046
Dicen que las cosas siempre pasan por algo... EunBi, te extraño tanto.
—Jungkook es suficiente, levantate. —ignoré la voz de hyung y seguí con mis ojos cerrados— Levantate, tengo que curar esos nudillos y ese labio partido.
—Seok, déjame dormir.
—Ahora. —senti el frio recorrer mi cuerpo, ya que el mayor me destapo, suspiré para abrir mis ojos y reincorporarme para asi poder sentarme sobre la cama.
Hyung se acercó con el ceño fruncido para poder ver mis manos y desinfectarlas con cuidado.
¿Por qué sigues siendo tan gentil?
—Hyung, ¿no te rendiras conmigo?
—No, nunca lo haré. —aseguró concentrado en las heridas— ¿Por qué lo hiciste?, ¿por qué tenías que golpearlo? —guardé silencio, para oir el suspiró cansado de su boca.
Quisiera poder mirar tu sonrisa frente a la mía. ¿Por qué debí perderte, cuando más falta me hacías?
—Jungkook debes entenderlo, ya pasó tiempo. Todos estamos esperando por ti, por el genuino y verdadero Jeon Jung Kook.
—Ni en mil años lo entenderé... —susurre viendo el cielo por mi ventana.
¿Por qué se fue cuando más yo la quería? Quisiera ser complice tuyo para toda la vida.
No es mucho lo que te pido, si el cielo te daría permiso, me conformó con solo un día.
Porque tengo tanto que explicar, tanto por lo que compensarte.
••••••
—¡Genial! —estire mi brazo para poder chocar los cincos con él y sonreír. Pero fui ignorada ya que apenas terminó, se dirigió por su botella de agua sin voltear.
Bajé mi brazo, con aquella triste opresión sobre mi pecho.
—Oppa, ¿crees qué lograremos terminar para el festival? —me forzaba duramente para entablar un diálogo.
En serio me encontraba ejerciendo un gran esfuerzo por creer que no se encontraba ignorandome por gusto, pero...
—Seguramente. —seco el sudor de su cuello.
... no parecia ser el caso. El Hobi que yo conozco, no es este.
—Tengo que irme, hablamos luego EunBi. —tomó su mochila para salir del salón sin siquiera voltear a verme.
—Hoseok... —susurre con dolor.
El timbre resono, tomé mi botella de agua para salir resoplando de la sala de prácticas.
No entiendo nada. No logró entender a Jungkook, no entiendo que pasó aquella noche, me aflije pensar que se encuentre solo. Y ahora, tampoco logró entender a Hoseok, acaso, ¿hice algo malo para hacerlo enojar?
Mi corazón duele. —pose mi mano sobre mi pecho realmente sentía una opresión en este.
—¡SINBIE! —la dulce voz de Rinnie llegó a mis tímpanos. Al levantar la mirada, la encontré junto a Jinjin y la parejita del momento, Daniel y Jihyo. Sonreí forzadamente.
Es duro cuando alguien especial comienza a ignorarte, pero...
—¿Cómo estás? —asentí para seguirlos, e ir con ellos conversando.
... es mucho más difícil cuando tienes que fingir que no te importa.
••••••
—¿Puedes mañana? —mis ojos se exparcieron, y me percate de aquella cabellera rubia, Sinb. A su lado, efectivamente se encontraba Yerin pero no estaban solas.
—Jinwoo. —susurre al ver como este ocasionaba su dulce risa.
—Tae... ¿me escuchas?
—¿Eh? Perdona Yuju. —sonreí avergonzado para volver a dirigir mi atención sobre la muchacha frente a mis ojos— ¿Qué decías? —la sonrisa se poso en sus finos labios al verlos pasar.
—¿Harás el equipo con nosotras?
—Pero Kookie... no quisiera dejarlo a un lado. —volvi a verlos, ella realmente se veía hermosa sonriendo.
—¿Y que te parece juntarnos en su casa para trabajar juntos?
—¿Con Kookie? —palodeci cuando Yunie asintió— ¡Gracias! —sonreí para volver a verla una vez más de reojo al pasar.
Es tan raro, pero me resulta más que imposible no verla, ya que ella logra acaparar toda mi atención.
Jung Ye Rin, ¿por qué te veo cada vez más?
••••••
Nuevamente aquí parado, observandolos, apareciandola.
Ella se ve tan bella, tan hermosa, tan llena de vida y alegria. Todo aquello de lo que nunca podre llegar a brindarle.
—Lo siento... Yuna. —susurre en voz baja, realmente apenado, dolido.
Me consuelo al pensar que lo que se encuentra para uno nadie se lo puede quitar, aunque pasen días, meses y tal vez años... —el reflejo de Eunha regreso a mi memoria— Por ello, creo que en el fondo siempre fui consciente de que Eunbie no era para mi. Nunca lo fue, su corazón siempre se alineó al de Kookie, pero a pesar de todo pronóstico, quise intentarlo, ganando un dolor constante y eterno.
Siempre me arrepentiré de no haber guardado mi amor egoísta dentro de mi, porque de seguró había otra manera, pero no quise buscarla.
—Jiminie~. —volteé ante el pequeño tacto de una mano sobre mi hombro. Como lo pensé, nuevamente, la tierna y dulce nonna que conocí hace poco se encuentra frente de mi.
••••••
Leí el mensaje que le envíe a Yuju disculpandome por no haberme podido reunir junto con Namjoonie y ella. Anoche le conté lo que pasó con oppa, ya que ella preguntó por nosotros, al parecer ya se había encontrado anteriormente con Nam y él decidió contarle.
Ella se sintió apenada, después de todo me negué a merendar con él para reunirme con ella.
Respondí el mensaje tranquilizandola, después de todo yo decidí no aceptar.
Suspiré pesadamente, una vez más mi corazón duele, se siente oprimido. Y es que recuerdo como se lo dije...
—Vine a verte Sojung, vamos a comer juntos. —comentó con seriedad, demandante al vernos, pero me negué— ¿Cómo? —frunció el ceño confundido— ¿Por qué no?
—Tengo planes oppa. —me levanté para tomar mis cosas y reverenciar ante Jin— Lo siento, será la próxima. —pase de largo, alejandome sin más.
No negaría que me dolió mucho tener que rechazarlo pero... pasaron semanas desde que apenas se acerca y puede hablar conmigo. ¿Por qué debería ceder solo cuando los planes nacen de él?, ¿qué hay de mi, de lo que yo quiero?
—¿Estás bien?
—¡Jin! —asentí para sonreír, sobresaltado, él frunció levemente su ceño, no me creía.
Ambos caminamos por la empresa, él me preguntaba de la comida con Yuju, agradecía que se reservara comentarios de lo sucedido ayer con Namjoonie.
—¿Jungkook cómo sigue?
—Es su tercer día de sanción, anda bien, eso creo...
—Debes apoyarlo, sabes que necesita de ustedes. —lo animé, este sonrío apenado.
Mis ojos se cruzaron nuevamente con aquel escenario, Namjoon y Ailee, ambos se veían tan bien juntos, tan cómodos entre si.
Mi corazón se estrujó al verlo acercarse a su oído para decirle algún secreto. Era normal, casi diario, él no tenía tiempo para mi como lo solia tener antes.
—Sojung... —el timbre de voz de Jin detrás de mí era casi un susurro.
La combinación del trabajo, las horas extras, el estrés y el nuevo grupo... resultaron ser una buena excusa.
—Lo se. —respondí sin animos de discutir o pasar por una charla motivacional.
No era justo, él se encuentra agobiado, pero... —ambos reían, demasiado cerca— Tú sigues por allá y yo por aquí, justo detrás de ti.
Uno de los dos está en el lugar equivocado.
—Andando. —pedí con mi voz agobiada, solo para doblar en aquella esquina y alejarme de aquel acontecimiento tan cotidiano.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top