056
—¿No vendrá? —Yerin se encontraba realmente preocupada al ver la desdichada situación, su profesor desesperado por el poco tiempo disponible, pero lo que verdaderamente le importaba era el estado emocional de su amiga.
—¿Qué esta pasando? —cuestionó Yewon mientras veía a los profesores alborotados, Yoongi frunció el ceño notablemente.
—Jin, ¿qué crees? —pregunto con preocupación Sojung al mayor.
—No estoy muy seguro. —de pronto este divago al notar la presencia de su amigo en frente suyo, y rápidamente volteo para ver a su amiga quien frunció el ceño con desagrado y confusión ante su repentina aparición— Sojung...
—Esta bien. —respondió con firmeza— Me adelantaré. —palmeo su brazo para ir al encuentro con Namjoon, quien la esperaba a una distancia favorable con ojos suplicantes.
—¿Realmente te golpeó? —cuestionó Yuna en cuanto la mayor se alejó al ver el labio levemente cicatrizado de Jin, este sonrió para asentir avergonzado.
—De todos modos no es nada, no te preocupes. —le dedico una sonrisa a la atenta mirada de Tae.
—Jin, —el más alto volvió para ver a Yoongi quien lo llamo— tenemos problemas.
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—Descuida. —Yerin se quedo sin palabras de aliento para con su amiga.
—Puedo... —susurro para sorbir su nariz— ¿puedes darme unos minutos? —pidio Eunbi con su timbre de voz mucho más suave que de costumbre, y ante la atenta mirada penosa de su mejor amiga, esta se puso en pie para marchar.
El corazón de la rubia comenzaba a confundirse, él era consciente de lo que significaba esto para ella, pero aun más, ella sabía que era una gran oportunidad también para él ya que era mucho más que un excelente bailarín.
Tomo su celular y marco de nuevo...
Entonces, ¿por qué faltar?
... pero nuevamente se escuchó el contestador detrás de línea.
—Hoseok, ¿realmente... no vendrás? —aquel pesar se hacia mayor a cada segundo, no se encontraba molesta, más bien decepcionada.
Cedió ante el deseo de su brazo, corto la llamada y descendio la mano que sostenía el celular para simplemente dejarse caer en cuclillas.
La opresión en su pecho era asfixiante, el vació inconfundible, se encontraba completamente sola y lo más doloroso es que deseaba tenerlo a su lado, para poder apoyarse en él, en su típica sonrisa en forma de corazón, en aquella contagiosa risa, y porqué no, tal vez sentir sus manos por encima de su cabello desparramandolo completamente a su antojo.
Pero él no estaba, no parecia tener ganas de llegar... ¿dónde estás?
Las lágrimas desean brotar cual pequeño arroyo con la intención de inundarla por completo. Por un momento se olvidó de los cazadores de talento, y es que simplemente quería la presencia de su amigo y compañero. Que se encontrará con ella, lastimosamente no era el caso.
¿Qué debería hacer en esta situación? El último acto que marcaría el final del festival era próximo. Aquella se trataba de su presentación, y debía afrontarlo sea como sea, aunque tuviera que subirse a la tarima sola.
“Hoseok...”
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Ah, mierda. ¿Eh? No, no estoy llorando... solo me odio a mi mismo.
Ser una persona improductiva, día con día solo acarrea quejas y vacios profundos, de los cuales, desconozco cual es su límite.
¿Quiero cambiar? Tal vez, pero nada ha cambiado. La vida es aburrida sin ti. Sufro porque no puedo respirar como desearía. Ojala y alguien puediera quitarme las emocioens que porto.
Lucho contra un enemigo que no puedo ver, pero nunca me abandonará.
¡Jodete!
Simplemente, me dejaré caer en las profundidades.
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—¿Dónde estás? —la angustiosa voz de la azabache podía sentirse al instante, porque se encontraba desesperada en busca de su amiga por cada rincón de la institución.
—Yerin... —tanto asi, que incluso ignoró el timbre de Taehyung quien se encontraba llamandola hace un buen rato.
Siendo el más alto completamente ignorado por ella, quien lo paso de largo enceguecida en su afán de encontrar y cerciorarse de que Sinb estuviera bien.
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—Lamento estar aqui.
—¿Por qué? ¿a caso viniste por mi? —cuestionó Sojung— Agradeceria pensar que la respuesta es negativa, y que simplemente viniste para apoyar a Yuna y a Hoseok. —el contrario afirmó con su cabeza por lo que ella suspiro— Me alegra oirlo. —dicho esto estaba más que dispuesta a voltear para poder avanzar pero su voz la detuvo.
—Sojung, también vine por esa chica, no negaré que una parte de mi esta aqui por ella. —susurro casi inaudible, cabizbajo.
—Namjoon...
—Se que me comporte como un idiota, lo admito y si quieres que me disculpe con Seokjin lo haré. Realmente me disculpare pero..
—No lo entiendes. —fruncido el ceño, ladeo su mirada para verlo por un breve instante, realmente dolida— No es tan simple. —y con un brillo en sus ojos, volteó alejandose antes de que sus lágrimas le traicionaran.
Sin ser consciente, de que se llevaba consigo, mucho más que su pena, el corazón del mayor entre sus manos.
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—¡Yerin espera! —tomó de su mano deteniendola, esta volteó con sus ojos empapados en lágrimas.
—¿Taehyung? —sobo su nariz confundida— ¿eres tú? —al más alto le dolió tener que apreciar su aspecto en aquella condición, y simplemente la abrazó con fuerza— Tae...
—Todo estará bien. —aseguró con su respectivo timbre de voz, acariciando su cabello e inhalando su dulce aroma.
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—La última presentación sera dada por los mejores alumnos del departamente del último y ante último año de danza, un fuerte aplauso para ellos. —comentó la directora quien no se encontraba para nada informada del pequeño detalle, y los aplausos no tardaron en hacerse audibles.
La mirada de los presentes se centro en aquel escenario artístico, el silencio inundó el lugar junto al juego de luces que se apagaron en perfecta sincronización dando mejor clima, drama y entonación a la última pieza del día.
Yewon se encontraba sentada al lado de Yuna, ambas sin poder comprender del todo la situación, Jin y Yoongi se encontraban preocupados al saber respecto a la ausencia de Hoseok.
Sojung por su parte se acercó con tristeza hacia algún asiento para poder presenciar el último acto, detrás suyo podía sentir la atenta mirada de la persona que más le desgarraba, Namjoon.
Tae sostenía las manos de Yerin, las cuales temblaban debido al nerviosismo al no saber nada respecto al paradero de su amiga, e ingresar al salón de artes nuevamente, y es que la conocia a la perfección. Eunbi no era el tipo de chica que se deja vencer fácilmente ante la adversidad, la conocía lo suficiente para confirmarlo, aun así, ¿cómo haría esto por ella misma, sola?
La pista logro oírse, su melodia lenta y melancólica se apropio de cada uno de los espectadores.
Podia distinguirse aquella contextura delgada y fina acercándose al escenario, revestida por un bello vestido blanco al estilo camison, y los ojos de Yerin titubearon al verla. Ya que esta podía sentir su miedo, el dolor, puesto que lo que debia solo ser una interpretación, se transformó en una ante sus propios ojos.
Eunbi verdaderamente comenzaba a sentir cada una de las notas y cada párrafo de esa preciosa melodía. Su propio cuerpo en conjunto con las expresiones faciales de su rostro lo transmitían sin lugar a duda, obligando a que el agarre de manos que compartian Yerin con Tae se hiciera mucho más fuerte por parte de la azabache.
I hate you, i love you, I hate that I love you.
Eunbi se encontraba deslizandose en el suelo de aquel escenario, su juego de brazos y pies era impecable, demostraba con cada extremidad de su cuerpo el más puro sentimiento ambiguo, efimero y anhelante. Desgarradoramente.
Los mechones rubios y largos de su melena se deslizan al son de la instrumentación, cayendo con libertad por su rostro y laterales. Lentamente fue reincorporandose, pues en las prácticas era el momento en que figuraría la caballerosidad de su acompañante, para que ambos se volvieran uno con el transcurso de la canción, pero el corazón de ella se encogía titubeante y deplorable.
“Debía ser fuerte.” —era lo que se repetía mentalmente.
Poco a poco notó dichos pasos acercándose hasta ella, junto al cambio exacto en la melodía, de la mano de aquél remix lento y doloroso, llena de dudas e ilusiones levantó su mirada a la espera de él.
Te dejaré marcar el ritmo...
I miss you when I can't sleep.
Y entonces, sus ojos se encontraron.
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