050
—¡Ya basta!
—¿Me acabas de gritar?
—Yoongi, ¿qué ocurre contigo?
—¿Qué ocurre contigo?
Suspiró— Escucha, ¿cuál es el problema de que hable con Tae? es un chico muy lindo.
—Te contagiara su idiotez, no espera, tú a él.
—¡Ashh! Esta bien, de todos modos tenia planeado salir con Sanha hoy por la noche, asi que...
—¿El cachorro de la tienda? —últimamente sale mucho en su compañía.
—Es muy cute, ¿no crees? —sonreía como si fuera que aprecio la imagen de perro pequeño que se porta el rubio.
—¿Te gusta lo cute? —indague sin siquiera poder contenerme, esta asintió dudosa.
—¿A quién no? —no sonreía, pero sus ojos me revivieron a viejos tiempos y nuevamente su sonrisa volvió a reaparecer en mi mente.
Eunbi... mi dulce, pequeña y tierna Eunbie.
—Oppa, —tomó mi brazo para acercarse y ver mejor mi rostro— ¿estás bien? —no me dio tiempo a responder— Ven. —me obligó a seguirla hasta una banca— Te ves cansado, inlcuso tu piel se volvió más palida de lo normal. —un ligero mohin abordo sus labios.
—Estoy bien. —toque mi cabeza, realmente frustrado. El cansancio fisico nose asemeja al mental que esta niña me causa día con día.
—Siempre tan mentiroso. Cuando no te sientes bien sólo dilo, ¿por qué ni siquiera te esmeras en mentir decentemente? —mufo en cuanto su celular sonó y solto mi brazo para buscarlo del bolsillo de su tapado— Sanha bebé... claro... oye~. —comenzo a reir— Muy bien, cuenta con ello... si, adiós.
—¿Entonces te gusta? —honestamente, no sé ni porque se lo pregunto. Es mas que obvio.
—¿Ah? —sus ojos reflejan inocencia— ¿Hablas de Sanha bebé? Soy su nonna, oppa, él es como mi hermanito menor. —sonrío— Pues si, reconozco que me gustan los menores. —frunci el ceño— Ellos son más puros, no cargan con una libido fuerte y son más honestos que muchos hombres de mi edad o mayores.
—Hablas como si tuvieras la experiencia.
—¿Tú crees? Sera porque todos mis novios fueron un desastre, siempre creí que un hombre mayor seria el ideal para mí, pero con el paso del tiempo descubri que no simpatizo mucho con ellos. —creo que hervi de rabia en cuanto la escuche reir— Es un pequeño chiste~.
—Tsk. —volteé la mirada indiferente— No eres para nada divertida.
—¿Por qué estás molesto? ¿no tienes miedo a envejecer?
—Soy mayor es cierto, pero no soy tan superficial.
—Mhm~ ya veo. Pero aparentas mucha más edad. ¿Eso no te molesta? No creo que sea muy atractivo... —la miré de mala manera, por lo que estallo en carcajadas.
En unos pocos meses, esta niña se volvió mi propia rutina diaria, hablar con ella, ir al café en donde ella trabaja, oir su timbre entonar en medio de la melodía del piano, era agradable.
—Solo vete y ya.
—Tch, tch, tch. —sonrío— Oppa, ¿por qué no eres sincero de una vez?
—¿Con respecto a?
—Estas celoso. —sonrió.
—Claro que no.
—¿Estás seguro? —la incentive a que intentará acercarse, asi lo hizo.
—Tonta.
—Aigoo, eres un...
No sé a que le tengo más miedo, si a volver a verte o a no verte de nuevo nunca más.. supongo que, a que todo sea como en aquel entonces. Que se repita la historia, justo como a ella.
—Pues bien, saldremos juntos y me divertire mucho en su compañía. ¿Mhm? —fingia meditar en algo—Creo que hoy llevaré una falda corta, a San le gusta verme las piernas. —y con una sonrisa ponerse en pie para retirarse de mi lado, pero tomé su mano— ¿Qué sucede? —indago para bajar su mirada.
—Llovera hoy, no vallas desprotegida. —susurre para ponerme en pie y avanzar.
—¡Yoongi! —me detuve— Te declaró la guerra. —frunci el ceño para voltear a verla.
Ella avanzó los cortos pasos que nos separaban, y una vez frente a mi, sonrío con dulzura para besar mi mejilla.
—Caerás, lo sé. Asi que prepárate~.
••••••
Me encaminaba a la par de Irene mientras conversamos del proyecto siguiente, pero aquellas fuertes risas nos interrumpieron, llevandose toda nuestra atención.
Sojung y Namjoon se encontraban tomando un cafe en los pasillos de la empresa, ambos riendo y jugando entre ellos, claramente se notaba la atmósfera romántica que desprendía el ambiente, una que no puedo negar, y me duele.
—Kim Sojung, ella siempre consiguiendo todo lo que quiere. —susurro entristecida la azabache de labios rojizos.
Que triste es ver pasar los días y darte cuenta de que realmente nada dura para siempre, más si tienes el ejemplo de tu propio amor... unilateral claro esta.
Sonreí entristecido.
—Andando Irene. —me puse en marcha sin vuelta atrás.
••••••
—Tae, deja eso.
—Truly love~. —canturreaba juguetonamente.
—¡Yah! me avergüenzas —reí golpeandolo para que se tomara asiento de una vez.
—En serio es hermosa, ¡tú canción es hermosa! —sonrió sentandose a mi lado en el salón de ensayos.
—Gracias, pero todavía no estoy muy convencida.
—¡Es perfecta! —mostro su pulgar arriba, sonreí agradecida— Es increible que contarás en el festival, ¿harás un solo?
—No lo creo, la sumbaenim dijo que queria un dúo.
—¡Podria hacerlo yo! —sonrió emocionado.
—Eso seria lindo pero quiere un dúo femenino. —sonreí palmenado su espalda, realmente se entristecio al oirlo— Tae dime algo.
—¿Mhm?
—¿Sientes algo entre tú y Yerin?
—¿Yerin? —repitió, por lo que asenti— Mhm, es una buena chica muy linda pero no entiendo tu pregunta. —negó desorientado.
—¿Cómo la describirías?
—Pues... —sus ojos se iluminaron en un segundo— ella es muy linda, es carismática, bastante agradable, toda una soñadora, muy enérgica, de una sonrisa encantadora, ella... creo que ella... es muy hermosa. —sonreía atontado.
—Woah~. —volteó a verme volviendo a la realidad.
—Pero, —nervioso— ¿qué tiene que ver...?
—Ella te gusta Tae. —confese con una sonrisa genuina pero este palidecio— Aun no entiendo como no lo notas. Tus ojos al hablar de ella brillan, tu voz se ilumina y cuando estás con ella te pierdes más de lo normal. —sonreí— ¿En serio no lo notas?
—Yuju, no es asi... —cabizbajo—a mi me gusta alguien más.
Antes de poder contradecirle, la puerta se abrió. Ambos volteamos.
—¿Yerin? —el asombro se apodero de mi, por su lado, Tae levantó su mirada asustado, ella reverencio levemente.
—Yerin... —la miraba de mi buen amigo era directa.
—No sabia que eras tú. —sonreí emocionada para ponerme en pie.
—¿No te molesta? —negué.
—Para nada. ¡Me encanta!
—¿De-de qué hablan? —preguntó confundido y desorientado.
—La profesora Kang la escucho cantar y dijo que seria perfecta para el dúo. —voltee a verla— Dijo que tu voz es muy dulce. No sabía que contarás.
••••••
—Yewon no sabes lo que dices.
—Claro que lo sé, no soy tonta Min. —me ruborice— Me gustas. —desvió su mirada, y entendia que lo hiciera por incomodidad pero también sabia que habia algo mucho más serio.
Soy consciente de que él realmente siente algo por mi, lo creó con firmeza. Pero guarda un secreto, una herida profunda, un estigma que aun duele y desconozco.
—Se que mi amor puede ser pequeño... —me interrumpió llamandome por mi nombre, pero no importó— También se que tienes tu propia historia Yoongi, que algo te marcó, pero debes...
—¿Superarlo?, ¿olvidarlo? —sonrió escéptico.
—Superar no es sinónimo de olvidar, superar es darse cuenta que ya no va estar ahí para ti, pero que te hizo alguna vez feliz. —su mirada aún me era esquiva.
—Aunque asi fuera, —volvio a verme— no estoy seguro de querer dejarla ir.
“Dejarla ir.” lo admito, me dolió tener que oírlo de su boca, solo dos palabras resonaban una y otra vez, tristemente.
Tan frio...
—No importa si la espera es larga, cuando el destino es tu corazón, puedo esmerarme. Te lo dije, hago malas elecciones con los hombres mayores.
••••••
Tae quiso quedarse a ver la práctica vocal pero Yuju le pidió por favor que se fuera, a duras penas y logró su cometido.
—Tienes una voz preciosa Yerinie. —sonrió.
—La tuya es hermosa Yunie y de igual manera, la lirica es hermosa. —sonrei al releer una vez más.
—El amor, realmente te vuelve idiota. —susurro apenada.
—El amor es bastante loco de por si. —comenté, y ella volteó a verme.
—¿Qué crees de el?
—Que se hace mayor cada día, que extrañas y añoras de más a la otra persona, que siempre es uno el que termina sufriendo más que el otro, sin embargo, no importa... sólo te basta ver sonreír a esa persona especial. Con algo tan pequeño te conformas. —baje la mirada apenada.
Nuevamente mi mente y pensamientos divagan únicamente hacia una persona, el mismo chico alto de sonrisa cuadrada y semblante sereno.
—Esta canción... —eleve la mirada— se la escribi a mi antiguo amor. —sonrió con nostálgia.
••••••
Detrás de una canción favorita, siempre se esconde una historia no contada.
Nos encontrabamos recostados sobre las cerámicas del salón de prácticas, escuchando el repertorio de Sinb.
“Dije que te atraparia si caias, y si se rien que se jodan, entonces te levante de estar de rodillas, volví a ponerte en pie solo para que te aproveches de mí.”
¿Qué sentido tiene el tiempo? si cada minuto que estoy sin ti, son miles de instantes perdidos para mí.
—Que triste... —divague con la morada sobre el techo— cuando alguien que conoces, se convierte en alguien que conocías.
Recuerdo que fue en aquel instante, cuando yo me converti en un simple conocido. Uno que cambió en tan solo un segundo, fallandote a ti, mi pequeña Eunbie... lo siento.
—¿Alguna vez has visto la mirada de un perro abandonado en la calle? —preste suma atención a sus palabras, últimamente la escuchaba con atención, meditaba en su voz— Si lo has hecho, habrás conocido la tristeza en toda su plenitud.
—Soledad...
—Exacto.
Solía creer que la soledad era mi mejor amiga, pero en realida, solo es mi peor enemiga cuando suele encontrarme.
—La realidad es que... no es más grande quien más sitio ocupa, sino quien más vacío deja cuando se va.
No quise dejarte ir, mucho menos abandonar todo lo que dejamos detrás. Nunca querré dejar ir todo en lo que te falle mi galaxia...
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