Capítulo 2

-Dioses, pareces un zombie, ¿acaso no dormiste? - preguntó con un tono medio divertido medio preocupado Seokjin mientras jugaba de manera despreocupada con el líquido restante en su vaso. Hoseok le dio una mala mirada antes de bufar y recostarse sobre la mesa.

-No jodas.

-Uy, alguien está de mal humor hoy -intervino Yoongi de igual manera, burlesca -Y no soy yo.

- Respetame que soy tu Hyung, insolente -riño Jin.

Hoseok chasqueo la lengua sin prestarle atención alguna a sus reclamos, se sentía lo suficientemente mareado por el sueño como para preocuparse por formalidades. Quería gritarle al creador de las famosas pastillitas azules por darle a Taehyung tanta resistencia y no dejarlo dormir hasta pasada las 3:00 a.m. cuando al fin se dejaron de escuchar los sonidos obscenos y el chocar de la cama contra la pared.

Comenzaba a dudar seriamente sobre la procedencia de su vecino, la teoría de que es el experimento de un híbrido de conejo no abandonaba su mente las últimas horas.

-Tuve insomnio -se excusó entre balbuceos y un bostezo que se escapo sin su permiso.

-Ese insomnio tiene nombre y apellido.

-Kim Taehyung. De nuevo tu vecino y sus aventuras de una noche, eh -Jin mantenía una ceja alzada y una sonrisa ladina. Yoongi solo se carcajea levemente en silencio por los gruñidos de perro rabioso que soltaba su amigo ante aquella frase.

-Para mí que alguien tiene envidia~ -canturreo Yoongi, haciendo que Hoseok se levante rápidamente con una mueca de asco ¿Él? ¿Con ese baboso? ¡Nunca!

- Primero como comida para perro, iugh.

Los mayores se partieron a reír en carcajadas sonoras, consiguiendo la atención de las personas que se encontraban en la cafetería, Hoseok hizo mohín resignado a las burlas de sus amigos. Mientras al otro extremo del lugar otro chico de facciones marcadas y sonrisa cuadrada, observaba con una mueca culpable.

Quizás se había pasado un poco al dejar reproduciendo aquel audio durante tanto tiempo después de que el chico se fuera, solo un poco. Rió entre dientes y siguió su camino pensando en que debía disculparse después.

(...)

¡Sí!

Hoseok corrió hacia el ascensor al ver que estaba vacío, su humor no había cambiado tanto en el transcurso del día cortesia de su profesor que le dejó una pila de tarea para dentro de una semana junto con un ensayo de 15 páginas, o algo así, ya ni recordaba bien lo que tenía que hacer solo quería dormir y recuperar fuerzas de la noche anterior.

Suspiro al encontrarse dentro de la caja de metal, pero su tranquilidad no duro mucho al ver a un conocido chico de cabello platinado correr en su dirección.

-¡Oye! ¡Espera! ¡No cierres!

-¡Cierrate, cierrate!

Comenzó a presionar con desespero el botón que sería su salida a aquella tortura. Casi grita en victoria al ver las puertas de metal cerrándose, pero bufo frustrado cuando la mano del otro chico las detuvo.

-¡Nooooo! ¡Por qué a mí! -chillo bajo, lamentándose de su mala suerte. Recuperó la compostura al instante en que el otro cuerpo se posicionó al lado del suyo, cruzándose de brazos con la mirada puesta en el techo sin ganas de entablar una conversación con aquel ser tan irrespetuoso e insensato.

Taehyung carraspeo la garganta, tamborileando su pie sobre el suelo en busca de un tema de conversación, ayer no sé había portado de la manera más madura en medio de su calentura por lo que debía disculparse.

Hoseok solo rogaba que se calle, que no lo intente, que no lo haga, por lo que más quiera que no intente entablar una conversación con él.

-Bonito día -inició, sin saber qué decir realmente pues nunca había cruzado palabras con su vecino a menos que sea para gritarse, insultarse o algo que requiera estrictamente que ambos interactúen.

¡Lo estaba haciendo! ¡El muy descarado le estaba hablando!

Rodo los ojos y tenso la mandíbula, respondiendo de mala gana: -¿Qué tiene de bonito? Ha hecho un calor insoportable y el tráfico está de la mierda.

Taehyung respiro profundo, no se debía enojar porque, al final de cuentas, tenía parte de culpa que su vecino este tan irritable.

-Tranquilo, fosforito. Solo fue un comentario -intento relajar el ambiente tenso que se había formado entre ellos en un instante, pero al parecer fue mala idea, ya que Hoseok volteo a verlo furioso.

-¿Fosforito? -repitió con tinte de incredulidad y ofensa -Mira quién lo dice, el chico con complejo de cuy*.

Taehyung frunció el ceño y mordió el interior de su mejilla para evitar crear otro problema más grande que el de la vez pasada donde el dueño del edificio llamó la atención de todos dos por armar un escándalo a medio pasillo.

-Oye, solo quería disculparme por lo de ayer ¿bien? -el contrario lo miro con los ojos entrecerrados, sin creer en sus palabras -Sería mejor si nos empezamos a llevar bien por el bien de ambos -remojo sus labios, recordando lo que traía entre manos -Hasta te compre un café como signo de paz ¿ves?

Extendiendo la bebida hacia Hoseok que se mantenía indiferente ante sus acciones.

-No te creo, Kim. No veo la necesidad de convivir con una persona como tú -dijo con una mueca de desagrado, barriendo con su mirada sobre el hombro al peliplata.

Okey, esta vez Taehyung sí se ofendió. No podía creer que se disculpó con un grosero como él.
Sonrió ladino al tener con que molestar a su querido vecino.

-Ah, lo siento, me olvide que soy una persona tremendamente atractiva con vida social y no un amargado que pasa encerrado en su departamento 24/7. Sí, sin duda que no mereces juntarte con alguien de éxito como yo -suspiro con falsa tristeza, viendo de manera desinteresada sus uñas mientras Hoseok se ponía rojo de la ira, pero negándose a caer en la treta de aquel sujeto -Por cierto, vecino, ¿qué tal tú noche? -preguntó burlón.

Y esa fue la gota que derramó el vaso para el pelirrojo, sin importarle que el otro sea más alto por un par de centímetros se acercó de manera amenazante, tomándolo por el cuello de la camisa y parandose de puntitas para que la diferencia de altura no fuera tan notoria.

-¿Quieres saber cómo fue? Fue una mierda y todo por tu culpa, maldito animal. Tenía que estudiar para hoy, pero los gemidos de tu chico no me lo permitieron. Mira, no sé ni me interesa saber cuáles son tus fetiches en la cama, pero para la próxima llevalo a un motel y así puedes cumplir tus cochinas fantasías y me dejes dormir tranquilo ¿Entendiste? -advirtió de manera intimidante con sus ojos reflejando el odio hacia su vecino.

Taehyung ensanchó su sonrisa burlesca, inclinando su cabeza de forma en que podía sentir la respiración agitada del más bajo golpear contra sus labios y sus pupilas brillando la diversión.

-¿Y si no quiero qué? -reto, mirando fijamente al par de ojos almendras que tenía enfrente, asegurándose de que sus labios rozaran de manera tan leve y mínima para provocar al otro con cada una de sus palabras -¿Qué harás? ¿Eh? ¿Volverme a mojar con agua helada?

Hoseok se alejo al instante después de eso con sus mejillas ardiendo en suave carmesí, pero era por la molestia qué sentía ante aquel chico no por haber estado tan cerca de besarse, no, claro que no, primero muerto muerto a sentirse atraído por ese idiota.

-L-le diré al señor Oh para que te bote del lugar -contestó titubeante, pero recuperándose enseguida.

-¿En serio?

El pelirrojo iba a contestarle irritado por su tono sarcástico al hablarle, pero en menos de lo que se dio cuenta Taehyung lo había tomado del brazo y lo había acorralado contra una de las paredes del elevador y su cuerpo. Poniendo ambos brazos al costado de su anatomía para evitar que escape, haciendo lo mismo que había hecho antes.

-Eso sería una pena ¿no crees? -susurró bajo con voz grave.

La respiración del más bajo se entrecorto, sus ojos se abrieron amplios y las piernas le temblaron ante el aliento dulce a chocolate y tono seductor que uso. Se sintio aturdido un momento por la cercanía y la repentina tensión sexual que se hacía presente en el ambiente.

-¿Q-que crees qué haces? -relamio sus labios con aparente nerviosismo, cosa que hizo sentir a Taehyung victorioso. Su estricto e impecable vecino hecho una gelatina entre sus brazos no era algo de todos los días.

-Lo que tú quieres que haga.

Llevo una de sus manos a la estrecha cintura de Hoseok, sorprendiendose por lo delgado que era. Aquella acción devolvió a la realidad al pelirrojo que, reuniendo todas sus fuerzas en sus temblorosos brazos, empujó al otro hombre lejos de él y el aire volvió a pasar por sus pulmones. Frunció el ceño y se paro firme ante aquel abusivo.

-Escúchame bien, Kim Taehyung -espeto más que molesto -, que ni se te ocurra volver a hacer eso conmigo. No te confundas, no soy un puto como tú ni como los chicos que traes a tu departamento a pasar la noche. No soy ese tipo de persona sin escrúpulos.

El peliplata alzó la barbilla desafiante, sin abandonar su sonrisa divertida, contestó: -Claro, por eso eres un amargado porque no has tenido un buen polvo desde hace mucho, eso es seguro, si quieres te presto a uno de mis chicos para que te haga el favor. Además, que disfrute de mi vida sexual de manera activa no significa que sea un "puto" como tú dices -hizo comillas en el aire, rodando los ojos por su pensamiento arcaico -aprende algo, niño.

Hoseok iba a responder, pero justo el ascensor llegó al destino de ambos, así que optó por gruñir enfurruñado y salir con pasos pesados a su departamento.

-¡Sé que me amas! -gritó Taehyung desde atrás, carcajeandose al verse ganador de aquella pequeña disputa.

-¡Ya quisieras!

-¡Ya quisieras tú, niño!

-¡Púdrete, Kim!

Con aquel último grito se encerró en su departamento dando un fuerte portazo que fue imitado por el otro junto a un "¡También púdrete, Jung!", si no terminaban dañando las puertas quién sabe por qué.

Mientras un chico de cabello rosa, mejillas regordetas y labios abultados enfundado en un traje blanco del cual sobresalían alas del mismo color negó exasperado por la actitud de ese par, si lograba unir a esos dos exigiría una medalla de honor porque decir que se llevan como perros y gatos es poco en comparación, ¡era un halago! Hasta los caninos se llevan mejor con los mininos.

-Solo una oportunidad más, solo una para que se lleven bien o sino me tocará recurrir a las armas pesadas.

Murmuro Jimin decidido, alzando vuelo hasta perderse entre las nubes y tomar un merecido descanso.

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Esta historia salió de la nada, así que no se asombren si leen que aparece un dinosaurio hada princesa volador con moñitos Rosas y una tiara o un delfín danzante de tap vocalista de una banda de rock ;;

Cuy: animal doméstico que puede llegar a reproducirse de manera rápida y abundante. La hembra puede tener de 4 a 5 partos por año y las crías deben ser separadas antes de los 30 para evitar que los machos lleguen a mantener relaciones con los madres, ya que esto no es recomendable.

En resumen: cuy, animalito cachondo que donde encuentra agujero saca punta al lapicero.

Hablando de lapicero, YA NO SIENTO MI MANO DE TANTA TAREA QUE ME MANDAN, DIOSMIOOO

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