018
—Ya casi dos días... —rode los ojos ante su timbre bajo.
—¿Por qué estas tan alterada? —Sinb volteó a verme con el ceño fruncido.
—¿No te preocupas por Yuju? —giré mi rostro, realmente no quería hablar de ella— Rinnie... —el ruido estruendoso de la campana se hizo presenté.
Y literalmente, fui salvada por la campana.
—Hay que ir a clases. —sonreí nerviosa para adelantarme y asi evitar oirla llamarme por mi nombre completo.
Solo me largue a correr a toda prisa, cual mataron que en verdad deseará ganar.
¿Soy mala persona?, ¿una mala amiga? Tal vez lo sea.
—¿Ahh? E-espera ten... —tarde, pues choqué contra su pecho— cuidado. Yerin, —su sonrisa cuadrada no tardo en aparecer— ¿te encuentras bien?
Y una fuerte punzada se hizo presente...
—Si, con permiso. —reverencie en forma de disculpa para poder adelantarme.
Tal vez lo soy... una muy mala y egoista amiga.
••••••••••
—Muchas gracias Jin.
—Descuida, pero dime, ¿cuento contigo este sábado?
Dubitativa pense mucho al respeto y valla que lo notó.
—Prometo que será distinto. —antes de que pudiera negarme continuó—Por favor... —no tarde en acercarse un poco más cerca, con el típico rostro de cachorro abandonado a su suerte y suplicar— ¿Si?
Suspiré rendida, porque sere un maldito cliche, pero el intento de ojos tristes cual gato con botas, simplemente me puede.
—La última vez no salió nada bien. —recordé.
—Lo sé, porque lo forcé todo... —reconoció cabizbajo y apenado.
—No fue tu culpa.
—Últimamente no estoy para nada seguro de eso.
—¿Qué quieres decir?
—Soy responsable de él, ya que es mi hermanito.
Lo sé, siempre fue asi y se que siempre será así.
—También noto como Yoongi se esta cerrado conmigo, más de lo usual... y eso me preocupa tanto.
—Te asusta. —elevo sus ojos destilantes de preocupación.
—¿Tanto se nota?
—Siempre fuiste así. —parpadeo un par de veces sin comprender— Tú familia es tu prioridad, algo les pasa a ellos e indudablemente eso te afecta a ti. No necesito mucho tiempo de conocerte para saberlo.
—Son lo unico que tengo. —susurro angustiado.
Te entiendo a la perfección.
—¡Unnie~!
La sonrisa de emoción y los ojos de sorpresa de mi dulce Eunbie siempre me acompañarán.
—Por favor... —le miré, regresando a tierra ya no sabía como hacer para negarme.
Jin se apoderó de mis manos para acercarse y ejercer el poder de dichos ojos con anterioridad.
—J-Jin... —mi corazón se acelero de pronto, tan sólo por aquel tacto tonto e infantil me alteraba.
—Sowonie~, di que si.
Un pequeño tacto que para él es tan común. Tomar mis manos, dicha cercanía, el timbre de su voz y esta atmósfera, es demasiado normal.
Mi corazón duele, duele con cada acto, duele en cada momento, porque... soy la única que se hace ilusiones vanas.
—Seok Jin. —ambos volteamos para ver al dueño de dicho timbre.
—¡Nam! —sonrió como de costumbre, por mi parte, debido a la repentina incomodidad, alejé mi mano de entre las suyas. Seok volteó a verme desentendido al respecto.
—Oppa, debo ir al estudio.
—Oh, claro... —asintió algo perdido para dejarme marchar al fin.
Volví mi vista sobre él, sus ojos seguían puestos sobre mi, en sus labios adornaba una sonrisa tan cálida, una que... indudablemente, Joonie oppa me dedicaba exclusivamente a mi.
Soy consciente de ello.
—Oppa. —devolví la sonrisa, apenada.
—So tall. —con ambas manos en los bolsillos, su pelo ligeramente hacia el costado, una sonrisa cálida y armoniosa continuó— Quiero pedir tu opinión sobre un proyecto, ¿si?
—¿Un proyecto? —Jin volteó hacia Nam, pero este le sonrió levemente para volver su atención a mi.
—¿Cuento contigo pequeña? Tu opinión es realmente importante para mi.
Y ahi se encontraba la misma sonrisa, aquellos tiernos hoyuelos, y el inconfundible brillo en sus ojos...
El combo perfecto y completo. Todo lo que me hacía sentir como en casa, en confort, todo lo que genera un revoloteo sobre mi corazón.
••••••••••••••
—¿Todo bien chicos? —pregunte con una sonrisa.
—Oh, huyng. —Tae me devolvió ligeramente la sonrisa.
Jungkook por su parte dirigió sus ojos hacía Jimin a mi lado, sólo para rodar los ojos y alejar la mirada.
Jimin en cambio, mantuvo la mirada baja, no dude en apoyar mi mano sobre el hombro de este.
—Los estaba buscando. —comenté.
—¿Así? ¿por qué? —pero antes de poder responderle a Tae, un grito me interrumpió.
—¡Yaah! —volvi sobre mi eje— ¡Jung Yerin! —la rubia se encontraba en una persecusión a todo pulmón para con aquella vitamina humana— ¡Vuelve aqui!
—¿Esa es Sinb? —pregunté verdaderamente intrigado.
—¿Quién más posee un timbre de voz tan irritante? —Jungkook por fin emitió sonido, y su mirada se fijaba directamente sobre ella.
¿Pero qué clase de mirada resultaba ser aquella?
De repente, mi campo visual solo se concentró de lleno en la mirada que poseía mi adorado primo sobre aquella muchacha.
—¡Ahh Yer...! —la rubia se detuvo para tomar impulso y nivelar su respiración adecuadamente.
—¿Estás bien? —esta no dudo en acercarse hasta nuestra mesa en la cafetería.
—Tae... dime... —al parecer llevaba horas corriendo detrás de la mayor— ¿qué sabes sobre Yuju?
Observé a mi mejor amigo, de un segundo a otro, la mirada de Jimin se enfocó de lleno y atentamente sobre la plática de ambos.
—Joven Kim. —pero antes de que el menor pudiera concretar, intervino la profesora.
—¿Si sumbaenmin? —volteó para verla.
—La señorita Choi se retrasó estos últimos dos días, por favor acérquese a su domicilio. —este asintió y no era de extrañar puesto que Tae no es ni más ni menos que el representante de su curso.
Pero la verdadera pregunta era otra; ¿por qué Yunie faltaría a clases?
—Y usted señorita Hwang. —volteó a verla— Por favor, comuníquele a la señorita Jung que preste más atención o me veré obligada a hablar seriamente con el directivo.
—Entiendo. —respondió asperamente. Y antes de que la profesora Hoo pudiera marchar, ella habló— Aún así, me parece injusto llevarlo al directivo.
—¿Disculpe? —cuestionó.
—¿No hay otras prioridades a tratar con el directivo? —replicó duramente.
—¿Me está atacando joven Hwang? —indago arqueando una ceja.
—¿Parece qué lo hago? —frunció el ceño para voltear a vernos.
—Ya, Sinb... —reí nervioso para interferir antes de que la situación se nos salga de control.
Pero el ambiente igualmente se tensó.
—Sólo digo, ya que según las normas y constitución somos libres a nuestra propia expresión. —volvió a verla fijamente— Entonces creó, en mi humilde opinión, que hay mejores temas a tratar, mucho más que el simple desvió de atención de una adolescente de diecisiete años.
—Sin...
—¿Por ejemplo? —la profesora acomodó sus lentes e intervino.
—La falta de atención de los sunbaes.
Era lo único que faltaba, técnicamente abofeteó el trabajo del profesorado con una mera observación.
—Ella no sab... —sonreí tontamente para ponerme de su lado e intentar aplacar la ira de la mayor.
—¿Me dice ineficiente? —el resultado no fue el que esperaba.
—Le digo despistada. Digame, ¿en serio no es conciente del abuso hacia la estudiante Sana? —aprecie como las venas de la profesora comenzaban a volverse notorias— O quizás, ¿solo se hace la distraída y yo le doy mucho crédito?
¡¿Qué rayos?!
Aprecie como los tres muchachos detrás nuestro no creían lo que veian. Tae levemente abría su boca por el asombro, Jimin fruncía el ceño pensativo y algo preocupado, Jungkook por su parte...
Los ojos de Jungkook denotan una chispa de emoción, y comenzaba a divisar un leve brillo en ellos.
Él se encontraba, verdaderamente interesado en algo que no sea solo dormir.
Acaso, ¿todo esto lo provoca... ? —fije mis ojos sobre la pelirrubia que se encontraba a mi lado con el ceño fruncido ante la mirada de su mayor— No puedo evitarlo, presiento...
A veces, uno suele caer en un profundo pozo depresivo y solo quiere abrazar a alguien con quien pueda lograr desahogarse por un mísero momento. Pero no hay ningún extraño a quien pueda abrazarse con total libertad.
... que ella será su salida, aunque no aleja el temor de que todo esto generará problemas a futuro. Pero...
¿Por qué es asi como lo creó?
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