053

La brisa de la noche era tan agradable. El silencio inundaba el aire, lo único que se lograba oir era el transitar de los autos y las personas de su alrededor.

—Escuche que cantaras en el festival.—comentó casi inaudiblemente Jimin.

Asentí— No lo haré sola, Rinnie me acompañara. —sonreí.

—Ya veo. 

Ambos caminabamos a la par en silencio, la realidad es que no había un motivo o un destino al cual llegar sólo queria, caminar junto a él. Una vez más.

—Yuna... —voltee a verlo, pues ambos hablamos al mismo tiempo.

—Jimin... —nos observamos en silencio a la espera de que el otro diera el primer paso— Habla tú. —cedió mientras apreciaba el suelo al caminar.

—Estás viviendo en la casa de los Kim. —comentó a sabiendas de que se trata de una situación pública en el instituto. Asintió— ¿Tú...?

—Mi padre huyó de casa para no pagar la renta. —comentó sin pena alguna. Después de todo, lo conocía bien.

Mi sentido auditivo me permitió captar la frialdad en su timbre de voz, hablar de aquella figura paterna, de verdad le irritaba.

—Obviamente, eso también me incluye a mi. Fui dejado atrás, otra vez sin pestañear.

—No creo eso. —aseguro con suavidad, este volteó a verme— En lo personal, no creó que tu padre se haya olvidado de ti Jimin.

Y nuevamente, el silencio ganó.

—Muchas veces es difícil demostrar lo que sentimos, y preferimos huir ya que es mucho más sencillo que tener que confrontar la conmoción interna que padecemos. —resople por lo bajo— Que una persona no te escriba, que no te busqué, que no aparezca frente a ti... —negué— no asegura que dicha persona no se esté muriendo por hablar contigo.

Como es mi caso, pienso constantemente pero no puedo acceder a tu corazón. Solo me resta desear que si por causalidad me ves merodeando por alguno de tus pensamientos, abrázame, porque realmente te extraño.

—No estoy seguro, con él nunca se sabe.

Jimin... dejame abrazarte.

••••••

De camino a casa no podía sacar de mi cabeza dicha imagen de ambos, juntos.

La mirada en los ojos de Eunbi para con él, realmente logra oprimir este desventurado pecho.

No me cabe duda de que su corazón es un laberinto del cual no tengo noción alguno, sin dudas, es todo un misterio para mí.

Pero con respecto a él, sigo preguntándome lo mismo sin obtener respuesta fija a mi incógnita. Sus palabras resuenan en mis timpanos, pero no fue alguna afirmación, aquella tormentosa noche solo fue una suposición.

Jungkook, dimelo con claridad, ¿realmente la quieres?

—¡Hyung! —Tae sonrió al verme ingresar a la casa.

No podría tolerar que juegues con ella, pero se que no serias capaz. Porque mi dulce primo no es ese tipo de personas.

—¿Qué haces aqui Tae? —pregunté con curiosidad tratando de alejar los malos pensamientos que perturban mi cabeza.

—Vine a terminar un trabajo con Kookie pero... aún no llega. —comenta con un puchero— El colegio ya debería estar cerrando. —aseguro al ver la hora en la pantalla de su celular.

Nuevamente la imagen de ambos regresaba, aquella escena tan comprometedora y romántica que ambos interpretaban en primera persona.

—Ah, tengo una idea. —sonrió para comenzar a marcar.

—No lo llames Tae. —pedi con tardanza, pues su oreja se encontraba pegada al móvil.

Suspiré con cansancio para pasarle de largo subiendo las escaleras, en los escalones superiores me encontré con Jin bajando de estas en compañía de una bolsa de hielo que posaba sobre su labio.

—¿Sigue inflamado? —pregunté con preocupación, este asintió con desgano— Todavía no puedo creer que hyung lo haya hecho. —negué confuso.

—Ni yo. —cerró sus ojos al hablar— Ah~, realmente duele. —sonreí tontamente.

—Hasta tu piel es sensible, no te esfuerces, hyung recuerda que vives de ella. —palmeando su hombro le pase de lado para seguir subiendo.

—¿Tan temprano vas a domir? —le escuche cuestionar— Ya te pareses a Yoongi, ash... —no respondi nada al respecto.

Esta noche si me acostaré temprano, para soñarte un poco más de tiempo. Hwang Eunbi.

••••••

—Dejame de joder. —mufe con enojo, esta rió con mayor fuerza.

—En serio se veian pasionales...

—¡Yah! —voltee para arrojarle una almohadilla con brusquedad— ¡Jung cierra la boca! —di en el blanco,  obstruyendo su escandalosa risa.

—En serio... —alejo la almohada de su rostro para calmar su agitada respiración y poder sentarse sobre su cama en modo indio— ¿es tan dificil admitir que te gu...?

—No me gusta.

—Bueno, esta bien. —rodaba sus ojos— Digamos que sientes algo por él. —nego burlona.

—¿Y tú, cuando te declararas? —señale acusadoramente, por lo que su sonrisa se esfumo mediante un semblante entristecido en melancolía, y me maldije internamente— Yerin...

—Quizás el destino quiere que estemos lejos. —susurro con un mohin en su semblante— Tal vez para que acumulemos las ganas y cuando nos veamos, —se aferro a su almohada y sonrió para abrazarlo— nos desquitemos con furia salvaje. —para elevar su mirada con un semblante  depravado radiante en todo su esplendor.

—Eres asquerosa, piensa en otra cosa idiota. —ambas estallamos en risa a la par.

Yerin fue a bañarse, mientras que por mi parte me encontraba escuchando música con los auriculares puestos, la melodía acorde a las dulces voces de mi grupo favorito me relajaban.

La realidad es que pensar en el contacto tan cercano que compartimos por la tarde, me llena de dudas. Sino fuera por Yerin que ingresó a buscarme atolondrada como suele ser ella, interumpiendonos, la situación podria haber sido mucho más que peligrosa.

—¿Él planeaba besarme? —susurre para mo misma, sonrojandome al pensarlo— Reacciona idiota... —despavile todos esos pensamientos inadecuados.

Mi repertorio terminó para darle lugar a la siguiente canción. La misma que bailariamos a dúo en el festival, y mi semblante se entristecio al pensar en el mayor.

Hoseok...

—No logró entenderlo Bi, yo me juego la cabeza de que a él también le gustas. No entiendo que pasa. —recorde las palabras de Yerin.

Tampoco se cual es su motivo pero, se que algún día... tú y yo dejaremos de soñarnos para hacernos realidad a besos. Porque tú eres mi verdadero amor, ¿verdad?

••••••

Suspiré con cansancio para tomar el celular y marcar sobre el.

"Worldwide handsome"

Comence a teclear sobre su chat con preocupación.

Oppa ¿cómo estas?

Recordé una conversación que ambos compartimos en el piso de mi departamento. Como un flashback en cámara lenta.

—¿Me amas? —indague.

—Siempre. —aseguró para tomar mi mano acariciandola

—¿Y si engordo? —genere un mohin mientras jugaba con sus dedos.

—Rodaré contigo. —enrrollo nuestras manos para besar esta unión.

—¿Y si envejezco? —afine mis ojos para verlo sentado a mi lado.

—Compartiremos bastón. —una bella sonrisa me permitio vislumbrar sus perfectos hoyuelos.

—¿Y si dejó de amarte? —el dolor me afectó al pronunciar esa desdichada oración, pero este acarició mi cabello con ternura para descender hasta mis mejillas con amor.

—Me esforzaria en volver a enamorarte cada día. —susurro antes de besar mis labios.

Mi celular comenzo a vibrar.

"Worldwide handsome" Estoy bien Sowonie, descuida :3 ¿cómo estás? eso es lo que me preocupa t.t

Teclee con una leve sonrisa dr angustia para enviar el mensaje.

Estoy bien, por favor ponte pomada, descansa oppa!

—Oppa... quisiera saber qué demonios paso por tu mente. —solloce para frotar mí rostro con melancolía.

••••••

¿De dónde eres?

—De tu futuro más cercano. —sonrió para apretarme las mejillas.

Abri mis ojos al recordar aquella tarde de primavera en el jardín de su casa. Temo cerrar los ojos, porque revivo las memorias en cada sueño.

El último beso tuyo solo duro unos segundos, pero su recuerdo puede ser, dolorosamente eterno.

—Eunbi... —te extraño.

Senti mi cuerpo pesado por completo y como algun maldito aguijón, los recuerdos de la sonrisa y la exigencia de Sinb regresaban hasta mi; como el suceso de hace unas horas atrás.

—¿Realmente pensabas besarla? —me auto cuestione para cubrir mis ojos con el pliegue de mi brazo.

Sonreí al recordar el mismo leve sonrojó que adorno sus mejillas avergonzandola esta tarde. El embriagante aroma que desprende de su cabellera rubia, recordandome, la perfecta sonrisa de mi madre, un detalle acogedor pero doloroso a su vez.

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