064

Hoseok se encontraba caminando, completamente sumergido en sus propios pensamientos, y honestamente, se encontraba molesto por haberle fallado a Eunbi.

Extrañaba a su amiga, las charlas y risas compartidas, se encontraba extrañando todo de ella.

Jimin por su parte, se despidió con prontitud del mayor, había tomado la decisión de salir en busca de Yewon para así poder hablar mejor con ella. El rubio conocía a su mejor amigo, quería disculparse por juzgarla tan duramente en su momento; y eso demuestra lo cálido de su corazón.

En otro sector, una pelirrubia se encontraba molesta, casi furiosa por el derrocamiento de su vitamina humana, mejor que nadie conocía el punto de su fragilidad y aunque sabía que no era del todo culpa de Taehyung, no encontraba justificación a la forma en que él se encontraba confundiendola.

Eunbi sabia que nadie podía obligarte a sentir algo recíproco, pero eso no evitaba que se sintiera mucho más irritada.

Se encontraba confundida consigo misma, y es que en el fondo ella trataba de ayudar a su amiga pero, ¿qué hay de sus propios sentimientos?, ¿quién era ella para tratar de aconsejar cuando ni siquiera logra resolver sus propias emociones?

—Hoseok... —susurró pensativa, justo cuando choco su cabeza contra el pecho de alguien— perdona.

Los ojos de ambos jovenes se interconectaron, el sentimiento era mutuo, realmente se extrañaban.

—Hobi, —susurró— tú... —una sonrisa de emoción se formo entre sus labios.

—Debo irme EunBi. —intento avanzar pero ella se apresuró en detenerlo.

—Espera, hablemos un momento. Hoseok, ¿qué ocurre con...?

—¿Crees qué no se como te sientes? —internamente, por un segundo comenzó a odiarse así mismo.

—¿Qué estás...?

—¿Por qué piensas que falte a la cita? —se maldecía por seguir hablando siquiera, sólo quería abrazarla con fuerza y no tener que soltarla porque si, la amaba, estaba seguro de ello, pero Jungkookie la necesitaba— No te veo de esa forma, no quiero que te confundas más. Solo eres una amiga para mí, ¿lo entiendes?

Aquella confirmación terminó por romper con cualquier tipo de ilusión en la cabeza y corazón de la contraria. Eunbi anhelaba, quizás una explicación, un simple y miserable "lo siento" le hubiese bastado para volver a sonreír debido a él, pero... Lo único que logró apreciar fue la espalda de Hoseok avanzar sin deseos de dar marcha atrás.

Así, sin más, solo pudo saborear el hueco de un corazón vacío, con un amargo sabor a metal.

—Hoseok, espera... —intento tomarlo por el borde de su camiseta.

—Eunbi... lo siento. —negó para safarse del agarre y avanzar.

Aquella disculpa dolió por mucho más que su silencio, ¿en serio no le importaba en lo más mínimo?

Los ojos de ella comienzan a nublarse, y poco a poco comienza a perder su estabilidad, pero no. Hwang Eun Bi es demasiado terca y fuerte como para llorar como una tonta, no pensaba hacerlo, no ahora.

Y justo cuando creyó que su lucha estaba más que perdida, y su estabilidad emocional por el suelo, una mano se posó sobre su hombro.

—¿Estás...? —corrió dicha mano con furia solo para intentar avanzar sin verle siquiera al rostro— Espera, espera, ¡hey! —pero dicho terco se interpuso en medio, ella no levanto la vista, y su cabello rubio cubría en gran parte su rostro pero su respiración era evidencia de aquel tortuoso llanto— Sinb... —susurro dolido al verla en dichas condiciones, con ambas manos rodeó sus mejillas, poco a poco intentó levantar su rostro, y a pesar de su resistencia, lo consiguió.

Ver aquellos ojos tan bellos y feroces, siendo inundados por lágrimas de dolor detuvo su respiración por segundos, encogiendo así su pecho considerablemente. ¿Por qué?

Ella comenzaba a convertirse en algo más propio, más íntimo, una salida, su escapatoria personal, y eso era real ¿o no?

—Deja de verme así... —sollozo esquivando la mirada, este sonrió minuciosamente para acariciar con ambos pulgares sus mejillas, ocasionando una punzada aún mayor en su corazón, los sollozos regresaron apoderándose de su garganta.

Jungkook soltó sus mejillas para rodearla entre sus brazos en un tierno y acogedor abrazo.

—Todo estará bien, descuida. —susurro en su oído.

El corazón de EunBi latió con fuerza a pesar de la desilusión de Hoseok, tal vez porque le tranquilizaba la ternura que Jungkook le impartía. Una ternura que comenzó a demostrar hace un tiempo, diferente, y por un segundo creyó reconocer su verdadero valor. Cariño tal vez, en el peor de los cados apego...

“Ha llegado el tiempo de una metamorfosis importante.”

... fuera lo que fuera, lo cierto es que, el alma es como una mariposa, y existe un momento específico en el que una voz interna y profunda se hace oir, ella suele invitarnos al cambio.

Una revolución interna se apodera de tus emociones, buscando generar una atmósfera diferente. Consecuencias diferentes.

•••••••

La pelo azabache abrió su casillero encontrándose con una carta, miró hacia ambos lados en busca del responsable, al no obtener resultados la tomó entre sus manos para abrir el sobre, en este se encontraba una notita blanca escrita con recortes de periódico.

“Eres la persona correcta, pero estas a la distancia equivocada.”

El ceño fruncido de Yerin poco a poco comenzó a relajarse, y paso a desenvolverse en una tierna sonrisa que el pequeño Tae logró divisar detrás de aquel pilar dónde se encontraba, escondido para poder observarla.

°°°°°°°°

—Unnie, ¿crees qué este bien? —pregunto Yuqi.

—Descuida, hiciste un buen trabajo. Irene de seguro sabra valorarlo. —animo a su pequeña.

Ambas mujeres se acercaban entre sonrisas al despacho de la ya mencionada, la puerta estaba entre abierta permitiendoles oir las risas provinientes de este, al observar mejor pudieron divisar a Jin, Irene y... Jisoo juntos.

La sonrisa en los labios de Sojung disminuyó, sus ojos se encontraron contrictados.

—Jisoo unnie es tan linda y agradable, —sonrió Yuqi con inocencia— ¿no lo crees unnie?

—Mhm. —asintio levemente, realmente su corazón dolía de tan sólo ver aquella hermosa mujer ser tan cercana a su mejor amigo, un sentimiento raro en verdad.

La pequeña golpeó la puerta, los tres voltearon a verlas, ambas ingresaron a la par.

Yuqi entregó los documentos a su cargo a su superior, Irene los ojeaba mientras le preguntaba un par de detalles, mientras que Jin sonreía embobado al ver a su mejor amiga, aunque últimamente la notaba tan apagada.

Sin dudarlo mucho, se acercó hasta Jisoo para susurrar algo en su oido, esta asintió con una bella sonrisa dandole un simple "okey" como respuesta, generando una amplia y confortante sonrisa en el contrario.

Su plan era sencillo, necesitaba hablar con Sojung personalmente.

Los deseos de Seok eran generar una relación entre ambas mujeres, que se llevarán bien y fueran más que simples colegas, pero los deseos de uno pueden ser sencillamente malinterpretados por otro.

Sojung observaba toda la secuencia en rotundo silencio.

•••••••••

—¡Jimin~! —esta sonrió levemente al verlo, el mencionado bajó su mirada apenado.

La realidad es que Yuna se veía hermosa, sus largas y bellas piernas se encontraban al descubierto gracias a un short negro que portaba, su largo cabello se encontraba suelto balanceando libremente por sus brazos y espalda, traía puesto una linda camisa blanca ajustada. Demasíado hermosa, pensaba sin dudas. Demasiado para que el pueda admirar.

No podía sentirse digno de elevar la mirada siquiera y sin más reverencio para avanzar, más ella lo detuvo.

—¿Podemos hablar? —ante aquel tono bajo y suave no pudo resistirse.

De un momento a otro, ambos se encontraban sobre los columpios, en un silencio incómodo pero relajante a la vez.

—Yuna...

—¿Si? —Park dudo en realmente decir lo que pensaba.

—¿Qué querias decirme? —pero terminó por evitar el tema.

Asintió— ¿Qué sabes de Hoseok oppa? estoy preocupada, no atiende mis llamadas y tampoco responde mis mensajes... como tú vives con él, pense que quizás... —bajó su mirada preocupada.

—Estara bien, descuida. —le miro fijamente.

—¿Me lo aseguras? —frunció el ceño— ¿sabes? yo creía que, —sonrio— a él le gustaba Sinbie. —nego— Aun no entiendo porque le falló en la presentación y...

—Siempre preocupandote por los demás.

—Igual que tú, Jimin.

—No, yo...

—Eres tan lindo, tienes un corazón muy cálido. —la esbelta desvió la atención de su mirada, directo hacia sus pies mientras estos se balancean hacía delante y atrás— Siempre te afecto lo que otros sintieran o incluso lo que pensarán de ti...

—¿Es algún tipo de disculpa?

—¿Eh? —levantó la mirada hacia él, quien no la miró.

—Ya sabes, elogiarme como si nada. ¿Era tu plan mandar a nonna a conocerme? —los ojos de Yuna reflejaban confusión, entonces Jimin comienza a replantar mentalmente cada conversación que mantuvo con Yewon, ella siempre lo incitó a que avanzará, a olvidar los errores del pasado y a correr por quien amará.

¿Acaso ellas pudieron ponerse de acuerdo todo este tiempo?

—Jimin no se de que est...

—Realmente, —levantó su vista— ¿te hizo sentir bien? —negó para ponerse en pie, aterrado, pero de igual modo le imitó, solo para tomarlo del brazo.

—Espera, explicate mejor porque no estoy en...

—Yuna, —volteó a verla— renuncia a esto. —la menor quedó estática, mientras el mayor negaba repleto de coraje y tristeza, observando directamente sus ojos, solo para avanzar.

—Cuando miro tu foto... me entran ganas de llorar. —sus pasos se detuvieron— ¿Sabes por qué? —puesto que el timbre de su voz comienza a quebrar, y él no queria hacerla llorar más— suelo preguntarme, cómo puedo tener tus labios tan cerca, pero no puedo besarlos. 

Y fue aquella declaración la que destrozó su corazón en mil fragmentos más, y es que después de todo el mal, de cada dolor que se encargó de gestionar, del daño que le ocasionó, y aun asi... ¿ella aún lo queria en su vida?

—Yuna... —volteo a verla.

—Es irónico... —sus ojos titilaban, realmente dolía para ambos— el momento en que tienes que saludar en la mejilla a quien ya besaste en la boca una vez. Y debes actuar como si nada, cuando parece que el tiempo no avanza. Porque sigues estancada en un maldito recuerdo, una fachada, una utopía... De la que sabes, debes regresar.

Jimin no supo que más decir o como reaccionar, su cuerpo por acto reflejo intentó acercarse, pero ella corrió su mirada para sorbir su nariz y avanzar lo más lejos posible de él.

Yuna solo pensaba en una cosa, hablar con unnie, intentar entender todo aquello que intentó incriminar el mismo idiota que la sigue lastimando.

•••••••••

Yerin se encontraba de camino a la cafetería donde trabaja Yewon unnie, había quedado en reunirse alli con sus amigas y no estaba tan lejos del instituto asi que decidió caminar.

Tenía mucho en que pensar, estuvo toda la mañana intentando descifrar algo respecto de aquella carta, lo irónico es que no fue la única, luego recibió otra que se encontraba sobre su pupitre, y a su lado había una rosa hecha de papel, aquella nota decía:

“Tu único defecto, es no estar aquí conmigo.”

La azabache caminaba con aquella rosa en la mano, le parecía ingenioso el esfuerzo empleado en la manualidad, ella con furia y podia hacer un avioncito, pero... ¿una rosa? eso sí que era otro nivel. Simple arte.

Una sonrisa se escapó de entre sus labios, y a lo lejos, un chico alto la seguía a una distancia apropiada, escondido detrás de cada arbol que podía cada vez que Yerin volteaba.

°°°°°°°°°

Eunbi terminó de tomar agua mientras caminaba por los pasillos del instituto, llegada las últimas horas le permitieron ir a la sala de ensayos para prácticar danza.

Ya se le estaba haciendo tarde para su salida rutinaria, habia quedado con Rinnie para que ella se adelantará ya que ambas conocían a la perfección el sosiego que la rubia se cargaba en cuanto la música se hacía escuchar.

Se encontraba agradecida con su mejor amiga por seguir su consejo y ser más cortante con Taehyung, aunque no negaría que le dolía verlo de dicho modo.

Esta mañana se acercó pero Rinnie fue demasiado dura, más de lo que usualmente ella misma seria. Incluso le dió pena como corto de raiz cada intento de interactuar por su parte, aún asi, ese idiota la hizo llorar demasiado, y justamente porque ya había tenido que ver a su amiga con el corazón roto, no queria que se repitiera, no se lo perdonaría.

Desde un principio le resultó impresionante el parecido físico entre ambos chicos, pero dió por sentado que su amiga no buscaba una relación de noviazgo, al menos lo creía superado, primer gran error de su parte.

Su celular comenzo a sonar, lo sacó del bolsillo de su campera, habia recibido un mensaje nuevo.

Yuju🎤 Sinb estoy llegando, gracias por avisarle a los profesores que hoy faltaria, nos vemos en un ratito!

Sonrió al leer el mensaje para responder, una vez lo hizo guardó el celular y en su campo visual logró apreciar a Hoseok con su ropa deportiva, parado a un costado observando por la ventana.

¿Pensaba practicar? si asi fuera pudo haber ido antes al salón, ¿por qué quedarse hasta el finalizar de las clases y más...?

Oh, claro, por ella. Seguro quizo evitarla y por eso no fue al club.

Aquel pensamiento cuerdo la desánimo realmente, más alla de si él sentia algo más que una simple amistad por ella, ¿debia ignorarla y esquivarla de tal forma? eso la contrictaba tanto, le dolía, no quería aceptarlo.

Hoseok volteó su mirada al oir unos cuantos pasos, ambas miradas se cruzaron en silencio por un momento, y sus ojos eran evidencia de clara tistreza. El mayor no podía verla más y por eso avanzó pasando por su lado, una lucha interna se encontraba batallando dentro de la rubia, queria hablarle, confrontarlo, cuestionarle pero...

Volteó dispuesta a llamarlo, su espalda alejándose se veía tan fria, tan dolorosa, demasiado solitario para su corazón.

Ella bajó su cabeza apretando con fuerza sus puños, Jungkook pasaba por el jardin cuando aprecio aquella escena, sin perder tiempo se adentro al pasillo, ver aquella pequeña y fragil silueta rendida realmente le desagrado, con una sonrisa pico sus costados, está pegó un salto soltando instataneamente un manotazo fuerte que dejó chillando al pelirrojo.

—¿Jungkook? —lo miró apenada— lo siento... ¿estás bien?

—Oye, ¿quién tiene la mania de golpear a las personas? —sobaba su brazo— las niñas normales sólo pegan un grito agudo. "Ah~", algo como eso. —la menor rodo sus ojos.

—Deja de estereotiparme idiota. —el más alto sonrió ocasionando una leve sonrisa en la contraria.

—¿Por qué ese aura de depresión destila de ti? —miró la atmósfera con una mueca de desagrado, ella suspiró para negar.

—Nada, olvídalo... —respondió cabizbaja.

—¿Sabes? —se inclinó un poco para verla— quiero ir a un lado hoy, ¿te apuntas?

—¿Eh? —antes de poder procesarlo, él se apodero de su muñeca guiandola— Espera hey... ¿qué demonios estás haciendo? —frunció el ceño.

—¿Crees qué eres la única —solto una risa antes de comentarlo en voz alta— que puede simplemente venir, tomar mi muñeca y samarreame para cualquier lado? —esta sonrió para negar ante dicho punto.

—¿Entonces? —cuestionó.

—Me toca devolver el favor, —volteo a verla— y no pienso decirte hasta que lleguemos. —sonrio al verla de reojo, esto revolucionó el corazón de Eunbi tanto asi que se olvido de los planes con sus amigas.

•••○•○••••

—¿Hay noticias? —preguntó Yuna, ella negó.

—Al parecer nos planto. —hizo un puchero Yewon.

Nego— No lo creo, Sinb no es asi. —frunció el ceño Yerin aún mensajeandole a su mejor amiga, pero ambas muchachas se miraron compinches.

—Asi que un admirador anónimo ¿eh? —preguntó con picardia Yewon mientras Yuna jugaba con aquella flor, esto ocasiono un gran sonrojo en las mejillas de Yerin.

—N-no es asi... —tartamudeo nerviosa ocasionando fuertes risas en las otras dos— ¡Yah! me averguenzan. —arrojo el celular bruscamente sobre la mesa e intento darle un sorbo a su licuado pero sin querer mordio su lengua en el proceso, soltando un quejido, aunque ellas no quisieran, era imposible no reir con Rinnie en frente.

—Ten nonna. —sonrio Sanha dejando unos dulces en la mesa de las chicas cortando el rollo, esta le sonrió devuelta para agradecer.

—Sanha es tan lindo unnie. —comentó Yuna.

—Es un dulce de leche mi cachorro. —sonreía como toda mamá orgullosa.

—Ahh, ¿y de eso no se dice nada, eh?. ¿¡Cómo es eso!? —cuestionó ofendida Yerin, ambas sonrieron.

—A unnie no le gustan menores. —Yuna tomó un sorbo de su helado, recibiendo un leve golpe por parte de Yewon.

—¿Cómo asi, te gustan mayores? ¿Quién? —preguntó emocionada.

—Lo conoces Rinnie. —se le veia mucho más ansiosa, ocasionando un sonrojo en la mayor— Es Yoongi, el hyung de Jungkook. —jugo con el sorbete de su copa helada.

—¿Eh? ¿el chico pálido del festival? —asintio— ohh, es lindo pero... ¿no es algo frio? —la mayor asintió pesadamente, recibiendo una caricia de su mejor amiga Yuna.

—Apesar de saberlo, me gusta y creo que yo a él también, es solo... solo que no sabe ser demostrativo, eso creo. —hizo un puchero adorable que generó dolor en el pecho de Yerin. Recordandole así misma y su ingenuidad.

—Te admiro, ya quisiera ser asi de positiva y enfrentar mis propios sentimientos. —suspiró, ambas volvieron a mirarse entre si.

—¿Qué paso?, ¿alguien te gusta pequeña? —preguntó la mayor, esta asintió.

—Pero, creo que a él le gusta otra persona y ¿saben algo? ella es hermosa. —sonrió contricta y cabizbaja— Realmente hermosa, en todos los sentidos. —negó, Yerin había sabido diferenciar bien el problema. Yuna era su amiga, no la culpable de nada— No me comparó con ella...

—¿Pero qué dices? Rinnie tú también eres hermosa. —tomo su mano Umji— Niña tonta, ¿por qué te comparas?, y sabes que ¡si él no puede ver eso se puede ir bien a la...!

—Ya ya ya. —intervino Yuna para calmarla, mientras ambas discutian levemente sobre el tema, Yerin rió al verlas, realmente le recordaban a su mejor amiga y ella.

—Ashh, muy bien pequeña. Deberías reír y sonreír asi, es más, —sonrio— iré por otro licuado para ti. ¡Figthing! —Umji se levantó con la copa de su amiga vacia directo hacia Sanha.

—¿Es Tae cierto? —Yerin apoyó su cabeza en la mesa en completo silencio— Déjame decirte algo unnie, no seas orgullosa. El orgullo puede matar sentimientos, y créeme, la falta de perdón por aquello que pudo haber sido y no fue... —se le notaba tan apagada— es degarradora. —volvió a verla— Te lo aconsejo, si tienes algo que hablar con él, permitetelo.

—¿Yo? —asintió.

—Primero por ti, quien sabe, quizás y te sorprendas. —sonrió — Pero no dejes que la indiferencia te gané, consejo personal. —suspiró para jugar con su sorbete.

—Yuna tu...

—¡Aqui tienes mi pequeña! —posicionó la copa enfrente suya, y ambas sonrieron algo incómodas.




Namjoon no podía quitar de su cabeza el semblante de Sojung al ver a Jisoo junto a Jin, ¿realmente no se da cuenta de lo que siente o acaso es tonta?

—Jefe, aqui le traigo el informe de... —sus ojos no le permitian prestarle toda la atención debida, Jisoo era hermosa y encantadora pero por sobre todo una buena persona— ¿Jefe? —se acercó un poco más para ver si realmente se encontraba escuchandola.

—Lo siento. —cerró sus ojos para despabilarse rápidamente.

—¿Se siente bien? —preguntó preocupada— ¿quiere un té o tal vez...?

Sonrió— Deja de tutearme. —negó.

—¿Ah? lo siento... —se disculpó avergozada.

—En tus referencias eres bien elogiada por Lee Ye Jin. —comentó, ella asintió avergonzada.

—La señorita Yejin es muy amorosa, creo que exageró. —rió avergonzada, era adorable de ver, tal cual, el tipo ideal de su mejor amigo Seok Jin.

—Lo sé, Ailee es grandiosa. —sonrió nostálgico.

—Veo que la extraña. —sonrió avergonzando a el contrario— ¿Lo estoy haciendo tan mal señor? 

—¿Qué?

—Es broma. —ambos rieron, era muy agradable su compañía.

—Jisoo te veo muy cómoda con el departamento de modelaje.  —ella asintió— ¿Te tratan bien en nuestro departamento?

—¿Oh? ¡claro que si! es sólo que... —se sonrojó— el joven Seok Jin fue muy amable conmigo, él es del departamento de modelaje. Fue el primero en ayudarme a orientarme y realmente es encantador, a través de él conocí a los miembros y me siento tan cómoda y agradecida con ellos...

—Entiendo. —sonrió.

—Pero el departamento de producción es genial, de hecho...

—Descuida. —rió ocasionando una sonrisa vergonzosa por su parte— ¿Conocías de antes alguno de los miembros?

—Pues, en una ocasión pude trabajar con Irene en un proyecto para otra marca y a Jin lo conocí en una fiesta de principio de año por un pariente joven...

—¿Eres familia de Kai? —pregunto curioso al sacar cuentas con velocidad.

—¿Oh?, ¿conoce a nuestro Jong-in? —preguntó con asombro.

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