023
—Vamos Kookie, es sábado sal con nosotros. —suplico Hoseok y me negué una vez más.
—¡Oye! —el grito de Seok nos obligo a voltear— El único cortante aqui es Yoongi, y es suficiente. —reprochó— Cambiate y vámonos.
—Pero no quiero ir. —replique.
—¿Tienes algo más interesante que hacer? —cuestionó Yoongi.
—¿Y qué hay de ti? —eleve una de mis cejas— ¿Tú si irás?
—Tengo que prepararme para un parcial.
—Woah, ¿Yoongi estudiando? —el semblante asombrado de Jin le obligó a rodar sus ojos— que alguien me golpee...
—¿¡Hyung hablas en serio!? —sonrió Hoseok animandole.
—¿A quién vas a matar? —preguntó Jimin con ironía.
—Idiotas. —mufo antes de voltear y alejarse de nuestra desagradable presencia.
—¡Oye! —exclamó el mayor— ¡Cuidate! —negó con una evidente sonrisa.
—En serio Kookie, ven con nosotros. —suplicó persistente nuestro Hobi— Tae ya nos canceló con anticipación, ahora hyung se baja por si solo, no puedes dejarnos también...
—¿Por qué Taehyung no quiere ir? —el de sonrisa brillante se encogió de hombros con un mohin antes de continuar.
—No lo se, solo dijo que tenía algo así como un compromiso.
—¿Compromiso con quién? —pregunto interesado Jimin.
—Saldrá con Yuna esta noche. —ingresó Namjoon a la sala de estar para tomar de la mesa unos cuantos snacks— Sojung fue al baño. —comentó con una sonrisa para llevarse de a uno a la boca.
—¿Yuna? —pregunto con asombro Hoseok e instantáneamente gire para ver a Jimin.
No es que me preocupara por él pero... —negué con la cabeza y volvi mi atención sobre los mayores— Tampoco es asunto mío, asi que solo olvídalo Jungkook.
—Me alegra que hayan venido. —aseguró con una sonrisa para verlos, por supuesto que más a Sojung quien recién ingresaba al living.
—Me alegro que me hayan invitado. —la castaña sonrió apenada a la par de su amigovio— Jungkook, pasó tiempo.
—Mhm... —asentí desinteresado— Nos vemos luego.
—¡Oye! —el grito de Hoseok se hizo escuchar, pero lo ignoré, lo último que quería era confrontar a la mejor amiga del bello ángel que destroce.
Para una situación como esta, verdaderamente necesito no estar en mis cinco sentidos. Y eso tampoco sería nada bueno.
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—Gracias. —sonrió la mayor con una sonrisa para retirarse.
—De nada. —reverencie para girar y limpiar la maquinaria, pero en cuanto escuche el sonido de la puerta abriéndose, voltee— ¡Buenas tardes! —pero la sonrisa en mi rostro se esfumo al verlo.
—Umji... —el timbre de su voz a la par del conjunto de unos ojos suplicantes, me obligó a volver a sonreír, a duras penas.
—¿Qué le sirvo cliente?
—Umjie, por favor...
—Café americano. —voltee para ver más haya de Changsub.
—Yoongi... —susurre debido a la sorpresa.
—¿Te quedarás ahí parada? —el azabache no tardo en sentarse en una mesa para sacar de su mochila una computadora.
—¡En seguida vuelvo! —sonreí para voltear con verdadero ánimo, olvidandome por completo de la presencia de Changsub frente a la caja.
Yoonie, de verdad me alegra que estes aquí justo ahora...
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Yuna y Taehyung reían mientras conversaban a la par, valla que se nota la gran confianza que comparten entre ellos.
—Deja eso. —susurro cerca de mí oído.
—¿Qué cosa? —indague para desviar la mirada de aquellas dulces y compinches sonrisas.
—Deja esa imagen de cachorro abandonado en medio de un día lluvioso. —voltee a mi costado para verla con el ceño fruncido.
—A ti te gustan los cachorros.
—Podría abrazarte. —extendió sus brazos con una cara adorablemente mamona.
—Que más da... —suspiré resignada— puedo regresar al tortilleo. —y con una sonrisa no dude en lanzarme encima de mi linda y rubia mejor amiga. Derribandola en el acto.
—¡Oye! —desde el suelo comenzó a moverse para ambos lados errática, mientras me esmeraba en un vano intento por besarle— Yerin... ¡idiota! ¡corta el royo!
—¿Por qué? ¡Dijiste que eras mía!
—¿¡Cuándo dije eso!?
Las risas comenzaron hacerse oír, Yuna y Taehyung no contenían las sonrisas al vernos.
—¡Oye! —me queje encima suyo, deteniendole con fuerza entre mis brazos— ¡No juegues con mi corazón!
—¡Eres tú idiota! —se quejo para cerrar sus ojos alejando asi su rostro lo más que pudo de mis labios— ¡Eres muy pasional!
—¡Solo contigo! —frunci el ceño molesta— Asi que dejame besarte, ¡yah!
—Woah, con que eres lesviana. —ambas giramos para ver al susodicho— Eso explica muchas cosas.
—¿¡Kookie!? —Tae gritó emocionado al percatarse de la presencia de su mejor amigo.
Jungkook volteó para verlo y analizar así el escenario a su alrededor. Tae se encontraba de pie a un lado de Yuna, y por nuestra parte, yo me encontraba encima de Sinb recostadas sobre el suelo en un parque público.
Si, en definitiva, esto era una maldita cita doble, de la cual Jung Yerin es el mar tercio.
¡Maldición Eunbi! ¿Por qué demonios me trajiste hasta aquí?
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—¿Estudias? —divise como la menor depositaba un plato con un pequeño pedazo de tarta de frutilla.
—No lo necesito. —respondo para seguir concentrado en el teclado.
—Necesitas más azúcar. —el timbre de reproche en su voz se hizo oir.
—Eres un chico dulce, crees ser frío pero no es asi. Eres muy dulce oppa~.
Levante la mirada hacia ella.
—Pides el americano amargo, necesitas subir tu nivel de azúcar. —sonrió— Descuida es una invitación de mí parte.
—¿Por qué?
—Porque... me alegra verte. —volvió a sonreir con simplesa.
—Señorita... —llamó un cliente desde la otra punta del local.
—¡Voy! —pero antes de marchar volteó a verme— Figthing~. —levantando su brazo, cerró su puño para sonreír y animarme antes de alejarse.
—Te alegra verme... —repetí pensativo, observandola con atención, sus formas de atender a los clientes, el tacto dulce y apacible, sin olvidarme de aquella sonrisa descuidada que no temía en brindar a su alrededor.
Sin duda alguna, Kim Ye Won era una chica dulce y no le molestaba para nada hacerlo lucir.
Entonces comprendo porque capta la atención de las personas a su alrededor, aunque debo admitir que había una persona que resaltaba sobre el montón. El idiota que la hizo llorar con anterioridad, no dejaba de admirarla cual preciosa obra de arte realizada sobre cartón, la cual perdio sin duda luegode una noche tormentosa.
—Changsub, ¿quieres ordenar algo más? —pregunto con su atención fija sobre el anotador.
—Umji... quiero que hablemos, por favor. —le dedicó una leve sonrisa cordial.
—Lo lamento, pero no es algo que pueda hacer. —reverencio— Tenga un buen día. —volteó para alejarse.
—Espera, aún no pague...
—No se preocupe por ello, va por mi cuenta.
—Yewon no es... —pero ella ya no le permitió continuar, más bien se alejo con la misma radiante sonrisa en sus labios.
De verdad resulto ser una niña fuerte y única en su particular forma.
Sonreí para darle un mordisco a la porción de frutilla. No se porque, pero su sabor era incomparable.
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Nos encontramos recostados sobre el pasto. Tomando café mientras conversamos sobre trivialidades, reíamos de las vergonzosas anécdotas que Yerin cuenta sin pena alguna sobre nosotras.
—Se conocen desde niñas y han pasado por tanto juntas. —Tae sonrió al contemplar la chispa en los ojos de mi amiga— En serio es divertido ser ustedes.
—Cierto, yo no logró recordar tantas anécdotas divertidas mías o de alguna de mis amigas... —comentó pensativa Yuna.
—Eso es porque no tienes amigas. —acotó Jungkook con seriedad.
—¡Kookie! —por lo cual no tardó en reprender Taehyung.
—Descuida, él tiene razón. —lastimosamente, Yuju sonrió aplacando la buena atmósfera por completo.
—Claro que no. —mencioné con certeza, por lo que todos voltearon a verme— Yo soy tu amiga Yuna. —y con una sonrisa complete— Nosotras lo somos, ¿no es asi? —volvi a mi lado para ver el semblante de Yerin.
—¡Claro! —no dudo en asentir con una sonrisa. Por lo que me sentí mucho más tranquila, al parecer mi amiga regresó luego de semanas.
—Gracias chicas. —sonrió la más alta apenada.
—Y también tienes a Yewon unnie. —recordó Yerin para ponerse el bleiser que traía consigo debido a la fresca brisa que comenzaba a elevarse.
De pronto la amenidad volvió a resurgir, los tres conversaban a la par de unas cuantas risas, me senti aliviada pero no por ello no volvi para ver de mala manera a Jeon.
—¿Tienes algo qué decir?
—No, porque lo he dicho antes. Eres un idiota. —sonrió ladino.
—No mentí, —se encogió de hombros— las únicas amigas que tuvo desaparecieron. Sus relaciones no se mantuvieron.
Tanta frívolidad le envolvía, embelesado por la soledad que padecía muy en el fondo. Porque ante mis ojos, el más solitario resultaba ser él en vez de ella.
—Pero no está sola, nos tiene a nosotras, inclusive a Tae.
—Claro. —soltó una sutil risa por lo bajo.
—Y también a ti. —volteó su rostro para verme.
—No soy su amigo. —declaró sin más.
—Claro que lo eres. Solo que aún no sabes como reconocerlo. —sonreí.
—Niños, comenzamos con las atracciones. —apuntó Rinnie para voltear a vernos.
Cierto, el punto principal de esta salida era conocer el nuevo parque de atracciones que abrió recientemente pasando el centro.
—¿Qué? pero... —aprecie la inseguridad de Yuna de repente.
—Claro que si. —con una sonrisa Tae no dudo en animar a la más alta y apelar a la petición de mi mejor amiga.
—Bueno, andando entonces. —recompuse mi cuerpo para ponerme así de pie, al unísono que los demás, claro a excepción de él—¡Vamos Jungkook! —estire mi mano, a la cual miró dudoso.
Sonreí para tomarlo por la fuerza, obligándole a ponerse en pie. Guste o no, hoy saldrá de su maldita zona de conforte.
—¡Go go bebé! —animaba Yerin entusiasmada.
Sonreímos de camino a la estación de tren, la cual no quedaba muy lejos de nuestra actual ubicación. En dicho camino a nuestra estación correspondiente, los muchachos reían y jugaban entre sí.
En cuanto el tren llegó, subimos para dividirnos momentáneamente. Ellos tres se dirigieron hacia los asientos pero observé como Jung se negaba a seguirles, Tae rendido avanzó sin más, y por mi parte le seguí al centro donde quedo de pie.
No pude evitar alegrarme al contemplar como a Rinnie comenzaba a menguarle su tristeza. Sonreí al verlos.
—Realmente te gusta tu amiga.
—Si, me gusta mucho. —sonreí de pie a su lado y todo debido a la expresión facial que se apoderó inconscientemente de si.
—Llegamos, llegamos... —Rinnie comenzaba a dar leves brinquitos desde su asiento en compañía de Yuna y detrás de Tae quien sonreía debido a la emoción de la menor.
—Le gustan mucho las salidas en grupo, ¿no? —asentí.
—Ama relacionarse con sus amigos y adora los juegos extremos.
Luego de un par de estaciones, bajamos para encaminarnos al fin a la entrada principal del parque de atracciones.
Yerinie comenzó a corretear por todo el camino, Tae sonreía al verla, y dicha sonrisa en él me pareció en verdad muy linda.
Era más que obvio que a diferencia de los celos infundados de mi posesiva amiga, unas cuantas chispas de magia fluian sobre ambos, de más esta decir que la muy tonta no se percataba.
—Vamos Yunie. —el de tes canela le ánimo por lo intranquila que se veía, le extendió su mano y ella la aceptó con una mejor seguridad.
—No quiero subir. —escuchamos detrás nuestro y volteamos a verlo.
—Siempre tan aguafiestas Kookie. —negó un Taehyung ya algo agotado de la persistente manera de actuar de su amigo, adelantadose con Yuju de la mano.
Inevitablemente el semblante de Yerin decayó, ensombreciendo un poco, por mi parte le dedique la mejor sonrisa que pude en un dulce gesto por brindarle fuerzas.
—Vamos juntas Sinb. —volteé sobre mi eje para ver al arisco de Jeon.
—Rinnie, ¿te molestaría subir sola? —pregunté algo preocupada por su respuesta pero sorprendentemente, sonrió.
—Entiendo. —con una leve risilla continuó a susurrar en mi oido— Figthing~. —y salir corriendo.
—¡Oye no es asi! —suspiré resignada respecto a esa cabecita romántica suya, y solo voltee detrás— Vamos.
—No quie... —pero tomé de su brazo y lo arrastré corriendo detrás de ellos.
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