36. La búsqueda da inicio

Rynoa

Robin Hood y yo hemos estado buscado por el sur del polo norte -que, según lo que dijo Conejo, era justo la parte que quedaba al norte de Rusia- durante una hora. En cuatro más tendríamos que volver al taller si es que no encontrábamos nada.

Cada minuto que pasaba era un minuto más en el que pensábamos que los renos no aparecerían jamás. Sé que es muy pronto para ser pesimista, pero si el clan de los feos son los responsables, no hay forma de que no sienta que las esperanzas se resbalaban de mis manos.

Es como si no hubiera posibilidades de encontrarlos.

Nada de esto tiene sentido.

Si ellos quieren arruinar la Navidad, ¿por qué no han... -sé que sonará feo- matado a los renos?

― ¡Mira! ¡Ahí hay ―gritó Robin Hood, luego hubo un pequeño silencio― un oso polar... ―suspiró―, pensé que era un reno.

Mis esperanzas aparecieron y desaparecieron demasiado rápido.

― ¿Un reno? ―repetí―. Sí te das cuenta de que el oso polar es blanco y que los renos que buscamos son marrones, ¿verdad?

―Lo sé, por eso me decepcioné.

Ambos volábamos a la misma altura, solo que él miraba al lado izquierdo y yo al derecho, de esa manera cubriríamos más terreno.

No voy a mentir, hacía bastante frio, pero teníamos que aguantarlo. Buscar a los renos era una prioridad y no había tiempo para quejarnos por el clima.

―Tal vez deberíamos separarnos ―le dije.

Él se detuvo en seco, yo hice lo mismo.

―No podemos separarnos, ¿qué pasa si uno se encuentra con el Innombrable?

―No te vas a encontrar con él, ten cuidado, estate alerta, si encuentras algo sospechoso vuelves al taller ―puse mis manos en mi cintura, estaba cansada de buscar con él y no encontrar nada―. Qué tal si cada uno busca por separado por una hora, si no encontramos nada, nos vemos aquí.

―No estoy convencido ―me dijo.

―Nada va a pasar, Robin Hood ―le dije, ahora estaba exasperada.

Él se cruzó de brazos y me miró con el ceño fruncido. ―Quedamos en que me ibas a llamar León.

Oh...

―Sí, bueno, León ―dije resoplando―, vamos a separarnos, en una hora nos veremos aquí mismo.

Él rodó los ojos. ― ¿Dónde es aquí exactamente? ―señaló a su alrededor. El polo norte era muy uniforme, no había algo que resaltara el lugar donde estábamos.

Pero yo podía hacer algo al respecto. Así que, hice aparecer una llama en mi mano y la lancé al hielo bajo nosotros. Ambos seguíamos volando y no habían animales cerca a los que podría dañar, Robin Hood me habría alertado de ser así. Una vez que apareció el hueco en el hielo, utilicé mi control sobre el agua e hice que un chorro de esta se elevara hasta donde estábamos nosotros, luego la congelé.

Ahora había una especie de escultura que resaltaba en este paisaje.

―Había olvidado que podías controlar los elementos ―me dijo.

―Sí, es solo que los uso cuando hago mi trabajo y... ¡Hey! ―grité, haciendo que Robin Hood se asustara―, con mi control sobre los elementos podría haberles quitado el aire a Peter Pan y Landon, es una mejor tortura que el agujero de la muerte.

Él me miró de manera extraña y luego empezó a reír.

―Deberías usar esos poderes sobre Pitch y Félix, no sobre tus amigos ―aún seguía riendo.

―Ya lo he intentado, no funcionó ―respondí.

Sí, una vez traté de usarlo contra Félix, pero no sucedió nada. No sé por qué, supongo que no puedo derrotarlo de esa manera. Maldito.

―Lástima ―Robin Hood por fin había parado de reír―. Entonces, nos vemos aquí en una hora.

Asentí.


Jack Frost

Teníamos la idea de que tal vez los renos estaban encerrados en una celda bajo el mar, claro que esa celda tenía aire para que vivieran. Sé que no tiene mucho sentido, pero discutir con Night no es fácil. Él simplemente dijo que podía ser una posibilidad y cuando traté de refutarlo, él no dijo más.

Así que, entré al océano solo para mostrarle que estaba equivocado. Y, lo estaba, al menos de este lado no había una... celda... bajo el mar.

Cuando salí del agua, Night estaba sentado sobre un montículo de hielo, le hacía cariño a un zorro blanco. El animal parecía muy contento.

―Te dije que no había nada ―me acerqué a Night, cogí mi polera y me la puse.

―Teníamos que descartar la posibilidad.

Rodé los ojos y me senté al otro lado del montículo de hielo. El zorro estaba al medio.

Me sorprende que sea tan manso.

―Deberíamos continuar con la búsqueda ―le dije, aunque la verdad es que quería descansar un poco. Había estado nadando por media hora.

―Está bien ―dijo Night―. Adiós Tod ―dijo lo último dirigiéndose al zorro, decidí no hacer ningún comentario al respecto.

Empezamos a caminar, pero el zorro lo siguió, así que pensé que deberíamos volar, sino, el animal no se alejaría nunca.

― ¿Podemos llevarlo? ―me preguntó Night.

Rodé los ojos.

Con razón Rynoa era tan malhumorada en ocasiones.

― ¡No, Night! ¡No podemos! ―grité.

Él frunció el ceño. ―Ni siquiera me importa lo que digas, igual lo llevaré ―tomó al zorro en sus brazos y voló hacia donde yo estaba―. No entiendo por qué estás tan de mal humor.

―No estoy de mal humor ―le dije.

―Sí, claro.

Preferí no discutir más, en realidad sí estaba de mal humor, pero no iba a aceptarlo. Al menos no frente a Night, que también estaba siendo insoportable.

Volamos por los alrededores por media hora más, pero no había rastro de ningún reno, ni del trineo, ni de indicios de que algo haya pasado por aquí antes.

Aún tenemos un poco menos de cuatro horas hasta volver al taller. Y, faltan cuatro días para la noche buena. Si no resolvemos esto, los niños dejarán de creer, la Navidad es el evento más importante. Sin ella, es seguro que perderemos la fe de los niños.

De pronto, Night dejó de volar a mi lado y descendió. En cuanto llegó al suelo dejó suelto a Tod.

― ¿Encontraste algo? ―le pregunté.

La esperanza estaba volviendo a mí.

―No ―respondió―, Tod tenía ganas de ir al baño.

Nunca había tenido tantas ganas de pegarle a Night.

― ¡¿Estás bromeando?! ¡Deja a ese maldito zorro acá! ¡Tenemos cosas más importantes de las qué preocuparnos!

Night se cruzó de brazos. ―Estoy buscando, también estoy preocupado, pero si te estresas desde el comienzo, todo va a empeorar.

― ¡Todo empeoró desde el momento en que decidiste que sería divertido adoptar a un zorro salvaje!

― ¡Deja de gritar! ¡No es mi culpa que estés molesto!

― ¡Claro que sí!

― ¡Claro que no!

El estúpido zorro volvió y alzó la pata para llamar la atención de Night, él volvió a tomarlo en brazos.

―Se supone que no deberías sacar a los animales de su hábitat ―le dije, ahora estaba más calmado, porque él tenía razón, no estaba molesto con él, no del todo.

―Técnicamente aún sigue en su hábitat, además, él fue el que me siguió.

―Como sea, sigamos buscando.

Emprendí vuelo una vez más, sabía que Night me estaba siguiendo.

― ¿Te peleaste con Bianca? ―me preguntó.

―No es de tu incumbencia.

― ¿Eso es un sí?

Aceleré el vuelo y lo dejé atrás, él no podía ir tan rápido, porque tenía al zorro en sus brazos. Además, hacía frio -para él- e ir rápido solo lo congelaría.


Rynoa

Diez minutos buscando y nada, bueno, tampoco es que esperara encontrar algo tan pronto. Cada metro que avanzaba, el viento se hacía cada vez más frio e intenso. Algo me decía que no era una buena idea adentrarme en una ventisca, pero a la vez, no podía dejar de pensar que tal vez era justo ahí donde estaban los renos. Así que, traté de rodear la zona donde era la ventisca.

El viento era bastante fuerte, sabía que si entraba más sería peor. Primero se tiene que analizar el lugar, luego se toma una decisión. Pensar antes de actuar, no es tan difícil como algunas personas creen. El problema era que la ventisca cubría demasiado terreno y era imposible explorarlo todo en menos de una hora.

Así que, decidí acercarme unos metros más, el viento era cada vez más fuerte y estaba mezclado con nieve. El frio aumentó considerablemente.

Tal vez deba volver.

Jack Frost podría soportar esta ventisca, él sería el indicado para buscar por esta zona.

¡No! ¡Claro que no!

Yo soy lo suficientemente capaz como para poder investigar por mi cuenta. No necesito de nadie.

Así que, me adentré en la ventisca.

Inmediatamente sentí que algo me zarandeaba, sin duda era todo el viento mezclado con la nieve. Tenía que encontrar una zona donde no fuera tan fuerte. Tenía que adentrarme más.

Dejé de sentir mi cuerpo, el frio era insoportable.

Tal vez debería regresar.

Pero justo cuando pensé en hacerlo, vi que algo brillaba a lo lejos.

No sentía temor, solo curiosidad. Así que me decidí por acercarme hacia esa luz brillante.

Ya no podía volar más, así que caminé contra el viendo en esa dirección, lo cual era muy complicado. Mientras más me acercaba, el brillo se intensificaba. Pero yo ya no podía dar un paso más hacia delante, mis piernas estaban entumecidas y ahora ya no las sentía para nada, ni siquiera un poco como para poder terminar la caminata hacia esa cueva.

Tal vez debí pensar mejor en las consecuencias de mis acciones.

Me dejé caer y pronto quedé inconsciente.

✎❣

Curiosidad: Rynoa pudo haberse llamado: Melania, Briana, Dámaris, Gianna o incluso Rinoa. Yo solamente quería minimizar su nombre con una sola sílaba como: Ry, Mel, Bri, Dam, Gia o Ri. Al final, luego de testearlo con mi amiga y mi hermana, elegimos Rynoa o Rinoa. Y, ya sabemos cómo quedó al final ;)

No me odien por haberme demorado en subir este capítulo, fue algo complicado, porque no sabía si dejarlo todo en el pov de Ry o intercalar los capítulos entre el pov de ella y de Jack... al final me decidí por mezclarlos en un cap... lol!

Así que... ¿alguien tiene idea de lo que Ry ha visto en esa cueva? Si es que alguien lo adivina, tendrá dedicado este cap ;)!

¿Quién adora a Tod? Vieron la foto? Es una cosita adorable! Y Night tb!

Pd. Subiré el siguiente cap entre el lunes y el martes, lo prometo! Aunque si está antes, lo subiré antes. Pero más tardar será el martes!! Doy mi palabra! :)

xoxo,

Rose

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