56. ¿No me reconoces?
Cuatro días antes
Guarida de Hakutón
Rynoa
No puedo creer que, después de hacerme un interrogatorio sin sentido, me dejaran en esta maldita prisión. Es un insulto. Además, claramente esta jaula de pájaro no me iba a mantener prisionera, podía salir fácilmente, así que, eso hice. Tenía la necesidad de explorar la guarida de Hakutón, algo debía haber aquí dentro que me ayudara a derrotarlo. Una vez que tuviera su cabeza, podía dársela a los guardianes y reírme en su cara.
Podía imaginarlo.
Yo entrando al taller de Norte con una bolsa en las manos. Cuando los guardianes quisieran atacarme, sacaría la cabeza de Hakutón y se la lanzaría a Conejo. Imaginar sus caras de pánico y sorpresa era un sueño hecho realidad.
Creo que mi imaginación se ha vuelto más sádica que antes.
Debe ser este lugar.
Los corredores de la guarida eran largos y estrechos, no estaba segura de adonde dirigían, solo sabía que era el lado opuesto al salón donde estaba el trono gigante de Hakutón y, me tenía que alejar de ese lugar. Pitch y Félix se demorarían en regresar, lo sabía porque son un par de idiotas y, en lugar de buscar a su jefe, probablemente se han ido por ahí a hacer cualquier cosa menos su trabajo.
Eso pasa cuando convocas a cualquier espíritu. Debe haber una selección previa.
Mientras caminaba, un silbido llamó mi atención.
Era una canción, era animada y me resultaba familiar, pero no podía adivinar qué canción era en particular, ni dónde la he escuchado antes.
El sonido me atrajo, por lo que lo seguí hasta llegar a un cuarto como en el que yo había estado. En el centro de este también había una jaula de pájaro y, en el interior, había una persona sentada de espaldas a mí.
No me moví.
Traté de adivinar la canción, lo tenía en la punta de la lengua. Pero no lograba ubicarla. Sé que la canción me desesperaba... pero... ¿cuál es? Antes de que pudiera adivinar, la persona se dio media vuelta, era un hombre bajo, definitivamente más bajo que yo, pero no tan pequeño como Sandy.
Cuando me vio, sonrió, parecía muy feliz de verme, como si me conociera de toda la vida y esperara encontrarse conmigo otra vez.
—Me preguntaba cuánto te tomaría encontrarme —su voz era suave, se me hacía conocida.
—¿Perdón?
Su sonrisa se ensanchó mientras se acercaba a los barrotes de la jaula. —Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que conversamos.
—Jamás te he visto.
—¿No me reconoces?
—¿Debería?
Pero no respondió a mi pregunta, cambió de tema.
—Te quitaste los lentes —apuntó, ese simple hecho me tomó desprevenida—. Esperaba que lo hicieras, no me gustaba que te negaras a ti misma. ¿Ya estás preparada para ser llamada por tu nombre real o aún quieres ser Rynoa?
Fruncí el ceño en respuesta. ¿Quién se ha creído este hombre pequeño?
—Mi nombre es Rynoa. Y, ¿de qué hablas? ¿cómo sabes tú de mi otro nombre?
Su sonrisa jamás dejó su rostro. —Porque yo soy el Hombre de la Luna.
Me quedé en blanco al oír eso, no supe cómo reaccionar. ¿Él era? ¿Él es Manny?
—¡Hijo de puta! —me lancé sobre su jaula. A diferencia de la mía, no pude ingresar. Había una capa que la cubría y me lanzó al otro lado de la habitación.
—Debí advertirte sobre el campo de fuerza.
—¡¿Tú crees?! —gruñí.
Él no dejaba de examinarme. Se sentó en la jaula, cruzando sus cortas piernas y apoyando sus codos sobre las rodillas. La sonrisa en su rostro no desaparecía. —Siento que tienes muchas cosas que preguntarme —rodé los ojos. No puedo creer que un ser como ese sea Manny—. Pero debo advertirte que todas las respuestas las tienes tú.
—¿Vas a empezar a hablarme en acertijos? Porque no tengo tiempo, debería de sacarte de aquí —había perdido tiempo gritándole. Si él es Manny, eso quiere decir que tiene que escapar ¡ya! Probablemente el clan de los feos lo tiene aquí para matarlo.
Él negó. —Aún no es momento de que me retire.
—¿Qué quieres decir? No te puedes quedar aquí, probablemente te quieren matar... de hecho, sí, te van a matar, se supone que son los villanos, ¿no? Sí, son idiotas y dan vergüenza ajena, pero son villanos.
Manny asentía a todo lo que yo decía.
—Lo sé, pero no me puedo ir aún. El campo de fuerza que me rodea es muy fuerte, si tratas de quebrarlo, Hakutón se dará cuenta y vendrá inmediatamente.
Suspiré. Ahora que pensaba en ello, si Manny ha estado aquí todo el tiempo, entonces él no fue quien dijo que era impostora, creo...
Esperen un momento... —¿Desde hace cuánto estás acá?
Antes de que él pudiera responder, escuché un ruido y me alerté. Tal vez el clan de las feas divas estaba cerca, no podía dejar que nos encontraran juntos. Al menos no ahora, porque no va de acuerdo con mi plan.
—No te preocupes, ese ruido no tiene que ver con Hakutón y sus secuaces, es solo el viento. Yo puedo advertirte cuando salgan del Salón del Trono.
Asentí, aunque no estaba segura de cómo podría saberlo.
—Contestando tu pregunta anterior. Estoy aquí desde que los nombré a León y a ti guardianes.
Me quedé muda al oír eso. ¿Ha estado tanto tiempo encerrado? Y, ¿ninguno de nosotros se dio cuenta?... hemos hablado con Manny varias veces... o bueno... con «Manny».
—¿Cómo es eso posible?
—Luego de que yo elijo guardianes, siempre me debilito, por ello no lo hago seguido. Esta vez elegí dos guardianes al mismo tiempo, lo consideré necesario porque sabía de los planes de Hakutón. Mi equipo es muy poderoso, pero contigo y con León son invencibles, solo debían trabajar en sus diferencias. —Luego se detuvo y suspiró—. Verte aquí me hace pensar que no han trabajado en esas diferencias.
Me encogí de hombros. —Ni un poco.
Dejó pasar ese hecho y continuó relatando lo que había sucedido.
—Hakutón estuvo esperando que yo elija nuevos guardianes para así atacarme. Lamentablemente, no pude ganarle y me trajo aquí, a su escondite. Pensé que ustedes me encontrarían rápidamente.
—Bueno, él o alguien se ha estado haciendo pasar por ti, así que... no, jamás pensamos que tú no estabas en la luna o que quien nos hablaba era el enemigo —me crucé de brazos—; siempre sonó tan convincente.
Por primera vez en todo este tiempo Manny frunció el ceño.
—¿Qué cosa les ha dicho?
—Muchas cosas. Varias veces nos mandó a pelear contra el clan de las feas divas, obviamente siempre fue una trampa —gruñí—. Casi matan a Night en una ocasión —su expresión cambió a una de sorpresa—. Tranquilo, él está bien, detuve el ataque. Jamás dejaría que algo le pasara a Night, tenlo por seguro.
—Night es muy importante para ti.
—No hay nadie más importante para mí.
La sonrisa que antes había estado en su rostro regresó.
—¿Sabes por qué es eso?
Arqueé una ceja mientras me acomodaba en el suelo frente a él. No entendí su pregunta, es decir, era tonta, pero él estaba esperando una respuesta. —Es como mi familia.
—Rynoa, cuando mandé a Night a tu palacio, lo hice porque sabía que ambos estaban destinados a estar juntos —cuando dijo eso fruncí el ceño, lo cual me ganó una carcajada de parte de él—. No en ese sentido.
—¿Entonces? Te refieres a nuestra amistad.
Él negó. —Rynoa, ¿no recuerdas quién eras cuando humana? —su mirada tenía una pizca de sorpresa, mi silencio fue la respuesta que él necesitaba—. Pensé que luego de todo este tiempo lo descubrirías, en especial cuando te convertí en guardiana. Cuando te encontraras con Jack.
—¿Con el inútil de Jack Frost? ¿Por qué diablos recordaría mi vida estando cerca de ese ser tan despreciable? —tanto Manny como yo estábamos sorprendidos del odio que emanaba de mis palabras.
Sí, odio a Jack Frost, no ha hecho nada más que decirme cosas insultantes y no lo aguanto más.
—¿Qué ha sucedido? —verdadera preocupación se reflejaba en su rostro.
—Nada, solo... no sé, yo no me llevo bien con las personas, así que con él no tuve química —expliqué.
Él negó mis palabras. —¿Por qué no recuerdas quién eres? Para esta época ya deberías, pensé que por fin estarías dejando que te llamen por tu verdadero nombre.
Fruncí el ceño. —No, odio ese nombre y no entiendo por qué sigues mezclando una cosa con la otra.
—¡Rynoa! —era la primera vez que lo oía alzar la voz. No es que diera miedo. Más bien, es como si te hiciera sentir mal el simple hecho de que él estuviese molesto contigo. Como si no quisieras decepcionarlo—. ¿Qué ha pasado desde que te uniste a los guardianes?
—Nada en particular, solo hemos luchado contra Hakutón, Pitch y Félix, eso es todo.
—¿Qué ha pasado entre Jack y tú?
¿Por qué preguntaba eso?, ¿sabía que yo había tenido sentimientos por él?
—Tampoco ha pasado nada. Nos odiamos, en especial después de que se dio cuenta de que su novia y yo nos parecemos.
Nuevamente podía notar la sorpresa en el rostro del Hombre de la Luna. —¿Su novia?
Asentí. —Bianca.
Él se puso de pie y se acercó a las barras de la jaula, pero no las tocó, probablemente desde dentro también puede dañarte el campo de fuerza. —No es posible.
Me encogí de hombros. —Lo es, Jack Frost tiene novia, aunque sea difícil entender por qué alguien lo querría.
Sí, estaba siendo completamente hipócrita.
—No, Rynoa, no entiendes, eso no es posible porque Bianca murió.
—No, no exactamente, estuvo algo así como en el limbo, o al menos esa es la forma en que se lo expliqué a Landon, Landon es un idiota que por alguna razón está con nosotros ahora.
Manny no hizo caso a mis comentarios de Landon. —Rynoa, cuando Bianca murió la convertí en espíritu.
—¿Y la encerraste en el orfanato? Eso es cruel.
—Rynoa, escucha y deja de interrumpirme —sonaba desesperado—. No sé quién es la Bianca que dices que está con Jack ahora, pero no es la verdadera, es una impostora y, probablemente un secuaz de Hakutón. Si está con los guardianes, es un peligro, debes de evitar que siga con ellos.
—Manny, Bianca no me agrada y me encantaría que fuera una impostora, de esa manera podría golpearla en el rostro, pero no sé si lo es, ¿cómo les puedo demostrar que ella no es Bianca? ¿Sabes dónde está el espíritu real?
Él asintió. —Tu.
—¿Yo? No, yo no tengo idea de dónde puede estar.
—Rynoa, ¿cuál es el nombre que te dije que era el tuyo cuando te convertí en espíritu?
Fruncí el ceño nuevamente, ese maldito nombre me tiene harta, pero Manny parecía esperar una respuesta de mi parte.
—Ashelia —respondí, al mencionarlo me di cuenta de que estaba cansada de tanta tontería.
—Ashelia, así es.
Me encogí de hombros. —¿Qué hay con eso?
—Rynoa —suspiré con alivio cuando mencionó el nombre al que respondo hoy en día—, debes entender que, cuando te convertí en espíritu, lo hice porque antes ya lo habías sido, porque he confiado en ti por siglos y lo sigo haciendo.
Lo miré esperando a que continuara.
—Tu viviste en una época muy complicada, durante la peste —esa palabra me puso los pelos de punta—, moriste y te convertí en el espíritu de la primavera.
—Soy la Madre Naturaleza.
Me volvió a callar. La seriedad en su rostro me hizo permanecer en silencio mientras él me contaba la verdad. Habló sobre Ana, mi hermana. Ambas morimos y nos volvimos espíritus. Ana era la Madre Naturaleza y yo el Espíritu de la Primavera. Conocí a Jack Frost antes de que sea Jack Frost y... nos... enamoramos. Incluso di la vida por él y fue así como él se convirtió en el Espíritu del Invierno.
Era demasiada información, pero Manny respondió cada una de mis preguntas. Todo era extraño, pero, de alguna manera, tenía sentido. Las piezas encajaban en mi cabeza.
—Luego, Ana hizo un hechizo para dejar de ser espíritu y se volvió humana. Eso está prohibido.
—¿Dónde está ella?
—Rynoa, Ana no va a volver, murió como humana y debido al hechizo que hizo, no ha vuelto a la tierra como uno de nosotros. Pero debes saber que Ana tuvo una hija.
—¿Tengo una sobrina?
—Es más complicado que eso —arqueé una ceja, esperando a que continuara—. Ana llamó a su hija Bianca.
—¿O sea que la novia de Jack Frost es mi sobrina?
—Nuevamente me estás interrumpiendo —me crucé de brazos y me callé para que siguiera hablando—. Bianca es la reencarnación de Ashelia.
—Yo soy Ashelia.
Él asintió.
—¿Qué quieres decir con todo esto? ¿Yo soy Bianca y Ashelia?
—Sí, Rynoa, y la Bianca que dices que está con los guardianes es una impostora, debes de averiguar qué traman Hakutón y sus secuaces.
—Bueno, ¿por qué crees que estoy aquí?, ¿por placer?, ¿de vacaciones? ¡No! Estoy aquí para derrotarlos desde dentro, voy a hacerme pasar por uno de ellos y luego los voy a matar a todos. Esos idiotas de los guardianes van a arrepentirse de llamarme impostora.
—¿Te llamaron impostora?
—Bueno, es tu culpa, no, no tu culpa, Hakutón o quien sea que se esté haciendo pasar por ti, dijo que yo era una impostora y que estaba del lado del clan de las feas divas, así que todos están en mi contra.
—Debemos reparar esto —se dijo a él mismo—, por ahora no puedo huir, este campo de fuerza no me lo permite, pero tú sí puedes salir de aquí. Sigue con el plan, hazles creer que eres parte de ellos. Conociendo a Hakutón, hará que pruebes tu lealtad, así que haz lo que te diga.
—¿Qué pasa si me pide matar a los guardianes?
—No te va a pedir matarlos a ellos sola, porque su plan es destruirlos. Pero debes hacer lo que sea para que confíe en ti.
—No sé cómo se va a tomar esto Night, cuando vea que estoy con el clan de las feas divas, se va a decepcionar.
Pareció pensarlo un momento, luego, cuando tuvo una idea golpeó su puño sobre su otra mano y sonrió emocionado. —Escríbele una carta.
Rodé los ojos. —Sí, claro, como si Hermes fuera a venir para ayudarme con el envío.
—Puedes dársela personalmente, estoy seguro de que lo verás antes de la batalla.
—¿Qué batalla?
—Hakutón planea una batalla final, entre los guardianes y sus secuaces —me contó—. Es importante que yo esté libre para esa época, Rynoa.
Asentí. —Haré lo que sea por liberarte, Manny, de hecho, espero poder derrotar a Hakutón antes.
—No te confíes, él no es como Pitch o Airtok, Hakutón es muy poderoso —eso me desalentó, si Manny no creía que podría lograrlo... y él me volvió guardiana, entonces ya no sé qué hacer—. Rynoa si hay alguien que puede salvarnos a todos, ese eres tú. Eres una persona de corazón puro y muy fuerte.
No pude evitar reírme. —Manny, yo no soy como la Bianca y Ashelia de las que me cuentas, no tengo el corazón puro. Aunque sí soy fuerte y voy a matar a Hakutón, te lo prometo y, luego, te sacaré de acá.
—Será mejor que te vayas antes de que ellos te busquen.
Sin decir nada más, salí de su cuarto, mirándolo una última vez. Me parecía extrañísimo que haya conversado con Manny y que me haya contado todo eso. No estaba segura de, si creerle o no.
¿Yo soy Bianca? Me parece tan estúpido y ridículo.
Soy Rynoa, nadie más.
A pesar de todo eso, no debía de pasar por alto nuestro plan. Seguir actuando como parte del clan de Hakutón, hacerles creer que estoy en contra de los guardianes. Además, aún debía escribir una nota para Night, sólo confío en él para ayudarme. Rebusqué en mis bolsillos y luego en la pequeña bolsa que traía conmigo atada en mi pierna izquierda. Un papel doblado estaba ahí. La nota de Bianca... o mía, ya ni siquiera estoy segura de nada. Ahora, solo necesitaba algo con lo cual escribir.
En una esquina había carbón, así que con eso empecé a redactar la carta a Night.
Guardé la nota en mi bolsillo y me tumbé sobre la jaula. Mi corazón latía a mil por hora, debía tranquilizarme antes de que los inútiles vinieran. Así que decidí mecer la pajarera. No sé cómo, pero tengo que hacer que esta nota llegue a Night y, si se lo tengo que dar en esa misma batalla, lo haré.
La jaula se movía casi rítmicamente, de acuerdo con el movimiento de mis manos y al viento que controlaba alrededor del cuarto. Podía escuchar los pasos aproximarse hacia este cuarto, pero no hice caso y seguí con lo mío.
—Nos preguntábamos si te habías ido o no —esa era la voz de Félix, yo seguía haciendo mecer la jaula, pero me giré sobre mi estómago para encararlos y luego detuve la jaula.
—No aún —respondí—. ¿Ya hablaron con Hakutón?
❄❄❄
Tres días antes de la batalla
Guarida de Hakutón
Cuando llegué a la celda de Manny, noté que estaba echado boca arriba, seguía tarareando la misma canción que la última vez. —¿No conoces otra melodía? ¿Tal vez algo menos estresante?
Alzó la cabeza y me sonrió. Odio admitirlo, pero su sonrisa alegró mi día, después de todo, había pasado por muchas cosas desde la última vez que lo vi, como, por ejemplo, matar a un doble.
—Pero si es por ti que tarareo la canción, bueno, por Sophie Bennett —la suavidad en su voz era casi un arrullo, no entiendo cómo logra hacerlo—. Barney es un dinosaurio que vive en nuestra mente y cuando se hace grande es realmente sorprendente —cantó.
—Por favor, no vuelvas a cantarlo, es perturbador y horrendo.
—¿Eso quiere decir que ya recuerdas ser Bianca?
Mordí mi labio, no quería responder, no quería admitir que sí, que había recordado mi vida como Bianca y como Ashelia. Detestaba hacerlo, me siento tan diferente a ellas, pero a la vez tan igual, todas las piezas por fin encajan en mi cabeza. Lo malo es que en mis tres vidas me he enamorado de Jack Frost. ¡Qué frustrante! ¿No puedo variar en gustos? ¿Qué pasa conmigo?
Manny me seguía sonriendo y, debido a que no planeaba responder su pregunta, decidí hablar sobre un tema importante, no sabía cuánto tiempo tenía antes de que Hakutón regresara de reclutar a nuevos espíritus.
—Ayer te maté o bueno, maté a alguien que se hacía pasar por ti.
Me miró, procesaba mis palabras. —Entiendo, tuviste que hacerlo para seguir con la farsa.
Asentí. —No sé quién era el espíritu detrás del disfraz, maté a alguien, se sintió mal. Pero debía hacerlo, ahora confían en mí, ya no me tienen encerrada.
También pudo ser un Osseu, esa opción no la había descartado aún.
—Ashelia, perdón, Rynoa —se corrigió cuando vio mi ceño fruncido—, ¿Hakutón te contó sus planes?
—El plan que no te menciona como rehén —apunté—, van a informar sobre tu muerte a los guardianes, les darán dos días para alistarse.
—La batalla final se acerca, espero que los guardianes no sean tan orgullosos y decidan buscar ayuda.
—Creo que lo harán —respondí—. Dejé una nota para Night en la luna. Sé que cuando les contemos de tu muerte, él irá a buscarte, después de todo, sabrá que miento.
La sonrisa de Manny se ensanchó. —Te contó sobre eso, ¿no?
Asentí. —Debido a que fue creado de la luz y a que lleva un poco de ti consigo, si tu hubieses muerto, él también. Así que, como sigue con vida, sabrá que yo miento.
—¿Sabes? Hay algo que aún no te he dicho y tampoco se lo he dicho a él.
Arqueé una ceja expectante. —¿Qué cosa?
—Yo no puedo crear espíritus que no hayan vivido antes —me explicó, estaba a punto de refutarlo, ya que Night es prueba de lo contrario—. Night vivió.
—No, Night no vivió, él me dijo...
Me detuvo alzando una mano. —Night no sabe lo que te voy a decir, Rynoa.
Eso logró que me quedara completamente en silencio.
—Night no nació, pero vivió en el vientre de su madre, ella murió una semana antes de dar a luz.
Mis labios empezaron a temblar al oír eso y una lágrima se resbaló por mi mejilla derecha. —¿Qué tratas de decir?
—Creo que lo sabes —su sonrisa trataba de tranquilizarme, pero ahora, las lágrimas caían con mayor intensidad—. Rynoa, ¿recuerdas el accidente?
Asentí. —Ana, la mamá de Bianca, estaba embarazada cuando chocamos con el camión en la carretera.
—Nightlight es tu hermano, el niño que no nació.
De todo lo que me había enterado en los últimos días, esto fue lo más increíble. Night es mi hermano, por eso he sentido una conexión tan grande con él, siempre estuvimos unidos.
—Necesito verlo —dije en voz alta.
—Lo harás a su debido tiempo, él encontrará tu nota cuando informes sobre mi supuesta muerte. Ten paciencia, la batalla sucederá pronto y debemos estar preparados para esta.
—No te preocupes, Manny, lo tengo todo fríamente calculado, tu solo debes estar listo para ser rescatado —limpié las lágrimas de mis mejillas y me fui.
✎❣
Este capítulo ha aclarado muchas cosas.
El siguiente cap será el 21 de junio.
Hace muuuuucho que no hago preguntas para ganar dedicaciones... así que... aquí tengo dos. De todos los que respondan elegiré uno aleatoriamente y podrá elegir una dedicación en capítulos que ya he subido.
1. Cuando los guardianes se dividieron en equipos para ir a Treno y Burgess, ¿a qué color perteneció cada guardián?
(Aún no hay ganador)
2. ¿Cómo se llama el Padre Tiempo?
(Ya hay ganador. Respuesta: Ombric)
3. Esta es una pregunta extra. ¿Qué apodo le pondrían a León o le sugerirían a Jack que le diga a León? El más gracioso u original ganará la dedicación ;)
xoxo,
Rose
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