Capítulo 8
Thalia estaba angustiada al no encontrar a Hailey por ningún lado, casi temía que la chica hubiera salido del campamento adentrándose al bosque, definitivamente Artemisa le asesinará en cuanto note que la castaña no estaba por ningún lado. La de ojos azul eléctrico era carcomida por la culpa, sabía que debía decirle que Nico era el mismo chico que había intentado arrancarle la cabeza en más de una ocasión, pero no podía hacerlo, no después de que Artemisa le prohibiera interponerse, la diosa le había ordenado dejar que las cosas se arreglaran por sí solas y no decir nada sobre el hijo de Hades cuando Hailey estuviera presente.
—Sigo perdido, ¿Qué ha pasado? —Percy al igual que Jason caminaban detrás de la cazadora y ninguno de los chicos estaba seguro de lo que ocurría.
—No puedo contarles, me fue prohibido hablar sobre Hailey, pero solo puedo asegurarles una cosa —giró a ver a ambos chicos—. He lastimado a Hailey y no sé cómo tomará lo que hice —Jason miró a Percy y Percy lo miró a él, jamás habían visto a Thalia de aquella manera, tan preocupada, por lo que al igual que ella comenzaron a buscar a la hija de Hécate.
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Hailey logró alejarse del campamento aun manteniéndose dentro de la barrera, necesitaba estar sola, necesitaba gritar por la frustración que sentía, creyó en Thalia ciegamente y esta le había ocultado algo importante para ella. Thalia sabía cuán importante era para Hailey decirle a Nico todo aquello que Bianca le había dicho y contado, decirle cuanto lo había amado aun después de muerta y la hija de Zeus le había negado aquello.
—¡Mierda! —gritó lo más fuerte que le fue posible mientras se dejaba caer en la tierra—. ¡Confíe en ella! —esta vez golpeó el suelo descargando un poco de su enojo—. ¡Ella lo sabía! —repitió su acción y así siguió hasta que no sintió sus ahora nudillos ensangrentados, por alguna razón sentía demasiado enojo, sentía que explotaría en cualquier segundo destrozando todo a su paso. El rostro de Bianca se presentó en su mente y el enojo se alejó dando paso a la tristeza—. Lo siento, lo siento, lo siento —sollozó mientras seguía disculpándose, había intentado lastimar al hermano pequeño de Bianca en más de una ocasión y temía que donde quiera que estuviera la chica esta le odiara por actuar de tal manera.
Hailey se mantuvo en la misma posición durante horas, hasta que el cansancio fue más de lo que pudo soportar y terminó dormida en el frío suelo del bosque, la chica tenía demasiadas emociones negativas, demasiadas penas para una chica de su edad, demasiado dolor por cargar y aquello no solo era negativo para su salud, sino que podría afectar también su estado psicológico, Hailey sentía que se perdía en una oscuridad de la que temía no poder salir nunca.
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—La dejaste ir —repitió Artemisa mientras miraba a Thalia, la chica mantenía un gesto serio mientras Percy y Jason temían por la hija de Zeus—. Debía pasar en algún momento —soltó un suspiro la diosa mientras se sentaba y miraba a los tres semidioses sin emoción alguna, Quirón que estaba cerca analizaba cada aspecto de la conversación.
—¿Qué? —Percy parpadeaba repetidas veces mientras pasaba su mirada de Thalia hacia Artemisa—. ¿Cómo que debía pasar? ¿No le preocupa que Hailey haya huido?
—Percy Jackson siempre en los lugares más inesperados —sonrió levemente la diosa de ojos plateados—. No me preocupa siendo que al final regresará al campamento, no por nada está dicho en una profecía —tomó un leve sorbo del vino que residía en su copa.
El solo hecho de que la diosa mencionara una profecía alarmó a los dos semidioses, los cuales habían creído que ya habían terminado con todas las profecías y que después de muchos años por fin el Olimpo y la Tierra estaban a salvo, pero con las palabras de Artemisa ahora sabían que aquello que habían creído no eran más que ilusiones.
—¿Otra profecía?
—Tranquilo esta vez no trata de ti.
—Pero eso no quiere decir que el Olimpo y la tierra están a salvo —habló por primera vez Jason.
—Muy listo hijo de Zeus —la diosa se puso de pie acercándose a los tres semidioses, Thalia se había mantenido en silencio siendo que Artemisa le había comentado ya una parte de la profecía—. La profecía tiene un poco más de dieciocho años, en ese entonces poco caso se le dio siendo que había otras más importantes —miró a Percy antes de seguir—. Esta ocasión hijo de Poseidón el Olimpo está en peligro y tú no eres el que deberá salvarlo. Hailey es la clave y para nuestra desgracia el hijo de Hades también lo es, el problema con esta profecía es que no menciona cuál es el peligro, simplemente menciona a los que serán nuestra salvación.
—¿Qué dice la profecía? —curioseó Percy, Artemisa miró a Thalia indicándole que dijera la parte de la profecía que la diosa le había dicho.
—"Una vez más el peligro existirá, una hija de la magia la salvación será. A la edad de 18 años al campamento llegará..." —terminó de hablar soltando un suspiro siendo que sabía que aquella profecía estaba incompleta, pero no podía reclamar o decir nada siendo que si Artemisa había callado el resto de la profecía significaba que si ellos sabían la profecía completa algo podría salir mal.
—¿Es todo? Eso solo dice lo que ya ha pasado, no podremos hacer nada si siguen ocultando el resto de la profecía.
—Esa es la cuestión, Percy. No pueden saber el resto de la profecía hasta que ya haya ocurrido lo que fue dictado, no pueden arriesgarse a que intervengan y la profecía no se cumpla —intervino Quirón. Jason y Percy estaban aún más perdidos que antes, sabían que había una nueva profecía, pero no sabían de lo que iba y aquello solo les provocaba escalofríos—. Deben irse, ya anocheció y deben descansar —Quirón no esperó respuestas y los acompañó hasta la puerta, los tres semidioses se mantuvieron en silencio hasta que Thalia habló.
—Nos vemos mañana, si Hailey no aparece me ayudarán a buscarla —con aquellas palabras dio media vuelta hacia la cabaña en la que las cazadoras se quedaban, no quiso sonar autoritaria, pero no encontró otra manera de decirlo siendo que tenía demasiadas cosas en la cabeza en esos momentos.
—Creí que sería otro verano relativamente normal, ¿Por qué siempre que pienso eso deben aparecer más profecías? —se quejó el de ojos cual mar mientras caminaba a la par de su mejor amigo.
—No lo sé, pero no tengo buena espina de lo que está por pasar —confesó Jason sin dejar de mirar la luna que se encontraba brillando más que en otras noches, los dos siguieron caminando hasta llegar a sus respectivas cabañas en las que pensaron más lo que había ocurrido aquel día.
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Nueva actualización, nuevo tráiler y nuevo anuncio, la historia fue inscrita a los Wattys y solo nos queda ver cómo termina todos. Además, espero que el capítulo y las historia les esté gustando siendo que me esfuerzo mucho en no arruinarlo en cuanto a la trama, es algo complicado siendo que no tengo mucho en lo que pueda basarme siendo años después de lo que ya conocemos en los libros.
Pelirroja W
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