2. Madre Naturaleza
Rynoa
Si hay quien se queja de que su vida es extraña, pues no sabe de lo que está hablando. Les diré por qué y lo explicaré haciendo referencia a una película antigua que fue basada en un libro, como todas las cosas de hoy en día. ¿Qué sentirían si simplemente despiertan y están en un lugar completamente oscuro, sientes que algo te mueve y que después aparece una luz demasiado brillante que casi te deja ciego? Bueno, eso me pasó a mí y también al chico del libro "The Maze Runner". Sé que esa película tiene muchísimos años de antigüedad, pero tenía que citarla. ¿Por qué? Porque me siento completamente identificada con ella.
Un día desperté rodeada de oscuridad, sentía que mi cuerpo se elevaba y luego salí a la superficie donde una luz muy brillante casi me quita la vista. Vi a la Luna en lo alto.
No recordaba absolutamente nada, fue horrible.
Así que, soy demasiado parecida a ese chico, Thomas, del libro. Él tampoco recordaba nada más que su nombre y llegó a un mundo extraño.
Pero bueno, ya dejaré de hablar de él y de su similitud con mi vida.
No sé cuánto ha pasado desde que desperté, perdí la cuenta hace mucho. Lo que sí sé, es que tengo trabajo que hacer en este mundo.
Además, sé que tengo poderes. Puedo controlar los cuatro elementos con facilidad, eso es genial, porque de esa manera puedo controlar el clima. Aunque no soy muy buena en ello, como mis poderes se dividen en cuatro elementos tan diferentes, no logro ser experta en todo lo que concierne a cada uno de ellos, pero al menos puedo pelear y cosas así. Siempre traigo una espada conmigo, es una espada muy grande que puede 'doblarse' (sí, sé que suena raro, pero es la verdad).
Hace unos treinta años, La Luna me dijo que tendría un nuevo título. Madre Naturaleza. Al parecer la anterior murió hace varios años y él necesitaba que alguien se encargase de esas responsabilidades. Y yo no hacía mucho hasta esa época. Siento que de alguna u otra manera, me dijo que era demasiado holgazana y que debía empezar a hacer algo.
La Luna no me agrada mucho, pero eso no tenía importancia, porque desde ese día no volvió a dirigirme la palabra. Pero me mandó a alguien, Nightlight. Él siempre ha estado al lado de La Luna. Ahora lo mandó para que me cuidara a mí. Lo cual me resultó estúpido, porque no necesito que nadie me cuide. He estado sola muchos años, no quiero amigos.
No me relaciono con otros espíritus como yo. Nunca los he visto, nunca me he topado con ninguno. Bueno, ha habido veces que el Hada de los Dientes ha aparecido en mi palacio, pero siempre he hecho todo lo posible por evitar que me viera. No quería amigos, solo estaba aquí para ayudar en el mundo y eso era todo.
Pero, Night (así lo llamo) se volvió algo así como un amigo. Él es un tanto especial, al igual que yo. Nunca planeé hacerme su amiga, pero él es tan gracioso y casi nunca habla... o al menos casi nunca hablaba. Cuando me tomó confianza no dejó de conversar conmigo. Somos casi de la misma edad, o al menos eso creemos. Según él, él tiene 18 años y que yo recuerde, yo tengo 17... tal vez ¿16?
Night siempre lleva consigo un cayado que termina en punta, en realidad es una lanza. Lo más sorprendente de él, es que siempre brilla. De día no lo notas, pero una vez que cae la noche, él resplandece, así de simple.
Siempre me pregunté por qué lo hacía, pero nunca toqué el tema. Principalmente porque no hablábamos mucho, él era demasiado tímido, pero una vez tomé el valor e hice la pregunta.
"―Night, ¿puedo hacerte una pregunta?
Él asintió.
― ¿Prometes responder con palabras y no con señas?
Volvió a asentir.
― ¿Por qué brillas?
Le tomó, al menos, dos minutos hablar.
―No soy un espíritu como tú, tú fuiste humana y moriste. Yo, yo fui hecho de luz, de energía. Es por eso que brillo."
A partir de ese día nos hemos vuelto muy buenos amigos. Él habla conmigo y yo con él. Tampoco es que hablemos con otras personas, podemos ser considerados los mayores antisociales de la faz de la tierra.
Tal vez yo no debería ser así, soy la Madre Naturaleza después de todo...
❄
Hoy Night había salido, era extraño que él se fuera del palacio. Ya saben, La Luna quiere que esté 'protegiéndome'.
Estaba aburrida, en la mañana había ido a algunos lugares de la tierra a hacer crecer flores si es que era primavera. Sané a algunos animales que encontré heridos en bosques. Pero ahora estaba de vuelta y estaba aburrida. Night siempre me divertía. Era tan ocurrente, siempre tenía algo gracioso que decir.
Mi cuarto en el palacio era grande, pero no tenía muchas cosas dentro. Estaba mi cama y un aparador. Tenía un clóset, pero no es que tuviera ropa. O sea, sí tenía. Pero era el mismo conjunto, es decir, había al menos cincuenta conjuntos iguales. Luego de preguntarme por muchos años, por qué no podía cambiarme de ropa, me di cuenta de que lo que tenía era algo así como un uniforme personal. Supongo que esto me distinguía. Al igual que mi cabello y ojos. Los cuales, odiaba. Tenía el cabello rubio, en el lado derecho tenía un mechón de color rosado. Odiaba el mechón. Lo he cortado mil veces, pero vuelve a aparecer. También he tratado de teñirme el cabello, pero nada. Siempre vuelve a ser rubio con ese estúpido mechón.
También odio mis ojos, pero al menos puedo ocultarlos. Una vez encontré un par de lentes electrónicos, o al menos así los llamo. Cubren mis ojos y no dejan que nadie los pueda ver. Pero no impiden que yo pueda ver a los demás.
❄
Escuché un ruido extraño. Parecía venir del primer piso del palacio.
¿Se preguntan cómo terminé viviendo en un palacio?
Pues, estaba deshabitado cuando lo encontré, y los humanos no podían verlo. Así que entré. Al hacerlo, lo primero que vi fue un gran retrato mío. Mi ropa, mi horrible cabello y mis ojos, pero pinté sobre ellos. Eso, al menos, no se removió. Supuse que La Luna había hecho que apareciera para mí. Así que aquí me quedé.
El ruido volvió. Esta vez me levanté de mi cama. Night hacia ruido de vez en cuando, pero nunca eran tan estrepitosos como estos.
Abrí la puerta de mi habitación con cuidado. Coloqué mi mano derecha sobre el mango de mi espada. Caminé sigilosamente hasta las grandes escaleras. (En medio de ellas estaba mi retrato). No veía nada en los pasillos, ni en el primer piso. Decidí saltar desde donde estaba, podía volar, así que no tenía problemas en hacerlo.
La planta baja estaba tranquila. Night no había llegado, quien sea que esté acá, era un intruso. Tal vez el hada de los dientes había regresado. Aunque, ella siempre hacía bastante ruido, no podía ser ella.
Fui hacia mi derecha, ahí había un gran salón, no había nadie.
Salí y fui al lado izquierdo, este me conducía a un pasillo, había varias puertas más. Entré a la primera, era una gran sala con sofás, televisor y todas las cosas modernas. ¿Cómo llegaron ahí? Pues no sé, ya estaban cuando llegué. Seguí inspeccionando los demás cuartos, pero no había nada.
Regresé a donde estaban las grandes escaleras. A cada lado había una puerta. Me acerqué a una, cuando la abrí, sentí que algo me empujó y luego me cubrieron con una tela rasposa. No podía moverme, así que me era imposible sacar mi espada.
― ¡Te juro que te vas a arrepentir de hacerme esto! ―grité a quien sea que me estuviera raptando.
―Lo lamento, Rynoa ―esa era la voz del Hada de los dientes―, pero necesitas venir con nosotros.
―Maldita loca, sácame de aquí.
―Tranquila no te haremos daño ―dijo la voz de un hombre, por alguna razón sus palabras me calmaron, no, no fueron sus palabras, fue el tono de su voz. Algo de él me hacía confiar.
Escuché a algo refunfuñar a mi lado.
―Sí Phil, puedes lanzar la esfera ―dijo la voz del hombre.
Sentí algo extraño, no sé qué me estaban haciendo. Era como si todo mi cuerpo hormigueara.
❄❄️❄️
Sabía que me estaban llevando cargada, como si fuera un costal de papas. Luego de unos segundos, me lanzaron al suelo.
― ¡Phil! ―gritó la voz del hombre―. No la tires así, tienes que tener más cuidado con las personas.
El tal Phil refunfuñó. Mientras, yo trataba de salir del maldito costal.
Cuando lo logré, vi a un gran conejo, asumo que ese es el Conejo de Pascua. Era tan extraño verlo, amo a los conejos, son uno de mis animales favoritos. Pero ese conejo era enorme, era extraño. Había cuatro personas más, aparte del Hada de los dientes y del conejo.
Me puse de pie rápidamente y empuñé mi espada. Pero ninguno pareció inmutarse. Solo me miraban atentamente.
― ¡¿Quiénes son ustedes y qué quieren conmigo?! ―pregunté demasiado molesta.
―Tu nombre es Rynoa, ¿verdad? ―preguntó la voz de hombre, que ahora que podía verlo, me di cuenta que era nada más y nada menos que Santa Claus. Había visto muchas películas de Navidad, además, una que otra vez había visto su trineo en esa fecha―. Yo soy Norte, mejor conocido como Santa Claus.
―Bien, Norte, ¿qué diablos quieren? ―apunté mi espada hacia él.
―Lamento haberte traído de esa manera, pero Tooth ―dijo señalando al Hada de los dientes―, nos comentó que nunca habías querido hablar con ella. Así que supuse que no harías una excepción conmigo. Raptarte fue la única manera de lograr que vengas al taller.
¿Taller?
Miré a mí alrededor, supongo que este es el famoso lugar donde Santa Claus hace los regalos de Navidad. No se parece mucho a las películas de dibujos animados.
―Responde a mi pregunta, ¿qué quieren? ―aún seguía apuntándolo con mi espada. Pero seguía sin inmutarse.
― ¡Manny te ha elegido como guardiana! ―gritó Norte muy emocionado.
De pronto algunos duendes empezaron a tocar trompetas, debo admitir que la melodía me encantó, pero no había forma de que lo dijera en voz alta. Dos yetis empezaron a hacer malabares con fuego. Todos parecían felices, yo estaba completamente molesta.
― ¡¿Quién diablos es Manny?! ―pregunté sobre el ruido que hacían todos y pararon.
― ¿Cómo que quién es Manny? ―Norte parecía asombrado―. Es el Hombre de la Luna, estoy seguro de que alguna vez has hablado con él.
Así que La Luna tenía nombre. ¿Por qué nunca me lo dijo Night?
Lo vi tomar aire, estaba a punto de decir algo para que todos sus duendes y yetis empezaran a tocar música y todo lo que hacían antes, pero los detuve al decir cuatro simples palabras.
―No quiero ser guardiana ―dije.
Night me había contado sobre los guardianes, así que sabía lo suficiente como para no comprometerme con ellos. Adoraba cuidar a los niños del mundo, así como a las plantas, animales y todo eso, pero no quería ser parte de su grupo. He estado muchos años sola, bueno con Night, no necesito de nadie más.
―Todos quieren ser guardianes ―dijo Norte.
―Yo no quería serlo ―murmuró un chico de cabello blanco, era parecido a Night.
Norte le lanzó una mirada desaprobatoria.
―No he hablado con "Manny" ―dije haciendo comillas con las manos, luego de haber guardado mi espada. No había caso en tenerla empuñada si ninguno de ellos mostraba algún signo de temor―, en al menos treinta años. Él no me ha contactado y la verdad es que no deseo formar parte de su "club" ―volví a hacer comillas.
―Esto es importante Rynoa, si Manny te ha elegido es por algo ―Norte parecía ser una persona agradable, pero en verdad no tenía ganas de tener compañeros de trabajo. Me valgo bien sola.
―Bueno, entonces que él me contacte personalmente ―me acerqué a una gran ventana, estaba dispuesta a largarme de este lugar en este momento―, cuando lo haga volveré.
―Espera ―dijo un chico rubio, tenía ojos azules. Llevaba un arco y flechas en la espalda. Era muy atractivo, pero aun así no era mi tipo. Creo que no tengo un tipo...―, yo también acabo de ser elegido para formar parte de los guardianes...
Lo interrumpí. ―... Bien por ti.
―No entiendes, yo los conozco desde hace muchos años, para ser exactos, cuarenta. Sé que pueden parecer extraños, pero son realmente geniales. Además, Manny no elegiría a más espíritus para ser guardianes a menos de que nos necesitara.
―Bueno, contigo bastará. No planeo formar parte de su "club".
― ¿Puedes dejar de llamarlo club? ―el chico parecido a Night habló―. Nosotros nos encargamos del bienestar de los niños. Somos importantes, no un simple club.
―Creí que tú eras el que dijo que no quería formar parte de ellos en un inicio ―remarqué.
―No quería, pero estuve equivocado.
―Bueno, ese no es mi caso.
―Si te vuelves guardiana, los niños empezarán a verte, creerán en ti ―dijo el conejo.
―Los niños ya me ven ―no era mentira, los niños me veían, algunos adultos también lo hacían, aunque eran muy pocos. Pero para ser sincera, no me importaba si me veían o no.
― ¿Ellos creen en ti? ―preguntó Norte―. ¿Quién eres?
―"Manny" les dijo que quería que fuera guardiana, pero ¿no les dijo quién era? ―ninguno respondió a mi pregunta, solo me miraban expectantes―. Soy la Madre Naturaleza.
✎❣
Felíz día de San Valentín, del amor, de la amistad! :) Espero que pasen un lindo día!
La imagen del multimedia es sólo el outfit de Rynoa (no usa falda, imaginen un short), su cabello lo expliqué en el capítulo. Desearía poder subir la foto de los lentes que usa, pero no puedo colocar más de un link :( Así que, en el primer comentario pondré un link de la foto. Imaginen eso en color blanco y el medio de color negro. ah! y sin esos auriculares. :) Lo entenderán cuando lo vean!
Por fin hemos conocido a Rynoa! Espero que la adoren tanto como yo! Es una chica un tanto especial!
Siguiente capítulo: 18 de Febrero (ya saben que si lo acabo antes, lo subiré)
Pd. sí, sigo obsesionada con TMR, en especial con Newt ♥
xoxo,
Rose
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