Tras contarle rápidamente mi historia (clamaranente omitiendo nombres y todo tiponde información inconveniente) me sujeté el cabello con una liga y suspire pesadamente terminando con un clásico: "Pero que se le va a hacer. . . "

Tom no dijo nada en toda la historia, tal vez se dio cuenta de lo estúpidamente lamentable que era y no sabía como contestar a algo que no merecía una opinión. La verdad era entendible, tal vez aún no me había ganado su confianza después de todo.

-¿Sabes?- habló captando mi atencion. -No estás tan mal-

-. . . ¿Qué?- pregunté desconcertada.

-Quiero decir, muchas chicas pasan por algo como eso en su ambiente de trabajo y se ven forzadas a convivir con su jefe imbécil. Afortunadamente pudiste escaparte un rato y no tienes que estar con él por ahora.-

No sabía sí tenía razón o no, es decir, si tengo algo de suerte pero no sentía ganas de restarle importancia al problema. Antes de que dijera cualquier cosa, prosiguió.

-Podría ayudarte si quieres, no tengo nada que hacer hoy- se encogió de hombros. -P-podríamos. . . -

-Mientras no incluya alcohol, acepto-  le respaldé.

Reí ante el gruñido molesto que hizo cruzando los brazos y viendo a otro lado como adolescente regañado. -"mintris ni incliyi ilcihil" ¿Qué tienes?¿12 años?-

-Aprendí que embriagarse es sacrificar la alegría del día siguiente, así que no, gracias.- hablé recordando la única vez que llegué a emborracharme con poco vodka que Pat y Paul me regalaron cuando cumplí 18.

Este no dijo nada ante la lógica y optó por suspirar pensando opciones. -¿Te gusta la comida japonesa?-

-No la he probado- me encogí de hombros, ahora que sabía que estuve en la armada, no tenía que darle explicaciones del por qué no conocía de algunas cosas.

-Bien, pues vamos, yo invito- afirmó -No es mi es estilo pero ya que- se cruzó de brazos.

-Está bien- asentí levantándome de la cama y caminado a mojar un poco mi pelo y peinarlo un poco, colocaba cremas en mi cara y algo de maquillaje, casi nada, un poco de rimel y labial venían bien, además no quería que se notaran mis ojos llorosos. -Oye Tom. . . - lo llamé viéndolo por el espejo tras de mi.

Levantó la vista de su teléfono -¿Si?-.

-¿Por qué haces esto?- pregunté -Tu no eres así, no haces este tipo de cosas ¿Te sientes obligado a hacerlo?- odiaba mi inseguridad en aquel momento pero a lo que me había contado Tord, él nunca se preocupa por nada ni nadie.

-¿Quién te dijo que no lo soy? ¿Una adolescente promedio te dijo que soy un chico malo y egoísta? Parece que es la impresión que todos tienen de mi- se veía algo molesto, tenía razón en molestarse.

-Lo lamento Tom- me disculpoé volteando hacia él -Es solo la visión que tenía por tu desinterés ocasional, pero si lo piensas bien, no eres nada egoísta ni "Un Bad Boy"- hice comillas con mis dedos.

Había recordado las salidas que tuve con ellos; la verdad no era muy expresivo pero tenía historias entretenidas y comentarios divertidos. ¿Será el hecho de que es alcohólico? No lo sé, tampoco me parece desinteresado, se preocupa más por Edd que por Matt pero sigue siendo un buen amigo que incluso hace demasiadas tonterías.

-Escucha, soy un hombre ¿Okay? No estoy haciendo nada que una persona normal no haría. Sé que estás triste, eres mi amiga y quiero ayudarte a olvidarlo un rato. ¿Es eso extraño solo por venir de mi pero no lo sería si fuera Edd o Matt?- se quejó arqueando la ceja.

-¡Tom lo siento!- finalicé para callarlo -Me equivoqué ¿Si? De verdad aprecio lo que haces por mi, lamento esteriotiparte de ese modo- lo miré arrepentida.

Este suspiró -Lo siento, me molestan estas situaciones-

-Está bien, yo estuve mal- le sonreí levantándole de la cama donde estaba sentado jalándolo con fuerza mientras el no cedía. -¡Vamos, quiero comer!- le pedí.

-Bueno bueno, vamos ya- comentó algo serio poniéndose de pie y bajando las escaleras -Tomaremos el auto de Edd-

-¿No le molesta?- pregunté.

Lo vi sacar las llaves del vehículo de su bolsillo derecho -Ni siquiera notó que tomé las llaves- sonrió travieso haciéndome reír y virar los ojos.

-Ay Tom. . . - susurró tomando mi suéter para salir de la casa.

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-Nunca venimos al centro comercial- comenté cerrando la puerta del auto después de bajar viendo el edificio.

Él bajó igual y puso seguro al auto. -Nah, no pasan muchas cosas relevantes aquí-

Caminamos hacia el restaurante, la plaza no era muy larga. Ya podía ver el letrero del lugar con el dibujo de un sushi.

-¿_____?- preguntó una voz familiar que oí a un costado del camino. -¡Hola! ¿Te acuerdas de mi?-

Giré mi rostro y vi a esa chica de pelo azulado, sudadera y zapatos rosado que levantaba levemente la mano caminando en nuestra dirección.

-¿Lauren? ¡Hola!- le di un abrazo corto, apenas ayer habíamos intercambiando números. Volteó a mi lado y sonrió al ver a Tom.

-¿Qué hay, Tom? No nos veíamos desde la grabación- el otro solo se encogió de hombros y puso una sonrisa apenas perceptible.

-Seh, no tiene tanto tiempo si lo piensas- le pegué un pequeño codazo -. . .pero que bueno que estés bien- agregó.

-Vamos, no seas tan gruñón- bromeó ella haciéndolo hacer una mueca, puse mi mano en su hombro para evitar que  reaccionara.

-¿Qué estás haciendo por aquí?- pregunté rápidamente.

Ella volteó a los lados. -De hecho. . . Estoy esperando a dos amigos, vamos a ir al cine. ¡Hey, deberían venir con nosotros!-

-No gracias, venimos a comer algo, pero cualquier otro día, solo llámame- sonreí tratando de lucir amigable. Me daba miedo lucir hipócrita.

-¡De acuerdo!- su celular sonó y abrió el mensaje de texto. -Oh, ya llegaron, ¡Los veo luego entonces!- se despidió con la mano y corrió hacia el cine.

Ambos nos despedimos con la mano medio alzada y voltearon hacia el restaurante de nuevo.

-¿Son amigas?-

-Nos conocimos ayer- comenté. -Intercambiamos números frente a la casa-

Hizo un ruido de desinterés -No me agrada mucho, demasiado ruidosa-

-A mi me cae bien, no la rebajes- comenté entrando al lugar y buscando una mesa.

Notamos que había Buffet hoy, tomamos una mesa pegada a la ventana y dejamos su sudadera y mi suéter en el perchero.

-Que raro que te la quites- opiné, volteó a verme y se encogió de hombros.

-Hace calor- respondió viendo ahora la barra del bufet. - Vaya suerte, ya que no has probado esta comida puedes tomar un poco de lo que quieras e ir probando. Personalmente no me gusta el sushi pero podrías intentarlo-

Asentí emocionada pero sin saber si pararme o no de la mesa para ir, no había estado en un bufet hace mucho.
Me percaté de que me estaba viendo extrañadó hasta que suspiró y se puso de pie.

-Te acompaño, anda- y fuimos a la gran barra donde tomé un poquito de todo lo que se veía jugoso. Me senté en la mesa y probé cada cosa. Sólo me gustó un tipo de sushi pero el resto estaba bastante bueno, los fideos y el arroz me gustaron bastánte.

Le conté un poco más de las cosas que no conocía pero decidí que ya había hablado mucho de mi. -¿Sabes? Nunca mencionas nada de tu familia-

-Ni tu de la tuya- lo miré molesta, él sabía que no los conocía. -Ok. . . Mi mamá es una bola de boliche y mi padre era una piña hasta que Matt le dio una escopeta a un oso que posteriormente asesinó a mi padre cuando yo tenía unos 7 años ¿Eso querías escuchar?-

Me quedé en silencio, yo creía que mi vida era rara hasta que lo conocí. -Vaya, que basura- hablé siendo honesta.

-Seh, es una mierda- rió levemente. Volté a verlo. -¿Qué?-

-Nada, tu risa es peculiar- me metí un pedazo de carne a la boca -Deberías reír más seguido-

-Personalmente no me gusta mi risa- tomó un sorbo de cerveza y dejó la botella a un lado. -Es como un voz de ultratumba-

- Ay, claro que no. - en el movimiento rápido que hice con los palillos que apenas podía usar, una bolita de vegetales y arroz paró directo en su mejilla. -. . . ¡Lo siento!- exclamé apenada.

No dijo nada y haciendo un movimiento con sus dedos me lanzó  un pedazo de carne agridulce a mi frente -Ups-. Lo que pasó después es que por la salsa agridulce, el pedazo de comida se quedó pegado en mi frente.

-¡Qué asco!- exclamé mientras el empezaba a reír más fuerte haciéndome reír a mi también por empatía durante un rato largo a nivel que era incapaz de tomar mi bebida pidiéndole que parara.

Después de dividir la cuenta a la mitad (A pesar de que se negó varias veces) pagamos y salimos del lugar tomando nuestras cosas del perchero.

Subimos al auto de regreso y llegamos a casa, bajó a dejarme en la puerta de la misma.

-Bueno, Gracias por todo- comenté metiendo la llave dejando salir a Figo que dio un par de vueltas y brincos antes de sentarse a mi lado.

-Nah, gracias a ti, hace un rato que no salía de esta forma. Las salidas con los chicos son más. . . Surrealistas- contestó viendo de reojo la casa donde se encontraban sus amigos.

Antes de que dijera otra cosa lo abracé. Tenía ganas de hacerlo desde que estábamos riendo en el restaurante pero simplemente no encontraba el momento, lo vi quedarse en shock un segundo antes de corresponder. -¿Qué pasa? ¿Te sientes bien?-

-Muy bien- volté a ver ligeramente hacia arriba para ver su rostro -Cuando la gente está feliz con alguien le da muestras de afecto, es lo normal ¿No?-

- Bueno, ni tu ni yo estamos acostumbrados. Pero tendré que lidiar con eso- me revolvió el cabello. Después de unos segundos más, reí tímidamente y retrocedí soltándolo.

-¡Te veo luego!- se despidió finalmente. Asentí con la cabeza y lo vi retroceder para ir a casa, me di la vuelta pero me quedé en el marco de la puerta inconscientemente. Giré mi rostro y lo vi detenido también en la acera de su lado de la calle viéndome de reojo.

Levanté mi mano haciendo un gesto de despedida que me fue respondido con una sonrisa pequeña pero significativa. Al sentir que me daba un pequeño golpe en el pecho decidí entrar y cerrar la puerta, fui a mi baño y noté el pequeño rubor de mi rostro.

-. . . No.-  dije tomando agua fría entre mis manos para arrojarla en mi cara.

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Wenas, me acaban de operar y hasta ahorita sino este cap jsjsjs.

Meper donan: (

Las amo; bais ❤

-Annie 💕