—Hey, —la menor volteó al oírme, con una sonrisa me acerqué para preguntar— ¿estás emocionada?

—Más bien nerviosa. —sonreí.

—Lo harás increíble, —estire la mano para rodear la suya con gentileza— recuerda que no estas sola.

Ambos logramos escuchar un forzado carraspeo de garganta, y volteamos a ver, Yuna rápidamente se libro de nuestra unión para sonreír.

—Unnie, ¿estás aquí? —su sonrisa sólo consiguió intensificarse aún más al presenciar el rostro de la mayor.

—¿Crees qué me perderia tu magnifica presentación? —Sojung nonna sonrió para mostrar el ramo de flores que poseía entre manos.

—Woah~. —la azabache esbozó con emoción— ¿Son para mi?

—¡Claro! —la rubia se las entregó con alegría para abrazarla.

—Unnie...

—También traje un ramo para Rinnie, —se separo de ella levemente para buscarla con la mirada— ¿en dónde esta ella?

—Esta terminando de arreglarse, unnie son muy hermosas. —volvió a rodearla en un abrazo— Kamsanida.

Sonreí al presenciar la unión de un par de amigas que no se veían hace un par de años, y aún asi, siguen manteniendo el mismo trato. Nada cambio entre ellas, nada pudo derrumbar las bases sólidas de una genuina amistad.

Indudablemente, me recuerda el peso del pasado, cuando todos sonreiamos genuinamente. Apreciando cada momento, por más pequeño que logrará ser.

Yuna te ves preciosa. —esboce una sonrisa cuadrada.

••••••

—¿Por qué sigues aquí todavía?

—Trabajo, ya sabes. —observe fijamente el papeleo sobre el escritorio.

—Joonie...

—¿Jonnie? —eleve la mirada por el timbre emprendido en la oficina, esta sonrió dulcemente.

—¿Qué haces aquí? —dejé caer los papeles sobre la mesa con frustración.

—¿Por qué debes conocerme tan bien Ailee?

—Porque eres mi amigo. —respondio con una sonrisa genuina para sentarse frente de mi— ¿No harás nada?

—¿Qué puedo hacer? me pidió tiempo, la escuchaste. —lleve mis manos hacia mi cabello, agotado.

—¿Y vas a rendirte? —le mire con auto compasión— Namjoon, te comportaste como un completo imbécil, es obvio que Sojung se sentiría herida. ¿Qué esperabas?

—¿Y tu qué esperabas que hiciera? 

—Dime, sinceramente... —la castaña se tomaba su tiempo antes de hablar, era cuidadosa pero demasiaso frontal— ¿eperabas qué al enterarse corriera a ti para abrazarte? —retruco tal cual pense que lo haría.  

—Ailee, hyung siente algo más que una amistad por ella. —relamiendo mis labios me obligue a ser fuerte y exteriorizarlo— Se que Sojung siempre dudó de sus emociones, ella...

—Te eligió a ti. —estiró su mano para tomar la mía— Aún si dudase en su corazón, se jugó por ti. —baje la mirada con arrepentimiento, porque sabia que tenía razón en todo lo que decía.

—¿Lo arruine cierto?

—Mhm... —asintió con una risita incómoda— Yendo más lejos, —se acercó un poco más para llegar a posar su palma sobre mi pecho— a lo verdaderamente importante. Si la quieres, —una delicada y bella sonrisa adorno sus labios— lucha por ella.

Sonreí agradecido, mi pecho bombeo del dolor y la conmoción.

—Gracias Ailee. —susurre, pero esta negó.

—Tienes un lugar donde ir, ¿no es así? —asentí levemente para alejarme de su mano y tomar mi abrigo.

—Deberia ordenar la oficina...

—Vete. —volvi a verla, apenado por este favor pero me regalo la mejor sonrisa— Dejame el resto a mi.

—Te lo debo. —sonreí ampliamente para desparramar su cabello y alejarme casi corriendo.

Aprecie el reloj que poseia sobre la muñeca.

Aún tengo tiempo para llegar al festival.

••••••

Esta mañana puedo decirlo, la añoranza regresa, vuelvo a soñarte y es que realmente te extraño Bunny.

—¡Oppa~! —volvi a verla detrás de mi, para tomar mi mano, enrollando nuestros dedos a la par, sonriendo— Hay que irnos.

—¿A dónde? —frunci el ceño, tomado por sorpresa y la rubia solto una risita adorable. Negó.

—Eres tan despistado. —balanceo nuestras manos en un dulce gesto de unión para acomodar su morral— Andando, el festival nos espera. —volteo el cuerpo para encaminarse conmigo a su merced.

Observe mi reloj, el instituto de ellos no quedaba tan lejos.

—Aun sobra algo de tiempo. —negó emocionada.

—Necesito todo el tiempo posible que queda. —le observé con desconfianza.

—¿Para qué?

—Quiero llevarles un presente, ayúdame oppa~. —por el desdichado timbre de voz que utiliza en conjunto al semblante de cachorro puede condenar la cordura de cualquier muchacho.

Quizás y ni siquiera se percató, ya que tan pronto emprendimos el viaje comenzó a parlotear de lo emocionada que se encuentra al ver a todos los chicos, pero la verdad es que su mano nunca soltó la mía. Y por alguna extraña razón, no queria que lo hiciera.

Su contacto era realmente calido, no me desagrada para nada.

Sonreí.

••••••

—Ya, intenta respirar. —reí a todo pulmón, pues la respiración de Sinb subia y bajaba frenéticamente.

Su mirada se encontraba mucho más seria de lo normal, y jugaba con sus dedos preocupada.

—No recuerdo haberte visto de este modo antes. Sinbie~. —sonreí burlona.

—¿Cómo puedes estar tan relajada? —mi sonrisa no se esfumo— Hoy cantaras delante de muchas personas. —cuestionó al recordar el hecho con su ceño fruncido.

—Y tu bailaras delante de ellas. —reí al ver su expresión para acercarme y tomarla de las manos— ¡Eunbi! eres increible en la danza, ¿por qué te preocupas tanto?

—Esto es importante, el profesor dijo que cerrariamos el festival, ¿sabes lo qué significa?

—¿Tiempo para comer? —negó sin fuerzas.

—Es el momento más importante. Ya sabes, el inicio y el cierre de cualquier evento, son los sucesos más importantes, es una gran carga. Pensé que podria pero estoy...

—Hey hey hey... —eleve las manos hasta posarlas sobre sus hombros, abriendome paso entre sus piernas para sonreír ante la fijeza de sus ojos— mí Eunbie hermosa, solo respira, anda.

Y asi lo hizo, obedecio para respirar varias veces, consecutivamente, despacito y en calma. Sonreí para acariciar sus hombros y mejillas.

—Lo haras increíble, como en cada ensayo. Como cada vez que pones tu lista de reproduccion y bailas a tus idols favoritos. —rei— No estarás sola, porque estoy aqui contigo, y también estará Hoseok oppa. —afirme para recordarselo.

—Tienes razon, él es un gran bailarin... lo haremos bien. —su cabeza asentia, pero todavia con preocupación— ¿Verdad?

Rode los ojos para rodearla entre mis brazos y brindarle asi un fuerte y seguro abrazó.

—Lo harán bien. —aseguro debido al tremendo dúo que conforman, para luego separarme lentamente de ella y observala en modo de amenaza— Prométeme que vas a escucharnos, ¿bien? —asintió no tan relajada pero por lo menos su respiración comenzo a regularse.

—Yerin terminé con el último adorno. —sonrió una de las chicas encargadas de nuestro vestuario y maquillaje, volteó agradecida para con ella.

—Sinb...

—Ve, descuida. —me sonrió— Estas hermosa Rinnie. —sonreí para rozar nuestras narices con ternura, como de costumbre.

—Tú reluces todavía más mi Sinbinie~. —ambas compartimos la risa, entonces me separé de ella para ponerme en pie y seguir a mi compañera, entre risas y bromas terminó de colocar ese hermoso detalle en mi vestido.

—¡Woah! —sonrei al ver el reflejo.

—¿Qué opinas?

—¡Es hermoso! —volvi a verla— ¡Eres una genia Joy!

—Mi modelo lo es todo, Yennie te ves preciosa. —sonrió detrás mío, entonces volteo para correr hasta ella y abrazarla, jugando con sus mejillas.

Sin haberme percatado de la atenta mirada que poseía un pequeño infiltrado en el vestuario de mujeres. El susodicho mantenía sus ojos fijos, única y exclusivamente sobre mi.

—¿Oh? —Joy fue quien se percato del mayor— Taehyung. —sonrió entre mis brazos— ¿Qué haces aqui?, ¿no crees qué se ve hermosa? Que digo, si es la más linda de nuestra clase... —parloteo entre sonrisas picaras, debido a que conocia perfectamente sobre mis sentimientos.

Mis mejillas ardían ante el brillo de tal preciosas gemas que poseía, cual cuento de hadas que solia desear, me sentía una princesa frente al principe de su vida.

Solo deseó... que no sea una bana utopía y si lo fuera, que dure por mucho más que solo unos ligeros minutos.