Tom no me dijo nada cuando lo vi al día siguiente, lo consulté con Edd y tomé la decisión de ir con mis nuevos amigos al cine, esta vez solo pedí un poco de ayuda de Matt para escoger ropa, en parte lo creía exagerado pero me sentía más segura así.

— ¿A dónde? — escuché preguntar al chico de cuencas recargado en el marco de la puerta.

— Voy al cine ¿Vienes conmigo? —

— Tal vez luego — sonreí, sonaba mucho menos molesto. Tomé mi mochila y me miré en el espejo.

Di una vuelta para analizar el conjunto, no es que me importara demasiado, pero me gustaba verlo en mi, estaba tan acostumbrada a la ropa militar, gris y repetida que disfrutaba usar algo nuevo.

— Te ves bien, ya sal de aquí — dijo neutral sentándose en mi cama y acariciando al perro.

Me senté al lado. — Voy a esperarlos — dije viendo de reojo a la ventana.

Nos quedamos en silencio palpando el lomo del animalito. Nos vimos directamente un segundo, fue extraño, un hormigueo pequeño. De repente recordé que ya no pasábamos tanto tiempo como el de antes, aunque llevaba relativamente poco tiempo en el vecindario.

Luego pensé en la misión. Ya había extendido el plazo, no había visto ni a Paul ni a Pat. Todo llegó a mi cabeza de golpe en ese pequeño segundo haciéndome bajar la cabeza.

– Sabes. . . Tal vez no debería ir, podría quedarme con ustedes – dije apenada.

– ¿Eh? Pero estabas emocionada hace unos segundos –

–Si pero. . . Tengo trabajo y eso, además debo sacar a Figo a dar la vuelta, ayer no lo saqué –

– ¿El trabajo que te asignó tu jefe de mierda que te mantiene lejos con la chica que espera que no vuelvas? –

–. . . Al diablo, me largo al cine. – dije convencida tomando mi bolsa. – ¿Podrías sacar a Figo por mi?–

—¿De cuánto alcohol estamos hablando?—

— Hay cuatro cervezas en el refrigerador —

– Hecho. Regresa a las ocho. –

— Bien, gracias Tom — sonreí abrazándolo de golpe, tardó un poco pero correspondió al final como si nada. Fuimos separados por el sonido del auto de los otros que me hizo correr despidiéndome rápido mientras bajaba por la escalera.

Un pequeño vacío fue lo que me quedó en el pecho, quería regresar pero no tenía por qué, así que llegué al auto. Saludé a mis amigos y me fui.

Pasaron unos días poco más de dos semanas, tal vez más, los usé para salir y divertirme todo lo que no me había divertido en mis mejores años, sin embargo, no había llegado al nivel de estar ebria, me sentía orgullosa por eso, incluso me tocó manejar una vez y llevarlos a todos a casa.

Aún que yo me la estaba pasando muy bien, parecía que Tom apoyaba cada vez menos mis salidas; mientras Matt había dejado de ayudarme con mi apariencia y se enorgullecía de mi, dejé de preguntarle mil cosas con Edd antes de decidir sí irme o no, ya no me asustaba, pero Tom se veía diferente.

— ¿Y sí vamos a pescar? — preguntó un día en el desayuno.

— ________ tiene planes ¿no? — contestó Matt señalándome con su cuchara. Asentí con la cabeza mientras terminaba y levantaba la basura de la mesa.

— Que sorpresa. . . — le oí mascullar por lo bajo con un tono molesto.

Me acerqué un poco poniendo mi mano en su hombro. —Podemos salir mañana ¿Quieres? —

— Sí no estás agotada o con otros planes, tal vez. — se levantó con su taza de café y subió a su cuarto sin decir más, cerró la puerta despacio. Nos quedamos en silencio.

Edd y Matt intercambiaron miradas un segundo. — Hey, ¿Qué pasa con él?— pregunté.

– ¿Sabes, _______ ? Entiendo que te guste salir, ir a fiestas y pasarla bien como se debe. A nosotros nos da gusto. Pero te has distanciado un poco. . . No sé, pero creo que aTom le afectó más que a nosotros. Supongo que le gustaba tenerte por aquí –

— Pero sigues cerca, literalmente. Así que no sé que tanto problema tiene.— Matt se encogió de hombros.

— Hey. . . Lo siento, no sabía que se sintiera así, debí relajarme hace días —. Aunque en parte me hacía sentir bien que ellos me extrañaran en cierta medida.

–Todos pasamos esa época, no hay de que disculparse, y hey, ni siquiera ha pasado la gran cosa en estos días, solo una espada atravesando un espejo con una chica extrañamente atractiva. . . Y compramos donas–

Reí extrañada al escuchar su narrativa de Edd, también extrañaba anécdotas así. Recogí la mesa ya que me toca de vez en cuando.

Me quedé pensando un momento mientras lavaba los platos, me estaba alejando de mis nuevos amigos. Por otros amigos. No controlo muy bien mi lado social y parecía que se me había ido un poco de las manos por la emoción de vivir como la joven universitaria que nunca fui. Había pasado pocos días y ya no había sitio que no ubicara en Londres.

Londres. . .ni siquiera vivo aquí, solo estoy de paso.

Entonces, no solo me alejaba de mis amigos, me estaba alejando de mi misión, mi objetivo donde Tom era esencial y ahora estaba molesto conmigo, mis amigos en la armada, de Tord. . .

Ya había sido suficiente, ya me había divertido y debía volver a mis objetivos, tal vez renunciar y regresar. Mientras más pronto acabarala pesadilla de tener que regresar a ese frío lugar, mejor.

Pero hoy había una fiesta grande. GRANDE EN MAYÚSCULAS. Eso habían dicho mis amigos, y yo ya había aclarado que iría pues sería la conductora designada. Pero. . . ¿Y sí me excedía un poco? Tal vez sería mi última oportunidad de alocarme antes de volver. Cuando llegara el momento renunciaría y podría vivir como una persona normal.

Si, decidido. Tal vez no me embriagaría pero iba a disfrutar a tope, tal vez besar a alguien. Tal vez bailar en Topless ¿Quién va a decirme que no? Luego volvería y sería libre de ese idiota de. . .

– ¡________! – exclamó Edd viendo que estaba dejando que toda el agua del grifo siguiera cayendo mientras yo no enjuagaba nada, el último plato ya estaba completamente limpio.

Me sobresalté. – Ups. . . Lo siento – sonreí nerviosa cerrando la llave con rapidez y limpiando con un trapo lo salpicado de alrededor.

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(Nota: Para tu gran noche, serás tu quien decida que conjunto vas a usar. Voy a aplicar un vestido, así que imagínalo como quieras, sí no quieres un vestido pues lo cambias en tu mente alv jsjsjs)

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– Toc, toc. . . – saludé abriendo la puerta del cuarto de Tom con lentitud, nunca había entrado para quedarme, solo un vistazo rápido.

– ¿Qué quieres?– retrocedí, no estaba de buen humor.

– Nada muy importante, solo quería hablar contigo antes de irme a arreglar y eso . . .–

Aunque estaba definitivamente de malas, dejó lo que estaba haciendo y se sentó en su cama guardándome un espacio, pude ver una foto de Tord, estaba rayado con marcador negro.

– No se llevaban bien ¿o si? – pregunté sin aguantar la curiosidad.

Este hizo una mueca de desagrado –Claro que no. Que se joda Larsson –

Escuchar esas palabras de alguien que es ajeno a la armada era tan extraño. Yo sabía el coraje que sentía pero simplemente se me hacía extraño hablar de él con su amigo y que no supiera que el cabrón del que le hablé días atrás era él. Extraño.

– Parece atractivo – dije para aligerar el ambiente.

Este hizo un ruido de asco. – Solo por que es noruego, iugh. –

– Bueno, sí te sirve de algo, yo creo que tu eres más guapo – reí.

Aunque ni siquiera se me había ocurrido compararlos el atractivo de ambos era innegable, sentí que lo había dicho con mucha naturalidad, pude notar una leve sonrisa incrédula en él.

– ¿Qué? Es verdad, mira estas lindas patillas – pasé mi dedo por esos pedazos de cabello en sus costados y él volteó.

Cuando lo hizo, nuevamente me encontré en el enorme vacío de sus ojos negros que me parecían tan fascinantes. De estar acariciando sus patillas moví mi mano y la acomode en el contorno de su mejilla, lo sentí ladear la cabeza recargándose en mi palma y dedos. Sonreí y él sonrió, claro, no tan notablemente como yo.

Mi celular vibró. Ya debía irme.

– No vayas. – dijo él en un tono suave, sin tartamudear. Me detuve en ese momento mientras me levantaba de la cama.

— Tom, ya hice planes, no volveré a salir en mucho tiempo. — su semblante cambió, ya lo había arruinado.

— ¿Cuánto? ¿dos días? Todos los días te vas— dijo volviéndo a ese tono molesto y sarcástico. — Te dije que esa chica no me agradaba —

— ¿y qué? Eso no es tu maldito problema — respondí ya molesta.

— Podría serlo sí quisiera. Ya no sabes hacer nada más que salir a dónde sea y dejarnos aquí —

Me crucé de brazos. –Dirás dejarte a ti. Edd y Matt no están molestos como tu.–

— ¡Por que yo sé de alcohol! ¿Sabes los problemas en los que te puedes meter? ¿Qué pasa sí te excedes? ¿Qué sabes realmente de la estúpida Lauren? —

– ¡Eres la persona MENOS indicada para decirme cómo debo manejar el alcohol! ¡Soy una adulta! ¡y sí a mi se me antoja, me voy a poner hasta el culo! ¡Alcohólico de mierda! —

Salí del cuarto enojada, azotando la puerta y murmurando maldiciones ignorando completamente las preguntas de los otros dos chicos en mi trayecto.

Llegué a casa y seguí con mi plan, todo lo que había puesto en mi mente unos momentos antes iba a ser traído a la realidad. Y ahora con más razón, no me iba a tragar mi orgullo. Me lo iba a beber. 

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Guess I'm back.

Nuevo capítulo el miércoles ♡
-Annie 💕