9. El juego está por comenzar

Rynoa

Aquel hombre me ponía los pelos de punta. Su mirada era penetrante y eso que él no tenía completo acceso a mis ojos. Sentía como si pudiera traspasar mis lentes y ver directamente a mi alma. De alguna manera, me hacía sentir vulnerable, y yo no puedo ser vulnerable.

Soy Rynoa, la madre naturaleza.

No sé qué significa la vulnerabilidad.

Aun así, debo de admitir que podía ser intimidante, pero no lo suficiente. No para mí.

Pienso que podría quitarle la cabeza con un solo movimiento de mi espada. Sí, creo que eso haré. Nadie más se está moviendo y es él el que nos mandó los ¿Osos? Eso fue lo que dijo, creo... bueno, los peones, los peones de ese hombre escuálido.

Ahora que lo pienso, él se parece mucho a sus peones. Igual de feos.

― ¿Qué pretendes Félix? ―preguntó Robin Hood.

Bueno, ahora el hombre escuálido tenía nombre. Las dos primeras letras de su nombre son las mismas primeras letras de 'feo'. ¿Coincidencia?

―No puedo decirlo aún, no quiero arruinar la sorpresa ―respondió Félix o el escuálido―. Me gustaría que me llamaran Airtok y no Félix.

No, me gusta más decir Escuálido o Feo.

― ¡Me importa un carajo lo que quieras! ―respondió Robin Hood.

¡Ja!, parece que el tal Félix es más odiado de lo que pensé.

― ¿Por qué has venido? ―pregunto Conejo―. Han sido 40 años en los que no has salido de tu madriguera, y ahora, de la nada apareces.

Ambos intercambiaron miradas de puro odio.

― ¿Quién está en Treno? ―preguntó Conejo―. Apuesto a que Pitch.

―Apuestas bien ―respondió el Escuálido―. Pitch debe estar conversando con tus amigos guardianes, a menos de que no hayan logrado sobrevivir a la emboscada y ahora mismo estén muertos.

―Ellos no morirían en manos de ustedes. Pitch y tu son patéticos ―dijo Robin Hood.

―Y, si el tal Pitch se parece a él ―dije señalando al Félix―. Deberías de agregar que ambos son muy, pero muy feos. Hacen daño al ojo humano y espiritual.

―Pero miren a quién tenemos acá ―dijo Félix viéndome.

―Una chica nueva, ¿cómo estás querida?

―No voy a mentir, estaba mejor cuando no sabía de tu existencia ―respondí.

―Es una chica con agallas, me hace recordar a Bianca.

¿Otra vez la tal Bianca? ¿Quién diablos es? ¿Una reina? ¡Ya párenla, por dios!

―No hables de Bianca, nunca más la vuelvas a mencionar maldito imbécil ―gritó Conejo. Creo que nunca lo había visto tan enojado.

―Lo que más me llama la atención es que el mocoso de Peter Pan este aquí ―dijo Félix―. Hemos tratado de reclutarte mil veces, pero nunca has aceptado.

―No acostumbro juntarme con personas que son igual de idiotas que el Garfio.

―Garfio no es parte de nosotros, tampoco ha aceptado unirse ―comentó Félix, pero su tono de voz daba a entender que no podía importarle menos que Garfio no formara parte de su grupo de ineptos.

―Pues hace bien, al menos aún le queda un poco de inteligencia en su cerebro de bacalao ―respondió Peter Pan.

Rodé los ojos, sentía que estaba dentro de una película de niños.

―Ya basta de esto, me aburrí ―dije mientras apretaba el mango de mi espada.

Corrí hacia donde estaba Félix y lo ataqué con la espada, pero él me detuvo con su bastón. ¿Cómo pudo hacerlo? Mi espada debió de cortar su estúpido palo en dos. Tal parece que Félix no es tan débil sin sus peones como se podría pensar.

Bueno, eso significa que este encuentro será un poco más divertido.

― ¿En verdad crees que vas a poder conmigo?

― ¿En verdad crees que sólo iba a tratar de golpearte con la espada?

Él se sorprendió ante mi confesión. Eso haría que mi ataque me alegre más. Con mi mano libre, alcé la tierra y cree una bola grande. La endurecí, ahora era una perfecta roca. Ni un segundo después, esa roca estaba impactando con la cabeza dura de Félix. Este se tambaleó hacia atrás. Y cayó al suelo. Se cogió la cabeza por el dolor, pero aun así, seguía consciente. Tal vez debí golpearlo más fuerte.

―El hombre de la luna ha reclutado a alguien fuerte ―dijo mientras se ponía de pie.

―Manny es inteligente ―aseguré.

― ¡Por fin lo aceptas! ―gritó Night, quien inmediatamente se tapó la boca.

―Deberías dejar de avergonzarte cada vez que hablas ―le sugirió Robin Hood.

Suerte con eso Robin Hood, me demoré mucho en que me hable sólo a mí. Me pregunto cuánto se demorará en hablar con los demás guardianes. Siento que algún día lo hará, pero podrían pasar bastantes años para eso. Tal vez hasta siglos.

―Lamento tener que ser un aguafiestas, pero tengo que matar a al menos uno de ustedes. El señor Hakutón no se alegrará si no lo hago ―dijo el escuálido.

―Dile al idiota de Hakutón que el que va a morir es el ―respondí.

― ¿Cómo osas decir su nombre? ―sonó muy furioso al decir eso.

Resoplé. ―Hakutón, Hakutón, Hakutón ―canté―. Ahí está, lo dije tres veces, ¿va a parecer de la nada o algo así? ―me burlé.

―Te vas a arrepentir, mocosa.

En cuanto dijo eso, sus peones se materializaron a su alrededor. Probablemente había dos docenas de ellos. Cada uno empezó a atarnos. Era como al casi como lo que había sucedido antes de que el escuálido apareciera. La diferencia era que, esta vez, Félix luchaba contra mí.

―No debes referirte a nuestro señor con tan poco respeto ―me amenazó.

― ¿O qué? ¿Qué si lo hago?

―Te mataré, eso haré.

Volví a resoplar. ― ¡Tu señor es una mierda! ―grité. Volé hacia él y logré cortar su brazo, pero la herida no era tan profunda como me hubiera gustado que fuera. De todas formas, fue suficiente como para hacerle botar el báculo―. Y, tú también eres una mierda.

― ¡Voy a matarte personalmente, mocosa desgraciada!

Ups, creo que lo hice enfurecer de verdad.

―No si te mato primero ―respondí sonriente.

Blandí mi espada frente a él. La moví hacia la derecha, haciendo un perfecto corte en uno de sus peones. Un momento, la espada debió cortar a Félix, no a su peón. Suspiré. Maldito desgraciado, hizo que el peón tomara su lugar.

― ¡Maldito cobarde! ―grité.

―Sobrevivir no es cobardía ―respondió él.

Ahora tenía su báculo de vuelta. Con él, empezó a crear bolas de energía. Parecía el kame-hame-ha de Gokú. Lanzó cada una de esas bolas de energía hacia mí, por suerte era rápida y pude esquivar cada una de ellas. Noté que cuando estas chocaban con el suelo o un muro, explotaban. Es bueno que no me den a mí. ¿Yo explotaría? ¿O, solo me causaría mucho daño?

Voto por no enterarme nunca.

―Creo que Hakutón ha reclutado a los espíritus más patéticos ―dije.

Cada palabra que yo decía, era para enfurecerlo.

―Juro que te mataré con mis propias manos.

Siempre funcionaba.

―Pues juro lo mismo ―aseguré―. Uno de los dos morirá hoy, estoy segura de que no seré yo.

Creé un muro de piedra justo detrás de él. Con mi espada golpeé su mano, así soltó el maldito báculo, otra vez. Ya no podía hacer más de las bolas de energía. Lo tenía acorralado.

―Te dije que morirías ―la hoja de mi espada estaba en su garganta, un movimiento y moriría.

―Deberías reconsiderar tus actos ―dijo riendo.

― ¿Qué cosa se te hace tan gracioso? ―fruncí el ceño.

―Que no me vas a matar ―respondió.

―Oh, claro que te voy matar ―debería de matarlo ahora mismo, así que apreté la hoja de la espada con más fuerza. Un poco de sangre empezó a escurrir por su cuello. Pero no la suficiente.

―Si me matas, el Osseu soltará su lanza y atravesará a tu amigo.

Me asomé sobre mi hombro, una de los peones estaba apuntando a Night. Y otro lo tenía cogido por la espalda para que no escapara. Su cayado estaba tirado en el suelo a un lado.

Se puede meter conmigo, pero no con Night.

―Si me matas, lo matan. Si me dejas ir, lo dejarán ir.

―Maldito cobarde ―repetí.

―Tic-tac, el tiempo avanza.

Empujé a Félix a un lado, sabía que igual atacaría a Night, pero si iba yo misma por él, lo podría ayudar. Volé hacia mi mejor amigo con toda la rapidez que pude.

― ¡Eres una tonta! ―gritó, pero yo ya estaba a medio camino.

Sentía que con cada movimiento que hacía, todo se hacía cada vez más lento para mí. El peón lanzó su arma, pero yo llegué antes de que lo alcanzara y evité que le cayera a Night.

― ¡Ry! ―gritó él.

La lanza había atravesado mi estómago.

―Siempre dije que daría la vida por ti, Night.

Caí de rodillas y pensé que quedaría inconsciente o algo así. Pero no. Diablos, habría preferido quedarme inconsciente. De esa manera, el dolor desaparecería, pero no. Me sentía completamente consiente de lo que me rodeaba.

Un minuto después, los peones empezaron a desaparecer de uno a uno.

Hasta que solo quedó Félix.

―Te dije que morirías tú ―me dijo.

Mierda.

―Pe... pero no fue en tus manos, usas a tus peones porque tú e...res débil ―respondí.

Tosí sangre.

―No me hagas rematarte, ¿cómo te llamabas? ―se rascó la barbilla―. Oh sí, Rynoa.

― ¿Cómo sabes su nombre? ―preguntó Night.

¿Night está hablando? O, ¿me estoy imaginando cosas? Tal vez el dolor me hace alucinar.

―Lo sé porque ella es de interés para el señor Hakutón ―respondió Félix.

―Pues dile a tu señor que deje de estar interesado ―respondió mi amigo.

Sí, él estaba hablando. Era extraño que lo hiciera, pero bueno, si de esta forma se soltaba, mejor. Era hora de que hablara con las demás personas. Aunque no me agradaba que esa otra persona fuera el escuálido.

―Tenemos que llevarla a un lugar seguro ―dijo Peter Pan cuando se acercó a mí.

―No se preocupen, yo ya estoy por irme ―empezó a decir Félix―. Solo tengo una cosa más que decirles ―sonrió―. Hay alguien que hemos encontrado, hemos tratado capturarla, pero simplemente no podemos. Está en una zona inalcanzable para nosotros y para la mayoría de espíritus.

Dio dos pasos hacia nosotros. ―Sé que saben de quién hablo. Y la única persona que puede ayudarla es ella ―me señaló―. Tú la viste el otro día, así que solo tú la podrás salvar.

― ¿Por qué nos dices esto? ―preguntó Conejo.

―Porque, cuando ustedes manden a Rynoa por ella, nosotros estaremos ahí para reclamarla ―respondió―. El juego comienza ahora. Veamos qué tan capaces son.

Luego de eso desapareció.

✎❣

Espero que el capítulo haya quedado claro, en especial el final. Me habría gustado explicar un poco más, pero supongo que cuando Jack narre lo que pasa en Treno, algunas otras dudas se resolverán :)

Dos personas adivinaron que er Félix. Solo que una lo puso en mi muro y otra lo comentó. Así que dedicaré este cap a Fernanda107 y el siguiente a Jackfrost1418 :)

pd. Escribo Neverland en lugar de El País de Nunca Jamás, porque me da flojera escribir el nombre en español. Es muy largo!! jaja Lamento si mi flojera le molesta a alguna, pero... Neverland es el original ;)

xoxo,

Rose

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