[2] Permiteme explicar

Me senté firme en la silla viendo a Tord fijamente, no quería perder detalle en mi primera misión roja, esto sería interesante.

-______, sabes bien que yo no estuve siempre en la armada, tenía amigos y otra casa-

Asentí con la cabeza, lo conozco desde hace tres años,  sabía Todo de él y de su vida anterior.

-Pues hay algo que no sabes aún... -

O... Tal vez no todo.

-Cuando me fui de Londres traje conmigo lo que pude, sin embargo hay una cosita que deje en esa casa, te dire que es con el tiempo. Pero ahora es necesario que la consiga ¿Entiendes a dónde voy?- me interrogó con la mirada y entrelazó los dedos de sus manos.

-¿Porqué no vas tu por eso?  Son tus amigos. - contesté con otra pregunta.

Desvío la mirada y vi su rostro entristecerse levemente. -Digamos que...si vuelvo me sería doloroso volver a irme. Cuando vuelva volveré para quedarme con ellos y ser como eramos antes. Además sería muy grosero ir y recoger una cosa para volver a desaparecer sin dejar rastro.-

Me mentalicé un poco, tal vez tenía razón, además escuché que uno de ellos era un amigo muy cariñoso y afectuoso, le rompería el corazón verlo irse de nuevo.

-Entonces ¿Qué debo hacer?- pregunté  aúnque que ya intuía mas o menos la respuesta.

-Nos acaban de informar que en frente se desocupo una casa que ahora esta en renta, te mandaremos ahí y con tu personalidad te ganarás su confianza, te harás su amiga hasta que te dejen entrar a su casa, lo cual no creo que sea difícil. Con algo de tiempo podras andar con libertad con ellos, los conozco y se que te dejarán. Entonces tomas la cosa y te vas. ¿Dudas?- acabó poniendo sus pies sobre la mesa cruzando las piernas estirándose cuan largo es.

-¿Quieres que haga amigos y los traicione para largarme con la cosa?- arque una ceja, así lo veía yo.

Negó con la cabeza.  -Ellos pueden seguir siendo tus amigos,  es más, diles que trabajas aquí y tomaste un descanso, o puedes quedarte mas. Tiempo si así lo deseas. -

Me estaba convenciendo lentamente, realmente no sonaba como algo malo me cuesta un poco hacer amigos pero no es para tanto. Ademas ya no había opción.

-¿Y los datos de ellos?-

-No te daré información, quiero que sea lo mas creíble... Bueno...  Que seas lo mas honesta, así que los irás conociendo por tu cuenta para no levantar sospechas.-

-¿Por cuánto tiempo?-

Lo vi soltar un suspiro pesado y desviar la vista -Mínimo, dos semanas. -

Estar dos semanas fuera de la base en una casa nueva, con vecinos nuevos, gente nueva, vecindario nuevo... No pude evitar poner un rostro de preocupación.

-Oye _____, no es tan malo, enserio. A ti te gusta estar sola a veces... -

-A veces. - recalqué la palabra en su oración bajando la vista.

Se levanto y jalo una silla sentandose a mi lado. -Tranquila soldado. Estarás bien. Mandaré a Paul y Patrick a veces si te sientes sola y puedes... No se...- Estiró su mano y alcanzó un papel y una pluma escribiendo algo.

-Puedes llamarme- sonrió coqueto y me extendió el número anotado en un papel. Lo tomé con una sonrisa y solte una carcajada.

-Tres años, Larsson...  Y hasta ahora me das tu numero de teléfono-

-Y eso no se lo doy a cualquiera.- dijo sin borrar su sonrisa.

Me levanté de mi asiento dando por terminada la conversación y me mantuve de pie frente a él.

-¿Cuando?

-Te irías pasado mañana en la mañana. No te preocupes, la casa esta amueblada, Paul y Patrick te llevarán para ayudarte y el alquiler lo pago yo.-

Acepte todos los términos y empecé a caminar a la puerta sin antes ser detenida por su voz.

-Y _____... El de azul...  La cosa esta en su cuarto, necesitó que pongas mas empeño con él ¿si?- hizo un gesto de asco -por mas que odie decirlo...-

Lo miré raro pero me limite a asentir con confiaza y salir del lugar cerrando la puerta encontrandome con el de cejas amplias y el cabello de princesa.

-¿Y....?- preguntó este último.

-¿Y qué? - pregunté también.

-¿Se besaron o no?- empujé a Paul un poco.

-Cállate.- desvíe la mirada nerviosa. -tengo una misión super secreta y no puedo contarsela a nadie-.

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El resto del día tuve a ambos encima de mi como un par de moscas molestas preguntándome una y otra vez sobre la misión.

-Maldita sea.... ¡CÁLLENSE!- grité enfadada. Ambos retrocedieron, saben que enojada soy peligrosa.

Suspiré hondo sentandome en una banca cercana y les hice una seña de que se acercarán para sentarse empezando a relatar en que consistía semejante encargo.

Al terminar, ambos intercambiaban miradas algo dudosas, los observé del mismo modo.

-¿Qué pasa? -

Patrick dirigió su mirada a mi.  -¿Te irás dos semanas? - me relajé. Sonreí confiada y lo despeiné un poco.

-Ustedes estarán cerca ¿no es así? Ademas tengo 25, se cuidarme muy bien-

Ahora Paul me miraba.  -Es que las cosas son muy frías por aquí y eso... -

-Volveré rápido, ni notarán el tiempo irse- me devolvieron la sonrisa al momento.

(....)

Todo el día siguiente estube empacando mis cosas, finalmente no tenía mucho, lo que tenía lo encargaba en internet pues no salia de la base para nada.

Cerre mi maleta dejando espacio para mi pijama que no era mas que una blusa blanca de manga larga azul con un dibujo acompañada con un short gris con tiras del tono de las mangas.

Me metí en las sabanas y solté mi pelo para dormirne cómoda. Ya estaba apunto de apagar la luz tras ponerle una alarma a mi teléfono para el día siguiente, bueno, puse una a las 6, luego a las 6:15, otra a las 6:30 y una última a las 6:45. Ya saben, por si acaso.

Como decía;  me estiré a apagar la luz y escuché murmullos fuera de mi puerta, eran un par de chicas, las voces eran conocidas. Wendy de nuevo. Y apostaría a que la otra era Michelle. Iugh...

-¿Entonces así fue?- se le oía emocionada a la última.

-Shhh...  No quiero que esa perra sepa.- me pegué más a la puerta. -No creo que le guste que su novio se acueste conmigo-

Mi sangre ardía. No podía verlo pero sabía de sobra que esa perra estaba riendo tras la misera puerta de mi misera habitación donde pase tres años de mi mísera vida siguiendo oredenes de un mísero lider.

Maldije en silenció mas no pude quedarme en mi sitio, me sentía furiosa por alguna razón. Quería golpearla en la cara fuerte.  No soy estúpida y sabía que lo hizo apropósito, ponerse frente a mi puerta a hablar de eso.

Que hija de puta...

Contenía mis impulsos con fuerza pero fue inútil al escucharla nuevamente.

-Es más, el lider la mando en una "misión especial" para deshacerse se ella un tiempo. Y con razón, esa tabla no me deja estar con él, ya necesitamos nuestro espacio...  ¿Sabes a que me refiero?- su tono pícaro me hizo liberarme y abrir de golpe la puerta con una mirada de muerte en mis ojos.

Ellas retrocedieron pegando un grito agudo, me miraban asustadas poniendo sus manos enfrente de mi en forma de "Defensa". Se veían muy ridículas.

-¿Así funciona?- me crucé de brazos -¿Primero fanfarroneas sin vergüenza y luego te ocultas con temor?  Me das asco.- solo observaban. Asi que dí un paso firme al frente asiendolas saltar.

Me di vuelta y me puse en camino a la oficina roja dejandolas con el rostro pálido. Pero no me sentía bien, debía aclarar esto o estaría  enojandome por nada.

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La chica castalla entró abriendo las puertas de par en par con fuerza haciendo al noruego pegar un salto en su asiento. Preguntó algo nervioso que hacía a esas horas en el lugar.

_____ lo observo con detenimiento. Estaba despeinado y su uniforme no estaba mas que su sudadera roja arrugada, parecía recien puesta. Giró la vista y vi la chaqueta del uniforme tirada a un lado de la pared. Sus ojos se clavaron en él con frialdad.

El hombre trato de articular las palabras con su boca mas le fue imposible. Titubeaba un par de veces viendo a su alrededor.

-No es...lo que crees... Yo... -

Ella se acercó con firmeza a la mesa desordenada estirando su mano hasta el hombro de su lider tomando de el un pelo largo y negro con una parte roja. Tord cerró los ojos haciendo una mueca sabiendo que estaba en problemas.  Apenas se atrevió a dirigirle la mirada para hacerlo solo un par de segundos y llevar su vista al suelo.

-Así que es cierto... - susurró ______ en tono bajo.

-______,yo...- el castaño claro no pudo acabar su oración cuando ella ya estaba saliendo con el rostro agachado dejando caer dos lagrimas pequeñas en el suelo de la oficina.

Él trató de alcanzarla más cuando se acercó, se encerro en su cuarto con seguro.  Sin decir una palabra tocó la puerta pero al pegarse a ella escuchó la respiración profunda que hacía para intentar calmarse.

Se retiró en silencio sin mas que decir.

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Ya empezó el drama :'v

-Annie. 💕

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