Capitulo.17

En ese momento todo era tensión, no sabía si en verdad funcionaria este plan, aquellas tres habilidades sólo giraban entre ellas, sin saber si algo pasaría, Dazai a pesar de parecer relajado no lo estaba, estaba nervioso y algo paranoico, si eso no funcionaba, posiblemente perderían a ambos, no quería eso, Chuya por su parte estaba listo para golpear a Dazai o defender a sus hijos.

De la nada una de las habilidades desapareció, no supieron cual, eso era malo, solo quedaban dos, sus probabilidades desaparecieron, Chuya no pudo soportarlo más y con su habilidad empujo una hacia Masaru, Dazai se tensó por ello, para después jalara hacia al a Chuya sacudiéndolo por los hombros.

— ¿¡Por qué hiciste eso!?

— ¡No puedo esperar más, esto me está matando Osamu!

— ¡¿Crees que a mí no?!

— ¡Dazai-san, Chuya-san, cálmense no es momento de pelear! —dio con algo de pánico Atsushi e intentando acercarse.

—No vayas o terminaras golpeado Jinko.

—Pero Ryu si no los detenemos... hay que cubrirles los ojos o algo.

—No son perros pero tienes razón no es momento para pelear, Kyouka.

—Separarlos —dijo decidida la joven..

Akutagawa y Kyouka se acercaron para calmarlos seguidos por un Mori y Kyouyo, aunque el castaño y pelinaranja no parecían querer hacerlo, después de todo estaban estresados, sin prestar atención a lo que en ese lugar sucedía, la última habilidad brillo por un momento y fue consumiéndose poco a poco, hasta comenzar a desaparecer, era demasiado el brillo que les cegó a todos por un momento que pararon su pelea, Chuya se acercó a Masaru, lo abrazo protectoramente, Dazai suspiro y miro a todas partes buscando aquella habilidad, al no verla por ninguna parte se alteró, todos comenzaron a buscarla, temían lo peor.

—¡¡Te lo dije Nakahara!! —grito Dazai desesperado.

—Yo no tengo la culpa de ello .

— ¡Te dije que no hicieras nada, y aun así lo hiciste por tu culpa la habilidad desapareció y Mitsuki no regresara!

—C-Cállate... —se aferró más a su hijo mientras emitía un aroma agrio.

Chūya estaba temblando y llorando, Dazai no fue el único que sentía miedo, enfado, Chūya también, era y es su hijo, su pequeño, Masaru poco a poco comenzó a abrir los ojos, pudo ver las miradas tristes de todos, supo que paso, cierro sus ojos aferrándose solamente a Chuya.

—M-Mitsuki no va a volver ¿verdad?

—Masaru...

—pensé que funcionaria, ahora mi Mitsuki no volverá y estaré solo, no es justo nacimos juntos, ambos debíamos estar juntos hasta morir.

—Masaru, todo estará bien bebe, todo lo estará, Mitsuki solo está dormido.

—Chuya no engañes a Masaru él ya lo sabe y deja de estar en negación.

— ¡Ni siquiera te atrevas a decirme algo maldita momia, confié en ti y ahora uno de mis hijos ya no está!

—No fue mi culpa.

— ¡Claro que sí! ¡Todo fue culpa de tu maldito plan de mierda! —Su aroma ahora era más intenso, no tanto como cuando era alfa pero aun así podía ser demasiado para doblegar a uno, tanto así que Atsushi tuvo que salir del lugar por que comenzó a temblar.

—Yo no fui quien se entrometió y arrojo la habilidad hacia Masaru, yo te lo advertí.

—Tu ni siquiera sabias si funcionaria la maldita pastilla —Dejo salir aún más su aroma.

— ¡Maldita sea Nakahara, cálmate acabaras matando a alguien con tu aroma! —El aroma de el también comenzó a sentirse amenazante.

Ambos parecían listos para matarse, todos estaban cubriéndose sus narices para no olfatear a ambos y también estaban alerta por si llegaban a dañarse, aunque la escena fue interrumpida por Masaru quien jalo la camisa de Chuya para llamar su atención.

—Todo está bien, no peleen, o Mitsuki se pondrá triste Papa Chuya, además, Papi Dazai hizo lo que pudo —Ambos mayores le observaron sorprendidos, Normalmente Masaru no se comportaba maduramente, siempre se la pasaba llorando y en brazos de Chuya, por lo que verle tratando de calmarlos y consolándolos a él era muy extraño de ver— Mitsuki también pensaría y diría lo mismo. ¿Puedo estar un momento a solas con mi hermano?

—Pero...

—Por favor solo quiero despedirme de la mamá... Solo un momento.

Todos salieron de ahí dejando a los pequeños solos, mas no tardaron en escucharse gritos por parte de Chūya y Dazai quienes discutían nuevamente por lo reciente. Masaru se acercó a su gemelo y lo observo, Mitsuki parecía dormir, sonrió al verle y acarició su mejilla, no pudo evitar llorar y comenzar a abrazarlo, le dolía que su hermano no fuera a estar más con él, prometieron estar juntos desde el momento en que nacieron, el que todo eso sucediera fue su peor experiencia, Masaru sonrió triste y acaricio su mejilla por ultima vez y recostó a su hermano, el de la misma manera se recostó y cerro sus ojos mientras lloraba.

Dos meses pasaron, Masaru, Chūya y Dazai estaban delante de una lápida, la veían con algo de melancolía, Masaru suspiro y miro al cielo, sintió como alguien le alborotaba el cabello y observo de quien se trataba, era Dazai quien le sonreía y tomaba en brazos.

- ¿Él está bien verdad?

—Ahora lo esta.

—Eso espero siempre te gusto verlo estar feliz.

—Vámonos, o se hará tarde y no quiero saber cómo se pondrá Ane-san —Menciono Chuya mientras tomaba al pequeño y lo bajaba de los brazos del castaño.

Comenzaron a caminar tomados de las manos, estaban contentos, tardaron unos cuantos minutos pero por fin llegaron a su destino, al abrir la puerta encontraron a un Akutagawa y Atsushi riendo, Masaru se acercó a la cama y se lanzó hacia la persona que estaba ahí.

—¡¡Mitsuki!!

—Masaru, ¿por qué tardaron?

—Fuimos a agradecerle al tío Sakunosuke, además de que papá no quería venir.

—No mientas Masaru, —dijo Dazai mientras se sentaba a da orilla de la cama.

—Bueno, bueno, solo yo no quería venir, me dio sueño.

— ¿Así recibes a tu gemelo que saldrá del hospital? —le miro molesto mientras cerraba un libro que tenía en manos.

—No exageres al rato irías a la casa.

Chuya se acercó a Atsushi quien solo veía la escena de los gemelos riendo a causa de Akutagawa.

— ¿Y Anne-san?

—Tuvo que salir de emergencia y nosotros venimos.

—Comprendo, ¿Estas bien por el embarazo?

—Sí, si todo va bien, este pequeñito saldrá dentro de 3 meses.

—Me alegro por ustedes.

Dazai se acercó a ellos dos mientras abrazaba a Chuya por la espalda, quien se quejó de mala gana no le gustaba que le abrazara así en público pero obviamente al castaño le valía, Atsushi sonrió por esa situación y acaricio abultado abdomen mientras observaba a Mitsuki.

—Es sorprendente.... ¿Cómo Mitsuki pudo volver?

—Tuvimos suerte y supongo que algo de ayuda.

— ¿Ayuda? ¿A qué se refiere Dazai-san?

—Sonríe— De mi persona querida.

Chuya le dio un codazo mientras ponía una mala cara, Dazai solo soltó una risilla, sabía que no le agradaba que le dijera a Oda persona preciada pero eso era para él, no románticamente, Atsushi soltó una risa incomoda mientras contestaba.

—Comprendo.

—Papi Chuya, vámonos, no me gustan los hospitales —Hizo un puchero Mitsuki.

— ¿Por qué?

—Todas las enfermeras conocen a papá Y no de una forma bonita

—Después me arreglo con él. —se alejó del Cataño mientras este se veía nervioso.

—¡¡Bueno vamos de aquí!!

Dazai tomo rápidamente en brazos a Mitsuki y comenzó a caminar, Masaru rio y Chūya suspiro para después agradecer a los menores y comenzó a irse con Masaru a casa. Claramente el menor se quejaba de que debían firmar la salida y el papeleo o seria secuestro de pacientes.

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