40. Rudolph wannabe

Rynoa

Todos los renos estaban en esta cueva, lo cual era un gran alivio, los había encontrado.

No puedo creerlo, los encontré.

Me siento demasiado bien, no puedo creer que me sienta tan bien al saber que he encontrado estos animales... ser parte de los guardianes y salvar la Navidad sí es importante para mí...

Night no va a dejar que olvide esto nunca.

Ahora, la pregunta era... ¿cómo diablos me llevo a estos renos de acá?, me pregunto si Rudolph wannabe, querrá venir conmigo, sería de gran ayuda.

―Necesito que vengan conmigo ―dije en voz alta cuando me puse de pie. Al menos ahora me sentía llena de energías―. Renos, sí, ustedes, vengan al taller de Norte.

Obviamente, ninguno me hacía caso.

No sé qué hago hablando con animales.

El único que parecía prestarme atención era el Rudolph wannabe que estaba echado a un lado del lago observándome.

―Tengo la impresión de que me entiendes, pero no te importa lo que digo.

Él simplemente inclinó su cabeza a un lado.

―No sé qué estoy haciendo ―me dije a mi misma.

Tal vez sería mejor regresar al taller y pedir ayuda, no creo que los renos se vayan de acá, ¿no? Tienen que haber estado en esta cueva desde que huyeron del taller...

No, ellos no huyeron, el clan de los feos los dejaron escapar.

¡¿Estoy en uno de sus escondites?!

Rápidamente cogí mis lentes del suelo y tomé mi espada, la cual estaba tirada a un lado de la pared. No sé cómo llegó ahí, tampoco me importa.

Era momento de explorar este lugar, así que, empecé rodeando el lago, trataba de buscar alguna otra abertura, algo que me condujera a la parte más profunda de la cueva, pero no... no había nada, era solamente esto, el lago.

La abertura del techo aún me dejaba ver la ventisca, me pregunto esta solo se encuentra aquí o si se ha explayado por otros lugares del Polo Norte.

Será un problema para Norte si no se dispersa la ventisca.

Pero, bueno, lo importante ahora era encontrar alguna forma para que los renos regresaran al taller. Sería perfecto si tuviera una de las esferas de Norte conmigo, pero no, por alguna razón la única que tenía desapareció de la pequeña cartera que tengo.

―Iré por Norte, luego los llevaremos al taller ―dije, aunque no tenía caso que lo hiciera―, sé que no me entienden, pero... ―suspiré― sólo no se muevan.

Rudolph wannabe me seguía con la mirada, mientras yo me habría paso hacia la única salida que tenía la cueva.

Mientras más me acercaba, más frio hacía. Apuesto que Jack Frost no tendría problemas con esta ventisca.

¡Ry! ¡Habías hecho un gran trabajo sin pensar en él, ahora, lo has arruinado todo!

Reprenderme a mí misma era lo único que podía hacer.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que estuve completamente sola, desde antes que Night apareciera en mi vida, así que... estoy volviendo a la yo del pasado, la que hablaba sola. Creo que era por eso que los demás espíritus no se acercaban a mí -además, claro está, de que yo no los dejaba.

Cuando por fin llegué a la entrada de la cueva, me preparé para salir, tendría que volar lo más rápido que pudiese y salir de esa ventisca, sino, podría volver a desmayarme.


Jack Frost

Los lentes son geniales, veo perfectamente, creo que Phil debería dejar a Norte y abrir una tienda que los venda, apuesto que se haría rico... aunque nosotros no tenemos dinero... Los espíritus no compramos cosas...

Jamás me había puesto a pensar en eso hasta ahora.

En fin, eso no era lo importante, tenía que concentrarme en hallar a Rynoa.

¿Dónde se habrá metido?

Espero que Pitch y Félix no la hayan secuestrado, será mucho más difícil rescatarla si es así. A menos de que utilice esta ventisca como un elemento a mi favor, podría usarla para atacarlos y rescatarla.

Eso es una buena idea.

En realidad, solo sería una buena idea si encontrara dónde está Rynoa, pero hasta ahora no tenía suerte. Había pasado cinco horas buscándola, pero no encontraba ningún rastro, ninguna pista sobre su paradero. El lugar donde se separó del gato pulgoso no llevaba a ningún lugar en especial.

Lo único que me queda es buscar desde tierra y no desde el aire, un cambio de perspectiva podría ser lo mejor en esta situación. Así que, eso hice, dejé de volar y aterricé sobre la nieve. La ventisca era aún más densa aquí.

Caminé una hora más antes de encontrar una abertura en una montaña, la cual ni siquiera había notado antes. Me preparé para atacar con mi cayado si es que algo aparecía por esa abertura, pero parecía que no había absolutamente nada.

Ingresé a la cueva, me quité los lentes, pues ya no los necesitaba aquí, la ventisca no entraba a esta cueva. El problema era que todo estaba oscuro, lo bueno era que no oía nada fuera de lo normal, o sea, nada que no fuera la ventisca.

Mis pasos eran lentos, pero solo porque estaba alerta a cualquier trampa que pudiera encontrarme en este lugar. Poco a poco, la cueva se iba agrandando, y luego, escuché ruidos. El sonido era de agua, como si algo hubiese caído en algún pozo.

¿Dónde diablos estoy?

Rynoa

Cuando abrí los ojos, noté que estaba dentro del agua y que me faltaba aire. Entré en pánico, pero me tuve que recomponer rápidamente y nadar hacia la superficie.

Afuera del agua estaba Rudolph wannabe mirándome y moviendo su pequeña cola. Yo trataba de llenar mis pulmones con todo el aire que podía, casi me ahogo por la culpa de ese animal asesino.

Estoy segura de que él me lanzó al lago otra vez.

―Eres un asesino ―le dije, él solo movió la cola―. ¿Te parece divertido? ¡Casi muero!

Bueno, tal vez me lanzó al lago porque me desmayé. Lo último que recuerdo fue salir de la cueva y adentrarme en la ventisca... ok... la parte de adentrarme en la ventisca es una mentira, porque estoy segura de que solo di un paso fuera y caí al suelo.

Hay algo en esa maldita ventisca que me quita las fuerzas.

Dirigí mi mirada a Rudolph wannabe otra vez. ―Ok, te perdono.

Suspiré. Tal vez ese loco animal no sea tan malo después de todo. Me ha salvado la vida dos veces, ¿no?

― ¿Rynoa? ―dijo una voz a mis espaldas, cuando giré, me encontré con Jack Frost.

No pude evitar sonreír cuando lo vi, ahora tenía a alguien que me ayude a llevar a los renos donde Norte. ¿A quién quiero engañar? Me alegraba verlo, sí, lo admito... y me odio por eso. Tengo que olvidarme de él.

―Hola, Jack Frost.

Él me miraba de una manera extraña, además, no había dicho ni una palabra más desde que me llamó, tampoco respondió mi saludo. Dio un paso hacia adelante y luego retrocedió. Se estaba comportando demasiado extraño.

― ¿Estás bien? ―le pregunté―. ¿Por qué me miras así?

Había fruncido el ceño mientras me seguía observando, lo cual ya se había vuelto incómodo.

―Tu-tus tus ojos ―respondió.

Me sorprendió su respuesta. Inmediatamente puse mi mano sobre mi cara y me di cuenta de que no tenía los lentes puestos.

Mierda...

Rápidamente, me giré y los busqué por todos lados. Tal vez se me cayeron en el lago, o en la ventisca, o en la entrada, o en...

Miré hacia donde estaba Rudolph wannabe y mis lentes estaban justo a su lado, él seguía moviendo la cola.

Me acerqué a él y traté de mandarle la mirada más severa que pude. ―Eres un animal perverso ―le dije.

Rudolph wannabe me lamió la mejilla luego de que dije eso.

Rodé los ojos y me puse los lentes nuevamente.

―No puedo odiarte ―le dije―, eres tierno.

Me estoy volviendo Night.

Aun sentía la mirada de Jack Frost sobre mí, y me incomodaba. ― ¿Puedes dejar de mirarme? ―le dije en un tono molesto.

―Tus ojos ―repitió―, tus ojos son...

― ¿Puedes no decir nada sobre eso? ―le pedí, aunque aún sonaba molesta―. Ya es bastante malo que me hayas visto sin ellos, solo no digas nada al respecto... a nadie.

Él solo asintió.

―Los renos están aquí ―le dije luego de que estuvimos en silencio por cinco minutos―. No sé cómo llevarlos, no puedo salir de esta cueva.

No quería decirle la razón por la que no podía salir de la cueva, me sentía avergonzada por ser tan débil y no soportar estar en una simple y estúpida ventisca.

― ¿Por qué no puedes salir? ―me preguntó.

―Es muy frio ―mentí... bueno, fue mitad mentira, porque afuera sí hacía bastante frio. Tal vez esa sea una razón por la que no soporto estar ahí ni un segundo.

―Tengo una de las esferas de Norte ―me dijo.

Sentía que su forma de hablarme era demasiado extraña, nunca me había hablado así. Al inicio nos odiábamos y me hablaba siempre con un tono rencoroso, pero ahora, era distante, como si no quisiera estar aquí conmigo.

―Eso es genial ―respondí―. Solo tenemos que agrupar a los renos.

Me giré hacia donde estaban los renos al otro lado del lago, tal vez sería mejor abrir el portal por allá, algo me dice que ellos no van a caminar hasta acá. Después de todo, no me han hecho caso hasta ahora.

― ¿Ese no es Rudolph? ―preguntó Jack Frost.

Miré hacia el reno de la nariz roja y respondí―: No estoy segura, pero lo he estado llamando Rudolph wannabe.

Jack Frost asintió. ― ¿Él vendrá?

―Eso espero.

Cuando dije eso Rudolph wannabe se puso de pie y, en cuanto lo hizo, los demás renos empezaron a moverse hacia donde estábamos nosotros.

―Te has vuelto su líder, ¿verdad? ―le pregunté.

Él volvió a mover la cola en respuesta.

Creo que este reno de la nariz roja me agrada, es mejor que los otros.

Jack Frost sacó la esfera de su bolsillo, susurró: "Taller de Norte" y luego la lanzó, creándose, así, un portal.

―Es hora de irnos ―me dijo.

Los renos fueron los primeros en entrar, luego yo y al final, Jack Frost, quien aún seguía comportándose de una manera muy extraña.

✎❣

Hace un año actualicé el cap 40 de MRCJF, y ahora, actualizo el cap 40 de NSJF, no puedo creerlo! Ha pasado tanto desde que Bianca le hizo ver a León que todo sobre los guardianes era real... alguien más siente nostalgia?! Dios! Q buenos tiempos aquellos! :)

Bueno, alguien por fin vio a Ry sin lentes! Ya era hora! Claro que aún no sabemos qué sucede con sus ojos, pero tranquilas, que ahora que Jack ya la vio, los secretos van a empezar a revelarse ;)!

¿Alguien más amó a ese reno de la nariz roja? Me dan ganas de envolverlo y dármelo de regalo por Navidad jaja, sé que ustedes tb quieren tenerlo, así que no lo nieguen.

No me despediré aun, porque tengo una pequeña sorpresa, es súper pequeña, pero hecha con amor sigan al siguiente capítulo para leer un pequeño extra Navideño, es súper pequeño, pero lindo :)

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