045
Estos dos últimos días transcurrieron de un modo extraño, por un lado Jungkook fue suspendido y por el otro...
—¿Qué le ocurre a hyung? —preguntó Tae, a lo que Jimin solamente pudo negar con un semblante de tristeza.
... Hoseok se encuentra sumamente extraño. Últimamente merodea por los alrededores mucho más aislado que de costumbre, y no es nada típico de él.
La campana sonó, y la hora de receso dio por finalizada.
—¿Vamos Yuju? —volvi a verlo, Tae sonreía al verme. Devolví el gesto, pero mis ojos se enfocaron solo en él. Jimin.
El mayor se alejó con prontitud de nuestro lado, apartando su mirada.
—¿Estás bien? —asentí para poder seguirlo, pero mi cabeza sigue marchando.
Jimin y Hoseok me preocupan, e inclusive Jungkook lo hace.
—Todavia me pregunto que pasó con Kookie. —susurro un telepata y pensativo Taehyung para ingresar al salón. Sino lo conociera diría que es brujo, en fin, solo tengo algo en claro.
Esta tarde hablaré con Jin oppa.
Me sente sobre mi banco cuando aprecie la contagiosa y escandalosa risa de Yerin junto a su compañera de banco, adelante de ella.
Sinb por su parte se encontraba sumamente ida, en su rostro apreció el reflejo del cansancio y la evidente preocupación.
Tae observó el asiento de su costado, vacío. La ausencia de Kook era notoria para todos.
—Tae Tae, —este elevo su mirada rediriguendola a su banco— buenos días. —una sonriente Yerin le dedicó una de sus mejores sonrisas, formando también una en el contrario.
No pude evitar sonreír ante aquella dulce escena escolar.
••••••
—Unnie, hoy te ves radiante. —sonrió la pequeña Yuqi, por lo cual me apodere de sus mejillas.
Ambas comenzamos a jugar y reímos compinches a la par.
—Ahg, ¿ya no me invitan? Eso es algo triste. —una Jihyo se acercaba a nosotras desde atrás, esta finjia indignación al vernos.
Ambas nos dedicamos una cómplice mirada para a cortar la distancia y abrazarla a más no poder. Indudablemente, muchas más risas inundaron el ambiente hasta ingresar a nuestra oficina.
La puerta no tardo en abrirse detrás nuestro, permitiendonos ver el conocido, delicado y temido rostro de Irene, y a su lado un semblante amigo, Jin.
Mi sonrisa no se despegó de mis labios, ni siquiera por la mala actitud de Irene. No dejaria que nada ni nadie arrebatara esta alegría que me embriaga.
—Dejemos de jugar y empecemos a trabajar. —sentencio con su típica mirada seria para acercarse, tomar los archivos del escritorio y respectivamente salir del salón. Detrás suyo tuvo que salir Jihyo, brindándonos una sonrisa.
Yuqi suspiró asustada para correr hacia el equipo de sonido, alejándose de nosotros, y valla que la entiendo ya que últimamente se encuentra bajo mucha presión.
—Yuqi se está esforzando, lo hará bien. —comento Jin para animarme. Asentí sonriente ante el par de ojos que me observan con intriga— ¿A qué se debe está actitud tan positivista? —rei ante el comentario.
—Estoy feliz y decidí que nadie me arrebatará está alegria~.
—Ver a Yuju te hizo bien.
—Estoy pensando pasar por ella así merendamos juntas, ¿qué piensas?
—Mhm. No lo sé... —mi semblante se tenso un poco, escuche su risa y sentí sus manos sobre mis mejillas— Seguramente estará feliz de verte. —sonreí agradecida.
Recuerdo un detalle muy importante y es que antes de ayer Jinnie llegó tarde, casi no pudimos vernos, hablé con Yuju y ella me comentó que habían sancionado a Jungkook por unos cuatro días.
—¿Qué hay de los chicos? —pregunté con suavidad.
—¿Lo sabes?
—Poco y nada. —reconocí al verlo cabizbajo, con su mirada avergonzada, me acerqué para tomar su mano— Está..
—No está bien, se peleo con un niño dos años menor que él. No lo entiendo, ¿por qué hace cosas como estás? —su voz comenzaba a quebrarse, solo pude abrazarlo.
—Jinnie, no es tu culpa. Jungkook, aún tiene mucho por sanar.
—Pero... soy su hyung, prometí que lo cuidaría, que lo regresaría en si. —sorbio su nariz— Han pasado tres años, y él solo empeora...
—Esta avanzando de apoco, despacio, a su tiempo. No seas tan injusto contigo msimo. ¿Recuerdas cómo estaba solo hace dos años?
Asintió en medio de mis brazos, no me era imposible ver su fragilidad.
—Pero aún así, estoy fallando como...
—Shh shh. —le pedi silencio— No te lo permito, no a ti. No dejaré que te midas con tanta dureza.
—Sojung...
—Eres el chico más honesto y bueno que conozco. —me separé de él para verlo— Eres un buen ejemplo. —mi corazón comenzo a latir con fuerza— Eres...
—Sojung. —mis ojos se conectaron con los suyos, siento como mi cuerpo no reacciona, y nuevamente... estos sentimientos vuelven para confundirme, envolviendo todo a su paso.
La puerta se abrió, y ambos volteamos para encontrarnos con Namjoon de pie, observando.
—Namjoon... —pronuncio Seok con el inconfundible brillo en sus ojos.
—Seokjin. —saludo el más alto.
De un momento a otro, el silencio se apodero de la oficina.
••••••
—Bueno, entonces quiero verlos en pareja. Elijan a su compañero. —sonrió nuestro sunbaenim.
El baruyo comenzó a prolongarse en el salón de prácticas, todos se encontraban emocionados por el festival, corriendo para armar sus dúos con impaciencia.
Todos, excepto una persona.
Por mi parte, mentiría si dijera que no me causa ilusión el hecho de participar pero... el rostro inestable de Jungkook no abandonará mi mente con facilidad.
—EunBi. —regrese a tierra, noté al profesor llamandome en más de una ocasión, y sin más me encamine para acercarme hasta él.
—Lo siento sunbaenim. —me disculpe por la falta de atención, entonces me sonrió y volteo a ver a Hobi que se 3encontraba a su lado.
Sonreí al percatarme de la presencia del mayor, pero este solo queria esquivar la mirada.
¿Otra vez?
—Quiero verlos practicar juntos. —comentó con entusiasmo el profesor. La idea de poder ensayar junto a él me animaba y atolondraba en sobre manera. Sabria que sería grandioso.
Hobi tiene un talento y una pasión nata, tengo mucho que aprender y sobre todo exprimir de su naturaleza apasionada. Si Jungkook poseía técnica, Hoseok era el combo completo.
No pude evitar sonrojarme al pensar en un dúo nuestro a estas alturas, realmente me emociona esta idea.
—Disculpe sumbae, pero... —su timbre de voz cambio radicalmente, se oía en demasía apagada— ¿ella no haría un solo? —muy alejada de aquel brillo tan peculiar en él.
Sus ojos oscuros y esquivos, como sino quisiera interpretar una pieza conmigo... Dolió, y mucho.
—Si, pero quiero verlos juntos. Ella puede tener su solo y conformar un dúo.
—El año pasado forme dúo con Momo y todos quedaron encantados. —frunci el ceño ante el comentario abrupto e innecesario.
—Es cierto, pero la temática del año pasado era estilo hip hop. Chicos, ambos tiene mucho talento, quiero exprimir ese potencial, son dos apasionados y eso es lo que buscamos para la temática de este año. —sonrió encantado al dejar volar su imaginación— Y es justo por eso, que quiero que me sorprendan, jueguen y arman su propio tema, su propio color. —con un aplauso dio por finalisada la charla y volteando se alejó para ver a otros compañeros.
El silencio reino entre ambos con la llegada de su ausencia.
—Hoseok, ¿qué tienes en mente? —me force en cortar dicha hostilidad.
—No lo sé... veamos. —volteó para alejarse a un rincón y poner su música e intentar unos cuantos pasos.
Como siempre su técnica ers digna de admiración, sus pasos impecables, pero algo cambió en él, y es que su mirada ya no brilla. Ya no siento toda su alegría.
¿Qué ocurre contigo oppa?
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