[4] Llegada a Londres
El viaje duró apenas una hora y media y ya estabamos entrando a la ciudad, o más bien a una parte ya que era un pequeño barrio en las afueras.
Esto me alegraba, me gustaba la ciudad pero no tolero el ruido y los escándalos de sirenas, gritos y esas cosas, me gusta la tranquilidad de um barrio pequeño pero acogedor.
Cuando llegamos a la que sería mi casa, abrí la puerta y deje salir a Figo mientras observaba la construcción con una sonrisa de lado. Al fin tenía mi propio espacio, temporalmente, pero algo es algo.
-Eh... ¿_______? Creo que deberías decirle a Figo que no marque territorio aún.- me dijo Paul señalando al perro que estaba haciendo del baño en la pared de la casa.
-¡Figo, no, perro malo, ven aquí!- le llamé y este respondió yendo hacía mi obedientemente.
Patrick abrió la cajuela del auto y despues con otras llaves abrió la casa la cual entré a ver corriendo, debía admitir que estaba emocionada. Me di cuenta de que tenía sala, cocina un "comedor" que seguramente nunca usaría y las escaleras guiaban a 3 cuartos arriba: un baño, la recámara principal y otra que usaría de estudio.
"Lindo..." pensé regresamdo a la entrada por mis cosas que estaban ya en puerta para que las acomodara, no eran tantas por que solo serían unas semanas, pero igual empecé a tranajar mientras Paul y Patrick acomodaban los muebles en su lugar.
Llegaron las 7 de la tarde y ya solo faltaban mis cosas de higiene, todo lo demás estaba listo y eso solo quería decir que ellos debían irse.
Pat se limpio las manos y se acercó a mi -Bueno, mocosa, todo listo ¿Segura que estarás bien tu sola?-.
Resople con gracia y lo ví arqueando una ceja -Ya soy una adulta, puedo hacer esto sola-.
Paul rió -Si claro, aún eres una niña- dijo algo burlón -Llamanos si nos necesitas ¿okay?- .
Asentí mientras él despeinaba mi cabello -Los Extrañaré- dije abrazandolos.
-Encontrarás con quien pasar el rato, no te preocupes... Y si no, tienes a Figo- sonrió viendo al perro revolcándose en el suelo que alzó las orejas al oir su nombre.
Reí un poco y terminamos la despedida, cuando salieron me pegué a la ventana al ver arrancar el auto y me separé hasta que lo vi desaparecer al final de la calle.
Suspire y vi a mi alrededor, al fin sola... Bueno, sola y con Figo. Pero técnicamente si, entonces tome mi teléfono y vi la hora: 8:30. "Joder, ¿cómo empiezo todo esto?, creo que lo mejor es empezar mañana, pero ¿cómo?" mis pensamientos sobre la misión desaparecieron cuando vi al perro correr a la ventana y ver la calle.
-¿Qué pasa?- pregunté como si fuera a responderme, pero da igual, todos le hablamos a los perros. -¿Quieres salir? -
Soltó un gruñido amistoso ante el cual Sonreí poniendome mis zapatos, abrí la puerta y salí con él. Figo es un perro muy bien entrenado, así que no necesita correa para pasear, además no parece un barrio peligroso.
-Mira, el objetivo- dije cuando salí y justo enfrente estaba la casa de los chicos. Era casi igual a la mia como era de esperarse así comencé a planear un mapa mental del lugar.
Decidí caminar a los alrededores mientras el otro marcaba territorio a su manera. Seguía pensando en como empezar a hablar con ellos y eso, estaba confusa sobre como actuar.
-¡¿Ringo!?¿¡Donde esta!?- grito una voz masculina, algo ronca pero agradable. Vi una sombra al otro lado de la calle, arque la ceja y pude divisar a un tipo extraño.
Veía su pelo en punta y algo como una hoddie, no veía nada muy relevante pero algo capto mi atención y es que no veía sus ojos.
-¡Hey!¡Baja de aquí, no soy un juguete, perro tonto!- gritó la persona.
"¿Perro?" Volteé a los lados -¿¡Figo!? ¡Ven acá!- grité mientras veía que se había trepado sobre él mordisqueaba su pelo.
Use un silbido particular para llamarlo y este corrió hacia mi sentándose al lado mientras movia su cola de lado a lado y jadeaba. Al menos no lo estaba atacando.
-¡Perro malo!- le regañé mientras el sujetose sentaba en el suelo. Cuando lo vi me di cuenta de que de hecho no tenía ojos... Bueno, creo que son negros, no que no tenga. La luz me engañaba en ese momento.
Me acerqué con él y me hinqué a su lado. -¡Ay no, lo siento mucho!¿Estas bien?- me disculpé apenada. Hace mucho que no me dirigía a alguien que no fuera de la armada, ni me había disculpado com alguien que no fuera Tord.
Me observo unos segundos con curiosidad. -Yo... Estoy bien, no debes preocuparte- lo dijo de manera seca pero con voz ronca que aunque seria, era muy agradable.
Extendí mi mano y la tomó sin decir nada poniendose de pie. Cuando lo vi ya de cerca, el recuerdo vago de las fotos me vino a la mente.
-¿Tom?- pregunté de la nada.
Obviamente me vio raro -¿Nos conocemos?-.
Sacudí la cabeza para aclarar lo que diría -¡No! Bu- bueno.. Algo así, yo...- junte mis manos tratando de armas una frase pero me era imposible.
Me detuve cuando le escuche reír de manera discreta, lo miré con duda.
-Eres algo torpe ¿no es así?-.
-¿Torpe? No me jodas con eso- debo admitir que me ofendí un poco. -Me refiero a que te conozco por el trabajo-.
Vi como capté su atención -¿El trabajo?¿En la comida rápida?-.
-Si, llegué poco antes de que te despidieran, pero jamas hablé contigo, todo me lo contaban los demas que tranajaban en tu turno- joder, que buena mentira había creado, hasta yo estaba sorprendida.
-Oh, no tenía idea... ¿uh?- lo interrumpio algo que lamia su mano.
-Figo, no lo molestes- dije seca haciendo que este se sentara. -Lamento que cause problemas, apenas llegamos hoy-
-Así que eras tu la que se mudó enfrente, mi amigo Matt tenia ganas de ir a saludar y eso, pero decidimos no molestar- dijo señalando su casa -Ademas Edd y yo estamos... ¡JODER, OLVIDE LO DE RINGO!- Se dió un golpe seco en la frente.
-¿Ringo?- pregunté extrañada.
-Es el gato de mi amigo Edd, dejé la puerta abierta y me toca buscarlo-
En ese momento una idea vino a mi mente. -Figo es un perro de rescate, el puede rastrearlo solo necesita algo com su aroma-.
-Hmmm... - buscó en su bolsillo, -tengo su juguete, lo iba a usar para llamarlo-
Tomé el ratoncito y lo acerqué al perro para dar la órden de "Busca". entonces empezó a olfatear el area, dió un ladrido y lo seguimos mientras rastreaba la calle.
-Oye, ahora que lo pienso aún no se tu nombre- dijo mientras caminabamos.
-oh si, yo me llamo ______- entonces me pregunté si estaba bien decir mi nombre real.
-hmm, me gusta- dijo siguiendo el camino.
Figo empezó a ladrar bajo un auto y corrimos hacia él y abajo del mismo estaba el gato gris con rayas.
-Aquí estas, pequeño- dije alcanzando al gato -Esto es tuyo- dije a Tom entregándoselo.
-Fiuf, me salvaste- dijo tomándolo.
El perro ladro de nuevo haciendo al gato subirse en el pelo de Tom que puso una cara de fastidio que me provoco empezar a reir.
-¿Qué te da gracia?- preguntó con fastidio.
-Uy perdón, señorito- hable sin quitar mi sonrisa.
Caminamos de vuelta hasta quedar a la mitad de la calle ambos intercambiamos miradas algo incomodas.
-¿Te vas?- preguntó.
Yo asentí sacando las llaves de mi pantalón. -Tengo que arreglar lo último y dormir, hoy fue un día cansado-.
-Si si, es que, ya sabes, quería que conocieras a los chicos como es debido- la misión volvió a mi mente, ya lo tenía, sin embargo me negué.
-¿Te parece si los conozco mañana?- Sonreí confiada y extendí mi mano.
-De acuerdo- contesto como si le diera igual y tomo mi mano -Un gusto... Supongo-.
-¿Supones?- Sonreí ante esa actitud que tenía.
-Ok...un placer conocerte ¿Feliz?-Asenti y nos estrechamos las manos para luego darnos la vuelta.
-¡Oye niña!- me llamó casi en la puerta de su casa, volteé hacia él. -Toca la puerta a la hora que sea ¿ok?- dicho esto hizo un gesto de despedida y entró.
-O... ¿Kay?- contesté en voz baja para entrar a casa con el perro.
-Hora de dormir, muchacho- Sonreí corriendo al cuarto con él.
💙💙💙💙💙💙💙💙💙
Weno, hasta aquí lo dejo, recuerden que entre hoy y mañana todas las historias de Eddsworld seran actualizadas.
¡AHORA ME VOY A UNA FIESTA WUJU! (Luego corrijo errores)
¡LLL!
-Annie. 💕
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