8. Equipo rojo/Equipo azul

Rynoa

―Es una trampa, no podemos dividirnos, somos los guardianes ―dijo Tooth―. Trabajamos en grupo.

¿De qué habla? Si hace unas horas nos dividimos para buscar a Hakutón. Creo que eso de ser tan hiperactiva le está haciendo algo a su cerebro.

―No creo que Manny nos haga dividirnos si sabe que estamos yendo a una trampa ―comentó Norte―. Debemos hacerle caso.

― ¿Y cómo nos vamos a dividir? ―preguntó Conejo―. Me rehúso a ir con esos tres ―dijo señalándonos a Jack Frost, Robin Hood y a mí.

―Bueno, eso es mutuo ―dije. Aunque a decir verdad, me gustaría hablar con Conejo. Hay algo en él que todavía me llama la atención y quiero saber qué es.

― ¿Sorteo? ―sugirió Tooth.

¿Sorteo? Se supone que somos guardianes, no niños de cinco años. Bueno, no la puedo culpar, lo único que hace es recolectar dientes... todo el día... me pregunto cuántos dientes tiene... ¿dónde los guarda? ¿Qué pasa si se le acaba el espacio del almacén donde, supongo, los deja? Tooth se ha vuelto un enigma en tan solo dos segundos.

―No planeo ir sin Night ―dije―. Nosotros iremos juntos a donde sea que nos digan.

Norte suspiró. ―Él ni siquiera es guardián, no debería ir.

―Dijiste que como yo confiaba en él, tú también lo hacías ―dije cruzándome de brazos.

―Bien, irás con Night. Ahora, hagamos el sorteo que dijo Tooth.

Tooth y Sandy estaban conversando a un lado. Luego se acercaron a nosotros, Sandy tenía ramas en su mano, pero cubría con el puño la mitad inferior. ¿Qué querían hacer con eso?

―Son seis varitas, cuatro están pintadas de rojo y dos de azul ―explicó Tooth―. Cada uno va a coger una, excepto Rynoa, que como irá con Night, ellos ya pertenecen al grupo azul.

―Esta idea es patética ―dije. No puedo creer que hayan sido guardianes por tantos siglos.

―No, es una gran idea ―dijo ella emocionada―, cada uno coja una varita.

― ¿Y qué hay de mí? ―preguntó Peter Pan.

―Tú no eres guardián y tampoco eres Night, así que no vendrás ―le dijo Conejo.

¿Ven? A pesar de todo, hay algo bueno en él. Acepta a Night.

Robin Hood, Jack Frost, Conejo, Tooth y Norte sacaron cada uno una rama. Sandy se quedó con la sobrante. Solo espero que a Jack Frost no le toque la rama azul.

―Rojo ―dijo él.

¡Bien!

―Yo también tengo rojo ―dijo Norte. Miró a los demás―. Entonces, Sandy, Tooth, Jack y yo iremos juntos a Treno.

― ¡Exijo una segunda vuelta! ―gritó Conejo―. No quiero ir con la loca y el felino maloliente.

― ¡Te lo advertí! ―grité. Empuñé mi espada y me acerqué a Conejo. Pero Night me cogió del brazo e impidió que siguiera―. Esa linda colita no va a durar mucho tiempo.

Conejo rodó los ojos. ― ¿Qué pasó con el momento en que eras agradable?

―Murió cuando me dijiste loca.

―Ya basta, chicos, tenemos que irnos. No sabemos qué están haciendo los secuaces del Innombrable ―dijo Tooth―. El equipo rojo irá a Treno, el azul a Burgess. Así que a moverse. No tenemos tiempo que perder.

―Yo iré con el equipo azul ―dijo Peter Pan.

―Tú no irás a ningún lado ―le dije.

―Puedo ser de ayuda ―Peter Pan estaba tratando de convencer a Norte.

―No, no iré con el bromista empedernido ―dijo Conejo―. Ya es demasiado tener que ir con la lo... Rynoa y el felino maloliente.

― ¡Hey! ¿Cómo es que a mí me sigues insultando? ―soltó Robin Hood―. Tengo un nombre, por si no te has dado cuenta y ese es León.

―Felino, León, lo mismo.

―No deberías de hablarle así a tu cuidador ―dijo Jack Frost―. Recuerda que él es el espíritu de la fauna.

¿Fauna? ¡Oh dios, eso es gracioso!

― ¿O sea que Robin Hood cuida de ti? ―empecé a reír―. Eso es demasiado genial, creo que no podré dejar de reír ―cogía mi estómago, cuando empezaba a reír, era difícil detenerme. En especial ahora que tenía la imagen de Robin Hood arropando a Conejo.

― ¡Ya basta! ―gritó Conejo―. Yo no soy cuidado por nadie.

Robin Hood rodó los ojos. ―Estamos perdiendo tiempo valioso, tenemos que irnos ya.

―Exacto ―dijo Norte―. Equipo rojo, ¡al trineo!

¡Oh rayos! Quiero ir en ese trineo... ya van dos veces en el día en que no logro subirme a él. ¿Cuánta mala suerte puedo tener?

―Vámonos ―dijo Conejo, antes de dar dos pisotones al suelo. Un túnel se abrió y el equipo azul cayó en él.

― ¡Pudiste avisar! ―le grité.

―Dije: "vámonos" ―respondió. Él corría por los túneles mientras yo me resbalaba por ellos. Podría volar, pero así era mucho más divertido.

―Tienes suerte de que el túnel sea genial, aunque no sé si es mejor que el trineo o no.

―El trineo es un vehículo mortal ―respondió.

―Oh, no me digas... ¿le tienes miedo al trineo?

Conejo gruñó. ―No temo a nada.

―Sí, claro.

Night también estaba resbalándose al igual que Robin Hood. Ambos iban más atrás.

―Esto es genial, no tenemos túneles así en Neverland.

Oh no...

― ¿Qué diablos haces aquí? ―preguntó Conejo en tono molesto.

―Dije que ayudaría, así que... acá estoy ―Peter Pan iba al final―. Además, debo admitirte que estos túneles son lo mejor, probablemente mejor que el trineo.

Pude notar una sonrisa formarse en la cara de Conejo. ―Lo sé. Ese trineo es una porquería.

―Alguien ama mucho sus túneles ―dije entre risas.

―Solo sigan cayendo, ya pronto llegaremos a Burgess.

Cuando por fin salimos del túnel, notamos que era de noche en Burgess. Así que tal vez sería un poco más complicado encontrar al peón de Hakutón. La ciudad no había cambiado mucho en los últimos años. Es decir, la tecnología ha mejorado mucho, y hay varias ciudades, como Tokio, que ha tomado muy en serio ese cambio y casi parece una locura ir a esa ciudad. Pero, Burgess seguía como los pueblos de antaño, los tranquilos.

Me gustaba más así, ya dije que amo todo lo antiguo.

― ¿Dónde empezamos a buscar? ―preguntó Robin Hood.

―Tal vez no necesitemos hacerlo ―dijo Peter Pan. Su mirada estaba dirigida a un punto en el cielo.

Si bien, era de noche, y todo el cielo era oscuro. Ese punto era aún más oscuro que el resto. Como si algo estuviera siendo concentrado en ese lugar. Casi podía sentir maldad brotando de aquella zona.

―Apresurémonos ―dijo Conejo.

Todos volamos hacia allá, con excepción de Conejo, quien corría y saltaba de tejado en tejado a una velocidad igual a la nuestra. Al menos tengo que admitir que es muy rápido.

― ¿No prefieres que te lleve? ―le preguntó Robin Hood―. Después de todo, soy yo quien te cuida.

― ¡Cállate! ―le gritó Conejo―. Luego no te quejes si te digo felino maloliente.

―Sé que soy yo la que generalmente se burlaría de esto ―dije―. Pero estamos a punto de enfrentarnos contra un estúpido peón de Haku... dijo el Innombrable, ¿no deberían de tomarlo con más seriedad?

Ambos se miraron. ―No puedo creer que ella sea la que tenga la voz de la razón ―murmuró Conejo.

―Yo soy siempre la voz de la razón ―dije.

Escuché a Night soltar una risita a mi lado. Con mis manos hice que una gran ráfaga de viento se formara y botara a Night a un lado.

Se lo merece.

Él regresó con una sonrisa en el rostro. ―Y se supone que eres la voz de la razón... ―susurró.

Rodé los ojos. ― ¿Quieres que la próxima vez use fuego?

Night negó rápidamente, pero aún tenía una sonrisa en los labios.

Diablos, no me puedo enojar con él. Es como un angelito.

―Hay alguien ahí ―dijo Peter Pan―. ¿Lo ven?

Había una sombra bajo el cielo que tenía la 'maldad concentrada'. Sí, así lo llamaré, es más sencillo.

― ¿Quién es? ―pregunté. Pero en cuanto lo hice, la sombra desapareció.

Aterrizamos cerca de donde habíamos visto aquella sombra. Cada uno inspeccionaba el rededor, pero nadie veía nada. La maldad concentrada seguía en el cielo, desde acá parecía un hoyo negro. Uno que estaba succionando algo. Jamás había sentido tanto temor, era horroroso estar aquí.

Me sentía débil.

― ¿Alguien más se siente extraño de estar aquí? ―preguntó Peter Pan.

―Sí ―respondió Conejo.

Los demás asentimos.

― ¿Qué significa? ―le pregunté.

―No lo sé, jamás había visto una cosa así ―respondió.

― ¿Escucharon eso? ―preguntó Robin Hood―. Estoy seguro de que escuché gruñidos...

―No oí nada ―dije. Crucé miradas con Night, él tenía su cayado listo para atacar si era necesario.

Entonces, de la nada, armas empezaron a volar por todos lados. Desenfundé mi espada y bloqueé varias de las armas que venían hacia mí. Los cinco nos juntamos de espaldas, así cada uno bloqueaba las armas que venían de cada lado.

Formábamos un círculo perfecto.

Peter Pan tenía una espada, Night su cayado, Conejo sus boomerangs y Robin Hood tenía su arco y flechas, aunque desde aquí no podía ver cómo se las arreglaba para bloquear todas las armas que iban hacia él.

― ¿Esto ya lo has visto antes? ―me preguntó Night.

―Jamás ―respondí. Logrando bloquear una daga.

―Así que estar en peligro de muerte hace que hables en voz alta... ―dijo Robin Hood, no fue una pregunta, fue una afirmación.

―No lo fastidies ahora ―le dije.

―No estoy fastidiándolo. Solo trataba de bajar la tensión.

―Solo sigan bloqueando estas cosas ―ordenó Conejo.

De un momento a otro, las armas pararon de volar. Tenía cortes en los brazos y piernas. Sentía sangre en mi mejilla izquierda. No había sido tan buena bloqueando todas las armas. Miré hacia los demás, ellos también tenían cortes.

― ¿Estás bien? ―le pregunté a Night. Él asintió.

― ¿Tu? ―me preguntó.

―Nada va a poder conmigo nunca. Estos cortes no son nada ―le guiñé el ojo.

―Conejo... ¿crees que eso haya sido causa de...? ―empezó a decir Robin Hood.

―Sí, creo que fueron Osseus.

― ¿Qué es eso? ―preguntó Peter Pan, robándose las palabras de mi boca.

―Son criaturas que eran controladas por una antigua enemiga nuestra ―dijo Robin Hood.

Conejo tenía la cabeza agachada, probablemente no era un tema que él quisiera abordar.

―Oh, pero ya no son de ella ―dijo una voz desconocida―. Ahora son míos, me tomó bastante tiempo controlarlos, cuarenta años para ser exactos, pero por fin pude hacerlos mis peones.

Volteé hacia la persona que hablaba. No era alguien que haya visto antes, y puedo asegurar que preferiría haber seguido sin topármelo.

―Tu... ―dijo León con el ceño fruncido.

―León, Conejo, cuánto tiempo sin verlos ―dijo sonriente.

✎❣

Chicas y/o chicos, ¿en qué equipo hubieran querido estar? ¿Rojo o azul? Yo creo que iría... no sé, es difícil. Probablemente solo iría en el azul por Conejo y Night. La ventaja del rojo es Jack y el trineo ;)

¿Quién creen que era el dueño o dueña de la voz? Es un personaje antiguo, así que... traten de adivinar! El primero que adivina tendrá una dedicación en el siguiente capítulo :)

xoxo,

Rose

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