32: Una explicación

PEDRI

¿Cómo podía sacarme a alguien de la cabeza? 
 
Desde que conocí a Carla, era como si se hubiese empeñado en vivir en mi mente. Antes no lo quería aceptar, pero a menudo pensaba en ella. Y desde ese beso en Las Vegas y todo lo que vivimos desde ahí, lo veía más claro. Veía sus intenciones, veía las ganas de querer besarla y atraerla hacia mí.
 
Si bien era cierto que no todo era amor y rosas, que yo no sabía cómo actuar, fue un respiro saber que a Carla le pasaba lo mismo. Llegamos a la conclusión de que debíamos de actuar como antes, añadiendo nuestros encuentros a medianoche que me volvían loco. 
 
Tenerla entre mis brazos y hacer todo lo que hacíamos era algo que nunca había sentido con nadie. Todo iba bien, pero cuando dijo "Muero de ganas de decirle a todo el mundo que estamos juntos", percibí su emoción y mientras su corazón se aceleraba, el mío se congelaba. 
 
Hacer saber a todo el mundo que mantenía una relación con Carla era como dejar una puerta abierta a las malas lenguas de que juzgarán mi vida personal y profesional. Tenía el claro ejemplo de Ferran y su novia Sira; muchos medios de comunicación hablaban sobre el bajo rendimiento de mi amigo y que solo estaba donde estaba por la "influencia de su novia"; otro ejemplo era Valeria y Gavi, por más que ninguno de los dos había confirmado su relación, las especulaciones sobre ellos eran el pan de cada día. Tildaban a Valeria de muchas maneras, algo que ella no era y ¿si le hacían eso a Carla? 
 
Yo no quería ser el culpable. Yo no quería estar en periódicos de chismes, ni que digan que bajo mi rendimiento por una relación, ni mucho menos que cuando pongan mi nombre en Internet salga una bola de chismes inventados. 
 
Deseaba mantener mi vida privada fuera del ojo público para poder concentrarme en mi carrera y en mi relación. Una relación de dos, donde también estaba Carla y ella no se merecía que la hicieran sentir menos, así que cuando escuché sus palabras, tuve la sensación de que tal vez ella no estaba de acuerdo al 100% y la entendía. Ella me gustaba y era la clase de tía a la cual llevaba a cenar y ninguno de los dos probaba un bocado hasta que la foto perfecta esté tomada. 
 
Todo volvió a la normalidad, cuando volvió a besarme y me dijo que esperaría, que a ella no le importaba.
 
Ella lo entendía; era la mejor novia de todas. Y se merecía el mundo entero, cada uno de sus antojos y caprichos; solo bastaba con verla sonreír. 
 
Tres chasquidos, muy cerca de mi rostro, me hicieron volver a la realidad del vestuario. Los ánimos estaban hasta el suelo luego de la derrota en Alemania contra el Bayern, y Gavi se había encargado de tirar de todos y levantarnos. 
 
—Venga, tío. Deja de pensar en tetas y apúrate que llegamos tarde. 
 
Terminé de ponerme los botines y me puse en marcha junto al chaval de ya 18 años que parecía el mismo míster apurándonos. Cuando él ni siquiera terminaba de ponerse la manga larga. 
 
Llegué al campo de entrenamiento y me encontré con mis compañeros. La atmósfera estaba cargada de una mezcla de frustración y determinación. Sabíamos que podíamos hacerlo mejor. El míster, siempre exigente pero justo, nos reunió antes de comenzar y volvió a darnos una charla que nos unía más como club. 
 
Comenzamos con los calentamientos. Sentía el frío matutino en la piel, pero cada estiramiento y cada trote me ayudaban a despejar la mente. Luego pasamos a los ejercicios tácticos. En cada pase, en cada movimiento, me esforzaba por ser más preciso, más rápido. Sabía que no había margen para excusas. El Barcelona era el mejor club del mundo y yo debía de estar al nivel. 
 
Seguimos con una serie de rondos, siempre buscando mejorar nuestra velocidad y precisión con el balón.
 
El míster nos dividió en equipos para un pequeño partido de práctica. Era el momento de demostrar lo que habíamos aprendido de la derrota. Corrí, presioné, busqué el pase perfecto que le llegó a Ferran, y gol. 
 
Al final del entrenamiento, estábamos agotados pero satisfechos. Salí del campo sabiendo que habíamos dado un paso en la dirección correcta. 
 
De vuelta en los vestuarios, fui a tomar una ducha. Me sentía exhausto y con ganas de seguir entrenando. 
 
Al estar listo y como era de costumbre, hice del chófer de Gavi. Lo dejé en su casa y conducí hacia la mía. Al llegar, me planteé descansar un poco y, apenas tuve libre, Carla volvió a mi mente. No sabía nada de ella.  
 
Decidí enviarle un mensaje y, al ver que no contestaba, me puse a ver un poco de redes sociales, encontrándome con una nueva publicación de Carla. 
 
Y woah. 

carlanunier
Barcelona

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Carlanunier Love love love 💕💕💕

aurorapaezg Belleza 

siramartinez que guapa 😍
 
Fanspedri ¿Cómo está Pedri? 
 
pablogavi 😮😍😚👏
 Usew28 no que eras novio de su mejor amiga? 

Ferrantorres parece que alguien estará muy feliz al ver esta foto 🤭
ericgm3 hablas de la misma persona que conocemos 😏

feeeeeeeerrrrrrr que guapa mi ex primita
Adri0217  es tu nueva cuñada?

rosylopez78 tan bella

Pedrilove carla eres muy linda, si en verdad tienes algo con Pedri, déjame decirte que hacen una linda pareja.

Xoxogossip ¿Alguien más nota que Pedri ya no está escondiendo a Carla? Sus amigos lo saben todo. 🤔 Este romance va en serio, amigos.

Xavihollos Las bromas siempre tienen un poco de verdad, ¿no? Si los amigos de Pedri están hablando así, y su familia le comenta es porque algo más hay detrás. ¿Será que pronto habrá anuncio oficial? 📸

Mariacast Carla está a otro nivel

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Los comentarios dejaron un amargo sabor en mi boca. Mis propios amigos me habían lanzado a la hoguera. Entre pequeñas bromas, la verdad se asomaba y los comentarios no habían tardado en aparecer. 
 
Salí de Instagram para ya no seguir leyendo. Las palabras pesaban y traté de dejar el móvil, pero mi dedo se deslizaba hacia Google y siguió desplazándose hasta llegar a las noticias y escribir mi nombre. 
 
Las noches locas de Pedri: fiestas y romances que preocupan a su club...
 
Pedri, de fiesta en fiesta: ¿se está descuidando el joven talento del fútbol?
 
El lado oscuro de Pedri: salidas nocturnas y ligues que afectan su juego. 

La nueva novia de Pedri ¿una mala influencia?

Dejé de leer, poniendo el móvil a un lado del sofá. Aún así, las palabras escritas seguían en mi mente y eran como golpes que me lanzaban. 
 
Sabía que no era verdad, lo sabía, pero aún así me sentía juzgado bajo una lupa gigantesca que no hacía más que perseguirme. 
 
Apoyé mi cabeza hacia atrás y miré el techo, tratando de calmar mi mente. 
 
De repente, el móvil vibró. Giré mi cabeza hacia donde se encontraba el aparato y vi que la pantalla estaba iluminada; podía ver que Carla me había escrito. Dudé un momento, pero abrí la conversación. 
 

Onditas💛🩷:
 
Hola
 
Estaba en mi hora de Pilates.
 

Leí sus palabras y mi mente volvió a llenarse de dudas ¿y si en verdad Carla era una distracción? 
 
Moví mi cabeza, negando. Carla era difícil de entender y aunque no era bueno con las mujeres, ella me hacía querer ser mejor. Dejé todos los pensamientos atrás y le contesté. 

Me: 
 
¿Estás cansada? 

Onditas💛🩷: 
 
Mhm me cansa otro tipo de deporte 
 

Me: 
 
¿Así? 
 
Me encantaría verte en acción. 

Onditas💛🩷: 
 
Estamos hablando de pilates 
¿Verdad? Porque si es así, mañana tengo otra clase 
 
Pero si lo dices por otra cosa. 
Sabes eres pésimo flirteando 
Por mensajes 🤣🤣🤣
 
Pero te daré otra oportunidad 😼 
 
Valeria se mudo con sus abuelos 
 
Tengo la casa sola, así que hoy te toca colarte a media noche 🫡

Necesitaba un respiro y antes de que el sol se ocultara, pedí comida para llevar, un par de botes de helados y conduje hacia su casa. 
 
Llamé al timbre del portón, nadie contestó. Tuve que llamar a Carla, quien contestó al segundo tono.
 
—Aló —Su voz se escuchaba un poco rara, algo ¿Tiesa? 
 
—Me puedes abrir, estoy afuera. 
 
—Joder… estoy algo ocupada…
 
—¿Ocupada? ¿Llego en mal momento?
 
—Pensé que vendrías a media noche y ahora estoy un poco indispuesta.
 
—¿Indispuesta? ¿Qué estás haciendo? Te escucho rara. 
 
—Es mi momento de chicas —dijo bajito, su voz se seguía escuchando rara. 
 
—Estás con tus amigas. 
 
—No, qué va… estoy sola. 
 
—¿Te puedo hacer compañía? Traje helado, chuches y comida. 
 
—Estoy algo indispuesta… 
 
—¿Estás desnuda? Porque ya te he visto muchas veces desnuda y… 
 
—No estoy desnuda… 
 
—Es… 
 
—Estoy fea. 
 
—¿Fea? Pero si eres hermosa, te has visto en el espejo. 
 
—Me estoy viendo en el espejo y parezco Fiona. 
 
—Venga, ábreme la puerta —pedí, ocultando una risa.
 
—Pero… 
 
—Venga, Carla. No me importa si te pareces a Fiona. 
 
—Vale, espérame; me pongo una bata. 
 
—¿Sí estabas desnuda?
 
—Estaba en la bañera. 
 
Guardó silencio y escuché el sonido de sus pasos, luego de unos largos minutos. La puerta se abrió, Carla se asomó y no mentía cuando decía que estaba como Fiona; su cara estaba verde. 
 
—No digas nada —Su boca apenas si se abría para hablar y su voz estaba tiesa porque lo que sea que tenía en el rostro estaba igual de tieso que un bloque de cemento—. Estaba en medio de una rutina facial. 
 
—¿Con pepinillos en los ojos?
 
—Quizá. 
 
Sonrió ladeada y me dejó pasar. Entramos a su casa, no sin antes preguntarle si podía guardar el coche en su cochera, Carla no me dio ninguna respuesta negativa, es más, creo que pensó que me quedaría toda la noche, como lo tenía planeado. 
 
La casa estaba sola, como lo había dicho Carla; no había rastro de su padre, ni de las personas que cuidaban el hogar. Solo estabas, ella, lady, (quien no dejaba de ladrar) y yo. 
 
Carla se excusó con ir a quitarse lo que tenía en la cara, mientras yo aproveché para acomodar la comida en la mesita que estaba en medio de los sofás. 
 
Minutos después, Carla volvió con el rostro limpio; se había cambiado la bata por una pijama muy al estilo sexy de ella, se iba poniendo labial y al alzar la mirada y verme, sonrió como si fuera a hacer algo travieso. Se sentó en el sofá a mi lado. 
 
—Gracias por esto —dijo, señalando la comida con un gesto de gratitud y dándome un aire de respiro. Se acercó a mí y juntó sus labios con los míos—. Sabes como conquistarme.
 
Se separó y tuve la necesidad de agarrarla de la cintura y atraerla más hacia mí; besarla hasta que me canse, aunque dudaba que me cansará de besarla. De repente, un picor apareció en mi boca; mi mano se agitó en un intento de lanzar un poco de aire a mis labios, pero el picor seguía. 
 
Carla no pudo contener la risa. 
 
—¿Qué me has puesto? 
 
Siguió riéndose, sus ondas cubrieron su rostro cuando se agacho hacia sus rodillas para reírse a más gusto. 
 
—Lo siento, no pude contenerme. Es un labial que pica un poco. 
 
—¿Un poco? Joder, siento que los tengo hinchados. 
 
Carla contuvo la risa y sus dedos tocaron con suavidad mi boca. 
 
—No te ves tan mal, eh.
 
—Qué graciosa. Voy a vengarme, vas a ver. 
 
—Qué miedo —ironizó robándome un pico y, rápido sacó su móvil para enseñarme cómo me veía por la cámara delantera. 
 
Mis labios estaban un poco hinchados; Carla seguía riéndose. 
 
—Pareciera que te hubieses inyectado. 
 
Siguió riéndose y aunque traté de mostrarme serio y molesto, no funcionó. Ambos nos reímos y nos hicimos bromas al respecto mientras comíamos. 
 
Comimos entre conversaciones ligeras y risas, disfrutando de cada bocado. La comida era deliciosa y reconfortante, exactamente lo que necesitábamos después de un día largo.
 
La noche continuó al igual que las risas. Veía a Carla parada en el sofá con el mando de control haciendo de micrófono y la música de "Love Story" sonaba, sumergiendo a Carla en la canción con entusiasmo. Su voz llenaba la habitación y yo no pude evitar unirme a los coros, aunque mi talento para el canto y para el inglés dejaba mucho que desear. 
 
—Tu turno. ¿Qué tal "Shake It Off"? —sugirió, seleccionando la canción antes de que pudiera responder.
 
La música comenzó y, aunque al principio me sentí un poco cohibido, pronto me dejé llevar por el ritmo pegajoso y los ánimos de mi novia. Cantamos juntos, riendo y bailando alrededor de la sala como si no hubiera un mañana. 
 
Después de varias canciones o como mi novia los había llamado "éxitos de Taylor Swift", nos dejamos caer en el sofá, respirando entre risas.
 
—Deberíamos hacerlo más seguido.
 
Carla asintió. Su sonrisa era tan amplia como la mía.
 
—Definitivamente.
 
—Pero para la próxima con música de Quevedo. 
 
—¿Sabes que nuestros gustos musicales son muy diferentes? Tú eres muy “Quédate
Que las noches sin ti duelen
Tengo en la mente las pose'
Y todos los gemido'
Que ya no quiero nada
Que no sea contigo
Quédate” —distorsionó su voz, imitando la voz grave de Quevedo—. Y yo soy tan “Can I go where you go?
Can we always be this close, forever and ever?
And ah, take me out, and take me home
You're my, my, my, my
Lover” —Su voz cambió a una dulce y delicada, invitándome a besarla. 
 
—Una grandiosa combinación. 
 
—Gracias por esta noche, fue maravillosa —me besó la mejilla; pensé que sería un beso dulce, pero sus labios fueron acariciando todo mi pómulo hasta llegar a mi oído y dar un pequeño mordisco en el lóbulo de mi oreja—. Pero aún puedo ser más maravillosa. 
 
Tragué saliva, mis manos buscaron aferrarse fuerte en su culo, pero Carla ya yacía lo más lejos de mí en el sofá, mirándome con una sonrisa pícara. Mientras sus manos iban desabrochando la pijama de seda que traía, dejando ver un conjunto de lencería, me dejó sin aliento, y sentí un cosquilleo de excitación recorriendo mi cuerpo. 
 
El resto de la noche se convirtió en un torbellino de sensaciones: cada caricia, cada beso, cada susurro alimentando el fuego que ardía entre nosotros. En ese momento, supe que Carla era mucho más que extraordinaria; era mi todo. 
 
No sé cómo terminamos; en la alfombra de la sala, Carla seguía besándome y sonriendo de una manera que hacía parecer que la noche era eterna. 
 
—Pedri —susurró en mi oído, mandándome una sensación de cosquillas por toda mi espalda. Continuó con sus besos dulces, una de sus piernas enredada en mis caderas—. Creo que debimos apagar las cámaras.
 
¿Cámaras?
 
Me tensé, mirando a mi alrededor. Había cámaras escondidas, y recordé que estaba en la sala de la mansión de los Nunier. Eso significaba que probablemente su padre…
 
Oh mierda.
 
—Joder, tu padre me va a matar.
 
Carla contuvo una risa, esa misma risa que me había dado hace unas horas al hacerme una broma.
 
—¿Estás jugando?
 
—Hay cámaras, pero cuando subí a ponerme el pijama las apagué.
 
—¿Tu padre no sospechará?
 
—Probablemente, pero se hubiese puesto más furioso si las dejaba encendidas y veía el estado en el que nos encontramos.
 
—Joder.
 
—Tranquilízate, con suerte no las ha revisado. Ya deja de estar pálido.
 
—Andas muy graciosilla.
 
—En mi defensa, te estabas quedando dormido y quiero otro polvo.
 
Carla se inclinó hacia mí, su sonrisa traviesa iluminando sus ojos. A pesar del nerviosismo, su confianza era contagiosa. Me relajé un poco, permitiendo que el momento tomara el control nuevamente.
 
—Tienes un modo único de mantenerme despierto —dije, esbozando una sonrisa.
 
—Bueno, tengo que asegurarme de que aprovechemos cada minuto juntos —replicó, deslizando sus manos por mi espalda, enviando oleadas de calor a través de mi cuerpo.
 
—¿Mañana puedo verte? —pregunté a nada de besarla—. Tener lo mismo de hoy. 
 
Carla gemía en mi boca, tratando de ordenar sus palabras. 
 
—He quedado con Raúl.  
 
Mis movimientos cesaron de golpe, el calor de la pasión enfriándose al instante. La miré y la confusión con el hecho de que la había dejado con las ganas reinaba en su rostro. 
 
—¿Raúl? —murmuré, tratando de mantener la calma.

¿Qué pintaba él?
 
—Sí —dijo, su voz temblando ligeramente—. Es solo un amigo, Pedri. Continua, dale —Movió sus caderas e hizo un morrito. 
 
Mis manos, que momentos antes la habían sostenido con deseo, ahora la soltaban lentamente. Me aparté, el peso de su declaración cayendo sobre mí como un saco de cemento.
 
—Solo un amigo —repetí, mi tono lleno de escepticismo—. ¿Qué clase de amigo? Si está pilladismo por ti. 
 
—Bueno, eso no te lo niego. Soy irresistible —Se mordió el labio y parecía que había escuchado sus propias palabras—. Digo, yo no… Yo no le gusto, solo está confundido. 
 
—Y tú aceptas una cita con él. 

¿Por qué lo hacía? Le estaba dando falsas esperanzas, si ella estaba conmigo, no con él.
 
—Pedri, no es lo que piensas. Raúl y yo tenemos planes —¿Qué clase de planes? Si lo único que hacía ese tío era mirarla de una forma que solamente yo podía—Es solo trabajar en su maqueta —añadió acercándose a mí, pero yo me separé de ella, tratando de ordenar mis pensamientos.
 
—¿Y qué se supone que debo pensar? —le pregunté; la frustración empezó a filtrarse en mis palabras. Había aceptado una cita con otro—. Sí tendrás una cita con ese tío. 
 
—Cita no, lo recalco. Lo ayudaré con su maqueta. 
 
—Eso te lo ha dicho él y caes redondita. Además, ¿por qué te pide ayuda? si sabe que ni siquiera vas en el primer año de la facultad. 
 
—Lo sabe, hablé con él a diario, me invitó y yo acepté, para así tener una idea de lo que me espera. Además, será divertido; eso de ir de estudio en estudio, siendo fotografiada, me hace sentir una rubia tonta y hacer algo de lo que también me gusta, me hará sentir que puedo llegar a hacer las dos cosas. 
 
Suspiré, sintiendo el peso de su mirada y sus palabras sobre mí. Tenía razón, Carla no me había dado ni una pizca de desconfiar de ella; además, ella estaba perdidamente enamorada de mí desde el día uno. Nunca me dejaría. 
 
—Lo siento, soy un idiota. 
 
Carla extendió una mano hacia mí, su mirada suplicante. Me acerqué, permitiéndole tomar mi mano.
 
—Pedri, me gusta que me celes. Pero Raúl es un amigo; mejor celame con Taylor Swift; con esa mujer sí que te pongo los cuernos como Rodolfo el reno. 
 
La miré a los ojos, viendo la sinceridad en su rostro. Lo decía tan serio que la risa se escapó de mi garganta. Me volví hacia ella y la besé, llenándome de confianza y claridad.

Yo podía tenerla, él no.

No debía de porque ponerme celoso.






















💌💌💌






















16 de septiembre, 2022

Me tuve que ir antes de que Carla despertará. Fui a recoger a Gavi y él me pidió que más tarde lo llevara a otro lugar. No repliqué. Si lo hacía, él seguiría insistiendo hasta que le dijera que sí. 
 
Estuvimos charlando hasta en el vestuario y, a la hora de entrenar, dimos toques con el balón. El entrenamiento fue una mezcla de diversión y esfuerzo. Podía apreciar que los ánimos habían subido y que teníamos todas las ganas de ganar. 
 
Con Gavi y Ferran fuimos a almorzar. Los tres éramos un caos y diversión. Era con quien mejor me llevaba del equipo, quizá porque la edad era casi la misma y nos entendíamos muy bien. Ferran molestaba a Gavi y este último, que era precisamente un fósforo, le daba más invitaciones a Ferran para que siguiera con sus picantes palabras que no hacían más que hacer enojar al chaval. 
 
—Miren a ese bombón. 
 
Mis ojos vieron lo que estaba mirando Ferran: una chica había entrado al restaurante y se había sentado a una mesa de nosotros. 
 
—Es guapa —dijo Gavi; miraba a la tía, pero su rostro dejaba entender que no le daba mucha importancia—. Pero mi Val es más guapa. 
 
—Hermano, tienes novia —le recordé sin dejar de mirar a la chica. 
 
Era rubia, no del mismo tono que Carla; el rubio pelo de Carla era dorado y aunque sus raíces se habían oscurecido por el tinte, sus ondas seguían siendo doradas. Pensé en Carla, en lo guapa y extraordinaria que era. 
 
No había pensado en otra chica desde que nos besamos por primera vez; claro que seguía pensando que alguna era guapa, pero los pensamientos acerca de llevármelas a la cama habían desaparecido por completo. Mi atención estaba centrada en Carla y quería experimentar todo con ella. 
 
—Te meterás en problemas, Bro —Lo pico Gavi—. Sira, celosa. No te deja salir en un mes. 
 
—Y a ti, chaval. Te tienen bien entrenado. Cómo es eso de "Es guapa, pero mi Val es más guapa".
 
No pude aguantar las risas al escuchar como Ferran imitaba a Gavi como si el mencionado tuviera unos doce años.
 
—¡Yo no hablo así, cabrón!
 
Gavi y Ferran continuaban con su juego de molestarse mutuamente, y yo me uní a su intercambio de palabras. Entre los tres, nos divertíamos bromeando y picándonos el uno al otro. Aunque parecía que ninguno salía perdiendo en esa situación, si tan solo mis amigos supieran todo lo que Carla y yo compartíamos cuando estábamos solos. Seguramente, me habrían apodado "Bebé", como solía llamarme Carla con su voz dulce y empalagosa. 
 
Al llegar a mi casa estuve charlando un poco con mi hermano. Quedamos en pedir algo de comer y luego jugar un poco al play. 
 
Fer me dejó solo al irse a duchar. Aproveché para saber algo de mi novia. No me contestaba y yo moría por verla o escuchar su voz. Vi que en Instagram habían subido unas historias; era ella con Raul, haciendo lo que me dijo. La maqueta. 

Me daban unos hincones en el pecho, pero me repetí que ellos solo amigos.
 
No me preocupe. Confiaba en Carla; ella me quería a mí, a mí. Reaccioné a su historia con un emoji de corazón y para matar el tiempo entre a ver los mensajes que me dejaban los fans. Esperaba su apoyo, algunas cartas de amor o algo que no debía de ver; no fue así. Me estaban etiquetando en un post. Deslice mi dedo y vi lo que se trataba. 
 
Sentí como si alguien me hubiese tirado al césped cuando vi la foto en mi móvil. Podía apreciar su cabello rubio, su rostro de perfil y aquellos ojos cerrados, mientras los labios de Raúl estaban pegados a los de ella. Recordé la conversación de anoche: "Es solo un amigo".
 
¿Qué hacía besándose con Raúl? 
 
Algo en mi interior se revolvió; aparecieron unas inmensas ganas de vomitar junto a una presión en el pecho. No podía dejar de ver la foto, como él tenía su mano en su mejilla y ella… Ella lo estaba besando. 
 
Carla nunca me había dado razones para desconfiar de ella, y ver esa foto y saber que otro hombre la había besado se sentía como si fuera derribado una y otra vez antes de chutar a la portería. 
 
Guardé el móvil en mi bolsillo y escuché el "¿A dónde vas?" Por parte de Fer, no me detuve a contestarle. Necesitaba una respuesta.

Una explicación.















































































 xoxo. Holiiii ya nos faltaba un poco de dramaaaaaaa 🤭🤭🤭

Una ronda de preguntas para interactuar :)

Ya que sabemos como se siente Pedri al respecto sobre lo de mantener la relación privada ¿Creen que Pedri está tomando la decisión correcta al mantener su relación en "privado"?

¿Cómo habrían reaccionado ustedes en su lugar? ¿Y en el lugar de Carla?


¿Creen que Carla debería insistir más en hacer pública su relación o debería seguir apoyando a Pedri en su decisión?

   ¿Qué opinan de la relación entre Pedri y Carla?


¿Qué creen que podría pasar después de esta escena?

¿Por qué Carla se besó con Raúl?

¿Qué le dirá Pedri?

Tantas preguntas AAAAAAAAA
y nos toca esperar hasta el próximo domingo (esperemos que no sea una semana pesada)

¡Espero que hayan disfrutado este capítulo tanto como disfrute yo escribiendolo! No olviden votar si les gustó y dejarme sus comentarios. ¡Me encantaría saber qué opinan sobre lo que está pasando entre Pedri y Carla! Sus votos y opiniones son muy importantes para mí. ¡Gracias por leer!

Lxs invitó a seguirme en redes e interactuen para que no se pierdan nada

Ya casi me olvidaba de este punto, jssj ¿Qué canción iría perfecta para este capítulo? Lxs leo y la pongo en la playlist de Carla y Pedri. 

Ig: ancovi12
Tiktok: ancovi12

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 ©  a  n  c  o  v  i  1  2

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