Chaeyoung comenzaba a perder la paciencia, aquella tonta Alfa no hacía más que darle ordenes en todo momento. ¿Y qué hacía aquella chica? Se limitaba a ver la televisión a toda hora, o si no era eso salía con sus amigos.

En la cabeza de la rubia no cabía como una chica que era tan tierna al principio se pudo convertir en una Alfista de mierda cuando se fueron a vivir juntas.

Definitivamente nunca terminas de conocer a una persona.

—Chaeyoung, te dije que me trajeras una cerveza.— Reclamó Dahyun mientras se levantaba del sofá, dispuesta a regañar a "su Omega".

—No hay, ¿Qué quieres que haga?— Respondió cortante al más baja.

—Ve a traerme una a la tienda, Omega, no está tan lejos. Tus pequeñas piernas de Omega pueden con eso.—

La Omega reprimió un gruñido y tiró todo al suelo, dispuesta a enfrentar a la azabache.

—Estoy harta, Dahyun. No voy a concederte todo lo que quieras a la hora que tú quieras. Estoy harta de este ambiente ¿Qué sucede contigo? No por ser Omega voy a cumplir los tontos caprichos de una Alfa tan idiota como tú. Y si realmente quieres tu cerveza ve y cómprala tú ¡Tonta de mierda!—

La azabache se quedó mirándola de manera rara mientras la rubia comenzaba a subir escaleras arriba, dispuesta a tomar una larga siesta, pero una mano tomando bruscamente de su brazo la detuvo, jalándola hacia atrás y haciendo que se caiga.

—Tú aquí haces lo que yo diga, porque soy la Alfa de la casa. Si yo digo me haces de comer, me haces de comer, si yo digo vamos a follar, vamos a follar ¿Entendiste? No te hagas la ruda, porque eres Omega, los Omegas no hacen eso.— Reclamó mientras levantaba la mano.

¡Pam!

Chaeyoung se tocó la mejilla mientras sentía sus lágrimas caer. Era bastante común que Dahyun la golpeara por cosas insignificantes, pero aún le dolía, le dolía demasiado.

—Ahora, quiero que termines de limpiar porque van a venir mis amigos, y vayas a la tienda pero por un six pack y unas frituras ¿Entendiste?—

La pobre Omega sólo asintió mientras se sobaba la mejilla y trataba de no dejarse caer completamente al piso.
Quería frenarla, pero en un ambiente tan mierda como la Alfa lo hacía algo imposible.

Chaeyoung ahora estaba llorando en la soledad de su habitación, mientras escuchaba como las amigas de Dahyun -y ella también- lanzaban maldiciones mientras el partido se escuchaba de fondo.

Su lobo estaba muy devastado, y ella también. Estaba totalmente harta, además de estar totalmente rota de todas las maneras posibles.
Estaba rota mentalmente, sufría depresión, no tenía vida social, no tenía una Alfa que le cuidara, al contrario, la perjudicaba, no podía hablar con sus padres porque Dahyun le escondió el celular, además de tener restos de dolor por Mina.

Hmm, aquella Omega que tanto Amaba pero que estaba tan encaprichada con una Alfa que tenía pareja. Mentiría si dijera que la más baja ya no sentía nada por ella, es más, estaba preocupada por qué le había pasado después de aquel día hace cinco años atrás.

Quería volver a escuchar su voz, aunque sea regañándole por no cumplir correctamente con la misión, o diciéndole que había hecho un buen trabajo para después echarla.

La de cabellos cortos soltó una risa entre Lastimera y amarga, recordar a aquella bonita chica la ponía de buen humor, aunque sean unos escasos 5 minutos.
Recordar su vida hace cinco años atrás era como desaparecer de su triste realidad. Una fantasía que nunca volvería a vivir.