Capitulo.10

Varios días pasaron desde que Chūya había desaparecido nadie sabía de él, Dazai estaba realmente frustrado, enojado y desesperado, sus hijos estaban muy ansiosos, a causa de ello, los menores se fueron alejando, no se separaron de Atsushi en ningún momento, Masaru y Mitsuki ya habían perdido bastantes semanas de clases.

Masaru estaba nervioso no podía quitarse el brazalete, tenía una especie de llave, intento de todo, Mitsuki era el menos preocupado por ese detalle, solo se quedaba mirando al techo como si fuera lo más interesante del mundo, en esos momentos se parecía demasiado a Dazai.

—Mitsuki, ¿que se supone que debemos hacer? Si papá lo ve me matara, eh podido esconderlo pero no podré hacerlo para siempre.

— ¿De qué hablas? —Dijo sin mirarle, Masaru solo miro el brazalete— además tú tienes la culpa de tenerlo ya qué dejaste que te tocara.

—Pues perdóname por estar asustado, —acaricio el brazalete — ¿le llamamos?

— ¿Y si nos daña?

— ¿Y si es el único que puede salvar a mamá?

—Te confías demasiado, además somos niños no podemos hacer nada.

—No tenemos una mejor opción Mitsuki, mamá lleva semanas desaparecido Papá nos ignora, ¿crees que eso este bien? Yo no, además —miro a todos lados esperando que no le escucharan y susurro— Tenemos habilidades.

—Masaru, estoy igual de preocupado que tu pero comprende a papá. La persona que amas está desaparecido no hay rastros de él, y el tener habilidades no nos hace invencibles.

—Si la hay —le muestra el. Brazalete— nosotros podemos ayudarle.

—Masaru no, no podemos, si algo llega a pasar, si un momento, solo un momento me descontrolo los dañare.

—No digas eso estarás bien, lo sé.

— ¿Quién lo asegura? Le robe su habilidad a mamá aun estando con vida.

—Eso tiene arreglo.

—Tú lo dices porque tienes la habilidad del tío Sakunosuke, no te preocupa en lo absoluto, la tuya no es tan mala, por mi culpa mamá no pudo defenderse.

Masaru suspiro se colocó frente a Mitsuki y tomo sus mejillas apretándolas haciendo que su gemelo se sorprendiera, el no solía hacer eso, naturalmente él era el miedoso y Mitsuki el alentador, no al revés.

—Deja de ser negativo, todo estará bien, te protegeré Y tú me protegerás a mi ¿verdad?

—S-si...

—Entonces estaremos bien, así que vamos.

—Masaru.

—Salvemos a Mamá juntos, para volver a ser una familia, y que Papá nos siga contando aquellos cuentos que no siempre son como los cuenta.

—Idiota.

—Idiota n marcha mi pequeño mellizo.

—Masaru.

— ¿Si?

—Si algo sucede, escapa con Mamá.

—No te dejaré, te detendré de alguna manera tu tranquilo.

Los menores salieron a escondidas de la agencia de detectives, cosa fácil ya qué eran de la misma estatura de los escritorios y casi no lograban verse.

Caminaron a prisa hacia un parque y encendieron el brazalete, este no tardo en indicarles el camino, a pesar de que Fyodor les dijo que iría él no se arriesgaría, así que les indico el camino asegurándose de que estuviera ellos solos nada más.

Mientras tanto en la oficina, Dazai se comía la cabeza buscando como encontrar a Chūya, se había olvidado completamente de los niños, hasta que su teléfono comenzó a sonar era un mensaje que decía la ubicación de los niños, Dazai sin el consentimiento de Chūya, les coloco unos rastreadores siendo unos bebes por si algo pasaba, Dazai sintió una mala sensación por ello, por lo que decidió ir a investigar.

—Voy a salir.

—Dazai-san, ¿a dónde va?

—Al parecer los niños. Volvieron a escapar.

— ¡¿Qué?! Yo le acompaño.

—Atsushi tienes 7 meses de embarazo no puedes ir llevare a Akutagawa en tu lugar tu descansa, además tengo un mal presentimiento, ellos no están lleno a la tumba de Odasaku, están lleno a las cloacas.

—Cree que...

—Fyodor tuvo contacto con ellos estoy seguro, cuando fue por ellos note su aroma a rata —sonrió levemente — lo reconocería donde sea.

—De acuerdo le avisare a Ryu, ¿Llevara a alguien más?

—Pues... —Observo su teléfono — dile a Kunikida y a Tanizaki que sigan el rastreador de los niños.

—De acuerdo.

Atsushi se marchó a dar aviso, Dazai suspiro pesadamente, le preocupaban sus hijos, pero no iba a preocuparse, sabía que Fyodor quería a sus hijos desde esa vez, si estaba usando a sus hijos para saber de la rata de alcantarilla, pero no permitiría qué les haga daño.

Los niños caminaron por las cloaca por un tiempo hasta aparecer al final de esta y encontrar una casa abandonada, en muy mal estado, cuando se quedaron quietos el brazalete se abrió cayendo al suelo, su atención fue llamada cuando escucharon una puerta abrirse y dejando ver a Fyodor, quien sonreía.

—Sí que tardaron.

— ¿Donde esta mamá? —dijo Mitsuki.

—Claro se los diré pero ¿qué les parece si les cuento algo?

— ¿Sobre qué cosa? —dijo Masaru.

— ¿Saben por qué Chuya dejo su antiguo trabajo? —se dirigió al interior de la casa se colocó en un sofá, con una mesa con tres tazas de té.

—No —dijeron ambos, mientras aceptaban la invitación a sentarse.

—Chuya no tiene más una habilidad, así que renuncio a causa de ello.

— ¿No la tiene? —dijo Mitsuki, temblando levemente, mientras su hermano le veía preocupado.

—No, supongo que sabes la razón, el por qué no tiene su habilidad, es porque tú te la comiste, en otros términos se la arrebatase.

—Yo...

—No te juzgo, tu no debías nacer Mitsuki, lo hiciste para sobrevivir, era necesario —el pequeño le miro asustado— ¿no lo sabias? Le quitaste a Chuya lo que tanto amaba para estar aquí, el único que debería estar sentado en este lugar es Masaru, saben que una habilidad sale cuando su portador muere, y esta busca otra cuando es el momento, Para ti no lo había Mitsuki, aun así decidiste quedarte, además gracias a eso se convirtió en un muy débil omega qué no pelear cuerpo a cuerpo.

Mitsuki estaba temblando, Masaru solo podía ver, estaba sorprendido, de la nada Mitsuki comenzó a llorar, en su mente sólo estaban las palabras "no debiste nacer" Fyodor se acercó al pequeño y acaricio cínicamente su cabeza para consolarlo.

—Pero esto se puede arreglar, si quieres que tu madre tenga de nuevo su habilidad, solo hay una cosa que se debe hacer En realidad dos.

— ¿Qué cosas? —le miro mientras lloraba.

—Entregarme a su padre y que Mitsuki desaparezca.

— ¿¡Qué?! ¡Estás loco, no dejaría que Mitsuki desapareciera!

— ¿Quieren que su madre se encuentre bien? eso deben hacer.

—Yo no quiero que Mitsuki desaparezca ya te lo dije —Masaru le observo a la defensiva.

—Es la única forma, les daré un tiempo a solas para que lo piensen.

Fyodor se retiró del lugar hacia otra habitación, Masaru rápidamente abrazo a su hermano quien seguía llorando, era muy raro verle perturbado por lo que comenzó a decirle cosas reconfortantes, evitando el mismo llorar.

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