Capítulo 4
Hailey se movió en cuanto cobró conciencia, su cuerpo dolía como nunca antes le había dolido, abrió los ojos sintiendo la luz calar en ellos, miró el techo del lugar que desconocía, aún estaba algo perdida por lo que en ese momento ni siquiera pensaba en lo que había ocurrido, lo único que ella hacia era girar su rostro para ver lo que había a su alrededor encontrándose con camillas que estaban ocupadas por distintas personas.
Se sentó con sumo cuidado hasta la orilla de la camilla evitando hacer ruido alguno, miró sus botas en el suelo, miró de nuevo a su alrededor para ver si alguien le miraba, pero nadie la vigilaba por lo que aquella era su oportunidad perfecta para salir de aquel lugar. Se colocó sus botas y se levantó de la camilla sintiéndose algo mareada al inicio, pero después logró mantenerse de pie por lo que caminó sin problema hasta estar fuera de la enfermería.
—¿En dónde estoy? —susurró mientras se ocultaba entre los arboles del bosque que estaban dentro del campamento, miraba todo a su alrededor con curiosidad, las personas que pasaban cerca suyo parecían no notarla lo que era un punto a su favor, todos tenían una camiseta de color naranja que decía "Camp Half-Blood" cosa que llamó la atención de Hailey ya que creyó haberlo escuchado entre las cazadoras, pero no le dio importancia ella necesitaba concentrarse solo en salir sin ser vista—. ¿Dónde es la salida? —murmuró entre dientes sintiéndose frustrada de poder salir de aquel campamento, se detuvo detrás de un árbol para hacer memoria sobre lo ocurrido antes de que se desmallase, recordaba los golpes que había recibido, los distintos árboles que había cruzado mientras corría, un pino, los campistas viéndola de manera extraña y después nada, su mente se quedaba en blanco después de eso—. El pino —sonrió al ver aquel pino que sobresalía de los demás árboles a su alrededor, aquella era su salida.
—¡Quirón, la chica no está! —aquel gritó hizo que Hailey pegara más la espalda contra el tronco del árbol mientras rezaba por no haber sido descubierta—. ¡La cambia caras escapo! —el chico de cabello rizado y piel canela movía los brazos como loco mientras corría y gritaba distintas cosas, Hailey frunció el ceño al escuchar la manera en el que el chico se había referido a ella, pero aquello no debía significar nada, por lo que siguió su plan.
Corrió lo más rápido que pudo sin ver si alguien le veía o perseguía, si lograba llegar al pino podría salir al bosque y de ahí buscar el campamento de las cazadoras, su plan parecía ir en buena dirección, pero este se vino abajo cuando se cruzó con un chico de cabello negro y ojos que se asemejaban al color del mar, Hailey le esquivó pero sintió las pisadas del chico detrás de ella, a pesar de esto siguió corriendo creyendo que quizá lograría salir a pesar de ser perseguida; pero aquello no paso ya que varios campistas le bloquearon el paso provocando que esta comenzara a sentirse amenazada. Los chicos se acercaron lo suficiente como para acorralarla aquello le recordó a Hailey las veces que Margot le acorralaba para poder golpearla.
—Tranquila, no te haremos daño —un chico rubio intentó acercarse a ella, pero Hailey hizo que este retrocediera cuando tomó el dorado collar que descansaba en su cuello y lo convirtió en una espada. Artemisa le había informado desde su llegada que aquel collar era un obsequio de su madre y este le protegería, después Thalia le enseño a utilizarla.
—Aléjense de mi —murmuró mientras les apuntaba con la espada, nadie de los presentes podía juzgarla la chica tenía miedo y aquel era un lugar desconocido para ella, Hailey solo intentaba protegerse de aquellos extraños—. Solo quiero irme —avanzó sin bajar la espada, ella no lastimaría a nadie solo quería asustarles para que le dejaran ir y al parecer habían entendido lo que ella quería ya que se hicieron a un lado dejándole el camino libre.
Siguió caminando ante la atenta mirada de todos, se relajó al creer que nadie le detendría, pero aquello cambió cuando un chico de cabello negro al igual que sus ojos se interpuso en su camino, él le miraba de una manera fría y no parecía feliz de ver a Hailey.
—No irás a ningún lado —su voz había provocado escalofríos en Hailey, parecía como si este no sintiera nada más que odio, odio que parecía dirigirse solo hacia ella. Hailey quiso retroceder al ver que el chico era más alto que ella y que él podría vencerla sin dificultad; pero no retrocedió ella se mantuvo firme tras recordar las incontables veces que Bianca le había dicho que debía luchar contra todos sus miedos y por primera vez eso haría, Hailey lucharía sin importar lo que ocurriera. Apretó el mango de su espada manteniéndola en alto hacia el chico, este sin miedo se acercó hasta que la punta de la espada tocó su pecho—. ¿Quién eres? —preguntó con seriedad, él no soportaría los desplantes de aquella chica, él no le dejaría ir hasta que explicara cómo había logrado tener el rostro de su hermana.
—Aléjate, solo quiero irme —advirtió la chica sin dejar de mirar al chico, comenzaba a ser frustrante para ella que nadie entendiera que solo quería y necesitaba irse. Nadie hablo, nadie se movió y Hailey pensó que quizá aquello era señal de que podía irse, pero en cuanto quiso dar un paso el chico frente a ella se quitó su anillo convirtiéndolo en una espada completamente de color negro arremetiendo con esta contra la espada de Hailey—. Pero qué demonios —Hailey retrocedió por el impacto de las espadas, miró al de cabello negro sorprendida, pero no logró decir nada ya que este comenzó a arremeter contra su espada con más fuerza, Hailey no se quedó atrás y comenzó una pelea entre ambos.
—¡Basta! —se lograban escuchar los gritos de los campistas intentando detenerlos, pero nada funcionaba, tanto ella como él estaban demasiado molestos con el otro y no lograrían que estos pararan. Duraron varios minutos luchando hasta que Nico logró golpear la mejilla de Hailey con el mango de la espada mandándola al suelo, aquello no había estado en sus planes, pero al ver a la chica algo confundida por el golpe aprovecho para colocarse sobre ella y evitar que se moviera.
—No te muevas —escuchar aquellas palabras habían activado algo en Hailey que le llevaron a sus memorias de varios años atrás, llevándola al pasado del que tanto miedo tenía.
«La pequeña niña de tan solo siete años intentó recoger todo lo que estaba sobre la mesa, había intentado hacer unos cupcakes que le habían pedido para el festival escolar, pero al ser tan pequeña e inexperta hizo que la cocina estuviera hecho un desastre al estar la mezcla en el suelo de la cocina, a pesar de esto Hailey intentó hacer que la cocina estuviera impecable.
—¿Hailey? —Hailey se detuvo de golpe al escuchar la voz y los pasos de Margot—. ¿En dónde estás cariño? —que se refiriera a ella como "cariño" le asustó aún más, las veces que Margot le hablaba con afecto eran las mismas en las que la mujer había estado tomando y aquellas eran en las que Hailey terminaba peor—. Oh pequeña, ¿Qué has hecho? —Hailey pegó un salto del susto que le provocó ver a Margot parada en la entrada de la cocina, la mujer miraba la mesa de la cocina con varios ingredientes aun en ella.
—Yo, yo —tartamudeó alejándose de la mesa—. Intenté hacer cupcakes para el festival de la escuela —admitió sabiendo que si mentía Margot tomaría represalias—. Lo siento —la pequeña comenzó a sentir un nudo en la garganta mientras el miedo comenzaba a apoderarse de ella.
—No cariño, está bien. Yo debí estar para ayudarte —Mrgot se acercó a su bolso y comenzó a buscar algo en el, cuando encontró lo que buscaba lo sacó mientras jugaba un poco con ellos—. Vamos te ayudaré —sacó un cigarrillo de la caja, lo colocó entre sus labios, lo encendió y dio una calada de este, soltó el humo mientras se acercaba a Hailey. La pequeña de ojos azules creyó ilusamente que Margot en verdad le ayudaría y no sería castigada, pero dejo de creer eso cuando la mano de la mujer se estrelló contra su mejilla mandándola directamente al suelo—. A veces eres tan tonta —se rió de la niña mientras esta comenzaba a sollozar, Hailey se arrastró intentando alejarse de Margot, pero esta se colocó sobre la niña manteniéndola inmóvil y sin escapatoria alguna—. No te muevas —la pequeña abrió los ojos exageradamente cuando vio que Margot acercaba el cigarrillo a su brazo.
—Basta, por favor —lloriqueó intentando zafarse de su agarre, Hailey se movía frenética al ver que el cigarro se acercaba cada vez más a su brazo, cuando este estuvo lo suficientemente cerca Hailey sintió el calor que el cigarrillo desprendía—. ¡Basta! —gritó tan fuerte que su garganta ardía con cada grito, la niña no podía hacer nada, el cigarrillo ya dejaba marcas en sus brazos.»
—¡Basta! —Hailey gritó con fuerza asustada mientras sentía su cuerpo temblar, sin siquiera saberlo ella desprendió lo que se asemejaba a un campo de fuerza que lanzó a los campistas hacia atrás al igual que a Nico, la castaña sollozó mientras se abrazaba sin notar que a su alrededor se había formado un agujero que había provocado—. Tengo miedo —susurró mientras lloraba, Hailey no quería a nadie cerca quería que el miedo se fuera, quería que Bianca le ayudara a controlarse como hacia cada vez que esta tenía un ataque de pánico.
—¡Hailey! —se escuchó que llamaban a la chica, pero esta no se movió ni dejó de llorar—. Por Zeus, Hailey —la hija de Zeus se colocó frente a ella sin importarle las advertencias que le habían dado, se hincó y abrazó a la castaña, Hailey se aferró a ella al sentirse protegida.
Thalia no sabía del pasado de Hailey, pero se imaginaba que la chica había vivido cosas horribles ya que esta se despertaba en las madrugadas llorando, a pesar de que intentara no ser notada Thalia siempre estaba alerta y era muy observadora.
—Tengo miedo, tengo miedo —sollozó apretando su agarré en los brazos de Thalia—. Quiero a Bianca —pidió como si una niña pidiera a su mamá, Thalia sintió por unos segundos la inmensa tristeza que Hailey sentía y ocultaba día a día.
—Lo sé —susurró mientras acariciaba la espalda de Hailey intentando que esta se calmara, era poco común escuchar aquel tono tan protector en Thalia, ya que la de ojos cual tormenta acostumbraba a hablar con fuerza. Hailey lloró con más fuerza sin poder evitarlo, ¿Acaso su pasado le perseguiría por siempre?
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Por fin Hailey y Nico se conocieron, bueno más bien pelearon, pero ese no es el punto. Me alegra mucho como quedó este capítulo y es satisfactorio por qué estoy escribiendo como esclava para actualizar todas las historias.
Imagen del collar de Hailey:
Pelirroja W
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