Capitulo.12

—Vaya familia más peculiar tienes Chūya —dijo Fyodor mientras de acercaba, Chūya se aferro a sus hijos—

—¿Por qué los trajiste?, ellos no tienen nada que ver con esto.

—Son parte del escenario, pensé que tu hijo sería capaz de abandonar su vida veo que no.

—Mami...—dijeron al mismo tiempo los menores.

-—Ahora que lo noto ¿por qué te llaman madre?, si eres hombre, acaso ¿cambiaste tu forma de ser por convertirte en esto?

—Deje que me llamaran así, porque sería más cómodo para ellos.

—Comprendo y también sé que fue a causa de Dazai que te llamaran así ¿no te frustra? A el llaman padre, le es más importante el que tú, por ser un omega sin habilidad.

—Cállate —dijo fríamente mientras lo veía, Fyodor camino a su alrededor.

-—Bien si así van a ser las cosas lo haremos mucho más divertido, Chuya.

El ruso tomo al menor de los mellizos y se lo llevo, Chūya no pudo detenerlo al sentir una descarga eléctrica, Mitsuki se asustó no sabía a quién ayudar.

Mientras tanto Dazai, pasaba por las tuberías con mucho cuidado, se había encontrado un montón de ratas, pero no la que buscaba, de la nada escuchó pasos y sacó su arma apuntando a donde vino el ruido, junto a una linterna, al hacerlo se sorprendió al ver a Masaru temblando, iba a acercarse pero noto a alguien detrás de él..

—Tiempo sin vernos Dazai.

—Pensé que te había matado hace que ¿8 años?

—Solo fue una pequeña falla de cálculo que no fue tan grave.

—Masaru, ven —Dijo sin quitarle la vista al pelinegro, quien se aferró a los hombros del niño, este por su parte soltó un leve sollozo.

— ¿Ya quieres terminar esta platica tan rápido? A penas empezamos.

—Quiero dejar a mi familia a salvo de cualquier rata, en especial de ti. —Dijo mientras dejaba salir un aroma amargo, Fyodor sonrió ante esa reacción.

—Solo podrás llevarte a este pequeño, Chuya y Mitsuki murieron.

—No te creo nada.

—Eso es inusual ¿por qué lo dices?

—Nunca lastimarías a Chuya y menos dejarías que le lastimasen, por algo lo tienes aquí y no lo mataste, a mi hijo porque es valioso para ti.

—Yo no encuentro nada valioso en ellos.

Dazai trataba de provocarle, sabía bien sus intenciones, desgraciadamente pensaban igual, ahora entendía por qué sus gustos eran casi iguales y por qué Chūya se interesó en él, pero no era del todo malo, metió sus manos en sus bolsas de la gabardina y sonrió divertido.

—Los necesitas para que Chuya se doblegue ante ti —el pelinegro frunció el ceño— sin ellos Chuya seguirá resistiéndose, bien pensado.

—No los necesito para ello.

—El que Chuya Se haya convertido en omega no significa que sea sumiso.

—Tú tienes la culpa de que se volviera así.

— ¿Qué? ¿Te molesta que Chuya inconscientemente haya cambiado de género gracias a mis feromonas y no por las tuyas?

—No lo mereces.

—Dejémonos de juegos, ¿para que necesitas a Chuya? Me doy una idea pero quiero oírla.

—Nada se te escapa, Simplemente lo quiero conmigo, me interesa saber cómo es que se volvió en un omega y además no estaría mal tenerlo como una mascota.

—Él no es un animal —apretón sus puños.

—Pero tú lo tratas como uno.

—Tienes razón pero solo yo puedo tratarlo así.

—Chuya sería una gran arma, ahora que lo pienso tus hijos podrían ser un perfecto mono de pruebas —acaricio la cabeza del pequeño.

—¡¡Aléjate del!!

—Si no mal recuerdo aun no sabes sobre mi habilidad, por lo que no sabes qué puedo hacerle a tu hijo.

— ¿H-hacerme? -—miro a Dazai casi llorando Masaru era muy miedoso a comparación de Mitsuki.

—No te atrevas a dañarlo.

—Has lo que te diga y no tal vez no le haga nada.

Dazai suspiro, levanto sus manos a lo que Fyodor sonrió, le indicó que caminara delante de ellos, lo hizo sin más, llegaron a donde Mitsuki y Chūya se encontraban, estos se sorprendieron ante la situación, Dazai se acercó a Chūya y lo abrazo, Chuya le miraba extrañado, el castaño no Solía hacer eso pero de la nada la mirada de extrañes de Chuya se cambió por una de preocupación, los niños los vieron con lágrimas en los ojos , más cuando Mitsuki lo iba a abrazar Dazai lo aparto.

—Por eso mismo no quería una familia Chuya.

—A mí no me culpes —dijo levantándose.

— ¿Papi? —dijo asustado y temblando— ¿qué te pasa?

—No me llames así.

—P-pero....

—Deja de hablar —esta vez interrumpió Chuya mirándole fríamente.

Los niños estaban a punto de llorar por que ese cambio repentino de ellos, porque decían esas cosas tan horribles, más se atrevió a hablar.

—Por qué dijiste que no, nos querías si...tu....tú en el video —dijo Mitsuki.

—Ese video era una farsa, ¿de verdad creyeron en él?

—Solo fueron un error, a decir verdad no nos interesa lo que les pase, has lo que gustes con ellos Fyodor. —dijo chuya rascando su cabeza.

El ruso los miraba tratando de descifrar lo que planeaban, mas solo soltó un pequeño suspiro y tomo del brazo al niño y los puso delante de él, sin más toco sus pequeñas cabezas, estos temblaban, a decir verdad, comenzaron a llorar, poco a poco sintieron sus fuerzas irse, y poco a poco cerraron sus ojos, mirando la mirada fría de sus padres, mas pudieron notar un poco de preocupación y tristeza, solo soltaron un pequeño "¿por qué?" Antes de caer al suelo, Chūya apretó sus puños y un aura roja apareció a su alrededor su habilidad había regresado.

—¡¡Mas te vale que esto funcione bastardo, o tú serás el que de verdad quede muerto!! —agarro por el cuello de la camisa al contrario.

—Confía en mi Chuya —tomo su mano retirando la de su ropa— nunca me equivoco.

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