Seguían pasando por las cloacas, cada vez eran menos las ratas qué aparecían y Chuya era el encargado de dispararles. Para cuando llegaron casi a la entrada notaron a las personas que todo este tiempo les cubrieron.

Akutagawa, Tanizaki, Kouyou, Kenji, se habían encargado de todos los de la entrada aunque más de uno se les escapo ya qué Chuya tuvo que matarlos como se dijo anteriormente.

La primera en acercarse fue Kouyou quien primero se acercó a Chuya para abrazare y darle besos en la cara, ella se había preocupado mucho por él.

El segundo fue Akutagawa, hacia Dazai pero noto la condición de los niños, al igual que Tanizaki.

—Ellos...

—Aun no, Solo debemos apurarnos, Tanizaki dile a Yosano qué vaya rápido.

— ¿Que les hiciste, Dazai? —Indagó molesta la peli-salmon, mientras su aroma se volvía sofocante— ¡¡¡porque ellos parecen estar muertos!!!

— ¿Quiere calmarse Anne-san? Mientras más tardemos esto se complicará así que o todos se callan y nos marchamos de una vez o nos quedamos aquí viendo como MIS dos hijos mueren en mis brazos.

—Él tiene razón debemos ir rápido —apoyo Chuya.

Todos sintieron y fueron rápido a la agencia, no había momento para respirar, aunque no lo pareciera Dazai estaba asustado, asustado de que por una vez en la vida uno de sus planes no funcionará como él había pensado y planeado, un plan donde uno de sus hijos posiblemente muera y uno sobreviva.

Al llegar a la agencia todos los observaban, Kunikida estaba por regañar a Dazai pero al ver a los pequeños, se asustó y le dejo pase libre, les dijo que lo llevaran al sofá, Yosano llegaría en un rato.

Ambos estaban muy nerviosos, mucho más Chūya, quien caminaba de un lado a otro preocupado a mas no poder, "¿qué tal si nunca despertaban? ¿Fue una estúpida equivocación? ¿Mataría a Dazai?," todas esas preguntas pasaban por la cabeza de Chuya, todo se le borro de la mente al sentir la mano temblorosa de Dazai estaba igual o más de preocupado que él, la puerta se abrió rápidamente, dejando a ver a una agitada Yosano, quien con algo de prisa se acercó a Dazai tomándolo del cuello de la camisa, Yosano adoraba a esos niños, no por nada era su tía favorita o eso pensaba ella.

— ¿Qué demonios les hiciste?

—Yosano cálmate.

— ¿¡Que les obligaste a hacer!?

—Solo lo necesario para que los cuatro viviéramos.

—Esa no era la forma Dazai —dijo con iría.

—No lo era pero si la más rápida sin que ninguno de los 4 tuviéramos una bala en alguna parte del cuerpo.

—¡¡¡Preferiría eso a verlos así!!!

—Tú sabes que no es así.

Chuya los miraba no estaba de parte de ninguno, por su parte podían pelearse y matarse, pero odiaba sus aromas chocantes, por primera vez se mantuvo en silencio, mientras desviaba la mirada a los niños y se acercaba abrazándoles, mientras temblaba, Yosano le observo y soltó de la camisa a Dazai, mientras suspira.

— ¿Cuál de los dos es? —pregunto mirándole fríamente.

—Masaru.

— ¿Estas completamente seguro?

—Sí, conozco a mis hijos, Yosano.

La pelinegra se acercó y miro a Chūya indicándole que se apartara un poco, Chūya con algo de temor lo hizo, observo a Masaru sonriendo leve mientras soltó un "lo hiciste bien" y se apartó, esperando que algo sucediera.

Chūya veía todo nervioso, Yosano revisaba los signos vitales del pequeño, hasta que le inyectó una sustancia qué a los pocos minutos Masaru comenzó a moverse, todos lo observaban.

Masaru abrió lentamente los ojos, era como si acabará de despertar de un sueño, se sorprendió cuando sintió que alguien lo abrazaba era Chūya estaba llorando y se aferraba fuertemente a él, vio los semblantes relajados de todos menos el de su padre, miro a su lado notando a Mitsuki quien parecía dormir.

— ¿Porque yo soy el único que despertó?

—Así que sabias que no morirías.

—Papá y Mamá no son malas personas y nos han dicho cuanto nos aman, ¿por qué de la nada nos odiaría? Es como el juego de los contrarios qué tenemos.

—Masaru... —dijo Dazai sorprendido— lo ligaste a ese juego.

—Si, por que mamá tiene esa mirada cuando dice mentiras, además de cuando jugamos, y sabía que debía hacer lo contrario, en vez de estar feliz debían llorar.

—Definitivamente eres hijo de Chuya —soltó una leve risa y le miro con amor y tristeza — son los únicos idiotas qué pueden ligar esa situación con un juego.

—¡¡Ey, no somos idiotas!! —se quejaron Chuya y Masaru.

—Sí, lo son.

—Aun así ¿por qué solo yo desperté?

—Porque tienes múltiple habilidad —dijo Dazai acercándose— tu aun no desarrollas una única habilidad, aunque al parecer eso se arreglara pronto, eres capaz de exiliar el efecto de cualquiera casi como la de tu padre pero a consecuencia quedas en un estado casi muerto, por lo que Yosano pudo despertarte gracias al estado casi muerto que tienes y una que otra sustancia, además eso explica su inexistente aroma, incluso si aroma de leche no está, aunque debería de estar.

—Pero yo tengo la habilidad del tío Odasaku.

—Estas escogiéndola, y al parecer en poco tiempo esa se quedará contigo o eso pensamos.

— ¿Y Mitsuki despertara? —Menciono mientras observaba a su gemelo.

Todos los mayores se quedaron en silencio no sabían la respuesta a ello, no sabían si Mitsuki había muerto, seguía vivo, no era completamente certero.

Masaru al no ver respuesta, se separó de Chūya y abrazo a su mellizo acariciando sus cabellos, esta vez el sería el hermano mayor de verdad y cuidaría de su pequeño hermano, se aferró a él y ligeras lagrimas resbalaron por sus mejillas.

—T-Tranquilo hermanito, estoy aquí, yo cuidare que no te pase absolutamente nada, siempre estaré contigo, pronto despertaras y podremos estar nuevamente juntos mamá y papá te salvaran.

Los mayores al escuchar eso agacharon la mirada, no sabían si lo lograrían no querían que su pequeño perdiese a su hermano pero todo era incierto, después de todo, la única manera de que Mitsuki existiera dependía de que tuviera una habilidad.