013

"Eunbi, te necesito."


—¿Rata? —repeti confusa ante su presencia.

Podría reconocer esa mirada fría, tan escalofriante y directa en cualquier otra ocasión, pero en verdad... no me asustaba para nada.

—¿Tú...? —fui interrumpida de pronto a casua del sonido de su móvil.

—No... —por supuesto que respondió— ¿es mi culpa? —comenzaba a fruncir el ceño— no soy su niñero Jin... tampoco.

Como una completa idiota, analicé todo de él, desde su postura, el semblante en su rostro, su boca al moverse desganada, sus labios bonitos y la mirada repleta de dureza en sus ojos, al igual que nostálgica.

Me vi en la obligación de sacudir cada uno de mis ridículos pensamientos.

—Es un idiota. —susurre cabizbaja.

—Lamento haber chocar contigo, Yewon. —volvi a elevar la mirada, sobresaltada.

Pero su mirada se volvió de pronto tan inexpresiva para mí.

»¿Qué rayos pasa por tu mente?«

—Oh, claro... —este reverenció levemente sin ganas claramente, solo dispuesto a seguir su camino— ¡Oye! —detuvo sus pasos al oirme— ¿Eres realmente sincero?

Volteó a verme con un semblante de duda y cuestiones que verdaderamente le superan.

—Solo pienso que vives en una icónica falsedad. ¿No lo crees, Yoon?

Las palabras que Yujunie grabo en dicho mensaje, no lograban dejar de resonar en mi cabeza.

“¿Somos masoquistas?”

—Acaso, ¿no vivimos todos así? —fruncí el ceño, notablemente.

—No, yo no quiero vivir asi.

—Que no quieras, no significa que verdaderamente vivas sin ella. ¿Entonces?

Tan frío...

El dolor de mi mejor amiga se hizo presente. Sus memorias enteras, los sollozos más profundos, y el llanto inquebrantable por sobre toda su fuerza de voluntad.

Apreté mis puños con gran presión, una clara señal de frustración.

—No lo sé... —levanté el rostro para poder verlo— Pero se muy bien que no lo quiero. No quiero vivir de una ficción.

No puedo, no quiero vivir así.

—Los temas inconclusos, el dolor —el timbre de mi voz se volvió lo más clara posible— Aún las lágrimas, todo. La vida es muy simple, pero insistimos en hacerla complicada.

Divisé la comisura de su labio levantarse mínimamente.

»¿Una sonrisa?«

—¿Crees en los cuentos con finales felices?

—Si. —con una sonrisa desvió su atención de mi.

No, solo se burla de mi.

—Eso es porque no sabes nada de la vida, no has vivido nada todavía.

El viento comenzaba a sentirse, el frío comenzó a recorrer mis brazos desabrigados.

—A diferencia de ti, soy un escritor que perdió el rumbo. —su semblante, la forma en que se fuerza por ser sincero, lo veo todo pero... ¿por qué será que él no?— Esta historia no es feliz ni siquiera llega a ser una triste.

—¿Cómo es entonces? —volteó a verme, sus ojos eran tan profundos, y al igual que su mirada, logré comprender la referencia.

“No te lo diré.” —eso es lo que dices al revestir tus miedos y dolores propios.

Pero, lo averiguaré de todos modos. No te preocupes.

—Rata... —dicho aquello se encaminó apresuradamente un poco más cerca de mi.

Pum pum pummm.

Solo para terminar pasándome de largo. Suspiré aliviada, y volteé a verlo, corriendo en una dirección fija: hacia dos personas.

—¿Quién eres realmente? Min Yoongi...

Mi campo visual se desvió exactamente hacia aquellas dos personas. Parecían un chico y una chica, pero ellos... ¿forcejeaban entre si?

—¡Espera! —corrí detrás suyo.

•••••••

Maldición...

—Ashh. —volteé frustrado y apresurado— Ommo, ommo —exclame sorprendido.

Aquella joven se encontraba sacudiendo su mano mojada debido a dicha bebida que llevaba y bruscamente al girar le volque encima.

—Lo siento mucho. —reverencie varias veces seguidas. Apenado en verdad.

—Descuide. —sonrió para echarse a reír.

—Debí ver antes de voltear... —rasque mí nunca cohibido a causa de su bella sonrisa.

—Eso seria raro. —volvió a soltar una leve sonrisa— ¿No crees?

—En serio lo siento. —reverencie nuevamente.

Negó— Esta bien, descuida. —sonrió para reverenciar y alejarse de mi.

Volteé sobre mí eje para seguirla con la mirada.

«Es linda.»

—No parece una estudiante... ¿unnie? —frunci el ceño al pensar— ¿nonna quizás? o... —desparrame mí csbello— ashh. Sacude tus prioridades, —reprendi con dureza— idiota, ¡piensa en Kookie!

Me alejé de la cocina, ya que me había paseado por los cuartos y la sala completa sin obtener nada.

Decidí salir al jardín trasero debido a mi inutilidad para encontrarlo.

—Oh. —no dude en acercarme a esos rostros conocidos— Hobi, Tae, ¿qué fue lo que pasó?

—¡Hyung! —Tae mantenía un semblante atemorizado en su rostro— Lo siento, lo siento, lo siento mucho Jin hyung. —se puso de pie con velocidad para reverenciar.

—¿Qué? —redirigi mí atención hacia la muchacha...— ¿Yuju? —la azabache elevó el rostro mientras lidiaba con una muchacha entre sus brazos— Yuju tú... ¿no estabas en Estados Unidos? —comenté sorprendido.

La menor inclinó su cabeza, sonriendo levemente.

—Ella, —miré a la jovencita en el regazo de Yuna— ¿está bien?

—Si, sólo duerme un poco. —volteé para encontrarme con Sunyeol.

—Deberíamos llevarla a su casa. —comentó un Hoseok de brazos cruzados.

—Me encargaré. —asegure hablando por primera vez.

—Yuna... —quise preguntarle tantas cosas, pero algún que otro parloteo lograron interrumpirme— ¿Qué está pasando?

—No lo sé, unos chicos peleando al parecer. —comento Hoseok con el ceño fruncido hacia aquella dirección.

—¡Vamos, vamos!—un grupo de estudiantes corrieron hacia una dirección en concreto.

—¿Qué estará pasando? —pregunto Tae mientras veia a todos correr frenéticos— ¿Deberíamos ir? —todos volteamos a verlo, solto una risa nervioso— Lo siento, es que estoy aturdido. —se disculpo nuevamente.

—Oye, —llame a uno de los muchachos, captando su atención— ¿sabés quiénes son?

—Ni idea, pero... creo que la nueva de penúltimo año esta metida en una pelea.

—¿Eh? —frunci el ceño— Pero...

—Disculpa hyung. —Hoseok tomó el hombro del chico, impidiendo que avanzará— ¿Penúltimo año dices? —su timbre grave me alertó— ¿es una chica de cabello rosado?

Este asintió dudoso, inseguro al respecto. "Algunos dicen rosado, otros rubio". Hoseok lo soltó para luego correr apresurado.

—¡Oye! —exclame con ímpetu, pero me ignoró.

—¿Penúltimo año? —volvi para ver a Tae meditando al respecto.

—Rubia dijo... —susurro Yuju, y ambos se miraron entre si.

—¿Qué? —pregunté.

—¡Sinb! —la chica que dormía en las piernas de Yuju se despertó de pronto, asustando a más de uno por el parecido con Samara.

•••••••

—¡Aléjate! —aquel gritó femenino me resultó preocupante.

Kookie, dime que no...

Me abri paso entre la muchedumbre que les rodeaba como si de un espectáculo se tratasen.

Alcé la mirada para encontrarme a un Yoongi sujetando de los brazos firmemente a Jungkook, y por el otro lado a una Eunbi, completamente aturdida en brazos de una chica rubia de menor estatura que ella.

—¡Que te alejes! —el menor se soltó del agarre.

—Jungkook, cálmate. —intervino Yoongi.

—Jah, ¿qué? —comenzo a reír—¿quién eres tú para decirme lo qué tengo que hacer?

—Soy tu hyung. —sentencio perdiendo la paciencia.

—¿Hyung? Tsk, si claro... —negaba con su cabeza y una burlona risa.

—Dejá de armar un espectáculo idiota.

—¿Quién lo dice? —sonrio— ¿mi hyung cierto? ah no, lo dice el mantenido y consentido de Seok Jin, el pobre huérfano —su histérica risa comenzaba a elevar el murmullo a su alrededor.

—¡Jungkook! —no pude contenerme por mucho más, no me quedaría de pie a observar como sabotea lo poco bueno que aún mantiene a su lado.

Entonces sus ojos voltearon a verme.

—Hoseok —reía casi sin estabilidad propia— mi primo el héroe. —negó— Siempre al rescate de todos.

—Ya basta. —me acerqué hacia él, con la mirada puesta en dirección de la bella muchacha que se encontraba bastante aturdida— Estás ebrio. —quise tocar su hombro pero alejo mi mano sin dudarlo.

—No, no me toques.

—Jungkook...

Sonrió— Eres el héroe de todos ¿no?

Fruncí el ceño, lamentándome aún más por su triste condición. Y es que el hedor a alcohol era mucho más que evidente, a pesar de la considerable distancia.

Suspiré con cansancio.

—¿A qué te refieres?

—Primero el imbécil de papá, luego la perra sensible de mamá... —rió jactandose— ¿pero qué digo? —ladeo la cabeza— es el estúpido de su padre.

—Ya es...

—El idiota de Jimin. —retruqueo con una sorna carcajada— y ¿ahora? ¡ahh! —volteo a ver a Yoongi hyung detrás de mí— El tsundre, —se acerco hasta él& huérfano, —y empujar su cuerpo una vez— y mantenido —empujo su cuerpo por segunda vez— de Min Yoongi.

Pero no se detuvo y n, volvió a empujar su mano contra el hombro de hyung, obligándolo a retroceder.

—Es suficiente, Jungk...

—¡Escuchen todos! —exclamo— ¿No es realmente patético? —mofabandose en su propio rostro— un ex drogadicto, antisocial y bipolar, —comenzo a reir— huérfano...

—¡Jeon Jungkook! —el gritó de Jin se hizo escuchar pero fue interrumpido por... el repentino golpe que recibió el menor por parte de Yoongi.

—Maldito bastardo. —escupio con impotencia.

Jungkook se encontraba en el suelo tocando su labio inferior, el cual comenzaba a sangrar, pero volvió a ponerse de pie, mofándose aún todavía más de él.

—Es suficiente. —suplique para que se detengan.

Jin apenas logró llegar al centro, cuando Jungkook devolvió el golpe y hyung no tardo en responder.

—¿Quieres esto? Dime, ¿ser un miserable infeliz para toda la vida? —el menor reía desde el suelo, como un pobre infeliz sin duda alguna.

Kookie... ¿por qué?

••••••

Padezco de una enfermedad que algunos suelen llamarle Insomnio, otros infelicidad, pero yo suelo asemejarle...

Volví la mirada hacia ella, la mirada en sus ojos me resultaba confusa, y no podía descifrar lo que expresaba en si.

¿Miedo?, ¿pena?, ¿consternación?, ¿susto?. ¿Qué demonios significa esa expresión en su rostro?

.... como las ganas que me invaden de pensarte por las noches, de pensarte las venticuatro horas y los siete días de la semana.

Eunbie...

—¿Por qué? —sonreí— ¿crees qué soy miserable como tú?

—Es suficiente. —Jin se hizo oír— No hay nada que ver aquí, —volvio hacia sus alrededores, dónde formaban parte de la primera atracción— ¿me escuchan? ¡Largo!

Ante el murmullo de los demás,  degustados y asustados, comenzaron a retirarse debido a la insistencia de hyung.

Por mí parte, sólo me encontré en el suelo, en donde me recoste sin dudar. A la espera de que aquel golpe de Yoongi, el mismo que nunca más llegó, gracias a una chica que sostuvo su mano con clara insistencia de que lo dejara por ahora.

Sonreí burlesco ante la imágen de ambos.

—Patético. —volví a resirigir la mirada hacia ella, ¿por qué seguía ahí, de pie con su mirada fija en mi?

Esta vez si logré leer sus labios.

“Solitario.”

Unos chicos corrieron hasta ella para abrazarla. Reconocí a Yuna entre ellos, quien la cubrió con un tapado largo debido a la fuerte ventisca que se levantaba de pronto, y no tardaron en voltear para llevarsela del lugar.

Pero sus ojos me vieron por última vez, repleto de pena.


Sentí una fuerte opresión, un gran dolor sobre mi pecho, entonces intenté respirar, a pesar de la dificultad.

—Realmente eres un idiota, ¿lo sabés? —Hoseok no se lo guardó.

—Lo sé... —respondi vagamente para cerrar los párpados y asimilar que fue una estúpida idea beber está noche.

Morir es como dormir... pero sin soñar contigo, mi dulce y brillante Eunbi.

Te necesito.





























































































































Ptt: Sinb se vistió asi:

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