025
Pasaron dos semanas, dos semanas en donde notó la tensión existente, Namjoon se ve feliz pero...
—Sowon deberías dejar esto. —comenté con preocupación.
—Yo... —sus ojos seguían puestos en aquellos dos, los cuales reían y conversaban amistosamente.
Realmente me dolía apreciarla en estas condiciones, se veía frágil y vulnerable. Tan preocupada, y sobre todo comenzaba a odiar presenciar la inseguridad que le envolvía.
—Sowon...
—Él no... —su tono de voz era tan bajo que podia descubrir el quiebre de este, suspiré para tomarla de la mano y alejarla de detrás de aquel ridículo pilar en el que se encontraba oculta cual niña pequeña.
Ignoré sus pequeñas quejas, y ambos salimos del edificio. Una vez a fuera, solté su mano y voltee para verla.
—¿Por qué dudas tanto?
—No es que dude, es solo que... —bajo su mirada— él... realmente se ve cómodo a su lado.
—No es lo que te preocupa. Tú crees en Ailee, sabes que clase de persona es.
—Lo sé. —sonrió avergonzada— No desconfío de ella..
—Exacto, estás desconfiando...
—Tampoco desconfío de él. —se apresuró a asegurar.
—Desconfias de ti misma. —complete mi observación.
La menor abrió sus ojos para terminar por desviar rápidamente la mirada y apretar su labio inferior. Un hábito que suele hacer cuando se encuentra en verdad apenada y preocupada por algo.
—¿Por qué debes hacerlo? —cuestione insatisfecho— So Jung, eres hermosa.
—Seok Jin... —sonreí para ser yo quien la interrumpiera esta vez.
—Vamos a comer, yo invitó.
•••••••••••••
—¿Lograste sacar todo de tu antigua casa?
—Si, lo hice.
—Perdóname Jimin. —negué.
—Gracias hyung, se que hiciste todo lo que pudiste para mantenerla estable.
—Aún así...
—Descuida. —sonreí levemente— ¿Sabes quién la compró?
Negó— Creo que una familia de cuatro personas.
—Ya veo... —susurre.
—¿Estás bien? —asentí levemente.
—Supongo que en algún momento iba a pasar, ni que tuviera la mayoría de edad para hacerme cargo. —comenté con una risa atrofiada por lo bajo.
—Oh, ¿Yuna? ¡Choi Yuna! —levanté la mirada para poder verla de pie en frente nuestro.
—A pasado tiempo oppa. —sonrió luego de reverenciar ante el mayor.
—¿Tiempo? ¡Eternidad diría yo! —hyung se acercó hasta ella para poder abrazarla sin más.
Cualquier persona que conoce a Yuna, sabe que en ella puede depositar todo su amor y confianza. Porque, después de todo, ella es amor. Aquella imagen logró perturbarme un poco más de lo que debería en verdad.
—¿Deberíamos ir a comer algo? Los tres, ¿qué les parece? —un animado Minhyuk sonreía a su lado. Me encontraba dispuesto a negar pero ella se me adelantó.
—Claro, conozco un buen lugar de comida. —sonrió.
—¡Andando! —Minhyuk volvió hacia mi, para empujarme unos cuantos pasos adelante.
Divisé la pequeña sonrisa en los delicados labios de Yuna, con un gran y amargo sabor.
•••••••••••••
—En serio eres un estudiante muy aplicado. ¿Verdad Yoongi? —su sonrisa alumbró el entorno mientras dejaba aquella taza de café sobra la mesa.
—¿Otra vez tarta? —cuestione todavía con la vista fija sobre la pantalla de la computadora. Y escuche su clara risa.
—Está vez es de chocolate. Creo que necesitas mucha energía para terminar esa partitura. —eleve la mirada hacia ella.
—¿Partitura? —sonrió para ser interrumpida por el rubio cara de feto.
—Nonna~. —llamó con ambas manos alrededor de su boca y una sonrisa estúpida en sus labios.
—Okey. —volteó a verme nuevamente— ¡Figthing! —con ambos puños cerrados y una sonrisa volteó para ir con su ‘amigo’.
Es inteligente. —observé la porción de tarta de chocolate, y eleve la comisura de mis labios levemente.
•••••••••••••
—¿Cómo está Jungkook? —pregunté y es que era consciente de la pesada atmósfera que nos rodeaba, y en verdad no quería incomodarlo más de lo debido.
—Mejorando, de a poco le notó mucho más animado, no es como si sonriera o sea entusiasta pero... —sonrió mientras ponía la carne asar— de pronto tiene ganas de asistir a clases y al club de danza, creó que es un buen progreso.
—Por supuesto que lo es. Me alegro mucho. —sonreí sinceramente— Él no debería seguir arruinando su propio cuerpo.
—¿Superaste tu rechazó? —alzó una ceja divertido.
—Mhm... supongo que no puedo odiarlo, aunque lo intentará... se que ella no lo odiaria. —afirme nostálgica.
—Ya ya ya, ¡huele está delicia! —sonreía emocionado— Apresurate y come. —sirvió carne sobre mi plato.
—Gracias Seok.
—Oppa, ¿por qué es tan difícil para ti decirlo? cuando eramos jóvenes lo decías con mucha más frecuencia. —corto el trozo de carne como todo buen caballero— Agsh, está juventud rebelde de hoy en día...
Sonreí cabizbaja, las emociones se mezclan dentro de mi pecho pero predomina una en particular. La gratitud.
—Kamsamida oppa~. —sonrió para volver a incitarme a comer.
Bunny, donde sea que estés... dime, sinceramente, ¿lo estoy haciendo bien? Te extraño tanto, mi dulce conejita...
••••••••••••••••
—Oh perdonen, debo responder. —Minhyuk se levantó para salir y asi poder contestar su teléfono.
Con la fuerte ausencia que dejó la radiante presencia del mayor, un silencio tenue acaparó el ambiente.
Tomé entre mis manos la cuchara para darle una cucharada a mi plato de sopa.
—¿No esta rica? —asintió con su cabeza— Que raro, porque no has probado ni un solo bocado. ¿Seguro no está salada? Eres intolerante a la sal si mal no recuerdo. —sonreí— Déjame probar. —me acerqué un poco hasta su plato y con mi cuchara tomar un poco de ella— ¿Mhm? No, está bien, de hecho pued...
—¿Por qué haces esto? —por fin escuche su bella voz, al fin me habló.
Poco y nada me dirigió la palabra desde que llegamos a este lugar.
—¿Qué cosa?
—No somos amigos. ¿Por qué hablarías y comerias conmigo?
—Jimin...
—Si me ves, ignorame, si nos cruzamos, sigue tu camino, si te preguntan por mi, no me conoces. Eso es lo que yo hago.
Fue verdaderamente triste oírlo pronunciar palabras tan duras y frivolas. Bajé la mirada por un momento, no tenía palabras que contrarrestaran sus puntos de vista.
Minhyuk oppa volvió a ingresar con una gran sonrisa en sus labios hasta nuestra mesa.
—Perdonen chicos, ¿de qué hablabamos? ¡Ahh! volviste a Corea este año, ¿cómo la pasaste en...?
—Oppa, lo lamentó mucho. —levanté la mirada para con él— Pero debo irme.
—¿Qué, por qué? Pero sino has comido casi nada y... —negué.
—Comi lo suficiente, pero recordé que quedé en reunirme con un amigo, en serio lo siento. —me puse de pie dispuesta a pagar.
—Oh es una pena, en ese caso espero que podamos volver a hablar en otra ocasión. —también se puso de pie para bajar mis manos e impedir que tomará el dinero— Es por mi cuenta. —sonrió.
—No seas tan formal, eres mi amigo. —sonreí— Muchas gracias y adiós oppa. —me aleje de la mesa para cruzar por el pasillo y salir de la casa de comidas.
¿Por qué sigo queriendo actuar bien delante de él? Es cierto, no somos amigos.
—Ashh. —cerré mis ojos— Tonta...
—¿Yuju? —voltee ante aquel timbre reconocido de voz.
—Tae... —este se acercó a mi con su típica sonrisa cuadrada— ¿Qué haces por aquí?
—Sólo pasando... —rasco su nuca apenado— ¿y tú Yunie?
—Mhm...
••••••••••••••••
—Oye, ¿hablas en serio?
—Tsk, otra vez. —me alejé para volver a poner la canción. Jungkook se puso de pie e interpretó aquellos últimos pasos.
Su técnica y movimientos eran precisos, bastante perfeccionismo pero...
—Se que lo hice bien. —sonreí.
—Es cierto. —me acerqué para desconectar el celular del parlante.
—¿Pero? —cuestionó mientras tomaba un poco de agua.
—Jungkook, ¿te gustan los vídeo juegos? —parpadeo un par de veces ante la pregunta. Sonreí.
••••••••••••••••••
—¡Sinb! —reproche al verla ingresar por la puerta— ¿por qué llegas tan tarde?
—Perdona. —sonreía.
—¿¡Sabes lo sola qué me senti!?
—Debías estudiar, y sabes muy bien que no puedes hacerlo si hay alguien alrededor. —comenzó a descalzar sus zapatillas— Pierdes muy rápido la concentración.
—¿Por qué eres tan fría conmigo? —arrojo su mochila por la sala.
—Un simple "yo también te extrañe" hubiese sido suficiente. —hice un puchero exagerado cruzando mis brazos debido a su buena imitación de mi voz.
—Si, es cierto, te extrañe. —le oí ingresando al baño— ¡Idiota! Ashh... —patee su mochila la cual se encontraba abierta— oye, ¿y este cómic?
—¿Mhm? —sonrió con su cepillo de dientes en mano— Me lo gané... —volvió a ingresar al baño.
—¿Cómo? —quise seguirle pero trabó la puerta detrás suyo— ¡Oye! ¿¡De quién o qué es!? —logré oír su pequeña risa.
—Yerin deja de gritar hija. —me sonrió algo abrumada.
—Perdoname omma... —me disculpé.
—¿EunBi acaba de llegar? —asentí.
—Está lavándose los dientes.
—Bueno dejala asearse tranquila, prepararé la cena, ve a ponerte el pijama. —sonrió para dirigirse hacia la cocina.
Asentí cabizbaja, encaminadome con el cómic entre mis manos.
No es uno que leería Sinb pero... ella ama estas cosas.
Mi celular sonó tomándome por sorpresa. Me acerqué hacia la mesa de luz para tomarlo y sonrojarme debido al remitente.
TaeTae♡
¿Te sirvieron mis apuntes? Espero que si >~<
Una boba sonrisa se apodero instantáneamente de mis labios, iluminado mi semblante y acelerando las palpitaciones de mi corazón.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top