-Entonces... ¿Hace cuánto son vecinos de Edd?- pregunté mientras tomaba una taza de café con azúcar light.

-He perdido la cuenta, colega- contestó Eduardo dando un trago a su taza.

-Veo que no se llevan muy bien- comenté como si no lo supiera ya.

Mark se sentó en el sofá junto a Eduardo. -Han sido un dolor de cabeza- hablaba con propiedad y voz grave.

-Pero no son tanto problema, tal vez nosotros los molestamos a ellos- los otros dos vieron a John con desprecio y ojos de cuchillas. -. . . Quiero decir que ellos son molestos. . . - se corrigió con miedo.

-No se ve que sean malos tipos, son agradables- sonreí dándole un poco de razón a John.

-Pues como gustes verlo, mujer, pero para nosotros siempre seremos los número uno- se aclaró la garganta -Sin embargo, puedes venir cuando gustes-

Acabé mi café y sonreí -Téngalo por seguro, ha sido un gusto estar aquí- Me puse de pie -Pero debo volver a casa, Figo debe estar esperándome para sacarlo a dar una vuelta-

Los tres me acompañaron a la puerta y salí. -Muchísimas gracias por su amabilidad, espero verlos luego-.

-El gustó ha sido nuestro ____, que tengas un buen rato- sonrió Eduardo mientras yo me alejaba haciendo un vaivén con la mano.

De verdad habían sido muy agradables, que lindo era tener vecinos de este tipo, en la armada solo me toca convivir con gente que quiere sacarte del camino cada 10 minutos.

Seguí cruzando la calle hasta que una voz me detuvo. -¿De dónde vienes?- preguntó Edd que estaba regando el jardín con una manguera.

-Yo... sólo fui con Eduardo, Mark y John- me escogí de hombros sin darle importancia. -¿Por qué?-

-No me parece que sea buena idea, son malvados.- comentó mientras yo me acercaba a hablar con él.

-No lo parecen, son amables-

Me miró incrédulo y desvió la mirada. -Supongo que no puedo decirte con quien estar y con quien no, pero de igual modo no se te vaya a ocurrir cambiarnos.-

Reí enternecida -Edd, no prefiero a nadie, ¡Solo llevo 2 semanas aquí!-

-Lo sé, es agradable tenerte por aquí, a tí y a Figo- se acercó a susurrarne -Y le agradas a Tom, eso es extraño-

-Bueno, algo debo estar haciendo bien- me sentía halagada. -¿Harán algo más tarde?-

-Estábamos pensando en ir al cine, ¿Gustas?- asentí -Nos vemos aquí a las 8-

-¡Claro, los veo más tarde!- me despedí y llegué a casa, pero antes de arreglarme saqué a mi perro a pasear, me había estado esperando y no podía dejar esa carita encerrada.

Salí y me topé con una chica llamada Lauren, no sé muy bien quien era pero lucía como una buena persona, se acercó a acariciar a Figo y me comentó que ella no vivía por ahí, pero que conocía a los chicos y a Eduardo y sus amigos, intercambiamos números rápidamente, creí que al fin podría tener una amiga. Di una vuelta y llegué a casa.

Cuando llegué estaba por arreglarme, pero sentí mucha hambre y fui a comer una barra de chocolate que estaba en la cocina, ya luego me metí a bañar con agua caliente. El teléfono empezó a sonar.

"Tord" Leí de corrido abriendo la puerta del baño y colgando el celular para que me dejará escuchar mi música.

Salí de bañarme y me rescosté en mi cama con la toalla puesta mientras buscaba energía para vestirme, el agua caliente me había adormecido un poco. Figo se subió a la cama y empezó a lamerme la cara.

-¡Ya voy, ya voy!- Le dije riendo mientras me ponía de pie y empezaba a vestirme.

Como hacia algo de frío, me puse un pantalón de mezclilla con botas algo altas y negras, una blusa blanca de manga larga con hombro descubierto y una bufanda de mi color favorito algo delgada encima. Mi cabello lo agarré con una liga y vi a la ventana. Ya estaba oscureciendo.

Me fui a la sala a esperar cuando sentí un dolor punzante en el estómago, por suerte duró muy poco, cuando iba a levantarme al baño para ver que pasaba escuché como tocaban la puerta.

-¡____! ¡vámonos!- escuché a Matt gritar.

Corrí a abrir la puerta y decidí dejarlo pasar -No es necesario gritar, Matt-

-Lo siento, es solo que hay que llegar algo antes para ver los cortos- se disculpó.

-Está bien, vámonos- Le acompañé hasta el auto donde esperaban los otros dos.

-Hola Edd, Hola Tom- les saludé entrando al auto.

-¡Hola ____!- saludó Edd arrancando el auto.

- Hey, linda bufanda- cumplió Tom poniéndo su cinturón.

Abrí la ventana sonriendo -Gracias-

El resto del camino fue pura música hasta el cine, me han enseñado muchas bandas de las que no sabía, obviamente parece que viví bajo una piedra, pero no me ha costado ponerme al día por el Internet. Últimamente escucho una que me enseñó Tom; se llama "Gorillaz", es muy buena.

-¡Okay bring it down here!- cantó Tom

-¡we gonna break out!- exclamé yo emocionada.

Empezamos a cantar ambos -¡Get the cool! ¡Get the cool sun... ¡Edd!- mi amigo de verde había quitado la canción del reproductor porque habíamos llegado.

-Chicos, ya llegamos- nos miró serio quitando las llaves. -Además ya escucharon esa canción la vez pasada-

[[Y yo no voy a narrar como cantan toda la cancion xddd]]

-Bien.- nos quejamos bajando del auto.

Caminamos hasta el cine y volví a sentir esa punzada. -Ugh..- me quejé por lo bajo.

-¿Estás bien?- Preguntó Matt que lo notó. Asentí y le dije que solo había comido chocolate en mal estado.

Cuando estábamos por llegar al cine sentí algo en mi entre pierna junto con el dolor nuevamente. -Joder...- giré mi cabeza buscando ese bello lugar, vi uno a la distancia. -¡Chicos, voy al baño, no tardo!-

Se que se quedaron viendo raro pero yo solo salí corriendo. Llegué al baño y bajé mis pantalones con la ropa interior.

-¡MIERDA!- exclamé enojada al ver la mancha de sangre. ¿Porqué soy tan irregular? Se supone que faltaba una semana.

-¿____?-

Y para acabar de estresarme...

-¿Tom? ¿Qué haces aquí? ¡Es el baño de chicas!- exclamé llenándome de papel higiénico.

Escuché sus pasos avanzar a mi cubículo. -No hay nadie, ni creo que vaya a haber, además, Edd me mandó a buscarte- se detuvo en seco. -¿Estás bien?

-Yo... - antes de hablar me volvió a dar otro dolor punzante -¡Agh!- me quejé.

-Eso suena como un no- dijo no muy expresivo sin moverse de ahí, era claro que me iba a esperar, así
que me envolví como pude y salí.

-Wow, te ves terrible-

-Gracias.-

Rió un poco, -Hey, ya hablando en serio ¿Estás bien?-

-¡¡Sí Tom, no sé si no se nota pero estoy perfectamente, gracias por preguntar!!- Le grité enfadada.

-. . . - era claro que lo había asustado, me miraba diferente.

Relajé mi cuerpo y respiré hondo -Lo siento... Me siento muy mal y... - Bajé la cabeza -Creí que era obvio y... y...-

-¿____?¿Vas a...?- empecé a hacer ruidos con la nariz y me mordí el labio -¡____, no! ¡Si lloras harás llorar a los chicos!-

Me detuve en seco y no dije nada, caminé al lava manos y me vi en el espejo -¿Porqué me pasa esto a mi?-

-Oye, Anímate un poco, seguro te ha ido peor, además, las chicas siempre tienen amigas con quienes se distraen de esas...- volteó y se detuvo al verme. -... cosas... Pero Tu no tienes...-

-¡Ya sé que no, Tom! ¡Ya lo sé!- exclamé tomando papel y limpiando mi cara. Las primeras 24 horas del periodo siempre han sido las peores para mi, siempre sacaba mis cosas personales a la luz.

Enrollé mi bufanda nuevamente y di la vuelta.

-Me voy a casa, tomaré un Taxi y ustedes vayan a la peli- dije antes de salir por la puerta.

-¡____!- me llamó, solo me detuve y di la vuelta. -Oye, si quieres te llevamos a casa, esa película no es tan buena de igual forma-

-No quiero interrumpir sus planes, Tom, estaré bien, yo tengo a Figo-

-Esperame aquí ¿Sí?- salió corriendo hacía el cine y me dejó pensando.

Es obvio que Tom no es muy empático, me sorprendió que se preocupara, pero bueno, tampoco es un ser despreciable, incluso ama ir y comprar gatitos. La gente que compra gatitos siempre es buena.

Estaba perdida en mis pensamientos hasta que llegó de regreso y agitado.

-Te llevaré a casa- dijo empezando a caminar de regreso al auto.

-¿Qué? ¿Y Matt y Edd?- pregunté volteando a buscarlos.

El no se detuvo. -Dije que te llevaré a casa- corrí tras él como pude tratando de no tropezar con las botas, cuando estaba llegando a él di un paso en falso y me sostuve de su brazo.

-Lo siento, pero no puedes solo salir así- dije abrazando su brazo tratando de equilibrarme.

No dijo nada, solo miró serio hacia adelante para sacar las llaves y abrir el auto, me abrió la puerta para que entrara. Solo obedecí y me puse el cinturón, él subió y encendió el auto, la canción que Ese pausó volvió a reproducirse.

Pude notar como mientras conducía empezaba a tararear muy bajo la canción, yo solo empecé a cantar bajo para quitar un poco lo incómodo, cuando la canción acabó decidí romper el silencio.

-¿Tom?-

-¿Si?-

-¿Por qué no quieres hablar conmigo?-

Tardó en responderme, mantenía la vista al frente pero me veía de reojo hasta que al fin habló.

-No es que no quiera hablar contigo, solo que no soy bueno hablando con mujeres en general... o lo que sea que seas- sonrió de lado.

Le di un golpe en el hombro -¡Hey!- fruncí el ceño.

-Ok ok, lo siento. Es eso, estás desangrándote y tienes cambios emocionales y esas cosas de mujeres, jamás he tratado con nada de eso y podría arruinarlo en cuestión de segundos.-

Sonreí algo enternecida, se veí lindo de esa forma -Tom, no tienes que, solo déjame en casa y yo veré que hago.-

-La verdad, esa película es basura, prefiero irme a casa en ese caso- no sabía que decir, realmente querría compañía pero no quería obligarlo a algo que tal vez no quería.

-¿Quieres acompañarme?- Le pregunté viéndolo conducir. No tenía expresión alguna, como casi siempre.

- Está bien, solo porque insistes- se encogío de hombros mientras llegábamos. -Pero yo escogeré que ver-

Reí abriendo la puerta. -Como digas-.

💙💙💙💙💙💙💙💙💙💙💙

AHRE VOLVÍ.

-Annie 💕