Capítulo 10
Hailey se quejó mientras intentaba abrir sus ojos, sus parpados pesaban y sentía que no había descansado lo suficiente queriendo volver a dormir, pero no se permitió volver a dormir tras recordar que se había quedado en medio del bosque, aunque aquello era ilógico siendo que sentía bajo su cuerpo lo blando de una cama, cuando por fin abrió los ojos notó que estaba en el mismo lugar en el que había despertado el día que había llegado al campamento, la enfermería.
Miraba a sus lados y se sentó con mucho cuidado, no sabía cómo había llegado, pero la verdad era que no le apetecía seguir ahí, no le gustaba nada relacionado con los hospitales, no le gustaba tras pasar más de la mitad de su vida lastimada. Cuando quiso levantarse de la cama una persona se lo impidió provocando que la castaña volviera a sentarse.
—No puedes levantarte como si nada —un chico rubio mantenía su mano en el hombro de la chica, pero al notar la incomodidad que provocaba en la chica retiró su mano—. Has dormido dos días seguidos gracias a la fiebre debes estar cansada —el chico caminó hasta un gabinete y de este sacó algo que Hailey no lograba reconocer gracias al envoltorio que este tenía—. Cómelo con lentitud o podría hacerte daño —le tendió la mitad de lo que parecía un pan y Hailey lo tomó para comerlo con suma lentitud.
—¿Cómo he llegado aquí? —preguntó antes de darle otra mordida al cuadrado de pan, este tenía un delicioso sabor, el mismo que le hizo sentir un nudo en la garganta tras recordar en el momento que había probado algo similar.
—Steve un hijo de Hermes te encontró en medio del bosque cerca de los límites, ardías en fiebre y aquí te atendimos hasta que esta bajó —el chico sonrió, Hailey solo asintió algo extrañada, aquel chico parecía brillar como si todo en su vida fuera perfecto y aquello hacía que Hailey se sintiera algo deslumbrada.
—Gracias... —quiso seguir diciendo el nombre del chico, pero cayó en que no sabía su nombre—. ¿Cómo te llamas?
—Will Solace, no hay nada que agradecer Hailey —la chica se apeno al saber que él conocía su nombre y ella ni siquiera lo había visto antes en el campamento—. Thalia me ha dicho que en cuanto despertaras le llamara, iré a buscarla —el chico giró listo para irse, pero Hailey se lo evitó tomando su muñeca, Will volteó a mirarla sin comprender el por qué le había detenido.
—No quiero que ella venga.
Will se sorprendió por lo que Hailey había dicho, pero decidió respetar lo que ella quería para evitar cualquier enojo o emoción fuerte por parte de la chica, el rubio asintió y se fue en cuanto uno de sus hermanos le llamó para que le ayudase con un recién llegado.
Hailey miraba sus manos ya vacías siendo que ya había comido la ambrosía que Will le había dado, no le apetecía ver a Thalia, no le apetecía ver a nadie, en aquellos momentos le hubiera gustado tener a Bianca a su lado, ella siempre le había aconsejado, siempre le había cuidado, ahora que la chica ya no estaba a su lado se sentía perdida en una inmensa oscuridad, a la cual le tenía miedo, Hailey le tenía miedo al mundo en general, creyó que había superado aquel miedo, pero estaba más que claro que no lo había superado sino que lo había ocultado bajo una falsa sonrisa y una falsa fuerza.
¿Qué podía hacer ahora? ¿Llorar? No, el siquiera llorar le dolía. ¿Gritar? Ya había gritado lo suficiente hasta que su garganta doliera. ¿Huir? No tenía a dónde ir, no tenía un hogar al cuál regresar y dudaba que su padre siquiera recordara su existencia. No tenía nada ni a nadie, se sentía como una muerta en vida, que solo se movía por auto reflejo la cual ya no creía en nada ni esperaba nada, tal y como Margot le había dicho incontables veces, ella nunca debió nacer.
→•←
En el bosque algo alejado del campamento un árbol era arremetido con demasiada fuerza la cual después provocaría que la espada perdiera su filo, pero poco le importaba al chico de oscuros ojos, su chaqueta de aviador se encontraba en el suelo y la playera negra se pegaba a su cuerpo gracias al sudor que provocaba el esfuerzo las horas que llevaba golpeando el árbol con la espada. Nico Di Angelo tenía demasiadas cosas en las que pensar, demasiados recuerdos que creyó ya haber superado hasta que Hailey Blake llegó junto a las cazadoras de Artemisa al campamento.
Nico creía que la muerte de su hermana ya había sido superada tras que le informaran que había decidido renacer años atrás, pero tal parecía que aun la vida le quería recordar que había perdido a su hermana mayor, que si tan solo él no se hubiera portado como un malcriado Bianca no se hubiera distraído al ver una figurilla del juego de mitomagía y quizá ella seguiría viva, con las cazadoras, pero viva.
—¡Mierda! —lanzó la espada y se dejó caer de sentón mientras tapaba sus ojos, hacía años que no sentía aquel enojo, que no sentía que estaba solo y todo gracias a una chica—. ¿Qué harías tu Bianca? —se dejó caer de espaldas pensando en su hermana, pensando en las palabras de Thalia y pensando en cómo había intentado lastimar en más de una ocasión a la hija de Hécate al ser cegado por su pasado y su dolor. Por unos segundos pensó en irse del campamento, en ir con Hazel hasta que el verano terminase o al menos hasta que Hailey se fuera del campamento, pero descartó aquellas ideas al solo recordar que Thalia había mencionado que Hailey debía decirle algo relacionado con Bianca—. Al diavolo —habló en italiano mientras se levantaba, tomaba la espada y su chaqueta.
→•←
Hailey suspiró mientras miraba el techo de la enfermería, Will le había dicho que debía quedarse al menos un día más por si había algún otro malestar y Hailey no se opuso en absoluto solo le pidió un favor, que si alguien quería visitarla les dijera que no podían siendo que habían demasiadas personas o que inventará cualquier cosa siendo que no se sentía bien como para ver a alguien, Will nuevamente no cuestionó nada más no podía evitar pensar en lo rara que era la chica.
Will acomodaba los medicamentos junto a otras cosas que habían utilizado para curar a los que llegaban a la enfermería, estaba por terminar cuando la puerta de la enfermería fue abierta y casi dejó caer un bote de alcohol al ver a la persona que cruzó la puerta gracias a su piel bronceada su sonrojo fue imperceptible.
—N-nico —llamó la atención del chico el cual al ver al rubio sonrió de lado.
—Hola, Will —después de aquello ninguno dijo nada, simplemente se dedicaron a ver al otro, había pasado tres meses desde que su relación había terminado y a pesar de ello Will seguía igual de enamorado del chico como si apenas hubieran pasado horas de su primer beso, pero Nico no podía decir lo mismo, el hijo de Hades fue quién puso fin a la relación tras comenzar a sentir que su gusto por Will disminuía, de un momento a otro sintió que su relación no estaba bien, que eran demasiado opuestos como para querer lo mismo y prefirió hablar con la verdad terminando su relación. El hijo de Apolo no podía evitar mirarlo, no podía apartar su mirada de él y fue por ello que Nico desvió su mirada para seguir con lo que realmente le había llevado a la enfermería.
—¿Q-qué te trae por aquí? —Will sabía que era malo hacerse esperanzas, pero su corazón no pudo evitar latir con fuerza con el solo pensamiento de que quizá Nico había ido a hablar con él.
—Necesito hablar con alguien —suspiró antes de regresar su mirada a Will—. Necesito hablar con Hailey Blake —la sola mención de la chica hizo que las esperanzas de Will se fuera por la borda, Nico no estaba ahí por él, que tonto había sido al creer que aún había una oportunidad para ambos, Will no tuvo más opción que asentir y guiar a Nico hasta la camilla en la que se encontraba Hailey, la chica ignoraba la presencia de ambos y Will tras sentirse triste por la presencia del hijo de Hades decidió dejarlos solos—. Habla antes de que me arrepienta de venir —su voz ronca hizo que Hailey saltara en su lugar asustada por la repentina interrupción del silencio, Hailey quedó en blanco al ver frente a la camilla a Nico Di Angelo, el hermano menor de Bianca, el mismo chico que fue el tema principal en miles de conversaciones que tuvo con Bianca, el mismo que había jurado conocer solo para decirle todo aquello que Bianca no había podido, de cuanto había lamentado Bianca dejarlo solo a una edad tan corta, por fin tenía a Nico frente a ella y no sabía qué decir.
. . .
Les dije que tendrían noticias de la historia más pronto de lo que pensaban, espero que esta actualización haya sido de su agrado, recuerden votar y comentar que yo leo y contesto cada comentario ♥
I'm a lover of the drama.
Pelirroja W
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top