065
—Entonces ¿qué peli veremos? —preguntó Rinnie con su pijama puesto.
Unas dos semanas pasaron y fueron más que suficiente para solucionar algunos detalles en la vida de cada una.
—Por mi cualquiera, elijes tu unnie. —sonrió Yuju.
Yerin descubrió al niño torpe que se escondía detrás de cada cursilería, disfrazado de admirador secreto. Para sorpresa de pocos, ambos confesaron sus sentimientos, y mutuamente tomaron la responsabilidad de comenzar una relación estable.
—Niñas, tengo algo que decirles.. —comentó avergonzada Sinb.
—¿En serio? y nosotras que creiamos que sólo querias pasar un buen tiempo entre amigas. —se burló Yerin mientras la rubia se mordia el labio y rodaba los ojos.
—Nos creímos demasiado —rapidamente le siguió la corriente Yuna, y ambas se reían de su amiga— Ya en serio, ¿qué ocurre?
—Tienes la confianza, ¿o no?
Con una sonrisa tomo impulso para respirar profundo y continuar, la realidad es que le apenaba en gran manera la dirección que tomaría está conversación, pero quería ser honesta con sus amigas. Y sin saber cómo comenzar solo pudo soltarlo.
—Estoy de novia. —ambas la observaron con atención, cohibiendo a la portadora de noticias— Con Jungkook... —termino de aclarar apenada por sus reacciones.
—¡Ahhh! —gritó luego de unos minutos Yerin para abalanzarse finalmente encima de la rubia.
Yuna por su lado se encontraba en un estado de shock, no es como si no le agradará ver feliz a su amiga pero, ¿Jungkook? su corazonada no podía creerlo de todo, ¿qué pretendía con Sinb?
—¡Yuju ven aqui! —llamó la vitamina del grupo— ¡Felicitala! ah mi pequeña —la azabache le abrazaba con fuerza, entonces la tercera se acercó para abrazarla también.
(...)
—Ya, ¿me dirás a qué se debe esa sonrisa? —indagaba Tae a su mejor amigo.
—¿Qué podria pasar?
—¿En serio? de la nada mensajeas, das la idea de una juntada en tu casa, y encima andas perdido en las nubes como si... —los ojos de Tae se abrieron de golpe— no puede ser, tú...
—Vamos hombre, sólo queria jugar a los videos juegos contigo. —se acomodo frente al televisor— Como en los viejos tiempos.
—Jungkook... —sonrió— anda, se honesto, ¡amigo! —se abalanzó encima para cargosearlo.
—Bien, ya, suéltame. —rió juntamente con él.
—¡Cuenta, cuenta, cuenta!
—¡Bien! —Tae dejó de abrazarlo para escucharlo— estoy de novio con Sinb... —fruncio sus ojos y ladeó la cabeza ante su amigo— ¿y esa expresión se debe?, ¿no estás contento por mi? —cuestionó.
—Cla-claro que si —sonrió para abrazarlo, la realidad es que las palabras de su amada novia no salían de su cabeza.
Kookie tú... tú en realidad la amas, ¿verdad?
—Dime, ¿cómo pasó?
Sonrió negando— Paso...
—¿En serio? ¡estas de novio! ¿pero solo "pasó", así como si nada?
—Shh, deja de gritar. No quiero que...
—¿Quién esta de novio? —la puerta se abrió dejando ver a un Seok Jin con latas de cerveza en cada mano, ambos se miraron en silencio— Vamos, no mientan, Tae se lo tuyo con Yerin —sonrió— entonces... —pero antes de que Jungkook pueda hablar siquiera, el gritó de su hermano mayor se hizo oir, este corrió hasta el pelirrojo para abrazarlo con fuerza y emoción— ¿Quién es? ¡Dime! ahh que importa, mi pequeño, mi hermanito...
Tae reía al verlos, Jungkook se encontraba completamente rojo por la fuerza que su hermano ejercía en el apretón.
—Dejen de hacer tanto alboroto. —se escuchó la voz de un Yoongi somnoliento bajando las escaleras.
—¡Yoongi! ¡Ven a felicitar a nuestro hermanito! —se levantó para correr tras él— ¡Kookie tiene yeojachingu!
—¿Qué? —Tae se apoderó de sus hombros con una sonrisa cuadrada— oye, suéltame...
—¡Esto hay que celebrarlo! Debemos... —se oía el entusiasmo por parte del mayor de los hermanos mientras bajaban las escaleras a la par.
—Gracias Tae. —escupio sarcástico mientras tomaba entre sus manos aquella lata de cerveza que su ejemplar hermano había olvidado en medio de su drama, el contrario solamente rió.
(...)
—Estoy muy feliz por ti Sinbie. —sonrió Rinnie— Deberiamos hacer una salida juntos... Ya sabes, por la tarde, tomados de la mano, nosotros cuatro.
—Ay ya.. —ambas reian mientras la mayor elevaba sus cejas pervertidamente.
El celular de Yuna sonó, lo reviso, encontrándose con un mensaje de Taehyung.
Tae: Si, es cierto, Jungkook acabó de confirmarlo con la familia, Jin hyung esta feliz, dice que es una buena chica, que era hora de que...
Su pecho dolía, y es que realmente tenía un mal presentimiento respecto a todo esto.
—Yuna, ¿qué haces? —se quejaba Yerin.
—Nada, nada... —sonreía torpemente ante la atenta mirada de Sinb, se concentro la pantalla de su teléfono, el chat de Hoseok era su prioridad en estos momentos.
Luego de mensajear con preocupación, decidió guardar el celular e ir con ellas.
(...)
—Tae ven aqui. —este se acercó sonriente hasta su madre— ¿Bebiste algo anoche?
—Nop jejejeje.
—Uff, apestas. —esta lo golpeó sin dudar— ¿¡Por qué bebiste tanto!? —lo regañaba mientras seguia golpeando y despeinando su cabello, los gritos de Tae llamaron la atención de los dos hombres de la casa.
—¿Qué ocurre aquí? —pregunto el padre.
—¿Y este alboroto? —bostezo Namjoon.
—Aigoo, miren la hora en la que vuelve el jovencito y para colmo, tomado. —explico exasperada la madre.
—¿Cómo? —cuestionó el padre— ¿estuviste toda la noche fuera y tomando?
—Papá es que... ¡ah! mamá~. —sonreia preocupado.
—Nada de peros, aigoo... Tch, ¿cómo llegas en estas condiciones? —volteo en busca de la confirmación de su miel— ¿verdad mi amor?
— ¡Mi hijo creció! —pero el mayor sonrió achinado sus ojos mientras aplaudia festejando— Tu primera borrachera, ¡ese es mi campeón!
—¿Qué? ¿¡estás en tus cabales!?
—Amor, el pichón creció. ¡Dame esos cinco hombrecito! —este choco su palma con la del hijo menor.
—Aigoo, miren a estos... hijo, hijito, ¿tú si estás de mi lado verdad?
—Ay mamá. —el mayor de los hermanos se acercó para abrazarla— Tae ya no es ningun niño, dentro de poco e irá a la universidad. —sonrio al verlo— ¡Tuviste tu primer borrachera! —se sumo al festejo de los dos, mientras su madre golpeaba su pecho por apoyarlos, ellos solo reían a carcajadas.
(...)
—Yoongi, ¡oppa! —no dudo en correr hacia él— Sumbaenim me confirmó de tu egreso, ¡felicidades! —lo abrazó con fuerza, este acto dulce hizo sonreir al contrario— Lo siento, me emocioné un poco. —rió levemente— Oppa, debes ponerte al día, por favor no te retraces más ¿eh?
Asintió para cuestionar— ¿Sabes algo de Jimin?
—¿Por qué? —rapidamente fruncio el ceño— ¿Le paso algo?
Negó— ¿Tanto te preocupa? —dicho esto se adelantó.
—Pues si... —comenzo a seguirlo, como de costumbre— es un gran chico y se que Yuna lo aprecia mucho. Aunque no le gusta reconocerlo.
—¿Sólo es por eso? —indago avanzando sin verla todavía.
—¿Por qué? —sonrió al analizar su timbre de voz— ¿Acaso importa?
—Por supuesto, él es mi amigo y merece estar bien con alguien de su edad.
Negó— ¿Asi qué soy vieja para él? —un dulce puchero se apoderó de sus voluptuosos labios, de esos que tanto enloquecian al pelinegro— raro, Sanha suele decirme que me veo como una muñeca de porcelana. —acoto actuando con lindura.
—Porque es ciego. Y das miedo, al igual que ellas. —su tono repentino, reflejo la irritación que sentía cada que mencionaba a ese castaño alto y encantador.
—Pero él siempre me presume delante de sus amigos e incluso de sus padres. Él suele...
—¿Conoces a sus padres? —se detuvo en seco, generando un choque voluntario de su cabeza contra su espalda.
—Oye~. —se quejó para arreglar su cabello— Si, somos amigos hace tiempo. —sonrió.
Rió con sorna— ¿Amigos? usas esa palabra con mucha frecuencia ¿no te parece?
—¿Eh? —sonrió— ¿y cuál es el problema con eso?
—Ninguno, olvídalo. —se adelantó dejandola sola.
—¿Qué pasa con él hoy? —rió para si misma— ¡Oppa espera! —y volvió a correr detrás suyo.
(...)
—¡Oppa! —corrió hacia él para poder así apreciar su rostro— ¿y esa cara?
—Estoy...
—No, por favor no me mientas. —frunció el ceño— ¿Has estado llorando?
—Yuna, te digo que estoy...
—¿Por qué eres asi? —tomó su brazo para alejarlo de la vía pública, y terminar en una banca cercana— oppa... —se encontraba analizando cada faccion de su rostro, se veía palido, cansado, con sus ojos hinchados— se sincero conmigo, por favor... —suplico, entonces el mayor dejó caer su cabeza en el hombro de su amiga.
—Solo, dame un segundo, necesito un segundo... Nada más.—las manos de Yuna se aproximaron rápidamente hasta su cabello para acariciarlo suavemente.
Hoseok sabía que sería cuestión de días, él no era tan idiota como para no darse cuenta de la tensión que emanaba de ambos. Pero el saberlo, no minorizaba el golpe.
—Descuida... —odiaba verlo asi, esta no era la esperanza que ella conocía, y aunque él se esmeraba en aparentar, su cuerpo lo delataba sin dudar.
¿Por que debes sufrir todo esto por tu propia cuenta, solo, y en silencio? Eres un tonto oppa.
(....)
Rió— Eso sería divertido...
Asintió— Rinnie, ¿puedo preguntarte algo?
—Claro, dime, ¿qué ocurre?
—Es sobre Yuna...
—¿Yuna? —ato su cabello en una cola suelta y floja— ¿qué hay con ella?
—Pues... —unas manos taparon sus ojos en silencio, mientras la risa de Yerin se hacía oír— ¿qué es esto? suelta o romperé tu...
—Oye, se que no eres nada parecido a mi estereotipo femenino pero, ¿en serio me insultaras? —Sinb se apoderó de su mano, alejándola de su rostro, y volteó a verlo.
—Lo siento, aún no me acostumbro.
—Ya veo. —sonrió para acomodar el mechón que su mano anteriormente desarreglo, y esta se sonrojó levemente.
—Ay, pero que par de tortolos —Yerin rió entusiasmada, dispuesta a burlarse de su amiga tal cual ella lo hizo en su momento.
—Yerin... —más termino por desistir ante su advertencia, rodando sus ojos.
—En serio, ¡mira tus mejillas sonrosadas! —aplaudio con fuerza— Eres tan mona, ¿quién diria que nuestra...? —fue interrumpida por un fuerte agarre en su cintura que la hizo elevarse y girar— ratón~. —sonreía divertida entre los brazos de su novio.
—Ratoncita hermosa~. —bajó con cuidado el cuerpo de su amada, esta enredo sus brazos al rededor de su cuello para brindarle un pequeño beso que él se encargaría de continuar.
—¿Quién es la melosa luego? ahg... —negaba asqueada.
—¿Debo intentarlo? —se insinuó el pelirrojo sujetando su cintura.
—¿Quieres morir? —este sonrió para abrazarla mejor, ocasionando una sonrisa boba en sus finos labios, era indudable, su abdomen sentia un cosquilleo completamente nuevo.
—Aigoo, míralos ratón. —acoto abrazada a su novio— ¿no son tan lindos?
—Asi es ratoncita. —beso su cabello compinche.
—Callate alien.
—Cierra la boca tucán. —ambos amigos rieron a la par.
—¿Qué es esto, un zoológico o que? —cuestionó Sinb aun rodeada por los brazos de su ahora novio.
—¿Por qué, estás celosa princesa del hielo? —rió Yerin.
—¿Es eso? —preguntó Kook— si quieres puedo inventar un nombre de animalito para ti pequeña. —se acerco a su oreja y susurro— ¿quizás, pollito?
—¡Ohh! —canturreaban al unísono la pareja de "ratones".
Negó— Ni lo sueñes Jeon. —sentencio terminando con las risas.
—Bueno, —se encogió de brazos— después de todo, no es lo nuestro. Me conformo con tu apellido, Hwang. —se aferró un poco más a ella, haciendola reír.
—Aigooo, el amor —negó la vitamina antes de brindar el mejor gritó de su corta vida— ¡chicos!
—¿Qué pasa ratoncita? —imdago Tae jugando y hurgueteando con su nariz la coronilla de ella.
—¿Por qué no salimos los cuatro?
—¿Una salida doble? —preguntó Kook, a lo cual asintió— no lo sé, Sinb tiene práctica...
—Tenemos. —corrigio casi a la defensiva.
—Ahh te tiene cortito hermano. —rió Tae.
—Cierra el pico.
—Sera el tuyo... —el menor lo vio de mala maneras mientras Yerin saltaba al rescate.
—Ya ya, lo sé, luego de las prácticas, anda Eunbi ¡hay que festejarlo!
—No se... —Jugkook soltó la cintura de Sinb mientras ambas amigas discutían por ello, y Tae volteó a verlo con preocupación en sus ojos.
El mayor no era idiota, sintió como el cuerpo de su mejor amigo se tenso ante aquel nombre tan nostálgico.
—Kook, ¿estás bien? —susurro solo para que esté escuchara, a lo cual asintió.
—Descuida, ¿por qué no lo estaria? —lo palmeó para seguir a su novia por los pasillos.
—Jungkook... —fruncio el ceño.
—Raton vamos —sonrió Rinnie esperándolo unos pasos más adelante.
(...)
—Basta, Min para. —lo confrontó.
—¿Min?
—Se honesto, ¿qué ocurre contigo?
—Nada.
—Yoongi... sabes que estoy aqui por ti, pero estás tan...
—¿Quién te lo pidió? no recuerdo haberlo hecho. —se concentró en lograr entonar aquella nota alta en el viejo piano del conservatorio.
—¿Es en serio? —no respondió, ni siquiera la miró, entonces asintió enojada por su mala actitud del día— bien. —tomó su anotador y lapicera para guardarlos.
—¿Qué haces? —sus dedos dejaron de tocar— Yewon, Yewon...
—Solo estoy aqui por ti, pero claro, eso que te importa, ¿verdad? —meneo su cabeza con una pequeña sonrisa irónica, solo para colocar su morral y avanzar.
—No quise decir eso, yo...
—No, pero lo hiciste. Dime una cosa, ¿qué es lo que verdaderamente quieres decir? porque nunca logró entenderte.
—¿Qué quieres decir? sólo pensé que...
—No, tú no piensas, tú sólo dices lo primero que viene a tu mente, asi de frívolo e insensible eres.
—¿Entonces?
Rió— ¿Entonces? —fruncio el ceño negando.
—¿Qué esperas de mi?
—¡Que seas sincero! por una vez, aólo una. Así como eres cruel para decirme lo que piensas, ¡se honesto para decir que es lo que sientes por mi! —él guardó silencio, y está vez fue ella quien reaccionó, por primera vez levantó el tono de su voz— maldita sea... —quebro.
—No puedo hacerlo. —volteó a verlo, porque sus ojos decían lo contrario, ella esquivó su mirada nuevamente para negar por lo bajo.
—Huyes cuando las cosas están bien, nunca logró entender el como me miras Yoongi. Ya sean tus palabras, o tus acciones... nunca terminan de cuadrar con tu mirada.
—Yo...
—Sabes lo que siento por ti. Creo que lo dejé claro. —ahora el pelinegro era quien se vió obligado a descender su mirada— Fui honesta contigo desde el principio, ¿no crees qué ya espere lo suficiente?
El mayor no supo que decir con exactitud, no quería cagarla, como todo aquello que arruinaba con tan solo abrir su boca. Debía pensarlo meticulosamente, quería utilizar las palabras adecuadas.
—Yoongi yo quiero todo o nada, por favor, de una vez decidete. —se acercó hacia él— Las dudas me están matando, el no poder saber que va a pasar entre nosotros. Que es lo que tú quieres... —su voz comenzó a quebrarse— Ponte en mi lugar, ¡por un minuto! —sus ojos titilaban— resuelve la confusión que estoy sufriendo, porque eres el único causante. —señalaba su propio pecho.
—No quiero que te sientas mal, yo no...
—¿Cómo lo harás? ¿cómo harás para que no me sienta asi? —negó— dejé en claro lo que tu significas para mi pero... ¿qué significo yo para ti? —negó cabizbajo— ya no puedo fingir más. —sobo su nariz— Se que me ves fuerte y confiada pero... —negó sintiendo el nudo apoderandose de su garganta— sin tu respuesta, sólo haces que yo dude más y más de mi, no de ti... sinó de mi misma.
(...)
—¿Yuna? —se acercó hasta aquella banca, para encontrarse con su amigo recostado sobre el regazo de ella— ¿qué paso? —cuestionó al verlos.
—Shh —pidió silencio, bajando así su vista, directamente hacia el rostro agotado del mayor, acariciando su cabello con ternura— esta profundamente dormido...
—Gracias por cuidarlo. —reverenció para sentarse a su costado.
—Jimin, ¿puedo pedirte un favor? —este guardo silencio, no se creía capaz de cumplirle— por favor, cuidalo bien. —su voz se aprecio rasposa, preocupada— No dejes que le pase lo mismo que a nosotros... —aquella referencia le dolió relamente.
—Lo hare. —acarició su hombro, y esta dejó deslizar aquella lágrima por su mejilla.
—¿Qué nos paso Jimin? —negó— todos eramos tan buenos amigos, pero ahora... no lo entiendo... ¿qué tan mal lo hicimos? —sollozaba reprimiendo así el llanto, lo ultimo que deseaba era despertar a Hobi.
—No lo sé... —susurro, le dolía verla en didcjas condiciones, ella era más fuerte que esto, acarició su espalada en silencio.
—Solia creer... —limpió sus mejillas— que los sentimientos eran la cosa más sencilla del mundo, ellos se abren pasó cuando cierras los ojos y respiras hondo.—negó— ¿Me equivoque?
—Siempre creiste en ellos como un carrusel. —sonrió al recordar su versión adolescente, sonriente y desesperada por ellos— Solías decir que... “Esas pequeñeces mostraban, como uno podía...
—... Disfrutar entre muchas sonrisas más.” —sollozo luego de continuar su frase preferida en muchos años.
—Esa es la Yuna que recuerdo, es tu esencia. —negó— No la cambies ahora.
—Jimin... —se contenia a leguas por no explotar en el momento— ¿sabés por que él esta asi? —susurro con frustración, el castaño bajó su mirada— por Jungkook, ¿te parece justo que deba sacrificarse, sacrificar sus emociones, su propia felicidad... sólo por él? ¿por su bienestar? —negó— ¿quién se lo asegura? —susurro por lo bajo, llena de frustración.
—Es lo que hiciste tu... ¿No lo recuerdas?
—Es lo que hicimos. —corrigio con frialdad— ¿Y cómo terminamos? —este bajo su cabeza en silencio— Extraño a nuestro antiguo yo, ya sabes, el que sonreía genuinamente... Aveces la extraño tanto...
—Lo siento. —susurro casi sin voz.
Negó— No fue tu culpa, como dijeste... —volteó a verlo— yo decidi sacrificarme y alejarme, pero sabes algo, sólo fue cobardía. —negó— Nada más... no vuelvas a repetir aquel error. —volvió a ver el rostro de Hobi.
—Mi padre... quiere comunicarse conmigo. —no era consciente del porque se lo contaba, pero necesitaba hacerlo— Yo no sé...
—Ve a su encuentro. —ambos se miraron en silencio bajó la luz de la luna— No te daré lecciones de vida, —susurro— sólo diré esto, la solución nunca será huir. Se como la flor del silencio... aquella que muere y vuelve a renacer, una y otra, y otra vez. —sus lágrimas fluían— Como esta luna creciente. —sonrió entristecida.
Cada palabra llego al corazón de Jimin, un ceño se frunció debido a la emocion, Hoseok se encontraba escuchando cada palabra dicha por ambos.
El celular de Yuna sonó, y esta se preocupo en atender rápido, pero al ver el rostro dormido de Hoseok respiró.
—¿Hola? —se oían sollozos desde la otra línea, alejo el celuar de su oreja para leer el nombre del contacto— Umjie, ¿qué pasa? ¿estás llorando?
—Hoy... hoy es una de esas noches en que me siento harta de muchas cosas... —se oia abatida— harta de que se me pudran los sentimientos por dentro... de no volar a voluntad... y... de sentir sólo la mitad de mi corazón... —largo en llanto.
—Te entiendo... iré para tu casa, espérame. —sobo su nariz para cortar, Jimin se acercó más a ella para hacerse cargo de la cabeza de su amigo con cuidado— Yo...
Asintió— Descuida, ve y animala. —esta asintió para ponerse en pie— Yuna... tú también anímate.
—¡Sonrían a la vida niños! —Eunbi corrió una vez que dejó la cámara con temporalizador para también lograr ser capturada en la foto, ocasionando grandes carcajadas.
Las cosas se han puesto muy difíciles para nosotros. Me encantaría estar muy lejos contigo, sin que hubiera más problemas, en un lugar tranquilo, solitario, lejos del tiempo... detener el reloj de la vida.
Cómo si fuera tan sencillo, algún día, ¿verdad?
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