho más que cualquiera, ella te amará, será el amor de tu vida, y créeme no es Eunha.
Las palabras de Kookie seguían rondando por su cabeza, poco a poco empezó a prestarle más atención aquella jóven de cabello ondulado y largo, acercándose.
—Hola, soy Yoongi, Min Yoongi. —se presentó, ella sonrio avergonzada.
—Lo se, —ante la mirada confusa del contrario, aclaró— trabajas conmigo. —rió levemente, ocasionando una sonrisa en él— Hola, Kim Yewon pero dime Umji.
—Solo Yoongi.
—Te diré Suga —la miró con asombro, sólo una persona le decia asi— porque tu piel es como la azúcar y de seguro eres igual de dulce. —sonrió impartiendo su sonrisa.
De cierto modo le recordó a Eunha, pero con otro sentimiento en su corazón, ya no era dolor u tristeza, no, era una calidez acogedora.
Ella era acogedora, tierna y hermosa.
Ambos sonrieron dulcemente, el amor se veía en el aire, después de todo, luego de un par de meses él tomó el valor de declararse.
—Oppa... —estaba completamente enmudecida, al salir del trabajo, fuera del local la esperaba una gran cantidad de globos de diferentes colores, colgando de ellos cintas celestes que eran sostenidas por pequeñas piedras, en aquellos globos se leían escritos en negro, diferentes palabras hermosas, cada una de ellas caracterizaban a la pequeña por completo.
—Yewon, nunca sentí esto que siento por ti... por nadie más. —se apeno para tomar sus manos, esta se conmovió— quisieras... ser mí...
—¡Dilo ya! —se logró escuchar desde dentro del local la voz desesperada de Sanha, ambos sonrieron penosos.
—Yewonie, siempre que estes conmigo, sere feliz. —la miró contemplando sus hermosos ojos— ¿te gustaria ser... mi yeojachingu? —una hermosa y caracterizada sonrisa apareció en sus labios, ella se abalanzó sobre él para besarlo, llevaba tiempo esperándolo y esto era hermoso para ambos.
Detrás suyos, sus compañeros de trabajo pegaron tremendo grito de celebración, ambos se separaron para reir por sus actos locos, todos salieron a soltar cada globo, y explotar conos sobre la cabeza de ambos jóvenes, permitiendo a los papeles de colores salir eufóricos, mientras ellos miraban sonrientes la hermosa escena con aquel cielo nocturno, para abrazarse mutuamente.
••••••
Kookie y Hoseok iban de caminó al club dejando atras a Jimin, ya que se retrasó por culpa del “bus”, ambos sabían que el rubio se distrajo haciendo cochinadas con Yuna; reían de su tonto y enamoradizo amigo.
Al llegar Jung Kook le comentaba a su primo varias pautas pero este no daba ni siquiera respuesta, entonces volteó encontrándose a un embobado Hoseok e hizo todo lo posible para intentar despertarlo de su trance, sin respuesta favorable, cansado de no ser tomado en cuenta, volteó su mirada hacia la misma dirección que él observaba, para ver en su campo visual justo a Sinb, quien se encontraba hablando con Yerin para despedirse y acercarse a la sala de ensayos, Kookie sonrió nostálgico, realmente ¿todo lo vivido fue un sueño?
Empujó a su primo encima de Sinb, haciéndolos caer a ambos quienes sonrieron incómodos al verse uno encima del otro.
—H-hola... —sonrío nervioso.
—¿Puedes quitarse?
—L-lo siento. —se apresuró en ponerse de pie apenado con su vista en el suelo, ocasionando ternura en la contraria.
—¿Podrías ayudarme por lo menos?
—¿Oh? ¡ah! claro —estiro su mano nervioso, ella sonrió para tomarla y ponerse en pie.
—Hwang Eun Bi.
—¿Eh? —la miró sorprendido, ella levantó una ceja.
—¡¡Ah!! —comenzo a reír como un loco— Jung Ho Seok. —sonrío para rascarse la cabeza con su mano libre porque sus manos aun seguían juntas, y ninguno parecía notarlo. Como si estás fueran destinadas a encajar a la perfección.
—Es un placer. —miró sus manos con una sonrisa innegable.
—Igualmente... —se sonrojó al notarlo.
Es tu momento, se feliz Hoseok, lo mereces. Más que nadie.
Jungkook sonreía al verlos finalmente juntos, y es que sabia que estaban destinados a conocerse, que realmente terminarian amandose, tal cual él amaba a su galaxia.
Sintió unas pequeñas manos rodear sus ojos, aquel aroma familiar y encantador imperno en sus fosas nasales.
—Eunbie~. —sonrio tontamente, esta lo soltó para hacer un puchero adorable, él rió para apretar ambas mejillas y escuchar las quejas de su pequeña y adorable novia.
Es demasiado loco, tantas personas en el mundo y sólo tú lograste alborotar mi corazon. Eunbi, mi bunny, mi Eunha, mi galaxia entera.
“Sabes todo de mi, me enamoré de ti por primera vez.
Mil momentos pasarán, desafiando nuestro amor, pero la realidad es que eres mí complemento, no pienso rendirme está vez.
Sin darme cuenta, nuestro mundo casi cambié.
Aquella promesa de no perderte nuevamente, no pienso romperla, no voy a rendirme esta vez, no la romperé.”
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