010
"Yerin, alegría."
—¿Mejor? —asintió apenada.
—Lamento molestarte... con mis tontos problemas. —negué para abrazarle.
—Primero, no son para nada tontos, y segundo, no me molestas en lo absoluto Yuna.
—Unnie... —sobo su nariz— dime, ¿qué te ocurrió a ti?
Pero me negué a responder con honestidad.
—Yewon. —suspiré resignada para poder contarle desde un principio. Sus ojos me observaron con ternura cuando calle— ¿Estás bien con eso? —me encogí de hombros.
—No lo sé. No estoy segura.
—¿Qué te enoja realmente? —le mire confusa— Unnie, dejá de engañarte, ¿él te gusta, realmente?
—Yo, no es como si... —Yuju alzó una ceja, burlándose de mis dudas, entonces me rendi para sonreír.
—Volviste hace dos años y le conociste antes de que él se diera cuenta.
—"Casi" dos años. —aclaré.
—Aun así, —rió levemente— contesta. Nunca has hablado con él, claro, hasta hace poco.
—Creo, no lo se...
—Unnie, yo creo que... —su celular le interrumpió, con una disculpa en sus ojos atendió— ¿Ah? —le miré con atención por su tono de voz— Si, está bien. —volvio a verme— Ya salgo...
•
•
•
•
—¿Dónde rayos se metió? —susurre, verdaderamente angustiado.
Me encontré a mí mismo, buscandole por todos los lugares posibles, en medio de una incógnita; hasta que choque con alguien.
—Lo siento... oh Sinb. —sonreí inconscientemente al ver a la pelirosada.
—Hola, Hoseok. —y hasta aquí llego mí sonrisa.
—Ashh, deja de llamarme así.
—¿Y cómo deberia?
—Jhope. —observe la mueca de desagrado en su rostro para replicar confundido— ¿Qué?
—No me agrada.
—¿Por qué? ¡Es lindo! —negó sin una pizca de remordimiento— ¿Y cómo me llamaras?
—Hoseok. —se inclino de hombros restandole importancia.
—Ashh, me rindo, contigo no se puede. —reímos juntos, al compás— Me alegra que rías.
—¿Mhm?
—Lamento lo de mi primo.
—Tsk, ¿debías recordarme que eres familia de ese ratón?
Reí— Yuju me dijo que no se llevan muy bien.
—No pensé que estaríamos en el mismo curso. —destilaba molestia.
—Solo pasaron un par de horas, dale tiempo para adaptarse.
—¿Yo? no es como si fuera a ser su amiga. —le note indignada, y aquello me causaba mayor ternura.
—Por favor, Eunbi. —alzó una ceja ante mí suplica— Acércate a él, intenta ser su amiga, realmente necesita amigos.
—Pues con esa actitud no conseguirá ninguno, es más, ni siquiera logró entender como Tae es su amigo.
—Se conocen desde niños. —sonreí, ella negó, entonces me atreví a tocar su hombro, esta volvió a verme— Por favor. —suplique, y suspiró para asentir por cansancio.
—Lo intentaré.
Sonreí— Confió en ti.
Esto es lo que verdaderamente necesitas.
Creó que le harás muy bien Sinb.
•
•
•
•
—Anda Mochi. —pidio con un puchero. —este negó— Pero...
—Tae, él no me quiere cerca.
—Pero...
—Apenas y nos dirigimos miradas en la casa, no me exijas más.
Suspiro— Deben acercarse, tienen que superarlo juntos. —ladeo su cabeza— ¿No pueden ser civilizados al respecto?
Observé a Yuna caminando en compañía de Sunyoul. Ambos sonreían radiantes, uno en compañia del otro.
Y nuevamente lo sentí, aquel doloroso recordatorio sobre el pecho.
—¿Por qué no la dejás en paz?
—¿Qué te importa? ella es mi mejor amiga.
—Exacto, sólo es tu amiga, ¡no la confundas más idiota!
Él tenia razón, fui un completo idiota contigo.
—Me gustaría, en serio Tae. —susurre.
Dichosos aquellos que se quieren y se pueden tener, uno al otro, desgraciados nosotros a los que nos resulta más que imposible.
•
•
•
•
—Woah~ —sonreí— que hermoso Jihyo. —ingresé a la sala, dejé mi bolso en la silla para despojarme de mi abrigo— Dime, ¿quién es el afortunado? —me acerqué para tocar aquel ramo precioso que ella cargaba.
—No lo se, no es para mi. —sonrió con picardía.
—¿Eh? entonces... ¿de Yuqi?
—¿Yo qué? —la pequeña se acercó hacia nosotras con un americano entre manos— Ommo, ¡que lindas~! —casi corriendo las tocó con entusiasmo— ¿De quién son?
—Pense que tuyas. —comente al oír la risa de Jihyo, tan divertida como para entregarmelas— ¿Eh?, ¿por qué? —le miré desentendida.
—Tiene remitente. —mostro con su dedos la tarjeta en esta y sonrió.
—¡Ommo! Sowonie omma~. —chillo Yuqi, codeandome con picardía.
—Buenos días señoritas. —saludo Jin al ingresar.
Pero le ignoré por completo, concentrandome de lleno en las flores, tomé la tarjeta para poder leerla.
—Buenos días oppa. —escuche el saludo de ambas.
—¿Y ese ramo? no me digas que te regalaron flores. —rió con sorna.
—Pues si. —comentó Jihyo sonriendo.
—Unnie es bastante popular en la revista. —palmeo mi espalda Yuqi.
—¿A-asi? —este no tardó en acercarse hacia mi— ¿y se puede saber de quién...?
—Namjoon. —susurre con una ligera sonrisa entre mis labios.
—Oww tan lindo~. —la menor daba leves y adorables brinquitos a mi lado.
—Que romántico. —comento Jihyo, para verse y canturrear entre ellas.
Mis ojos se empañaron, repentinamente.
—¿Estás bien unnie? —Jihyo se acerco preocupada, limpié mis párpados para asentír.
—Descuida, lo estoy. —sonreí— Iré por un florero. —ambas asintieron.
Me encaminé, dejándoles detrás, para acercarme hasta su despacho, del otro ala de la empresa.
—Hola Sowon. —sonrió la recepcionista.
—Hola Ailee unnie.
—Que hermosas, ¿fue Nam? —asentí— Tienes suerte, es un gran hombre.
—Lo se. —susurre— Lo es.
—¿Pasas? creo que esta en el estudio de grabación, pero puedo llamarlo.
Negué para despedirme de ella, e ingresar a su silenciosa oficina. Sonreí al apreciarla, tan prolija y ordenada, como siempre.
Vi sobre su mesa dos cuadros, uno de ellos portaba una foto de él con Tae, su hermano menor y el otro... de nosotros, los tres mejores amigos.
Mi corazón se encogió al verme en el centro de esos dos muchachos, eramos muy jóvenes, una foto de nuestra época estudiantil.
Deposité las flores un momento sobre la mesa, en busca de una hoja y apoderándome de una lapicera.
“Oppa, ¿sabes? a veces la vida es algo dura, queremos por tanto tiempo, solo para terminar llorando al escuchar canciones y valorar viejas fotografías... realmente extraño el pasado, extraño a mi pequeña. Pero a pesar de todo siempre estás a mí lado. Muchas gracias..."
•
•
•
•
¿Por qué me siento así?
—Oppa, ¿te encuentras bien? —asentí— No te ves bien.
—Yuqi... —volteé para verla. Indudablemente, la recuerdo.
Eunha...
—¿Estás bien?
—Siento, que me olvidé de algo...
—¿Mhm? —con un puchero adorable adornando sus labios, me arrebató una pequeña sonrisa.
—Entiendo porque Sowon te aprecia tanto. —negué con mí cabeza, en un intentó de que pueda quedarse tranquila con la repentina declaración, y está sonrió para comenzar a bromear a mi par.
Realmente te le pareces... tu esencia es casi la misma. Tan pura.
La puerta se abrió, volteé a ver, como lo esperaba, ella se encontraba cargando un florero con una gran sonrisa adornando su rostro.
Y nuevamente esa sensación... de vacio.
So, tomó asiento en su mini despacho, aún sonriente, y puedo recalcarlo las veces que sean necesarias porque hace tiempo que no lograba verla asi.
—¡Chicos es hora! —volvi sobre mí eje, para verla ingresando al ala.
—Es justo, Irene, ¿estarás con nosotros? —preguntó Jihyo.
—Por supuesto. —sonrió y Yuqi festejo. Sowon rió mientras abrazaba a la menor, me fue inevitable no sonreír al verlas.
Realmente se ven adorables, justo como en los viejos tiempos, como en la compañía con nuestra pequeña Bunny.
—Andando. —Sowon se detuvo para dar un último vistazo hacia sus flores y salió complacida del ala.
Todos llevamos el nombre de alguien escondido entre cada sonrisa y su recuerdo en cada uno de nuestros suspiros...
—Ella me gusta mucho hyung.
Él es como tu hermano Seok Jin, sabes muy bien que es lo correcto.
Sonreí para ponerme a revisar los informes sobre mí pupitre.
•
•
•
•
—Pss pss... —apenas consegui que volteara a verme— Sinb, Kai hará una fiesta esta noche. —susurre entusiasmada.
—¿Y? —recibi una face palm mental sin duda alguna.
—Ashh, —entre cerré mis ojos— ya sabes, vamos a mover el bote.
—Yerin, sabés que no podemos tomar.
—Y no lo haremos. —rodo sus ojos— Eres tan aburrida.
—Tsk, ni tu misma puedes creerte. —mordi mis labios.
—Ah vamos, ¿hace cuánto no salimos? —hice un berrinche silencioso.
—No lo sé, dejame pensar
Tal vez. —se encogió de hombros— Porque si no lo olvido, ¿cómo fue que ocurrió? —busco en su mente con ironía, como de costumbre— oh ya recuerdo, casi terminaste en la cama de ese tal JinJin.
—Ashh, ¡olvídalo ya!
—Señoritas, ¿quieren compartir con la clase lo qué entienden del tema? —la profesora frunció el ceño, y ambas sonreímos con modesta inocencia.
—¡Lo siento sunbae! —poniéndome sobre mis pies, reverencie con energia por lo que todos rieron.
—Ya ya, siéntate y presta atención Jung. —la profesora no escondió la sonrisa, pero luego volteó para seguir escribiendo en la pizarra.
—Por favor. —suplique abriendo mis labios pero sin emitir sonido.
Ella rodó sus ojos, y sonreí, era más que obvio, que ya había ganado.
Volteé detrás de su banco para observar a Yuju, esperando por una respuesta positiva, ya que se lo había comentado anteriormente.
—¿Si? —esta me sonrió dudosa— No te arrepentirás. —volteé felizmente.
Pero recordé algo, entonces voltee hacia la otra punta de mi banco, junto al primo de Jhope se encontraba Tae, le sonreí inconscientemente, mostrandole con mis dedos la señal de "ok", este asintió levantando su pulgar.
Esto será divertido.
•
•
•
•
—Deja de verla.
—¿Eh? —Tae volteó a verme. Recordando mí encantadora presencia.
—Por lo menos cierra la boca. —me encontraba básicamente recostado sobre el pupitre.
—Ay Kookie... —sonrió nervioso.
—Oye, ¿tanto te gusta?
—N-no, ¿de qué hablas? —nego sonrojado— es una nueva amiga. —forzo una sonrisa.
—Ajah.
—Tsk, olvida eso. Dime, ¿escuchaste sobre la fiesta de Kai?
—Sabes que no voy a esas fiestas. —susurre.
Las fiesta de principio de cursada, son adornadas como una bienvenida al ciclo escolar. De hecho, fue en una de ellas, en donde nos conocimos, pero realmente... solo son una excusa al desenfreno.
—Lo sé, pero creo que es tiempo...
—Sabes, —alce mi cabeza—
si, ire. —volteo a mi izquierda para verlo, este sonrió cuadradamente.
A la mierda todo, hoy no pienso terminar en pie. Me emborrachare hasta perder la consciencia y olvidarte... momentáneamente.
Me lo merezco.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top