4: Invisible


Narra carla:

14 de febrero, 2022

Tocaron el timbre y para mi mala suerte yo era la más cercana a la puerta. Arrastré mis pies y soltando un bostezo la abrí.

Era Gavi.

—¿Qué haces aquí?

—También es un gusto verte, Carla —Sonrió, su sonrisa fue opacada al ver el gran ramo de rosas que llevaba y aparte de ello, también llevaba un ramo de ¿Libros? Sí, eran libros.

Me emocioné.

—¿Son para mí?

Era un gesto tan adorable, salte a sus brazos y besé su mejilla.

—Gracias, champ… Gavi.

Eufórica agarré los dos ramos.

—Eh Carla…

Su mirada de niño perdido me grito a cuatro vientos de que ese hermoso regalo no era para mí.

—oh… son de Val… —Bajé la mirada, la volví a subir y una sonrisa centelleó en mi rostro—. Deberías dárselos tú mismo.

—Quisiera, pero…

Deje de escucharlo, me daba tanta vergüenza de que salte a abrazarlo pensando que el regalo era para mí. En un intento de no sentirme mal, miré hacia la calle. Fue un pésimo error, un coche, para ser exactos, el coche de Pedri estaba estacionado y él era el conductor. El alma me ardió de la vergüenza y empecé a sentir calor en mis mejillas y cierta parte que empezaba a sentirla húmeda.

No me juzguen. Pero no podía quitarme de la cabeza esa escena que vi en el pasillo y para ser sincera, hasta había fantaseado y tenido sueños húmedos con él.

—Tierra llamando a Carla —La mano de Gavi me cortó la visión, cerré los ojos y suavemente moví mi cabeza—¿Puedo pasar?

—Cla-claro. —Tragué saliva, mi mirada busco a Pedri, chocamos miradas, nerviosa esquivé —Pasa.

Gavi entró, no sin antes despedirse de Pedri con un movimiento de manos. Quise hacer lo mismo, pero no tenía cara para alzar la mirada.

Cerré la puerta, respire profundo y traté de controlar ese nerviosismo ¿Qué me pasaba?

Fuimos a mi habitación. Gavi ya había venido antes, cuando hicimos una pijamada con Val. No tenía problema en invitarlo de nuevo, además, era champiñón y un amigo.

Seguí mirando embobada las rosas y el ramo de libros.

Seguía siendo espectadora.

—¿Por qué no puedes entregárselo tú mismo?

—No te hagas. De seguro ya lo sabes.

—No, no lo sé.

—Valeria te cuenta todo.

Como le explico que apenas si la veo, apenas si me escribe, apenas si habló con ella. Mi mejor amiga se había alejado y perdido.

—No me lo ha contado. —Me senté a orillas de mi cama, palmeé a mi lado y él se sentó ante mi invitación—. Ya no hablo mucho con Val.

—¿Se han peleado?

—No. Es solo… se ha distanciado.

—¿Contigo?

—Con todos.

Gavi puso con cuidado las rosas y los libros en mi cama. Me miró preocupado y notaba desesperación en su voz.

—Manú la manipula.

¿Manu?

Manú era el ex de Valeria, salió unos meses con él hace un año creo. Fue su trauma, volvió a creer en el amor gracias a Gavi. La verdad es que Valeria y champiñón me hacían creer en el amor. Pienso que eran un para siempre.

—¿Manú? ¿Manuel? El mismo dios griego y cretino que conozco.

—Lo veo más como una basura que como un dios griego, pero sí. Ese mismo Manú. La está manipulando, Carla y debemos de hacer algo al respecto.

Lo miré sin entender. Estaba 100% segura de que Val no quería saber nada de Manú. Pero, escuchar a Gavi decir "Ha vuelto con él Carla. Me lo ha dicho mirándome a la cara. A vuelvo con ese idiota" era muy creíble y más por la forma en la que lo decía, era una mezcla de desesperación, preocupación y tristeza.

—No puede ser verdad.

—Lo es. Ella me lo ha dicho.

—Dime las palabras exactas que te dijo.

—¿Tú quieres que lloré? —Jugo con sus dedos, bajo la mirada y con la voz entrecortada y en el mismo tono de tristeza dijo: —Ha vuelto con él. Me pidió tiempo y se lo di, pero quería darle un libro y la seguí, me llevé la sorpresa de que fue a casa de ese imbécil. Después de que saliera, me vio y me lo dijo. Me dijo que regresó con él, Carla. Me miró a los ojos y me lo dijo. De tan solo pensar que está pasando San Valentín con él, me dan ganas de darle unas hostias a ese capullo hijo de puta.

Apretó su mandíbula y puños, aun así sus ojos reflejaban el brillo de lágrimas.

Era de esas chicas que consolaban con un abrazo, lo abracé.

—No debe de ser nada serio. Ella no me lo ha dicho…

Escucharme decir esas seis palabras me partían el corazón. Mi mejor amiga ya no me comentaba nada, se alejaba cada vez más de mí y yo no podía hacer nada para arreglarlo, porque cada vez que me acercaba, ella se alejaba más.

—¿Por qué lloras? —preguntó Gavi al verme y escucharme sollozar.

—Porque mi mejor amiga ya no me habla —Las lágrimas cayeron, me consideraba como un saco de sensibilidad andante—. Antes me contaba todo, de sus libros, de sus sueños con Charles, me mostraba lo que escribía, fantaseamos, me contaba de sus líos, de sus vergüenzas, me hablaba de ti y lo lindo que eras con ella, y ahora ni siquiera me ha contado que regresó con el patán de su ex —lloriquee, las lágrimas y los mocos cayeron.

Torpemente, Gavi me dio unas ¿palmaditas? En el hombro. Ese consuelo no fue suficiente. Lo abracé. Le mojé la camiseta de lágrimas y mocos.

Pensé que era una mala amiga. Que Val ya no confiaba en mí, quizá porque era muy bocaza, pesada y no la entendía ¿Por qué no confiaba en mí?

—Eh Carla.

—Cállate y consuélame en un abrazo —Siguió dándome palmaditas y yo seguí mojando su camiseta.

Mi relación con Gavi era algo linda. Éramos amigos, champiñón me caía muy bien, aunque a veces, cuando salía con Val, me sentía celosa de él, porque me robó a mi mejor amiga, era inevitable no sentirme celosa, pero los celos desaparecían cuando ellos me incluían en sus planes. Siempre una pareja adopta a uno de sus amigos, yo era esa amiga. Ellos me adoptaron. Era espectadora en primera fila de su historia de amor.

—¿Te provoca un helado?

—De chocolate. Por favor.

—Vale. Te pediré uno.

Me pidió un helado por delivery, para consolarme. Y también me abrazó.

Cuando nos separamos, tuvo un torpe gesto de limpiarme las lágrimas. También me dio el ramo de rosas y los libros.

—Para ti.

Mi labio inferior tembló.

—Pero… Pero… Pero son de Val.

—Ella no me quiere verme ni en pintura. Las rosas se marchitarán, y estos libros buscan ser leídos por alguien. Pero me prometes que luego le platicas de las historias a Val ¿Vale?

Limpie mis lágrimas y planté un beso en su mejilla.

—Lo prometo.

El resto del día me quedé platicando con Gavi, estuvimos planeando acerca de secuestrar a Valeria y hacerla entrar en razón sobre su "relación" con Manú, mientras comíamos helados y nos poníamos mascarillas faciales.

Tocaron la puerta y papá entró.

Tosió fuerte e hizo que Gavi saltará.

—Carla, no sabía que tendrías visita —Miraba fijamente a Gavi.

—Solo vino a dejarme un regalo por San Valentín. —Me incorporé y le enseñé las rosas y los libros.

—¿Es tu novio?

Me quise reír como una loca.

¿Champiñón mi novio? PUAJ

—Un amigo.

Papá miraba a Gavi como la peor escoria del mundo, no se creía el "amigo".

Gavi se puso de pie y se presentó.

—También se celebra el día de la amistad, señor Nunier.

—El día de la amistad, daddy.

Quitando el hecho de que le arrojé huevos, sí era su amiga.


























11 de marzo, 2022

Ya casi un mes de estar soportando a champiñón. Me llego un mensaje suyo.

El champiñón que se robó
a mi mejor amiga:

¿Cómo está Val?

Me:

Vela por ti mismo

📷

El champiñón que se robó
a mi mejor amiga:

Es tan sexy

Me:

Está leyendo

El champiñón que se
robó a mi mejor amiga:

Es sexy cuando lee
🔥🫦🔥

Me:

Tienes razón

Los hombres solo
piensan con la polla





—¿Con quién te estás hablando?

Ester me quitó el móvil, la cara le cambió al leer mi conversación con Gavi. Ni gaste energía en intentar quitárselo, estábamos en el comedor y ella haría un escándalo.

—Joder. —Ester me entregó el móvil—Le quieres bajar el novio a Val.

¿Qué?

¿Qué mierda decía?

Me quedé muda, mi boca se mantuvo cerrada y cuando la abrí, solo salieron más balbuceos.

—¡A Carla le gusta Gavi! ¡A Carla le gusta Gavi! —canturreó llamando la atención de personas a nuestro alrededor.

Me sofoqué.

—Cállate —murmuré por lo bajo.

Ester no se cerró la boca, llamó la atención de varios compañeros y a mí me dio vergüenza por la escena que hacía.

Una compañera del equipo de voleibol se me acercó.

—No debes de avergonzarte, a toda la población femenina de Barcelona le gusta Gavi.

¡A mí no me gusta Gavi!

—Yo… eh… yo…

Tantas miradas. La voz de Ester.

Mi corazón se detuvo cuando la que se suponía era mi amiga, se acercó más a mí y susurró a mi oído.

—Quizá esa es la razón por la cual santísima Valeria no te habla.

Alcé la mirada e inconsciente vi a hacia donde estaba Val, ella ya no estaba. La vi de espaldas, se estaba yendo.

Apresurada me pare.

—¡Valeria, no es verdad!

Empecé a perseguirla, corrí y ella no se detenía por más que la llamaba. La seguí hasta al baño y vi como cerraba la puerta del cubículo.

Toque la puerta. No contestó.

—No me gusta Gavi. Lo juro —Mi rostro se llenó de lágrimas al pensar que ella creía que la estaba traicionando—. Champiñón es solo un amigo. Lo juro. Admito que sí hemos pasado más tiempo juntos, pero eso se debe a ti. Le hablo sobre ti porque tú no hablas con él. Te lo juro por Taylor Swift.

Apoyé mi cabeza en la madera. Sentía la humedad de mis lágrimas, los mocos empezaron a caer. La puerta se abrió, Valeria me miró con las cejas fruncidas y los ojos llenos de confusión.

—¿Por qué lloras?

—Yo… eh yo. —Sorbí los mocos y sollocé.

Seguí llorando, Valeria me miraba confusa y se quitó los auriculares, los dejó en su cuello.

—¿Estabas escuchando música?

—A Harry Styles y One direction, para ser exactos.

Respire aliviada. Valeria tenía la manía de escuchar música al tope. De viejita se quedará sorda.

Aun así seguía con el aire en el pecho, pensando en qué tal vez Valeria ya no hablaba conmigo porque pensaba que me gustaba Gavi. La conocía y sabía que sí ella pensaba eso, era capaz de alejarse para dejarme el camino libre.

¡Y no!

—¿Por qué lloras?

—Estuve escuchando All too well —Limpie mis lágrimas y me felicité por pensar rápido en una excusa.

—Vale.

Volvió a ponerse los audífonos y ya se iba a ir. Se lo impedí y para indagar más, le pregunté:

—¿Sabes algo de Gavi?

Su semblante cambió, sus ojos brillaron al escuchar su nombre, pero se le veía mal, decaída. Valeria estaba ojerosa, pálida y sus labios resecos. Me preguntaba ¿cómo se sentía?

Quería abrazarla y decirle que todo estaría bien.

—He pasado página.

—¿Lo has olvidado?

—Sí —Miró sus manos y apresurada dijo—. Nos vemos en clase.

Lo ven.

Valeria huye.

No se me escaparía, no esta vez. La perseguí y me puse a su lado.

—¿Recuerdas el fanfiction que escribiste de Harry Styles?

—Sí, sigue en mis borradores de wattpad.

—Lo amaba. Estuve releyendo tu fanfic de Charles y ¿cuándo actualizas?

—No lo sé.

Se subió sus audífonos, yo se los quité.

—¿Qué haces hoy en la noche? ¿Te apetece una pijamada?

Una pijamada a la cual invitaría a Gavi, los dejaría solos y boom vuelven a ser novios.

Ella cambió mis planes de cupido.

—Tengo trabajo.

—¿Trabajo? Tu turno en la cafetería no era por las tardes.

Ella consiguió trabajo en una cafetería. Su lugar seguro para oler a café.

—Tengo otro.

—¿otro?

Ambas seguimos caminando.

—Es nuevo. En un club.

—¿En un bar? Dime que no eres bailarina.

A Gavi le daría un infarto. Puaj.

—Mesera.

—Aaa. ¿En cuál club?

Me dijo el nombre. Lo apunte en mentalmente. Valeria estaba teniendo problemas de dinero y necesitaba pensar en una forma de ayudarla. Ella era demasiado orgullosa, no aceptaría dinero mío.

Al finalizar las clases, caminé detrás de Valeria y Bruno, un compañero de clase. Los vi alejarse y justo venía el coche de Pedri. Valeria estaba tan perdida que ni se dio cuenta de que Gavi la estaba acechando.

Los celos de Gavi se olían hasta la China. Tuve que subirme en el coche y apenas lo hice, arranco.

—¿Quién es ese hijo de puta?

Apestaba a celos.

—Estoy bien, algo cansada por el entrenamiento. Pero estoy bien, gracias por preguntar ¿Cómo están ustedes?

Pedri me miró por el espejo retrovisor, unos segundos que parecieron 20 años. Me tragué un suspiro de enamorada.

—Bien —contestó con toda la atención en la carretera.

Miré a Pablo para escuchar su respuesta y no miento cuando digo que estaba con la mandíbula apretada.

—Mal ¿Quién es ese hijo de puta?

—Es solo un amigo, no hay nada de qué preocuparse.

—Yo también era un amigo.

—Sí, pero es diferente. —Su mandíbula seguía tensa—Joder, relajate. —Di palmaditas en sus mofletes—Es Bruno, lo conozco desde los pañales y sí, estaba demasiado pilladisimo por Val, pero eso ya cambió. Ahora le gusta Ester.

Se alivió un poco, pero cuando mencioné a la pelinegra sí que puso cara de asco, tenía un rostro muy expresivo.

—Me dejas en la esquina, mi papá está esperando por mí fuera de la escuela —dije mirando el volante, porque me daba demasiada vergüenza mirar a Pedri.

—No puedo parar —dijo sin dejar de mirar la carretera.

—¿Por qué?

—Hay personas, pueden reconocernos.

«Verdad que estaba en coche de un futbolista»

Me quedé procesando y la mano de Pablo me empujó hacia abajo, ocultándome. Aguante las ganas de tirarle un gran codazo por lo bruto que fue. Me dejo en paz cuando pasamos esa esquina.

—¡Eres un animal!

Recogí mi boina, la cual se había caído por culpa del bruto. Pase mis manos por mi cabello y me coloqué la boina. Me iba a mirar en el espejo retrovisor, me encontré con la mirada de Pedri, me puse nerviosa y él esquivó la mirada.

¿Por qué la esquivo?

¿Por qué era tan sexy?

Entre en calor al recordar lo que vi en el pasillo.

—¿Qué planes tienen para hoy? —pregunté en un intento de olvidarme de lo que venía atormentando mi mente.

Ambos se encogieron de hombros.

—Jugar al FIFA.

—Qué aburrido.

Pablo vaciló —¿Y tú tienes planes mejores? —Moví mi cabeza de arriba a abajo—Adivino, ponerte la música de Taylor Swift e imaginarte que estás en un concierto.

¿Cómo adivinó?

Me hice la interesante y se me ocurrió un plan.

—No. Para tu información, Valeria me invitó a una fiesta.

—¿fiesta?

Mi mente era una obra maestra. En cuestión de minutos planeé el plan cupido.

—Sí, es en la discoteca…

Le di la dirección y aunque él no lo apuntó, sospechaba que ya la estaba repitiendo en su mente para memorizar.

Mi móvil sonó, estaba segura que era papá. Pedí que me dejaran en la esquina, pero Pedri habló y yo: "A tus órdenes"

Me llevó a mi casa, él se ofreció y ese gesto me hizo crear más ilusiones.

«¿Y si le gustaba?»

Había una oportunidad.

Admito que no era una mujerona como la que se enrolló en el pasillo. Pero tenía lo mío. Un culaso, tetas (No eran unas sandías, pero tenían un tamaño considerable), mi rostro era ovalado, lo más atractivo eran mis ojazos. Miento, lo más atractivo de mi era mi actitud, 100% actitud, además era sweetie, un privilegio.

Me cree ilusiones y haciendo un plan, de casualidad deje caer mi boina antes de bajar del coche.

—Nos vemos.




















Era una puta maestra del amor.

Mi plan había funcionado a la perfección.

Pablo había ido a la discoteca, estaba en la misma área vip que yo, la diferencia es que estábamos en diferentes mesas. Él no se había dado cuenta de mi presencia, lo vi ir hacia la barra, donde Val estaba atendiendo.

—¿Lo has planeado?

Esa voz.

Ese acento.

Primero giré mis ojos, luego mi cabeza. Lo vi, vestía todo negro y esos ojos se veían más oscuros.

—Tal vez.

Bebí de mi martini, viendo a Val y a Gavi charlar en la barra.

—No sabía que Val trabajaba.

—Su familia tiene problemas con los bancos, la muerte de su mamá fue inesperada y ya sabes, todos esos papeles. Val buscó un trabajo, en cierto sentido la distrae.

Vi entretenida mi novela. Y me refería a champiñón y Val.

—¿Tienes edad para beber?

Miré mi copa y luego a él «se estaba preocupando por mí» Aaaaaa.

—No —Lo señalé con mi copa y le guiñé—, pero ya mismo cumplo 18.

—¿Ya mismo? ¿En una semana?

Negué.

—¿Dos?

Negué.

—Un mes.

—Negué.

—Dos meses.

Negué.

—Tres meses…

—Mi cumpleaños es el 21 de julio.

—Aún te faltan 4 meses.

—¿Quién los cuenta?

Hizo una mueca desinteresada con su boca, ambos miramos a la parejita y vimos como Gavi se alejaba.

¿Qué pasó?

Literalmente los empujó y se separaron.

—Plan fallido.

Miré a Pablo, se iba a la mesa donde estaba. Con esa rubia bien perra, digo simpática.

—No lo creo, Val está que sonríe.

Volteé rápido a ver a Val y efectivamente sonreía, miraba la barra y sus labios luchaban para no sonreír de oreja a oreja, pero sonreía. Era un logro.

Y como todo logro festeje. Hice un baile de la victoria, moviendo mis brazos y caderas al mismo tiempo.

Pedri me miró con rareza, la cual se convirtió en una risa al verme hacer el ridículo.

—¿Cuál es la siguiente faceta de tu plan? —preguntó cuando terminé de celebrar.

—¿Siguiente faceta? La verdad es que mi plan solo era que hablaran, ya hablaron y… volverán.

—¿Valeria no tiene novio? Gavi estaba lloriqueando por eso.

—Lo tiene, pero no le quiere. Estoy segura al mil por ciento de que hay algo detrás, además mira la sonrisa que tiene desde que habló con Gavi ¡Es un logro!

Salte de la emoción. Fue una montaña rusa, subí y bajé de picada al ver a Gavi hablar con esa chica rubia.

—¿Qué es lo que hace?

Valeria vio lo mismo que yo.

—Está hablando con Caye.

¿Quién mierda era Caye?

—Lo está arruinando con Val.

—Solo están hablando.

—Pero si están coqueteando —señalé viendo claramente como la rubia le hacía ojitos y Gavi le seguía el rollo.

—Ustedes las tías sí que ven problemas donde no los hay —dijo Pedri y quitándome mi copa se fue.

Lo vi irse, hacia la mesa de sus amigos.

Me dejó con una respuesta en la boca.

Indirectamente acababa de llamarme ¿Loca celosa?

Hombres ¿Quién los entiende?

Curiosa miré hacia donde se fue, ya se encontraba rodeado de mujeres.

El resto de la noche me divertí, estuve en zona general. Porque se pasa mejor en esas zonas, a veces los reservados eran tan aburridos, en cambio la zona común era bailar con todos. Era pasarla de puta madre.

De vez en cuando subía al reservado, para chequear a Gavi y Val, champiñón estaba tomando e hirviendo de celos al ver a Valeria hablar con Bruno. El Karma existe.

Ya eran más de las tres de la mañana, mi padre me estaba reventando el móvil por la mera razón de que le dije que llegaría a la 1 am, pero su princesa estaba bailando la macarena con un desconocido.

—Ahora vuelvo.

Fui a la zona vip, iba a ir por algo de tomar y así saludar a Val para ofrecerme a llevarla a su casa, pero el cuerpo de Gavi se interpuso en mi camino.

—La llevaaaaré aaaa su casaaaa.

Tuve que taparme la nariz porque apestaba a alcohol. Se tambaleaba y rápido Pedri se puso a su lado para agarrarlo.

—Joder, la llevarás en ese estado.

—Sííí

—La llevaré yo —Se metió Pedri y no sé si era el alcohol considerado que había tomado, pero esa barba de 3 días le hacía ver extremadamente sexy.

EXTREMADAMENTE.

Quedé hipnotizada, hasta tal punto que Gavi tuvo que tronar los dedos a centímetros de mi cara. Reaccione.

—Pues Valeria, ya se fue.

Le dije mirando hacia donde minutos antes estaba mi mejor amiga.

Gavi giro tambaleándose y empezó a caminar con dificultad siendo llevado por Pedri.

Qué lío.

Miré a Valeria, ya no estaba mirando a Gavi.





























12 de marzo, 2022

Bebí té y miré a mi padre con una mirada dulce. Estaba enojado conmigo porque llegué a las 6 de la mañana. 

—Siempre es lo mismo, Carla Elizabeth. Dices una hora y llegas cinco horas después, al menos puedes avisar y así no estamos preocupados por ti.

—Perdón —Fui a abrazarlo, yo era su princesa y no podía pasar 12 horas enojado conmigo. Unos ojitos del gatoj botas y me perdonaba, esa no fue la excepción.

—Que no vuelva a suceder, Carla.

—No pasará.

Besé su mejilla y saltarina salí de la cocina. Mis dos madres entraron, dejé un beso en cada una de sus mejillas y fui a la habitación.

Papá era el protector.

Y mis otras madres eran más liberales.

Los tres eran más liberales a decir verdad, era una relación de 3 era obvio que eran liberales, pero si me regañaban cuando hacía una que otra travesura.

Fui a mi habitación para dormir, digo hacer algo productivo. Agarré mi móvil y ya sospechaba que me la pasaría viendo tiktoks, me confundí, revisé mis mensajes y tenía uno en especial.

Era pedri.

Seguro me escribió para pedirme una cita. El mensaje había sido enviado hace 3 horas.

pedri

Val pasó la noche en mi casa

Se ha ido hace rato

Carlanunier

Gracias por avisar 😘

Sí me  ilusioné

Pero más me ilusioné cuando me avisaron de que alguien había venido a buscarme. Las manos y pies me faltaron de lo rápido que me moví por toda mi habitación, me cambié por algo decente, me lave la boca, peine y al estar decente salí. Me imagine que Pedri había venido a buscarme, que lo había enamorado y que quería algo conmigo, me fantasee y frene de golpe al verlo en el salón, hablando con mi padre.

«Lo va a espantar» Pensé.

—Hola, Pedri —saludé al pelinegro, quien al escuchar mi voz alzó la mirada y sonrió al verme. Le devolví la sonrisa y miré a mi padre, lo  boté sutilmente—¿No ibas a hacer la maleta?

—Prefiero quedarme a charlar —Me sostuvo la mirada, retándome y diciéndome con sus ojos que no me dejaría sola con un muchacho. 

Odiaba cuando los celos de padre protector se apoderaban de él.

Y no se hubiese ido, si no fuese porque mamá se lo llevó. Mis madres tenían mucho poder en papá, eran sus reinas y yo era su princesa.

—¿Quieres ir a mi habitación? —Le pregunté a Pedri.

Escuché como papá gritó: —"Ni se te ocurra"

—Era una broma. —Sonreí angelical al ver que lo asusté—Venías a verme para…

Pestañeé un sin fin de veces para no quedarme pedrificada ante su mirada.

—Cierto, como no me contestabas los mensajes quise saber si llegaste a casa…

Una Carla ilusionada chilló dentro de mí.

«Le preocupé. Le preocupé»

—Soy pésimo mintiendo, perdona —dijo y no entendí a qué se refería—. En realidad vine para decirte que Gavi te invita a cenar…

Auch. Mató mis ilusiones.

—¿Por qué no me escribió él?

—Por qué dijo que si yo te invitaba, pensarías que era una cita e invitarías a Valeria como apoyo moral.

Nunca en mi vida me había sentido tan humillada.

Me tragué las lágrimas.

Champiñón me las pagaría.

Sería su verdadero Karma.

Sonreí como si no acabará de matarme las ilusiones.

—Tengo planes, sorry not sorry.

—¿Qué?

—He quedado esta noche, ya sabes —Me puse de pie y caminé, él me siguió—. Tomar, fumar, bailar, besar, follar y ser una adolescente de 17 años y tener una vida.—Abrí la puerta y sutilmente saqué a Pedri de mi casa—see you later. kisses

Cerré la puerta y le enseñé mi dedo de enmedio.

Subí corriendo a mi habitación y me tiré en mi cama.

Pensé que champiñón era mi amigo, ¿Por qué le dijo eso a Pedri? Era un bruto. Era un burro. Ya parecía mi hermano mayor avergonzándome con mi cruhs.

Estaba ilusionada.

Las ilusiones nos hacen sentir estar enamoradas. Estaba enamorada de un chico inalcanzable y para él era invisible.

And I just want to show you
She don't even know you
She's never gonna love you like I want to

And you just see right through me
But if you only knew me
We could be a beautiful miracle, unbelievable

Instead of just invisible

Sí, creo que me enamoré de alguien al cual traía locas a todas y yo era invisible para él.






























Xoxo. Carla toda una mastermind 😌

Me encanta que tengamos una perspectiva diferente del primer libro

Poco a poco iremos viendo un cambio

Comenten que les pareció el capitulo y no se olviden de votar

Byeeee

Nos leemos pronto

Ig: ancovi12
Tiktok: ancovi12

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 ©  a  n  c  o  v  i  1  2

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