005
"Yuna, regreso."
—Nuevo año escolar, nuevo ciclo.
—Nuevo comienzo. —susurro Jimin. Lo rodeé con mi brazo, volteó a verme, sonreí.
—¿Por qué tan melancólico?
—Sera porque, Jungkook no quiso venir.
—No es tu culpa. —comenté seriamente— Sabes que este lugar trae millones de recuerdos.
—Lo se... —Rayos.
—Hey, no fue tu culpa.
—Si lo fue, porque él no hubiese...
—¡Ya ya ya! ¿qué es esta atmósfera hostil? —ambos volteamos a verlo.
—¡Jhope! —Gracias al cielo.
Sonreí al ver a Hoseok frente nuestro.
—¿Dónde andabas? —preguntó Jimin, ante mi percepción, preocupado.
—Por ahí. —sonrió, mucho más de lo usual.
—Oye, ¿por qué tan feliz? —interrogue.
—¿Qué quieres decir Tae? —no dudo en hacerse el desentendido, aún con su sonrisa. Junto a Mochi nos dedicamos una sutil mirada, momentánea.
—Hace mucho no vemos ese brillo. —comentó Jimin.
—Cierto, cierto. —asentí.
—¿Brillo? —solto una estruendosa carcajada.
—Si, tus ojos hyung.
—No, yo no...
—Ya, no preguntaremos más, está bien... por lo menos estás contento. —susurró lo último para adelantarse.
—¿Qué le pasa? —me preguntó hyung.
—Dice que es por su culpa, los recuerdos reaparecen, pero él...
—Yuju. —voltee a verlo con una seriedad repentina— Volvió.
—¿Qué? —frunci el ceño.
Volví la mirada para ver la espalda de mi amigo, quién caminaba con su vista gacha.
Jimin... Ya lo comprendo, idiota.
•
•
•
•
—¡Hey! —la señalé para correr hacia ella— Sinb, ¿dónde rayos te habías metido? —no dude en abrazarla apenas le tuve enfrente.
—¡Yah! Yerin la gente nos mirá raro.
—¿¡Te avergüenzas de mi!? —la solté para verle con un gran puchero.
—Ashh, si me diera vergüenza tu compañía, hace rato me hubiera alejado de ti, ¿no crees? —con su dedo índice, empujó mi frente hacia atrás.
Sonreí— Te amó~. Entonces, ¿dónde estabas?
—Por ahí. —se encogió de hombros y pude divisar una minúscula sonrisa en sus labios.
—¡Ommoo!
—¿Qué?
—¡Un chico!
—¿De qué...?
—¡Ahahahaha! ¿tan rápido? ommo, pero si eres fría y calculadora, eres ¡antipática!
—¡Oye! soy un espíritu libre nada más, tsk. —se defendió claramente ofendida, adelantándose.
—Espíritu libre, si como no... — abrí mis ojos— ¡Oye! ¡vuelve! ¡ven aquí! —comenzó a correr—¡No huyas cobarde! —me vi obligada a correr detrás de ella.
•
•
•
•
Rayos...
—Sowonie, ¿me escuchas?
—Lo siento Jihyo, ¿qué decías?
—Oye, andas por las nubes últimamente. Diría que es el trabajo pero... —sonrió— ¿Qué ocurre realmente?
Suspiré— Me conoces bien.
—Claro, desde hace mhm, ¿tres años? —sonreí cabizbaja.
—Pues, creo que...
—¡Sowonie!
Ay no... Esa voz la conozco a la perfección.
—Seok Jin. —saludo con una sonrisa, amigable como de costumbre.
—Hola Jihyo, ¿todo bien?
—Claro, ¿y tú oppa? —asintió, ambos conversaban sonrientes amenamente.
—Sowon, ¿acaso no lees mis mensajes?
—Sowon. —repitió Jihyo, captando mí atención de vuelta sobre ellos.
—Seok Jin, ¿qué haces aquí?
—¿Eh?
—Este no es tu ala.
—Ahh eso, bueno, —sonrió—
¿adivinen quién comienza a trabajar en este ala?
—Ommo, ¡felicidades oppa!
—Gracias Jihyo. —sonrió como todo un idolo.
Maldición.
Ring, el ruido inconfundible del celular de Jihyo se hizo oir.
—Hola, claro... si... —esta reverencio para salir de la oficina.
—¿Y bien? —le mire confundida y en silencio— So Jung, ¿qué ocurre contigo?
—¿Con qué?
—¿En serio debo decirlo? —cerre mis ojos y relami fugazmente mis labios.
—Escucha, no pasa nada, el trabajo es...
—Demasiado, ¿no? —asentí, él por su parte sonrió para negar—Sowon te conozco, ¿qué pasa? ignoras mis llamadas, mis mensajes e incluso los de...
—Namjoon. —tome la desición de concluir con el tema por mí salud mental.
Asintió— ¿Por qué? — Acaso, ¿debería decirlo?— ¿Qué ocurre entre ustedes?
—Nada, somos amigos.
—Entonces se trata de un simple problema entre amigos, y como tales, dime, ¿hicimos algo qué te molestará?
—Claro que no...
¿Por qué me pasa esto a mí?
—Jin te felicito, me alegro mucho de que trabajes en este ala.
—No te alegras en lo más mínimo. —negó con un resoplido.
—Claro que si. —sonreí nerviosa— No seas así.
—Esa sonrisa, —apretó mi mejilla— te conozco pequeña, no finjas conmigo. —y me dedicó una de sus lindas sonrisas.
Podía sentir los latidos de mí corazón subir a su máxima velocidad. Cerré mis ojos con fuerza.
—No mucho. —asegure para alejar su mano de mí rostro.
—Espero que sepas que cuentas conmigo, lo sabes ¿verdad?.
Asentí— Lo sé.
—No quiero que te alejes, recuestaste en mi la veces que creas necesarias. —palmeo su hombro con tanta normalidad.
—Siempre tan caballeroso.
—Siempre. —sonrió orgulloso de si mismo.
No puedes hacer esto, no esta bien So Jung.
—¿Cómo esta Jungkook? —cuestione, y de repente la atmósfera cambio, tan solo mediante un suspiró de su parte.
•
•
•
•
—¡Alto! —Sinb giró asustada por tremendo grito.
—Perdona... —debido a su falta de atención, chocó con una muchacha mucho más alta que ella.
—Esta bien. —la azabache alejó su mirada detrás de la muchacha de pelo rosado, para ver aquella joven que corría gritando detrás suyo.
—Ashh, que escandalosa. —se quejo la más baja.
—¡Oye! ahh~... —la pelinegro había caído luego de chocar directamente con un jóven.
—¡Yerin! —Sinb no dudo en acercarse rápidamente hacia ella.
—Lo siento, ¿estás bien? —Tae estiró su mano para ayudarle a ponerse en pie, y levantarse.
—Cla-claro. —ella la tomó y se recompuso sobre sus pies.
—Lo siento no vi por donde iba...
—Esta bien, no te... —pero el temperamento de la pelirosado no tardo en relucir.
—¡Oye! idiota, debes tener más cuidado. —se encontraba regañando a Yerin, quien reía avergonzada.
—Tae, ¿qué haces? —Hoseok se acercó corriendo hasta ellos.
—¡Oh! hyung, sin querer nos chocamos. —este rasco su nuca apenado para mostrarle a la chica.
—Debes tener más cuidado. —aseguro el mayor— ¿Están todos bien? —asintieron, el menor rió avergonzado, y sonreía con su tan típica sonrisa cuadrada— Oh tú... —sus palabras desvanecen al ver los mechones rosadados removerse en el rostro de la muchacha que conocio la tarde del domingo.
—Yo. —sonrió minuciosamente.
—Hola, —acerco su cabeza en el medio de entre ellos, sonrió— soy Yerin, pero díganme ¡Rin!
—Hola, soy Taehyung. —ambos sonrieron.
—Linda manera de comenzar una amistad. —comentó con un toque de sarcasmo su mejor amiga. Y ambos reían.
—Oigan, ¿y ustedes se conocen?—Tae reaccionó al ver las miradas cómplices entre su mayor y la pelirosado.
—Si... —rasco su mejilla.
—Algo así. —Hoseok oppa sonrió.
—Nos volvemos a ver, "apuesto guía". —tal comentario, ocasionó la risa del mayor.
—¿Apuesto? —se burlo Tae.
—Con que guía, ¿eh? —sonrió Yerin. Hoseok se veia avergonzado.
—No cambiaron en nada. —una sonrisa se apodero de mia labios al verlos cara a cara. Ambos muchachos voltearon a verme.
—Oh, ¿sigues ahí? —preguntó la pelirosado.
—¡Yuju! —Tae fue el primero en correr para abrazarme.
Sonreí— Hola oppa. —correspondí a su abrazó.
—Woah, estas aquí. —sonrió— Y me alegra tanto. —miré a Hoseok detrás.
—Oppa, ¿y mi abrazó? —este sonrió para acercarse y abrazarme directamente.
—Estas hermosa, me alegra que estés de vuelta. —beso mí mejilla como solía hacer, las costumbres no son faciles de olvidar— Tu regreso es una buena señal, necesitábamos buenas noticias. Gracias pequeña.
—Gracias oppa, —mi timbre bajo notoriamente, sabia a que se refería— me alegra volver.
Una tos improvisada, nos obligó a separarnos y voltear hacia ellas.
—Un gusto, soy Yerinie~. —sonrió ampliamente, a quien puedo considerar toda una artista, correspondí a su saludo y a su sonrisa.
—Yuna. —volvi mis ojos hacia la amiga a su costado.
—Eunbi, pero dime Sinb.
¿Eun Bi?
—Ustedes serán compañeras de clase. —comentó Hobi, quien al parecer, misteriosamente, se encontraba investigando el terreno.
—Oye, ¿y yo? —se quejó Tae auto señalandose.
—Claro, compañeros. —negó para incluirlo y luego reír.
—Espero llevarnos bien. —comentó Sinb.
—¡Claro! —gritó Yerin. Me fue imposible no sonreír nostálgica.
—Yuju por favor, no tomes ese vuelo, por favor, te lo suplico...
Lo siento tanto... Eunha.
•
•
•
•
—Oppa, ¿estás bien?
—¿Desde cuándo somos cercanos?
—Lo siento. —respondio apenada.
Suspiré— Umji, ¿cierto? —luego de una mirada silenciosa, sonrió levemente.
—¿Tienes algún apodo?
—Suga, Suga, Suga~.
—No.
—¿Mhm? pensaré en uno para ti.
—sonrió con más soltura.
—Sonríes mucho.
—¿Eh? —asintió algo consternada— Supongo, ¿te molesta?
—No es eso. —ella también solia sonreír mucho.
La vida nos empuja a entender, a comprender, nos enseña que aquel amor que se fue, ese es el que ya nunca regresará.
Y realmente duele... si es tu primer y único amor.
—¿Yoongi?
—Estoy bien. —su sonrisa decayó en la duda— Andando. —asintió sin más, solo para seguirme.
Tu ausencia sigue presente, idiota... no me duele que te hayas ido, más bien, que no regresarás.
•
•
•
•
Salí de la habitación, la casa se encontraba vacía y en completo silencio, divisé una nota sostenída por un iman sobre la heladera.
Kookie, por favor come algo, te dejé la comida en la mesada, los chicos fueron al instituto, me hubiese gustado que fueras con ellos. Por favor recapacita, quiero creer que llegaré y no estarás, porque también habrás ido.
¡Te queremos pequeño!
No emití sonido alguno, observé la comida. Pero simplemente la ignoré, arroje la nota de Jin hyung para seguir mi camino.
Salí de la casa en dirección al parque.
—Oppa no seas asi. —reía golpeando mi brazo.
—¡Oppa! —reprocho con molestia.
—Te quiero Jeon Jung Kook.
—sonrió tímidamente.
—Siempre estaré contigo. — sujeto mis manos con sus mejillas sonrosadas.
—Eso suelen decir las personas que más pronto se van de tu vida. —susurre cabizbajo.
Hoy quisiera volver, que las cosas volvieran a ser igual que antes, como si... se pudieran reciclar los suspiros o dar un mismo beso por segunda vez... como si pudiéramos regresar el tiempo y arreglar nuestros errores...
¿Cómo si se pudiera?
—Te extraño pequeña... —mis ojos se humedecieron de repente
— Idiota... no mereces extrañarla. —alce la mirada hacia el cielo— Seguro me odias.
¿Fui un tonto por dejarte derrumbarme?
—Lo merezco, Jung Eun Bi. —sonreí nostálgico.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top