17
— Podías habérmelo dicho.
Me reclamó Pietro, quien me dejó en mi cama hace unos segundos.
Me hice el caprichoso y cuando las puertas del ascensor se abrieron no quise moverme, él me tuvo que cargar hasta mi pieza. Perdón, quise decir 'Nuestra'. Y así estamos ahora, él reclamándome por no contarle nada sobre mi y yo remedandolo.
— ¿Sabes lo que escucho? Quejas, quejas y más quejas. Eres tan aburrido.. — hice el puchero lo más adorable que podía.
Funcionó, logré que se sonrojase, un punto para mi. ¡Toma eso, rubio de cuarta! Ahora puede meterse las flechas por el culo.
Sonreí con malicia antes de tirarme de espaldas sobre la cama, soltando un quejido muy alto.
— Yo no soy aburrido — se cruzó de brazos, recargando todo su peso en una de sus piernas.
— ¿Seguro?
Le saqué le lengua antes de pararme con rapidez de la cama y me acerqué a él.
Me miraba con una ceja arriba, yo solo le Sonreí con inocencia fingida.
— ¿Qué planeas hacer?
— Mm, nada — lentamente caminé a su alrededor, formando un circulo invisible.
— Si sabes que no te creo nada ¿Verdad?
— ¿Ys te dije que me encanta tu acento? — pregunté esquivando su pregunta, detuve mi andar para quedar frente a frente con él.
— Si, también que te gusta como pronuncia la 'R'.
Sonrió coqueto unos segundos antes de negar y girar su vista hacia algún punto fijo, llevé mis manos hacia su pecho para subirlas lentamente hasta sus hombros.
Soltó todo el aire que no sabia que estaba conteniendo en un gran suspiro.
— No sé a que juegas, además, tienes novio — susurró.
Sin que me diera cuenta me estampó con un poco de brusquedad contra la pared que estaba atrás nuestro, saqué un quejido en lo que él tomaba mis brazos y los sostenía sobre mi cabeza con una mano, la otra la puso sobre mi cintura, levantando mi remera un poco para tocar mi piel, me dio un pequeño espasmo al sentir su mano fría sobre mi piel.
— Podría decir lo mismo..
Susurré. Él hundió su rostro en mi cuello, dejando que su tibio aliento chocara con mi piel causandome escalofríos. Poco después sentí algo húmedo ir subiendo hasta mi mandíbula, era su lengua. Un suspiro salió de mis labios, esto si me gusta.
— No sé de que hablas..
Susurró con demasiada sensualidad antes de morder mi lóbulo sacandome un suspiro más alto que el anterior.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top