48. El clan de las feas divas
Rynoa
He tratado de llevarme bien con ellos, he tratado de que me crean, que sepan que yo jamás fui una impostora.
Ya. No. Más.
Si ellos creen que soy parte del clan de los feos, pues lo seré, bueno, no exactamente del clan de los feos... tendré que cambiarle el nombre. Tal vez podría llamarlo... no, no tengo idea, supongo que solo no formaré parte de su clan, haré mi propio clan. Hakutón se veía un poco decente, al menos en comparación con sus peones.
Volé hacia mi palacio. Sé que los guardianes podrían estar buscándome y que, probablemente, vayan primero a mi palacio, pero estoy segura de que no llegarán a tiempo para detenerme. Aunque, a decir verdad, me encantaría que llegaran, para poder mandarlos a la mierda.
Por mí que se pudran todos ellos, en especial Jack Frost y Conejo.
Espero que no ataquen a Night. Si bien, el estúpido de Manny dijo que él no era un impostor, ellos podrían hacerle algo. Con esos pensamientos me dan ganas de regresar, pero no lo haría, por ahora.
Cuando por fin llegué al palacio, me demoré al menos quince minutos en pensar cómo contactar a Hakutón. Él dijo que sólo debía llamarlo, o al menos eso entendí.
―Hakutón, necesito hablar contigo ―dije, aunque me sentía estúpida hablando con la nada.
Suspiré.
―Me dijiste que te llamara, así que, eso hago, aparece ―luego recordé algo importante―, ni se te ocurra mandar a alguno de tus peones, debes venir personalmente.
Me crucé de brazos y me tumbé en mi sofá.
Es tan extraño hablar con la nada, al menos con Night -aunque no respondiera siempre-, hablaba con un ser, en estos momentos siento como si me estuviese volviendo loca. Odio este sentimiento.
―Así que la pequeña Rynoa ha decidido contactarnos ―dijo una voz que no quería o esperaba oír.
Fruncí el ceño. ―Le dije que no enviara a los idiotas.
― ¿Idiotas? ―repitió Félix completamente indignado―, ¿cómo te atreves?
Ambos, Félix y Pitch estaban en mi palacio. Su sola presencia me hacía sentir asquerosa, ambos emanan un aura demasiado cargada de maldad y estupidez -más estupidez que maldad.
Observaban mi palacio con bastante interés, incluso Félix se acercó a uno de los jarrones -que no rompieron Peter Pan y Night- de la sala. Podía predecir que lo iba botar al suelo. Así que, antes de que lo hiciera, le lancé un rayo de hielo, congelando su mano y haciéndolo caerse de bruces al piso debido al peso extra. No sé si sabían, pero Félix es casi esquelético, parece un Osseu.
Pitch empezó a reír en cuanto vio a su compañero en el suelo. ―Gracias por eso, Rynoa, fue divertido, trabajar contigo será divertido.
Rodé los ojos. ―Aún no he dicho que vaya a trabajar con ustedes.
―Ah, ¿no? ―Félix me miraba mientras agitaba su mano tratando de zafarse del hielo, hacía que agua salpicara por toda mi sala así que creé más hielo, ahora no podría ni mover su mano―, ¿no puedes dejar de crear hielo?
En realidad, nunca creo hielo, de hecho, es lo que menos me gusta hacer, pero en esta ocasión me lo permitiría.
― ¿Tienes complejo de Jack Frost? ―me preguntó Félix, Pitch seguía riéndose del otro miembro de su clan.
Al escuchar sus palabras, cerré mis ojos e hice desaparecer el hielo, en su lugar, lo envolví de fuego.
― ¡Hey! ―gritó―. ¡Quítamelo! ¡Quítamelo!
―Jamás he reído tanto en mi vida ―Pitch estaba ahora en el piso cogiendo su estómago.
―Retráctate de lo que dijiste ―advertí a Félix entre dientes.
El fuego no lo tocaba, pero sí estaba lo suficientemente cerca como para causarle leves quemaduras. ¿Qué puedo hacer? Es decir, no quería hielo, así que le di fuego.
― ¡Bien! Perdón, jamás serías como el idiota de Frost.
Asentí y desaparecí el fuego. ―Ahora que eso ha quedado claro, quiero que llamen a Hakutón.
Ambos se miraron y luego empezaron a discutir entre ellos. Aunque no lograba entender lo que decían con exactitud, sabía que tenía que ver con el hecho de que Hakutón no haya aparecido a mi llamado. Y aún estoy molesta por eso. Soy lo suficientemente importante como para que el "Innombrable" venga en persona y no mande a un par de lacayos buenos para nada.
―El señor Hakutón no podrá venir ―explicó Pitch luego de que dejaron de discutir―, pero podemos llevarte con él.
Me puse de pie, dejando el sofá detrás y caminando hacia Pitch y Félix, el segundo estaba analizando una de las quemaduras que le había regalado con tanto aprecio. Espero que le guste, no cualquiera tiene el privilegio de llevar una cicatriz como esa creada por mí.
―Dije que quería hablar con él, así que no me moveré de mi palacio hasta que él llegue.
Ambos se encogieron de hombros al mismo tiempo. ―No vendrá, por eso nos pidió que acudamos a tu llamado.
Dirigí mi mirada hacia Félix. ― ¿Qué acabo de decir?
―Ry, preciosa, el señor Hakutón te recibirá en Trovernic, ven con nosotros ―dijo Pitch mientras acariciaba un mechón de mi cabello. Es importante recalcar que, en cuanto tocó mi cabello, cogí su muñeca y la torcí.
―Tócame nuevamente y el que estará envuelto en fuego serás tú, pero no seré tan benevolente como con Félix.
Solté su mano y ambos dieron un paso hacia atrás, alejándose de mí con bastante temor en los ojos.
―Sabíamos que dirías esto, es por ello que el señor Hakutón nos pidió que te informáramos que te volverá su mano derecha.
¿Ah?
Lo admito, eso me tomó con bastante sorpresa.
― ¿Su mano derecha?
―Sí, pero no literal, él tiene mano derecha ―comentó Félix, quien seguía observando su quemadura. Solo por ese comentario prendí fuego en esa misma zona y él saltó en su lugar, sacudiendo su brazo hasta que este desapareció―. Solo era una broma.
―No estoy para bromas ―la molestia en mi voz era casi palpable.
Aunque, seré sincera, si eso lo hubiera dicho Landon, probablemente habría sonreído. No porque fuera gracioso en sí, sino porque era el tipo de tonterías que él diría inocentemente. Y, Félix no es inocente, es un maldito hijo de perra que no merece ser un espíritu inmortal.
―Quiero que se vayan y que sea Hakutón el que venga por mí ―les ordené―. Solo me uniré si él viene. Ahora, ¡lárguense! ―creé la suficiente cantidad de viento como para lanzarlos a ambos por el agujero de la muerte. Si no morían, irían por Hakutón, si morían, pues... no sería ninguna pérdida.
❄❄❄
Nuevamente, voy a ser sincera, pensé que Hakutón aparecería en menos de dos minutos, pero no. Se demoró un día entero. Día en el que también me sorprendió que ninguno de los guardianes se apareciera en mi palacio. Pero me dio tiempo de planear bien lo que haría a continuación. Si quiero que los guardianes se arrepientan de no haberme creído, tengo que hacerlos sufrir verdaderamente.
Así que, estaba armando un plan en contra de los guardines, sabía sus debilidades, sabía cómo entrar al taller, sabía todo lo necesario como para ganarles en su propio juego.
No veo la hora para vengarme de Manny.
―Me dijeron que no querías ver a nadie más que a mí ―la voz de Hakutón me sacó de mis pensamientos malévolos.
Giré en mi lugar para verme cara a cara con el enemigo #1 del hombre de la luna. Me crucé de brazos, haciéndole ver mi molestia. ―Gracias por aparecer un día tarde ―mi tono de voz hacía notar que estaba furiosa.
Él se encogió de hombros y se sentó en el sofá de mi sala, el mismo en el que yo estaba cuando Félix y Pitch aparecieron en mi palacio. Yo, por otro lado, estaba apoyada al lado del agujero de la muerte.
―Pitch y Airtok me dijeron que estabas interesada en unirte a nosotros ―la sonrisa en su rostro era inquietante.
Asentí. ―Tus peones son idiotas, pero al menos saben entregar un mensaje. Quiero unirme a tu escuadrón de villanos para poder darle una lección a los guardianes.
― ¿Por qué?
La pregunta me tomó desprevenida, no pensé que fuera a hacerme alguna pregunta. ― ¿Esto es algo así como una entrevista de trabajo? Porque no morí para que me entrevisten para nada.
―Quiero saber tus intenciones ―lo decía calmadamente mientras deshilachaba el adorno de uno de los cojines.
― ¿Sabes? Eso lo tomé del Taj Mahal, no deberías de destruirlo, tiene varios siglos de existencia y es invaluable ―al decir eso, dejó de malograr mi hermoso cojín.
―No te tomaba como una ladrona ―dijo entre risas.
―Era de la antigua madre naturaleza ―no sé porqué le daba explicaciones―, luego de que ella se volvió humana, alguien lo tomó de su guarida, probablemente alguien que creía en los espíritus. Al final terminó en el Taj Mahal, solo fui a recuperarlo.
Él alzó el cojín, a un lado estaba el nombre "Madre Naturaleza".
― ¿Es lo único que conservas de tu predecesora?
Asentí. ―Era un bonito cojín. Lo demás no me interesa.
―Aún estoy esperando tus motivos. ¿Por qué quieres formar parte de mi alianza?
Apreté la mandíbula antes de hablar, la verdad es que no quería decirle que había sido traicionada, pero si quería formar parte de su equipo, tendría que hacerlo. ―Manny, al igual que los guardianes, no confía en mí, quiero demostrarles a todos que, al haberme dado la espalda, cometieron el peor de los errores.
Hakutón asintió, esta vez se puso de pie y caminó hacia mí. ―Quítate los lentes y demuestra que no estás mintiéndome ―esta vez sus ojos se tornaron rojos y juro que se ve igual de atemorizante que yo.
Hice lo que me pidió. ―Quiero que los guardianes se arrepientan de haberme dado la espalda, quiero verlos sufrir por lo que me hicieron.
Inmediatamente, él chasqueó los dedos y, de un segundo a otro, estaba fuera de mi palacio. Me encontraba en un gran salón, pero todo lo que me rodeaba eran paredes oscuras y un trono al centro, parecía estar envuelto en cuero negro y metal. Sin bromear, ese trono llega prácticamente hasta el techo. Supongo que la exageración es uno de los requisitos para formar parte de este grupo.
Todos son unas divas.
Tal vez siempre debí llamarlos el clan de las feas divas.
Eso, me hace recordar algo sumamente importante.
―Ya no puedo llamarlos el clan de los feos ―comenté―, tendré que cambiarles de nombre.
Claramente, Hakutón no respondió.
―Aunque no hayas mentido al decir que los quieres ver sufrir ―dijo él sin hacerme caso. Mientras, yo estaba observando la gran sala, Hakutón se había sentado en el gran trono―, sé que no los odias, tus ojos no se pusieron rojos por el enojo, ni plateados por la mentira. Se pusieron celestes por el dolor.
Sus palabras me dejaron en shock, ¿cómo sabe lo que el celeste significa?
―Y, ahora anaranjados por la sorpresa ―prosiguió.
Me di cuenta en ese momento que seguía sin mis lentes puestos y, ahora mismo no los tenía conmigo. Debí dejarlos en el palacio cuando él nos transportó tan repentinamente.
―Ahora sí estás enojada ―la carcajada que soltó hizo que quisiera golpearlo en su estúpida y grotesca cara―, vamos Rynoa, no te pongas así, ahora que estás a punto de ser aceptada.
― ¿A punto de ser aceptada? ―repetí―, fuiste tú el que me pidió que me uniera, he sido lo suficientemente gentil de aceptar tu oferta.
―Te demoraste demasiado ―era obvio que estaba divertido por la situación―. ¡Pitch, Airtok! ―gritó.
No pasaron dos segundos y ambos idiotas estaban en el salón con nosotros. Los dos se arrodillaron frente a Hakutón, mostrándole respeto. ― ¿Sí, señor? ―la coordinación de ambos era sorprendente.
―Escolten a Rynoa hacia su habitación.
―No necesito una habitación, tengo un palacio, gracias ―dije mientras rechinaba mis dientes por la molestia que toda esta maldita situación me causaba.
―Para poder confiar en ti, necesito que mis dos más leales peones crean en ti ―fruncí el ceño ante sus palabras.
― ¿Estos dos bufones son tus más leales peones? ¿Estos dos? ¿Esta burla? ―la incredulidad en mí era demasiada―. Con razón nunca le has ganado a Manny, en serio, ¿qué esperas ganar con estos dos? ¡Qué triste tu vida!
Sabía lo que iba a pasar a continuación, así que estuve preparada cuando los dos bufones me atacaron. No, déjenme expresarlo de otro modo. Estuve preparada cuando los dos bufones trataron de atacarme. Con mi espada pude esquivarlos a ambos. Cuando iba a utilizar una ráfaga de viento para lanzarlos hacia la pared, Hakutón nos detuvo.
―Llévensela para interrogación ―fue su orden.
―No planeo pasar por una interrogación ―respondí molesta.
―Si quieres vengarte de los guardianes, si quieres convertirte en mi mano derecha, necesito saber que estás de nuestro lado por completo. Tienes que hacer que ellos dos crean en ti. Es mi condición, tómala o muere.
Dejé salir una risa sin humor. ―Bueno, me encanta que me des ambas alternativas ―para mi mala suerte, necesitaba a estos idiotas para que Hakutón confíe en mí, así que, muy a mi pesar, tendré que seguir sus reglas―. Trataré de ser amable y jugar en equipo, así que, está bien, acepto tu condición. Siempre y cuando sean preguntas dignas y no tonterías.
Él asintió. ―Harán preguntas necesarias, no estúpidas, confío en que aún tienen algo de criterio.
―Supongo que no pasas mucho tiempo con ellos, ¿verdad?
❄❄❄
― ¡No! ¡Claro que no conozco a ninguna sirena, si lo hiciera, tampoco te la presentaría!
Han pasado dos horas en las que he sido bombardeada de preguntas tan lamentables. Por supuesto no he respondido ninguna. Créanme, no quieren saber todo por lo que he pasado. Casi me arrepiento de haberme ido del taller de Norte.
―Ok, valía la pena preguntar ―Félix se acomodó en su asiento.
Los tres estábamos en mi supuesta habitación, en realidad era una pajarera dentro de un cuarto, no entiendo la utilidad de esto, pero, en fin, no iba a cuestionárselo a unas mentes tan frágiles como las de ellos.
―Te hemos hecho bastantes preguntas ―de pronto, Pitch se había puesto serio― solo tengo tres más.
―Genial, porque ya estoy aburrida de ustedes y de esta pajarera.
Él se inclinó hacia mí, apoyando ambos codos sobre sus rodillas.
― ¿Qué sientes por Jack Frost?
Por primera vez desde que habían iniciado la interrogación me había quedado muda. No esperaba que ellos fueran a preguntar eso. ¿Por qué? ¿Cuál es el propósito de esa pregunta?
―Los colores que acaban de pasar por tus ojos son suficiente respuesta ―dijo con una sonrisa macabra.
Félix asintió. ―Naranja, rosado, morado, marrón y rojo, color que ahora permanece en tus ojos.
―Eso no significa nada ―respondí―, me tomaron por sorpresa. No siento nada por Jack Frost.
Esta vez ambos se rieron. ―Es la primera vez que mientes en toda la interrogación.
Fruncí el ceño, detesto no tener mis lentes. Es por esto que jamás dejé que nadie me viera por completo, me siento demasiado vulnerable. Ni siquiera puedo mentir sin ser detectada.
―Bien, siento odio, rencor... ―pero fui interrumpida por Félix.
―... amor.
― ¿Quieres que te queme otra vez?
Eso logró que cerrara la boca nuevamente. Al menos entendía mis amenazas, sabía que no eran vacías, si me seguía sacando de quicio, lo mataría y no me entraría remordimiento alguno.
―No nos importa si te gusta Frost ―aseguró Pitch, su tono de voz era tranquila―, solo nos importa que estés dispuesta a vengarte de él.
Sonreí. ―Estás de suerte, porque me quiero vengar de él.
Sí, en algún momento me gustó Jack Frost. Pero ya no más, ahora solo lo odio, es un idiota, tan idiota como las dos divas que tengo enfrente.
Asintió. ―Perfecto, ahora, mi otra pregunta es, ¿qué significa el color verde en tus ojos?
Empecé a reír ante su pregunta. ― ¿O sea que no han logrado identificar cada color? Eso me pone de bueno humor.
―Lo sé, tus ojos ahora están amarillos ―respondió Félix―. Ahora, responde, ¿qué es el color verde?
―Nada que les importe ―respondí―, al menos guardaré un color para mí.
Agradecí que no insistieran con el tema, ya era muy malo que conocieran los otros diez colores. Mi privacidad era expuesta cada vez que estaba con ellos.
―La última pregunta ―anunció Pitch, él era el que había estado dirigiendo la interrogación―, ¿por qué quieres traicionar a Manny y a los guardianes?
―Ellos me traicionaron primero, solo es justo que pueda pagarles con su propia medicina. Ojo por ojo, diente por diente.
―Traición por traición ―terminó Félix.
Ambos se pusieron de pie, yo solo los seguí con la mirada. ―Bien, vamos a hablar con el señor Hakutón ―me informó Pitch―, veremos si es tiempo de decirte nuestro plan para ganar a los guardianes.
―Tenemos un As bajo la manga que ninguno de ustedes logró ver ―completó Félix―, cuando se enteren, todos se sentirán tan estúpidos.
Me encogí de hombros. ―Solo vayan a hablar con Hakutón, ya no quiero seguir sintiéndome como pájaro enjaulado.
✎❣
¡Feliz año!
No puedo creer que ya estemos a mediados de enero, el tiempo se pasa volando ¡!
Bueno, este ha sido otro cap, en donde hemos podido conocer un poco más a Pitch y Félix.... Y Hakutón, aunque no tanto.
Aún no me decido si en el siguiente capítulo debe narrar Jack o Ry, ustedes qué opinan? Quieren saber qué está pasando en el taller? O quieren saber lo que sucede con Ry ahora que está con el clan de las feas divas (clan al que no pertenece... según ella)?
Trabajaré en el siguiente cap tan pronto como pueda ;) Igual quiero saber sus opiniones y teorías.
xoxo,
Rose
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