52. Las 4 Estaciones
Jack Frost
Por varios minutos nadie dijo absolutamente nada, todos estábamos procesando lo que acababa de suceder. Los secuaces del Innombrable habían venido a contarnos sus planes y a decirnos que Manny había sido derrotado por Rynoa. ¡Rynoa! Eso tiene que ser una clase de broma, no es posible que ella haya podido ganarle al Hombre de la Luna.
—Nunca he sabido cuánto se debe esperar antes de hablar en ocasiones tediosas como esta —la voz de Landon, que, probablemente quiso susurrar, sonó por cada rincón del Salón del Globo.
La mirada furiosa que le mandé hizo que se callara de inmediato.
—La loca no puede haber matado a Manny —aseguró Conejo—, es imposible, tienen que estar mintiendo.
—Si Night ha ido a la luna, entonces él nos confirmará ese hecho —Norte estaba cabizbajo y refregaba sus ojos al hablar—. Una cosa que sí es cierta es la pelea que ellos han proclamado.
—¿Qué deberíamos hacer? No podemos ganar sin Manny, ¿o sí? En verdad pensé que Rynoa bromeaba cuando dijo que estaba con ellos, pero verla ahí, con Pitch y Félix. ¡Es terrible! ¡Terrible! No tengo palabras para describir lo que siento —los parloteos de Tooth ya eran algo común, solo pensé que en momentos como este sería más tranquila, no más nerviosa.
—¡Pero si no has dejado de hablar por diez minutos! —exclamó Landon.
Después de eso, todos comenzaron a discutir sobre lo que deberíamos de hacer a continuación. Había varias opiniones. Conejo consideraba que eso de la batalla era mentira y que debíamos de atacar la guarida de ellos en Trovernic lo más pronto posible. Por otro lado, Norte insistía en que esa batalla se realizaría y que debíamos prepararnos cuanto antes, ya que 48 horas es muy poco tiempo como para desperdiciarlo. Peter estaba convencido de ir por Rynoa, aún pensaba que ella estaba de nuestro lado. Kimba quería vengarse de ella, por destruir la madriguera, atacando su palacio. Y así, cada uno quería hacer algo distinto.
Generalmente, cuando estas discusiones sucedían, Manny aparecía para aclararnos la mente y decirnos cuál era el mejor camino. Esperaba escuchar a Sandy agitando un duende para llamar nuestra atención, pero no sucedió. Manny debía haber sido derrotado, tal y como lo dijo Rynoa.
—Dejen de discutir, no ganan nada con esto —mi voz hizo que todos se detuvieran—. Manny no ha hablado con nosotros, lo que quiere decir que Rynoa sí lo derrotó.
—Aún no podemos estar seguros —Conejo volteó hacia mí con el ceño fruncido—. Pueden haberlo secuestrado o algo así.
—No, no fue así.
Night estaba en la ventana del Salón del Globo, observando a un punto por encima de nosotros. Tenía una expresión desolada y se notaba que había estado llorando. El agarre que tenía en su cayado era tan fuerte que su piel pálida estaba más blanca de lo normal. Pensé que lo rompería en cualquier momento.
—¿Qué cosa no fue así? —preguntó Peter.
Night voló hacia nosotros, ahora cabizbajo. —Manny no está en la Luna y no lo siento. No está, se ha ido.
—Porque lo secuestraron —agregó Conejo, como si esa fuera la respuesta correcta, la que debió dar Night, pero este negó.
—Estaba tan preocupado por Ry... Rynoa que no me di cuenta de que dejé de sentir la presencia de Manny. Él me creó, así que tengo una conexión con él y sé que ha desaparecido. Rynoa en verdad lo mató —nuevas lágrimas brotaron de sus ojos.
Una sensación de vacío me apoderó. ¿Cómo es posible que Rynoa haya sido capaz de hacer algo así?
Me sentía verdaderamente traicionado. Más que cuando vi que tenía el mismo rostro que Bianca.
Norte asintió. Sus ojos estaban rojos, pero no derramó ninguna lágrima. Carraspeó antes de hablar. Él era nuestro líder, después de todo. —La batalla será en dos días, así que debemos estar preparados para eso —colocó una mano sobre el hombro de Night, tratando de tranquilizarlo—. Antes de irse, Pitch informó sobre la «batalla final», así que debemos prepararnos.
—Rynoa dijo que Hakutón había estado reclutando espíritus. —Aslan dio un paso adelante, también colocando una mano sobre el hombro de Night y luego posicionándose en el medio de nosotros—. ¿Creen que sea verdad? Podría haber estado mintiendo.
—Aun si estaba mintiendo —me sorprendió que Night fuera el que respondiera—, nosotros debemos reclutar espíritus. Si habrá una batalla, necesitamos ayuda. Ry es extremadamente fuerte.
Asentí. —Si pudo derrotar a Manny, lo es. No podemos subestimarla.
—Que quede claro —intervino Peter—, nadie va a tocar a Ry, ella solo está perdida y no está segura de lo que hace. Pelearé con cualquier de ustedes que quiera hacerle daño.
Por primera vez, estuve de acuerdo con él. No quería hacerle daño a Rynoa, pero eso era algo que no podía admitir en voz alta, no luego de todo lo que dije sobre ella.
—Si te metes en mi camino —le advirtió Conejo—, te haré explotar con uno de los huevos de pascua.
—Jack —me llamó Bianca—, ¿qué opinas tú?
Todos giraron en mí dirección, fue Conejo quien habló después. —Él está de acuerdo conmigo, ¿verdad? Debemos matar a todos los cómplices de Hakutón, Rynoa incluida.
Me quedé mudo, no sabía qué responder.
—¿Jack?
—Yo me encargaré de Rynoa —Night sacudió el hombro de Norte—. Ninguno de ustedes se entrometerá.
—¿De qué hablas, Night? —Peter estaba tan asombrado como el resto de nosotros—. No piensas matar a Rynoa. Dime que no planeas matarla, ¿Night?
Night negó. —Debemos de derrotar al Innombrable, esa es nuestra prioridad durante la batalla. Como dije, primero debemos reclutar a más espíritus. Necesitamos ayuda.
—Entonces, dividámonos para buscar a nuestros aliados —señaló Norte—, tenemos un día para reclutar y otro para planear nuestra ofensiva. Como dijeron ellos, es la batalla final. No podemos dejar que Hakutón gane.
Norte jamás se había referido al Innombrable con su nombre propio. Esto iba en serio. No podemos fallarle a Manny.
❄❄❄
Fui a mi habitación a alistarme. En realidad, no tenía nada que alistar, pero necesitaba estar alejado de todos por unos minutos. Al entrar a mi cuarto, vi a la bola de pelos de Tod, mascota de Night, echado en mi cama. No sé por qué tiene la manía de dormir en mi cuarto, pero siempre está acá. Lo moví de mi cama y abrí la puerta para que se fuera. Gruñó cuando hice eso, pero al menos me dejó solo.
Me senté al borde de mi cama, tratando de recapitular cada evento que he vivido desde que conocí a Rynoa. Es increíble lo mucho que ha pasado desde entonces. Al inicio nos odiábamos tanto que llegué a pensar que uno mataría al otro, pero cuando ella salvó a Bianca de ese destino horrible, la dejé de odiar. Incluso me cayó bien y así fue por un buen tiempo. Todo cambió cuando vi que tenía el mismo rostro que Bianca.
¿Por qué eran tan parecidas físicamente y tan diferentes en todo lo demás?
Conejo y yo estábamos dispuestos a encerrar a Rynoa, solo por parecerse a Bianca. La ataqué. Por nuestra culpa se fue. Pero luego Manny dijo que ella nos había traicionado y, ahora él estaba muerto.
¿Por qué, a pesar de todo, siento algo extraño en mi interior?
No puedo dejar de pensar en Rynoa y odio eso. Se supone que yo amo a Bianca.
—Estás muy preocupado —afirmó Bianca. Ella estaba de pie a la entrada de mi cuarto. Me observaba con la cabeza ladeada. Me di cuenta de que yo había estado jalando mis pelos mientras pensaba en mi situación actual, así que debía parecer un loco.
—Es por la batalla —mentí. No podía decirle la verdadera razón, me odiaría.
—Ambos sabemos que no es por eso —no respondí. No sabía qué decirle. Ambos nos quedamos callados por largos minutos. Ella fue la primera en romper el silencio—. No respondiste mi pregunta antes.
Arqueé una ceja. No recuerdo su pregunta.
—¿Cuál?
Suspiró y tomó asiento a mi lado. —¿Qué opinas? Sobre la situación que estamos pasando, me refiero. Sobre Conejo queriendo matar a Rynoa y sobre Peter haciendo todo lo posible por salvarla.
No estoy seguro de poder responder a eso en voz alta. No frente a ella, al menos. Aún me sentía inseguro de mí mismo y de mis decisiones. Temo tomar la incorrecta. Temo equivocarme.
Me encogí de hombros. Era la única respuesta que podía brindarle.
—Si tuvieras a Rynoa al frente, justo ahora. ¿Qué harías? —reformuló la pregunta, pero el sentido era el mismo.
¿Qué haría? Esa es una muy buena pregunta. Definitivamente no tengo la respuesta. Una mejor pregunta es «¿Qué me haría ella?». Probablemente trataría de matarme si nos encontramos los dos solos. Sé que me detesta.
—No lo sé, Bianca.
—Yo sé qué harías —aseguró. Su mirada no iba dirigida a mí, sino a la ventana que tenía al frente. Jugaba con sus dedos mientras consideraba si era bueno decirme su teoría o no. Ella estaba nerviosa—. Y tú también lo sabes, solo que no quieres aceptar lo evidente.
—¿Qué crees que haría?
Necesitaba saber lo que ella opinaba.
Rio, pero lo hizo sin humor. —Dicen que el amor no tiene barreras, que no importa por lo que atravieses, ambos amantes siempre encontrarán el camino de regreso al otro.
Asentí. —Nos describe bastante bien.
—¿Lo hace? —cuestionó—. ¿Estás seguro?
Mordí mi labio. La verdad es que ya no estaba seguro de nada. Ni de mí, ni de nosotros, ni de los guardianes. Si mañana viniese Pitch a decirnos que siempre estuvo de nuestro lado, podría hasta creerle. No, olvídenlo, eso es imposible y jamás lo creería.
—Bianca...
—Te gusta. Rynoa, quiero decir. Te gusta ella y no podrías matarla si estuviera al frente tuyo —soltó. Había un atisbo de rencor mezclado con tristeza en sus palabras—. Estuvo aquí y no moviste ni un dedo.
—Estaba sorprendido —me defendí—, cuando dijo que ella había matado a Manny, no pude moverme de la impresión.
Esta vez Bianca giró hacia mí, dándome toda su atención.
—Solo deja de fingir, Jack —pidió—. Es obvio. Todos están encantados con Rynoa. Si te soy sincera, no lo entiendo. Tú y Peter están pendientes de ella. No puedo soportarlo.
—¿Qué estás diciendo?
Se puso de pie, acercándose a la puerta. —Necesito espacio.
Salió del cuarto. No la seguí. Bianca se estaba alejando de mí y yo no estaba yendo tras ella para evitarlo. Quise moverme, pero mis pies no respondían. Últimamente no reaccionaba a nada, dejaba los eventos pasar ante mis ojos sin que yo hiciera algo.
Soy un patético inútil.
❄❄❄
Nos habíamos dividido en grupos de dos para poder buscar espíritus que quisieran unirse a nosotros. Varios de ellos ya eran nuestros aliados, pero no todos querían arriesgarse a una batalla. En mi caso, fui solo, ya que me tocó buscar a los espíritus encargados del verano, otoño y primavera. Por alguna razón los tres estaban juntos cuando los encontré.
Los tres estaban en el Coliseo Romano. Sé que Bryan había vivido en esa época y que podría encontrarlo en esta ciudad. Sin embargo, no pensé encontrar a todos juntos. Al menos me había ahorrado el trabajo.
—No me jodas, Jackson Frost ha venido a una de nuestras reuniones —señaló Bryan. Solo lo he visto una vez en mi vida, pero eso me bastó para no querer encontrarme con él nunca más—. ¿A qué debemos tu inusual y congelada presencia?
—Manny ha muerto —notifiqué.
Mientras venía había decidido que sería mejor no irme con rodeos. Después de mi conversación con Bianca, me di cuenta de que no quería perder el tiempo con tonterías. Debía hablar con ellos y luego buscarla para arreglar las cosas.
—¡¿Qué?! —gritaron los tres al unísono.
—Manny no puede haber muerto, es imposible —aseguró Erick. El chico era el menor de los cuatro. Al menos en cuanto a apariencia respectaba. Él murió a los quince años. Hasta ahora no nos ha dicho la causa, tampoco es que me haya interesado inmiscuirme en sus asuntos. No siempre los busco, de hecho, nunca los veo. Aunque a él y a Jeremy los he visto más veces.
—¿Por qué mierda crees que murió? —preguntó Bryan.
—Rynoa lo mató. —Los tres me miraron como si yo estuviera loco—. Ella es parte del clan... del grupo del Innombrable. Hoy fue al taller de Norte a avisarnos de su muerte.
—No tiene sentido, Rynoa es la Madre Naturaleza —señaló Jeremy, como si fuese algo que nosotros no supiéramos ya—. Ella no puede estar del lado del Innombrable.
Les expliqué todo lo que había pasado desde que la conocimos. Les di todas las razones por las que no nos fiábamos de ella. Les conté que fue el mismo Manny quien nos aseguró que ella nos había traicionado. También que Night había ido personalmente a la luna para verificar que lo que dijo Rynoa fuese cierto. Me tomé un momento para explicar quién era Night, ya que ninguno de ellos lo conocía. No los culpo, yo tampoco había oído de él antes de conocer a Rynoa.
—Antes de irse, Pitch nos dijo que habría un confrontamiento final. Será en dos días —expliqué—. Necesitaremos ayuda. Por eso he venido a buscarlos.
Bryan asintió viendo hacia sus amigos. —Ya me parecía raro que el pálido apareciese, así como así.
Rodé los ojos. —Esto es serio. Tenemos que derrotar al Innombrable.
—Pero, si Rynoa mató a Manny, ¿crees que nosotros podamos enfrentarnos a ella?, ¿al Innombrable? —cuestionó Jeremy—. Recuerda que Rynoa es más fuerte que nosotros cuatro juntos. Ella es la Madre Naturaleza.
—Lo sé. Jamás he dicho que no fuera fuerte. Porque sé eso, porque todos los guardianes sabemos eso es que estamos reclutando a nuestros aliados —confesé—. Necesitamos su ayuda. ¿Qué dicen?
Los tres intercambiaron miradas. Les di un espacio para que conversaran. Rynoa, como Madre Naturaleza era una especie de jefa para nosotros, los espíritus de las estaciones. A pesar de que ninguno de ellos la conocía, en realidad, igual tenían una conexión. Yo nunca hice caso a ese hilo que nos unía, ya que no me interesaba. Como guardián no tenía por qué seguirla.
Los tres le tenían respecto a Rynoa. Me pregunto si ella sería capaz de reclutarlos. Podría hacerlo, podría haberlo hecho ya. Eso no se me ocurrió.
¿Qué pasa si están por atacarme?
Bueno, si lo hacen, vivirán congelados.
Sentí movimiento a mis espaldas. Los tres chicos me miraban. Bryan, el espíritu del verano, era un ser tan vanidoso como Conejo. Su arma era un tridente, el cual siempre llevaba consigo, al igual que yo tengo mi cayado. Su piel era bronceada, debido a ello siempre se burlaba de mi palidez. La única vez que nos vimos, sus burlas fueron tan grandes que lo metí en un iceberg. No nos volvimos a ver hasta ahora.
Erick, el espíritu de la primavera, era amado por todos. No sé por qué. Tooth lo describía como un príncipe de cuentos. Por suerte no siempre hablaba de él, solo cuando Erick iba a visitarla a su palacio. Si soy sincero, él era agradable. Siempre llevaba un báculo, con el cual creaba vegetación. El chico era el más alto de todos a pesar de ser el menor.
Jeremy, por último, era el espíritu del otoño. Era bastante bromista al igual que yo. Bueno, no tanto como yo, nadie lo es. Pero era un tipo agradable. Le gustaba fastidiar a Erick, llevando el otoño antes de tiempo. Por alguna razón ambos no se odiaban. Lo cual no puedo decir de Bryan y yo. Jeremy tenía una lanza como arma.
—Quieres que luchemos contra Rynoa —señaló Erick—. Sabes que ella es nuestra guía.
Sabía que utilizarían ese argumento para no venir conmigo. En cualquier otro momento, me iría, porque no me importan, pero en este caso, los necesitamos.
Asentí. —Pero está yendo por el camino equivocado. Ya no es una guía.
—Lucharíamos todos juntos. Con los guardianes —quiso saber Jeremy.
Nuevamente asentí. —Todos estamos aquí por Manny, así que luchamos por él. Si ustedes aceptan, claro.
—Aceptamos —respondió Bryan—. Sigo dudando sobre la muerte de Manny. Me parece imposible que...
Lo interrumpí. —Night confirmó su muerte.
—No me dejaste terminar —renegó él—. Decía que me parece imposible que Rynoa lo haya asesinado, tal vez otro lo hizo y la obligaron a tomar la culpa.
Ese no era el caso. Rynoa no es el tipo de persona que se deja mangonear por nadie. Casi nos mata cuando Norte la secuestró en su costal aquella primera vez. Parece que han pasado siglos desde entonces.
Negué. —No conoces a Rynoa, jamás haría algo que ella no quisiera. No puede ser controlada.
—¿Vas a decir que es Divergente o algo así? —preguntó Jeremy entre risas. Cuando vio que nadie se unió a él, nos miró extrañado—. ¿Qué? Es un clásico...
Él se llevaría bien con el tarado de Landon.
—¿Cuál es el plan? —preguntó Erick, haciendo caso omiso a su amigo, quien seguía riéndose de su propia broma.
—Primero vayamos al taller de Norte.
❣️
Me encantó escribir sobre estos tres personajes. Los amo desde ya. ¿Ustedes?
Quería comentarles que estoy editando el primer libro, ya que hay varias cosas que no tenían sentido. Además, considero que mi redacción ha mejorado un poco en los últimos años. Por lo que me siento apta para realizar la edición.
Si tienen tiempo y quieren darse un salto para ver los cambios que estoy haciendo, me harían feliz. En sí la historia es la misma, no puedo, ni quiero cambiarla. Pero por ahí estoy agregando algunos detalles, diálogos, descripciones... entre otros.
xoxo,
Rose
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top