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—¿Por qué te sorprende tanto? Sinb, era tu oportunidad. No podía permitir que falles, sabía lo importante que era para ti, asi que si, lo hice únicamente por ti. —sonrió.

El corazón de Eunbi comenzó a latir con fuerza, generando consigo un hipo inesperado, y rápidamente golpeó su pecho tratando de tranquilizarse.

—¿Por qué estas pensando en eso otra vez? —se auto pregunto— Eunbi, no puede ser... tú no te habrás...  —negó rápidamente— Es imposible.

Su teléfono se hizo oir, obligandole a despertar del propio trance, sorprendida por la repentina aparición del susodicho.

Cara de tucan inexpresivo:  ¿Tienes algo de tiempo?

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—La transformación de tu vida no consiste en reprimir tu personalidad, sino en hacer cambios positivos Jimin.

—¿Por qué sigues tratando de facilitarme la carga? —sus ojos recayeron en la tristeza— Yuna, entiendelo. —negó— Nada será igual, porque fui yo quien lo arruinó.

Negó contrictada— ¿No te das cuenta, cierto? —el castaño ladeo su cabeza confundido— Siempre trataste de dar lo mejor, pero nadie nunca lo vió. —dicho esto, con una sonrisa pequeña se alejó para seguir su camino cabizbaja, este volteó para verla marchar.

—Pero tu si, ¿verdad? —susurro con un nudo bastante familiar en su garganta— ¿Fue suficiente para ti?

—Lo fue. —de un respigno volteó con rápidez para ver a su amigo.

—Hoseok, al fin apareces... —frunció el ceño al verlo— ¿Qué demonios te pasó?, ¿no has dormido si quiera? —el mayor sonrió avergonzado, puesto que sus ojeras eran una clara evidencia de lo innegable.

••••

—¿Estás bien?

—Jin, basta por favor.

—Sojung, te ves mal. ¿Por qué no hablas con él si es lo que tú quieres?

—Seok Jin. —los ojos de ella se contenian por no desbordar en lágrimas, risas interumpieron al mayor de poder formular algo más, Jihyo y Yuqi ingresaban a la pequeña cocina de su departamento, ambas sonrientes.

—Chicos. —saludo la mayor de ambas.

—¿Se enteraron? —sonrió la menor ante la atenta mirada de sus mayores— De seguro hoy se elija al remplazo momentáneo de Ailee unnie.

—¿En serio? —indago Jin evitando el mal momento que su mejor amiga se encontraba sufriendo a causa de la inocencia de sus amigas— ¿Saben quién será?

—Una chica joven, parece agradable. —comentó Jihyo al pensar en ella— Creo que es conocida de Namjoon.

—Si, escuché el parloteo del equipo de producción, al parecer son amigos intimos o algo asi. —acotó la menor sin alguna pizca de maldad, clavando una estaca aún más profunda en la herida de Sojung quien rápidamente asoció aquella descripción con la jóven de dicha mala tarde.

—Bueno, no hay que dejarse llevar por rumores... —rió nervioso Jin.

••••

—Jimin. —los ojos del mencionado se posaron las allá de su amigo, y es que la mirada de aquella niña realmente le dolía en profundidad.

—Vamos hyung. —pidió para voltear.

—¡Espera! por favor... —suplico la de menor estatura.

—Jimin, habla con ella. —lo tomo del hombro Hoseok, quien habia escuchado todo lo que su amigo le contó con anterioridad y por más avergonzado que él estuviera, debía escucharla. Este lo palmeo para voltear y dedicarle una sonrisa a la jovencita antes de marchar.

—Se breve por favor. —pidió luego de un silencio.

—Bien, se que no quieres perder el tiempo, asi que sólo lo diré. Si, mi mejor amiga es Yuna, y si, sabía que eras tu, su único y gran amor, aquel que la hirió en gran manera. —el menor bajó su mirada— Pero también se que ella no te odia, al contrario, te guarda un gran aprecio.

—No puedes asegurar eso.

—Es cierto, tampoco entendía el porqué. Es decir, sin ofender, ¿qué tienes de especial? —fruncio el ceño— Lo descubrí al conocerte. No puedo hablar por ella, pero se muy bien que no te culpa de la partida de Eunbi.

—Yewon, agradezco que te preocupes pero...

—Los recuerdos nunca se olvidan, sólo se dejan de recordar. Hay que consolarse pensando que la vida es corta y es una mierda la mayor parte del tiempo. —suspiro— Jimin, superalo. Sueles escapar cuando las cosas no están bien, y entonces nunca llegarás a superarte a ti mismo. —tomó su mano con ternura— Se que eres un buen chico, aprende a ver eso. —sonrió apenada— Lamento si te sentiste engañado, pero realmente me gustaría ser tu amiga.

••••

—Hola, disculpa, ¿sabes cuál es la oficina de Kim Nam Joon?

—Si, ¿lo busca por...?

—Lo siento, —rió levemente— soy... quizás, lo más probable, nueva colega de esta empresa. —sonrió al verlo— Y tu me resultas...

—Familiar, ¿no es cierto? —rio— Pensé que era el único. —sonrío— Soy Seok Jin, Kim Seok Jin.

—Ji Soo, Kim Ji Soo. —estiró su mano, la cual tomó gustoso, y ambos sonrieron mutuamente— ¿De dónde me suena tu rostro?

—Lo mismo me pregunto señorita Kim.

—Solo Jisoo, ¿Seok Jin?

—Jin, —sonrío— acompañeme, le mostraré el edificio y luego la llevaré hasta el despacho del joven Nam.

—Muchas gracias. Que servicial. —sonrió emocionada.

••••

—¡Yerin! —sonrio al verla.

—Tae, ¿qué haces?

—Busco a Yuju, necesito darle algo. —la sonrisa en los labios de la menor se borró levemente al ver el brillo en los ojos de su amigo.

—Ahh, ya veo... de seguro esta en el taller de música.

—Ah cierto, lo olvide. —rio despistado— Oye, ¿por qué no te anotas? —su rostro de confusión era digno de fotografiar, al menos eso pensaba él— Tienes una voz muy dulce Yerinie~. —sonrió, impartiendo un sonrojo en las mejillas de la contraria.

—Ni tanto... Yuna si canta mucho mejor, su voz es demasiado potente y flexible.

—Lo es, pero ahora te estoy elogiando a ti tontita. —desparramo su flequillo riendo, sin ser consciente de cada una de las emociones que florecian de aquel simple tacto para con la menor.

••••

So Jung se encaminó para dejar los papeles en el despacho de Irene, cuando topo con aquella escena.

Namjoon, su Namjoon se encontraba besando con la misma niña de la última vez, y sus brazos se dejaron caer con pereza, cada uno a su costado. Puesto que su corazón realmente dolía al tener que presenciar dicha escena.

¿Por qué?

Antes de derramar una lágrima adelante suyo prefirió correr como toda una cobarde, ya que no tenía pensado rebajarse a esto.

Sin más volteó con un corazón agitado debido a la misma prisa por salir huyendo de ahí, puesto que el dolor comenzó a intensificar un poco más al ver a su mejor amigo.

Necesitaba un abrazo en estos momentos y no dudaría en correr hacia los suyos en busca de refugió pero, sus pies se congelaron en aquel instante, debido a su sonrisa tan genuina y vivaz.

Tan cómodamente, una sonrisa que no distinguía en él ya hace tiempo, volteó su mirada hacia el responsable de aquel brillo en los ojos de su mejor amigo, grata fue la sorpresa. No se trataba de un responsable, más bien de ella.

Una muchacha de cabello largo y un azabache intenso, test blanca, y de hermosas facciones delicadas.

Su pecho se apretó contrayendose todavía un poco más, con mayor intensidad, con mayor inestabilidad.

Y sin más, solo se escondió detrás de un pilar, mientras ambos tomaban el elevador.

La verdadera lágrima no es la que resbala por tu mejilla, es la que duele y arde muy dentro de tu alma.

Kim So Jung empezaría a relacionarse con esta, comenzaría a sentirla, y la verdadera pregunta no es por qué, sino, por quién.

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—No tenía idea de que condujeras. ¿Estás segura que...?

—Agh, cierra la boca. —se quejo ante los constantes comentarios burlistas de su copiloto— Dime, quién demonios me pidio viajar a casi quinientos kilómetros al norte.

La segura y brillante carcajada del pelirrojo no tardó en hacerse oir, induciendo a la rubia a bufar por lo bajo y consecutivamente sonreír, no negaría que le gustaba escucharlo reír.

—Y hablando en serio, ¿me dirás por qué razón estamos viajando? —su risa menguo y la sonrisa comenzó a desvanecerse, pero eso no la incómodo— Oh vamos, tome prestado el auto de mis padres para una travesía tuya y no piensas aclarar mis dudas. —asintió ligeramente en un movimiento de cabeza mientras observa la carretera enfrente— Que buen sujeto eres.

—Solo disfruta el viaje. —cerro sus ojos para acomodarse en el asiento mientras el estéreo sonaba con la lista preferida de la menor— ¿Por qué te gustan tanto esos chicos? No crees que son medios fofos.

—Tsk, ¿a quién demonios llamas fofo? —encaró indignada en su contra— Mis chicos son los mejores de su generación, rompiendo récords y arrasando en los charts. La próxima infórmate más, pobre lacayo. —este sonrió sutilmente.

—Tus backstreet boys son...

—Bright boys. Ash, entiendo que desconozcas sus nombres pero al menos di correctamente el de su agrupación.

—Dicen que tengo un aire al maknae.

—¡Jah! Ya quisieras. —se adelanto para poder subir el volumen al estéreo— Quien como mi dulce Yuseok. —comenzo a canturrear su más reciente canción, mientras los ojos del pelirrojo siguen cerrados y una débil sonrisa es retenida desde sus labios al escucharla gritar el fanchants completo en el primer intervalo— SeMi, Jinah, Vinnie, Yuseok. ¡Bright boys!








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Podasta: Conste que amo su historia Bi~
AbigailVillalba128

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